Si necesitas subir las escaleras, pero estás usando muletas a consecuencia de una lesión, existen un par de formas no muy complicadas de hacerlo. Si la escalera tiene baranda, utilízala para apoyarte con una mano y mantener el equilibrio, mientras manejas la muleta con la otra. Si la escalera no tiene baranda, usa las muletas como apoyo y tu pie sano para ayudarte a subir los escalones. Para no lastimarte, asegúrate de hacerlo lentamente y aleja las muletas del borde de los escalones.

Método 1
Método 1 de 3:
Tomar medidas de seguridad

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    Guíate por tu pierna sana. Tu pierna sana, pierna buena o la no lesionada será en la que más deberás confiar para ayudarte a subir las escaleras. Cada vez que quieras subir las escaleras con las muletas, ya sea que haya baranda o no, pisa el primer escalón con tu pierna sana antes de levantar la pierna lesionada.[1]
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    Aleja las muletas del borde de los escalones. Si apoyas las muletas muy cerca del borde de los escalones, estas pueden resbalarse, Para evitar que te lastimes, tratar de apoyarlas lo más al centro que puedas.[2]
    • Mantén las muletas lo más cerca de tu cuerpo como sea posible.
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    Flexiona la rodilla si tu pierna lesionada no tolera el peso. Si el médico te ha dicho que tu pierna no puede soportar peso, significa que no puedes apoyarte en ella en absoluto mientras subes las escaleras. Para evitar que por accidente uses tu pierna lastimada para subir las escaleras, flexiona la rodilla y levanta el pie de tal forma que no tenga contacto con el escalón. [3]
    • Incluso si tienes permitido poner un poquito de peso en la pierna lesionada, es mejor que no confíes mucho en ella para subir las escaleras.
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    Tómate tu tiempo para subir las escaleras. Ten presente que no debes apurarte, manejar las muletas puede ser complicado, particularmente si esto implica subir escaleras. Antes de intentar subir el siguiente escalón, asegúrate de mantener el equilibrio y la estabilidad.[4]
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    Asegúrate de que haya alguien cerca en caso de que necesites ayuda. De ser posible, pídele a un familiar o amigo que se mantenga cerca de ti mientras subes las escaleras. Lo ideal es que si das un grito pidiendo ayuda en una emergencia, haya alguien que pueda oírte, incluso desde otra habitación.[5]
    • Si no hay nadie que pueda estar cerca, trata de llevar tu teléfono en el bolsillo (¡no en la mano!) en el caso de que necesites pedir ayuda.

Método 2
Método 2 de 3:
Usar una baranda fija

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    Coloca las dos muletas debajo de uno de tus brazos. Si hay una baranda fija que puedas usar, maneja las muletas con un solo brazo de tal manera que puedas sujetar la baranda con el otro. Junta ambas muletas, una frente a la otra, ponlas debajo de uno de tus brazos y estira tu agarre con el fin de mantenerlas firmes.[6]
    • De ser posible, toma en cuenta la posibilidad de que un familiar o amigo suba una de las muletas por la escalera para que no tengas que usar las dos a la vez.
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    Sujeta la baranda con el otro brazo. Mientras manejas las muletas con uno de los brazos, sujeta la baranda con el que tienes libre. Ubícate lo suficientemente cerca de los escalones para que puedas sostenerte de la baranda sin ningún problema.[7]
    • Si tienes más estabilidad y más fuerza con uno de tus brazos, lo mejor será que lo uses para sujetarte de la baranda.
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    Utiliza tu pierna sana para subir mientras te apoyas en la baranda. Sube el primer escalón con tu pierna sana poniendo el peso de tu cuerpo sobre las muletas que llevas a uno de los lados. Mientras subes, aprieta la baranda con el fin de impulsarte hacia arriba. Esto no solo te ayudará a mantener el equilibrio, sino que garantiza que pondrás muy poco o nada de peso sobre la pierna lesionada. [8]
    • Si la pierna lastimada no puede soportar peso, asegúrate de que no toque el escalón flexionando la rodilla.
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    Pon las muletas sobre el escalón cuidadosamente. Es en este punto donde el equilibrio cobra mayor importancia, continúa sujetándote de la baranda con tu peso sobre la pierna sana. Una vez que estés en el escalón y te sientas estable, podrás subir las muletas que están bajo tu otro brazo sin poner peso sobre ellas. [9]
    • Una vez que las hayas subido, deberás asegurarte de apoyarlas firmemente sobre el escalón.
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    Sigue subiendo teniendo como guía tu pierna sana y apoyándote en la baranda. Una vez que tengas ambos pies y las muletas en el mismo escalón, deberás empezar nuevamente con el proceso empezando cada vez con la pierna sana. Para evitar una caída, asegúrate de sostenerte firmemente de la baranda en todo momento y de subir despacio. [10]
    • Antes de subir cada uno de los escalones, cerciórate de sostener las muletas con firmeza.

Método 3
Método 3 de 3:
Subir escaleras sin baranda

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    Pon una muleta debajo de cada uno de tus brazos. Si la escalera no tiene baranda, necesitarás usar tus muletas con normalidad, como lo harías para caminar, una debajo de cada brazo. Esta forma de subir las escaleras es más peligrosa, por lo que debes asegurarte de manejar correctamente las muletas y de sostenerlas firmemente. [11]
    • Las conteras (parte inferior) de las muletas soportarán tu peso, mientras tú te apoyas en ellas.
    • Si fuera necesario adaptar la altura de la muletas, hazlo antes de subir las escaleras. Debes acomodarlas sin ningún problema debajo de los hombros mientras permaneces de pie con la espalda derecha.
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    Sube el escalón con la pierna sana. Acércate al primer escalón apoyando tu peso en las dos muletas, una a cada lado. Sube el primer escalón con la pierna que te sirve de guía o la que no está lesionada.[12]
    • Si el escalón es muy alto, quizá necesites dar un pequeño saltito para alcanzarlo. Antes de hacer esto, asegúrate de que las muletas tengan estabilidad.
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    Presiona las muletas y eleva la pierna lesionada. Una vez que tengas la pierna sana en el siguiente escalón, apóyate en las muletas mientras subes la pierna lesionada al siguiente. Ten cuidado de no llevar la espalda hacia atrás; trata de mantener tu peso al centro o, de ser necesario, dirígelo ligeramente hacia adelante. [13]
    • Si tu pierna lesionada no puede soportar peso, mantenla flexionada.
    • En caso de que sí sea capaz de tolerar peso, apóyate ligeramente en ella al subir para que tengas un poco más de equilibrio.
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    Sube ambas muletas al mismo escalón donde tienes los pies. Traslada tu peso y apóyate en la pierna sana en lugar de hacerlo en las muletas. Luego, sube las muletas al escalón teniendo cuidado de levantarlas lo suficiente para que no tengan contacto con el borde. [14]
    • Mantén la estabilidad y evita llevar la espalda hacia atrás.
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    Tómate tu tiempo para conseguir mantener el equilibrio. Esta forma de subir las escaleras puede ser complicada, así que, de ser necesario, tómate tu tiempo y hazlo lentamente. Asegúrate de mantener el equilibrio cada vez que levantes las muletas para subir al siguiente escalón, ya que es en este punto donde tendrás menos estabilidad. [15]

Consejos

  • Para evitar las caídas, usa zapatos o medias con suela antideslizante.
  • Mientras estés usando muletas, evitar llevar cosas en las manos.
  • Si no te sientes seguro al subir las escaleras con las muletas, en lugar de eso, siéntate en los escalones y sube de espaldas apoyándote en tu trasero.

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Categorías: Lesiones y accidentes