Sea que recién estés aprendiendo de Jesús o hayas crecido yendo a los servicios de la iglesia todas las semanas, la fe puede ser difícil para muchas personas. Nadie puede probar que Dios existe y a veces es difícil creer en algo que no se puede ver, tocar o escuchar. Sin embargo, tener una relación con Jesús requiere tener fe y confiar en él. Por fortuna, de acuerdo a la cristiandad, la fe es un don de Dios y no algo que tienes que crear por tu cuenta.

Método 1
Método 1 de 2:
Convertirse en seguidor de Jesús

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    No renuncies a Dios solo porque tener fe es difícil al principio. La duda es una característica humana natural, así que, si tienes problemas para creer en Jesús, esto no quiere decir necesariamente que estás haciendo algo mal. Como no es posible ver a Dios, a veces, puede ser difícil confiar que Él realmente está ahí. No obstante, si tienes el deseo de honrar a un poder mayor, con el tiempo, puedes empezar a encontrar a Dios en su magnífica creación, es decir, en todas las personas y las cosas que PUEDES ver.[1]
    • El libro de Juan dice que uno de los mismos seguidores de Jesús, un hombre llamado Tomás, tenía dificultades para creer que estaba viendo a Jesús en realidad cuando se encontró con él después de que se levantara de los muertos. Si alguien que conoció a Jesús cara a cara tenía problemas con la fe, es natural que las personas hoy en día también tengan dificultades.
    • Efesios 2:8-9 dice lo siguiente: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. Esto quiere decir que la fe no es algo que tienes que hacer o que consigues por ti mismo, sino que es un regalo que Dios te dio para ayudarte a creer.[2]
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    Estudia el contexto histórico de la vida de Jesús. Aunque no hay una prueba arqueológica directa de que Jesús existió, muchos expertos de la historia creen que fue un hombre real. Si te imaginas a Jesús como una persona real cuyas palabras y actos tuvieron un impacto social y político único donde vivió, será más fácil tener fe en él.[3]
    • Si realmente quieres profundizar en el contexto histórico de la vida de Jesús, prueba leer libros como Journal for the Study of Historical Jesus (Diario para el estudio del Jesús histórico) y Studying the Historical Jesus: A Guide to Sources and Methods (Estudiando al Jesús histórico: una guía de fuentes y métodos).

    ¿Sabías? Los historiadores antiguos como Josefo y Tácito escribieron sobre la vida de Jesús y sus seguidores unas cuantas décadas después de que se dijo que murió, lo que defiende sustancialmente que en realidad existió.

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    Cree que Jesús es el hijo de Dios que fue enviado como sacrificio. La biblia dice que Jesús fue un hombre a quien mataron por sus enseñanzas radicales sobre Dios. Lo pusieron en una cruz hasta que murió. Luego, 3 días después, la biblia dice que Jesús se levantó de los muertos y dejó la tumba y, al vencer a la muerte, creó un puente entre el pecado y Dios.[4]
    • Para entender de qué manera la muerte de Jesús fue un pago por nuestros pecados, es útil saber que, en el Antiguo Testamento, Dios les ordenó a las personas a sacrificar a sus animales y cultivos para conseguir el perdón de Dios. Este envió a Su hijo Jesús a la Tierra para tomar el lugar de esas ceremonias de sacrificio y ganar el perdón para todas las personas.
    • Juan 3:16, uno de los pasajes más conocidos de las escrituras en la biblia, describe el rol de Jesús en nuestro perdón: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna".
    • Juan 14:6 reitera este mensaje: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."
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    Reconoce que has sido culpable de pecado en algún momento. Todos han pecado, que es una palabra que quiere decir desobedecer los mandamientos de Dios. Un pecado puede ser algo tan pequeño como una mentirilla o algo tan grave como un asesinato. Por ejemplo, quizás exageraste con uno de tus profesores o tu jefe para tratar de evitar una asignación, fuiste poco amable con alguien porque estabas enojado o desobedeciste a tus padres cuando sabías que no se enterarían. Sin embargo, para convertirte en un seguidor de Jesús, tienes que admitir que has pecado.[5]
    • Romanos 3:23 dice: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”.
    • Ser un pecador no significa necesariamente que eres una persona mala, solo que nadie puede ser perfecto. De hecho, la Biblia dice que Jesús era la única persona que vivió que nunca cometió un solo pecado.
    • Debido al pecado, nadie es digno de una vida eterna después de la muerte con Dios. Sin embargo, Él es amoroso y bueno, así que Él hizo posible que se pudiera conseguir de todos modos. Romanos 6:23 explica “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (muchos estudiosos de la biblia creen que, en esta escritura, “muerte” quiere decir estar separado de Dios en la vida después de la muerte)”.
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    Entiende que Dios te ama sin importar lo que hagas. La biblia dice que Dios es perfectamente bueno. Sus reglas pueden parecer estrictas o, a veces, incómodas, pero estas existen para mantener a los humanos a salvo y contentos. Sin embargo, incluso si no sigues estas reglas, Él te ama y quiere que tengas una vida rica y plena en la que lo honres a Él.[6]
    • Hebreos 11:3 explica que aunque no podemos ver a Dios, Él es responsable de la creación del mundo: "Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía".
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    Ora a Dios para pedirle perdón y confiesa tu fe. Una vez que empieces a creer que Jesús es el hijo de Dios y reconozcas que tú, al igual que todos los demás, has pecado, puedes orar a Dios para pedirle perdón por tus pecados. Cuando oras por primera vez para decirle que quieres ser un seguidor de Jesús, se llama la Oración de la salvación. Esto es lo único que tienes que hacer para convertirte en un cristiano o seguidor de Cristo Jesús.[7]
    • Prueba decir algo así: “Querido Señor, sé que he cometido errores y nunca seré perfecto. Quiero alejarme del pecado y seguir las enseñanzas de Jesús. Por favor, perdóname por todo lo que he hecho mal y ayúdame a ser una mejor persona y crecer todos los días”. Sin embargo, puedes decir lo que quieras en tu oración, siempre que salga realmente de tu corazón.
    • 1 de Juan 1:9 dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.
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    Dedícate a una vida que siga las enseñanzas de Dios. No es suficiente decirle a Dios que quieres alejarte del pecado. También tienes que hacer un esfuerzo para reconocer y superar los pecados con los que luchas personalmente. A esto se le llama arrepentirse de tus pecados y es un paso importante en el camino de todo cristiano.[8]
    • No te preocupes si no lo haces todo correctamente de una sola vez. Ser una mejor persona es un proceso de toda la vida, así que permite que Dios te guíe mientras sigues mejorando.
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    Bautízate a modo de un compromiso simbólico con tu nueva vida en Dios. El bautizo es una ceremonia en la que se sumerge a una persona en el agua y se la vuelve a levantar. Simboliza la muerte del antiguo yo y el renacimiento de una nueva vida en Dios. La biblia manda a todos los creyentes a que se bauticen. Sin embargo, si no te bautizas, no será motivo para que no vayas al cielo.[9]
    • En Hechos 2:38, Pedro dice: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo". El Espíritu Santo es el espíritu de Dios que mora en Sus creyentes y los guía para saber el camino del bien y del mal.
    • En algunas denominaciones, te rocían con agua en un bautizo simbólico en lugar de sumergirte en el agua.
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Método 2
Método 2 de 2:
Aferrarte a la fe en tiempos difíciles

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    Separa un tiempo cada día para hablar con Jesús. Si pasas un tiempo calmado hablando con Jesús, irás construyendo una relación con él y aprenderás a escuchar o sentir su guía en tu vida. Por ejemplo, quizás te sientas inducido a tomar ciertas decisiones o simplemente sientas una paz consoladora cuando estés meditando en un pasaje de la biblia. Mientras más cerca de Dios te sientas, más fácil será tener fe en Él en momentos difíciles.[10]
    • Durante este tiempo tranquilo, puedes leer devocionales, estudiar la biblia, orar, escribir en un diario o cualquier otra acción que te haga sentir cerca de Jesús. Algunas personas adoran mientras trabajan en su jardín, conducen, cocinan o cantan, así que encuentra lo que sientes que es más natural y auténtico para ti.
    • Cuando manejes, adora a Jesús por su bondad y pídele que fortalezca tu fe. Luego, presta atención a la forma en que se revela en tu vida cotidiana.[11]
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    Estudia los pasajes de la biblia que tratan de las personas que pasan dificultades. La biblia está llena de historias que hablan de creyentes fieles que pasan pruebas en momentos muy difíciles. Estas historias pueden ayudarte a sentirte conectado a una línea larga de creyentes que han tenido que enfrentarse a dolores de corazón, enfermedades y pérdidas, pero que, aun así, lograron mantenerse en su fe en la bondad de Dios.[12]
    • Luego de la muerte de Jesús, con frecuencia se arrestaba a los primeros cristianos e incluso se les mataba. Algunos libros del Nuevo Testamento, como Romanos, 1 y 2 de Corintios y Hebreos, son cartas escritas durante este tiempo. Estas muestran que los creyentes tenían miedo, pero aun así se reunían y hacían crecer su fe.[13]
    • El apóstol Pablo fue atormentado por una aflicción desconocida, como se describe en 2 de Corintios. Aunque su lucha en específico nunca se nombra, se refiere a ella como una "espina en su carne" y su humildad y fe son ejemplos de fuerza que resuenan hasta hoy.
    • El mismo Jesús fue traicionado por uno de sus amigos más cercanos y el día antes de que lo mataran, se quedó toda la noche orando. Su firme fe y determinación para cumplir con su destino que se describen en los libros de Mateo, Marco, Lucas y Juan puede ser una poderosa inspiración si estás enfrentándote a una tarea difícil.
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    Busca a Jesús para que te dé fuerzas en momentos difíciles. Cuando estés orando y leyendo pasajes de la biblia, pídele a Jesús que te dé fuerza para soportar lo que estuvieras pasando, sea una depresión, una enfermedad, una relación familiar difícil o una pérdida devastadora. Sin importar lo que fuera, si le pides a Jesús que te dé paz y te ayude a aliviarte de la ansiedad, él te confortará.[14]
    • Esto no quiere decir que Jesús resolverá todos tus problemas de repente o que nunca te preocuparás de nada otra vez. Sin embargo, su fuerza puede ayudarte a que te sea más fácil enfrentar los problemas.
    • 1 de Pedro 5:7 dice: “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
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    Pídele a Jesús que te muestre las lecciones en medio de tus dificultades. Sin importar lo que estás pasando, ora para que Jesús te revele lo que puedes aprender de la experiencia. Si pasas tiempo reflexionando, leyendo la biblia y orando, te volverás más sabio a la larga de cada momento difícil que tengas que atravesar.[15]
    • Por ejemplo, si estás luchando contra el dolor por la pérdida de un ser querido, quizás te hayas dado cuenta lo importante que es pasar tiempo con las personas que te importan más mientras aún las tienes. Esto no eliminará tu dolor, pero te ayudará a acercarte a las personas que están presentes en tu vida.
    • Proverbios 3:5-6 dice: " Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas".
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    Pasa tiempo con otras personas que comparten tu fe. Encontrar otro grupo de creyentes puede ayudarte a fortalecer tu fe y te dará una comunidad en la que puedes confiar cuando estés pasando por momentos difíciles. Puedes aprender de la sabiduría de otros creyentes y también puedes compartir tus propias experiencias para ayudar a otros.[16]

    Consejo: las iglesias locales son una manera excelente de conocer a otros creyentes. Prueba una iglesia contemporánea si un servicio tradicional te parece incómodo. Sin embargo, incluso si no vas a la iglesia, puedes buscar reuniones cristianas en tu área por Internet, como un estudio bíblico semanal en una cafetería o una cena mensual.

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Categorías: Cristianismo
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