La salmonelosis generalmente se da cuando una persona entra en contacto con el agua o los alimentos contaminados por la bacteria de la salmonela. Los síntomas de esta enfermedad incluyen fiebre, diarrea y cólicos abdominales que a menudo se interpretan como una intoxicación por alimentos. Dichos síntomas aparecen entre las 2 y 48 horas posteriores al contagio, pueden durar hasta 7 días y usualmente desaparecen sin necesidad de tratamiento, aunque en algunos casos aislados puede haber complicaciones. Lee el primer paso para aprender a tratar y prevenir una infección por salmonela.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Diagnostica una infección por salmonela

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    Identifica los síntomas. La salmonelosis generalmente se contrae al ingerir huevos crudos o productos cárnicos que estén contaminados con la bacteria. Esta enfermedad tiene un periodo de incubación que va desde unas pocas horas hasta dos días, el cual usualmente va seguido de una serie de síntomas que se clasifican como gastroenteritis (una inflamación del estómago o los intestinos).[1] Los síntomas más comunes de una infección por salmonela son los siguientes:
    • Vómitos
    • Náuseas
    • Diarrea
    • Escalofríos
    • Fiebre
    • Dolor de cabeza
    • Heces sanguinolentas
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    Ten en cuenta el momento apropiado para visitar el doctor. Aunque la salmonelosis usualmente no representa un riesgo alto para la salud, las personas con sistemas inmunológicos comprometidos (como los pacientes del sida), anemia falciforme o enfermedades inflamatorias intestinales tienen un riesgo más alto de sufrir complicaciones por esta enfermedad. De igual forma, los niños y los ancianos tienen más probabilidades de padecer complicaciones graves. Si estás en uno de los grupos de riesgo alto y parece que los síntomas no mejoran, es recomendable que visites al doctor lo más pronto posible. Debes buscar atención médica inmediata si tú o una persona que conozcas experimentan los siguientes fenómenos:
    • Deshidratación que disminuye la diuresis, la producción de lágrimas y que provoca sequedad en la boca y ojos hundidos.
    • Señales de bacteriemia; una enfermedad en la que las bacterias de la salmonela entran en el flujo sanguíneo e infectan los tejidos del cerebro, la médula espinal y la médula ósea. Algunos síntomas de esta enfermedad incluyen una fiebre alta repentina, escalofríos, frecuencia cardiaca acelerada y la presencia de dolencias graves.
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    Haz que te practiquen una prueba para detectar la salmonela. El doctor evaluará tus síntomas y en la mayoría de los casos te recomendará tomar mucho líquido y descansar hasta que dichos síntomas desaparezcan, ya que generalmente no es necesario seguir un tratamiento. Si el doctor determina que debe practicar una prueba, te pedirá una muestra de materia fecal para definir si contiene las bacterias de la enfermedad. [2]
    • El doctor también puede practicarte un examen de sangre para confirmar la presencia de bacteriemia.
    • El doctor puede prescribirte antibióticos si la infección por salmonela se propaga más allá del sistema digestivo.
    • Si sufres de deshidratación y ésta llega a un punto grave, quizás tengas que quedarte en el hospital para que te suministren fluidos por vía intravenosa.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Trata la salmonela

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    Toma muchos líquidos, en especial agua. Los líquidos pueden perderse a través del vómito y la diarrea, lo cual incrementa el riesgo de padecer de deshidratación. Es importante que reemplaces los fluidos y electrolitos que pierdas con agua potable, té de hierbas, jugo y caldo. Incluso si no te sientes bien al ingerir bebidas, ten en cuenta que es la mejor manera de que conserves la energía de tu cuerpo y que superes los peores síntomas.
    • Prueba a comer una paleta, trozos de hielo o un sorbete para proporcionarle a tu cuerpo agua y azúcar al mismo tiempo.
    • Bebe mucha agua, en especial luego de varios episodios de vómito o diarrea.
    • Los niños pueden beber una solución de rehidratación para recuperar los fluidos y electrolitos.
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    Toma medicamentos para la diarrea. La loperamida puede ayudar a aliviar los cólicos asociados con la diarrea provocada por la salmonela. Sin embargo, este medicamento puede prologar la duración de la diarrea.[3]
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    Consume alimentos blandos mientras te recuperes de una infección por salmonela. Los alimentos salados o picantes pueden irritar un sistema digestivo que ya esté delicado. De igual forma, evita las comidas ricas en grasas, ya que pueden irritar el tracto digestivo.
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    Usa una almohadilla térmica o una compresa tibia. Ponla sobre tu abdomen para aliviar los cólicos que quizás experimentes. También puedes conseguir buenos resultados con una botella de agua caliente o un baño caliente.
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    Descansa y dale a tu cuerpo el tiempo para recuperarse. Si te excedes en tus actividades, puedes prolongar el tiempo de recuperación. Tu cuerpo combatirá de forma natural la salmonela y se recuperará más pronto si evitas los esfuerzos excesivos. Si todavía experimentas diarrea o vómitos, descansa algunos días del trabajo o la escuela.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Evita las infecciones futuras

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    Cocina minuciosamente los productos de origen animal. No comas ni bebas productos con leche sin pasteurizar o huevos crudos. Esta es la manera más común en la que se propaga la enfermedad. Si vas a comer en un restaurante, no dudes en enviar de vuelta a la cocina los huevos y la carne que estén mal cocidos.
    • La salmonela generalmente se encuentra en los productos de origen animal, aunque la bacteria también puede contaminar las verduras. Asegúrate de lavar todas las verduras antes de cocinarlas.
    • Lava tus manos y las superficies de trabajo luego de que entren en contacto con huevos o carne crudos.
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    Lávate las manos luego de manipular animales o sus heces. Esta es otra forma común en la que se propaga la enfermedad. Los reptiles y las aves sanas pueden portar la salmonela en sus cuerpos, la cual también puede estar presente en las heces de los gatos y los perros. Asegúrate de lavarte las manos con agua jabonosa siempre que manipules a un animal o sus heces.
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    No dejes que los niños manipulen reptiles y aves jóvenes. Por ejemplo, los polluelos, los lagartos y las tortugas portan la salmonela en sus caras. Un niño que acaricie a uno de estos animales puede entrar en contacto con la bacteria. Ya que la enfermedad puede ser más fuerte contra el sistema inmunológico de los niños, lo más recomendable es que evites que se acerquen a los animales que puedan infectarlos.[4]
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Consejos

  • Lávate las manos luego de usar el baño para reducir la probabilidad de contraer o portar la salmonela.
  • No comas carne o huevos mal cocidos (o cocidos parcialmente) y lávate las manos minuciosamente luego de manipular la carne cruda para que evites el riesgo de contraer salmonelosis.
  • Asegúrate de comer siempre huevos cocidos, ya que si están crudos pueden provocar la enfermedad.
  • Preferiblemente usa unos guantes cuando manipules reptiles, anfibios o elementos del ambiente de estos animales. Si no es posible que uses unos guantes, lávate las manos minuciosamente.
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Advertencias

  • Si contraes la enfermedad, te convertirás en un portador(a) y podrás contagiar a otras personas hasta que te deshagas por completo de la infección.
  • No guardes las frutas y verduras frescas junto a la carne cruda, ya que los fluidos de la carne pueden contaminar a los demás alimentos e incrementar el riesgo de que se propaguen las bacterias.
  • Te cuidado de no contraer la enfermedad por medio de los utensilios para manipular la carne cruda o en las zonas de alimentación.
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Cosas que necesitarás

  • Agua
  • Medicamentos para la diarrea
  • Almohadilla térmica o compresa tibia
  • Antibióticos

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