Comprar una vaina de vainilla es el mayor lujo culinario. Las vainas mexicanas, tahitianas y las bourbon de Madagascar son suaves, brillosas y aceitosas, con un sabor rico que impregna a cualquier producto horneado o platillo. Puedes usar las semillas en la vaina de vainilla para hornear o como un saborizante natural para tu comida.[1]

Método 1
Método 1 de 3:
Hornear con una vaina de vainilla

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    Abre la vaina si quieres usar las semillas. Si planeas usar la vaina de vainilla en la masa para un pastel o para unas galletas, tendrás que abrirla y quitarle las semillas. Luego las añadirás a la masa para infundirle el sabor natural de la vainilla.[2]
    • Para abrir la vaina, ponla sobre una tabla de picar. Pon el extremo curvado de la vaina hacia el lado superior de la tabla. Sostén el extremo superior de la vaina con tu mano no dominante y un cuchillo filoso con tu mano dominante.
    • Abre la vaina con un corte largo y vertical a través del la capa superior de la vaina. Corta solo hasta el centro de la vaina, no a través de ella completamente. Quieres tener acceso a las diminutas y densas semillas en su interior. Corta lentamente. Si el cuchillo se te escapa de la mano y cortas la vaina de más, vuelve a acomodar el cuchillo sobre tu corte previo y continúa abriendo la vaina.
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    Raspa las semillas para quitarlas. Pela los dos lados de la vaina de vainilla hacia afuera con el costado de la hoja del cuchillo. No uses el lado filoso, ya que no quieres cortar más la vaina.[3]
    • Usa el lado del cuchillo o una cuchara pequeña para quitar las semillas. Saca las semillas de la vaina pasando la cuchara o el cuchillo a lo largo del interior de uno de los lados de la vaina.
    • Es aconsejable que abras la vaina de vainilla justo antes de que planees usar las semillas para cocinar u hornear. Ten presente que una vaina es igual a tres cucharaditas de extracto de vainilla. Si solo necesitas la mitad de esa cantidad, abre solo la mitad de la vaina, exponiendo solo las semillas de esa porción.
    • Puedes encontrar una tabla de conversión para las vainas de vainilla en línea.[4]
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    Añade las semillas a una receta para hornear. Si tienes la receta de un pastel, de unas galletas o de una tarta que requiera de extracto de vainilla, puedes usar semillas de vainilla en su lugar. Añade la vainilla cuando batas la mantequilla de la receta, así te asegurarás de que las semillas queden bien incorporadas a la masa.
    • También te puedes asegurar de que las semillas queden distribuidas parejamente en la masa tomando una pequeña cantidad de masa y usando una cuchara o tus manos para moler las semillas en esta. Luego vuelve a mezclar con el resto de la masa con movimientos envolventes.[5]
    • Puedes encontrar una lista de pasteles, galletas y tartas que usan vainas de vainilla en Internet.[6]
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    Prepara azúcar saborizada con vainilla. También puedes frotar las semillas de vainilla en el azúcar, para saborizarla. Frotar la vainilla en el azúcar liberará el aroma de la vainilla e impregnará el azúcar con su sabor natural. Luego podrás usar el azúcar cuando una receta la requiera.[7]
    • Usa el azúcar con sabor a vainilla en galletas como galletas de semillas de vainilla o de mantequilla con vainilla.
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    Prepara tu propio extracto de vainilla para hornear. En lugar de invertir mucho dinero en comprar extracto de vainilla en la tienda, prepara el tuyo guardando las vainas abiertas y usándolas para elaborar extracto de vainilla en casa. Este es un proceso basado en el tiempo, así que si sabes que necesitarás extracto de vainilla para hornear, prepáralo al menos con uno o dos meses de anticipación.[8]
    • Coloca entre tres y cuatro vainas de vainilla abiertas a lo largo en un recipiente de vidrio limpio. Añade 475 mililitros (1 pinta) de vodka, ron o bourbon al recipiente y ciérralo. Deja que el recipiente descanse en un lugar fresco y oscuro por un mes si usas ron y por tres o cuatro meses si usas vodka. Agita el frasco periódicamente para que los sabores se muevan en su interior. La riqueza del extracto dependerá del tiempo que dejes que las vainas se remojen en el alcohol.
    • Usa vainas de vainilla grado B para hacer el extracto de vainilla. También puedes usar vainas de vainilla grado A, pero son más caras.[9]

Método 2
Método 2 de 3:
Dar sabor con vainas de vainilla

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    Agrega una vaina de vainilla a 1 litro (1 cuarto) de leche. Si quieres usar una vaina de vainilla en recetas de pastelería que contengan leche, puedes añadir la vaina a un litro (1 cuarto) de leche y calentarla en una olla a temperatura de media a alta. También puedes usar la vaina de vainilla en flanes, natillas y otras recetas con base de leche.[10]
    • Otra opción es poner las semillas y la vaina de vainilla abierta en la leche para obtener un sabor más fuerte a vainilla. Tal vez quieras probar la leche después de que haya hervido algunos minutos a fin de asegurarte de que el sabor a vainilla se perciba pero que no sea demasiado fuerte.
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    Coloca la vaina de vainilla en tu azucarero. Impregna el azúcar de sabor a vainilla añadiéndole vainas cortadas o enteras a tu azucarero o dispensador de azúcar. La vaina de vainilla la impregnará con su sabor natural y tendrás azúcar con sabor a vainilla, que podrás usar para endulzar tu café matutino o en productos horneados.[11]
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    Pon vainilla seca en los granos de café. Si quieres impregnar tu café con un sabor natural a vainilla, puedes poner vainilla seca en tu bolsa de granos de café. Puedes usar semillas o vainas de vainilla para ponerlas en tu café en grano durante toda la noche o por varias semanas. Con el tiempo, el café en grano se impregnará del sabor de la vainilla.

Método 3
Método 3 de 3:
Almacenar la vaina de vainilla

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    Envuelve la vaina en papel aluminio y guárdala en un lugar fresco y oscuro. Las vainas de vainilla son susceptibles al aire y se pueden secar si las dejas sin envolver. A fin de prevenir que la vaina se vuelva quebradiza, es aconsejable que la envuelvas en papel aluminio y la selles en una bolsa de plástico con cierre. Luego podrás almacenarla en un lugar fresco y oscuro de la cocina[12]
    • No guardes la vaina de vainilla en tu refrigerador o congelador, ya que ambos son demasiado fríos para la vaina y podrían, de hecho, secarla. En su lugar, busca un lugar en una alacena baja para guardar la vaina.
    • Las semillas de vainilla almacenadas adecuadamente te durarán varias semanas.[13]
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    Revive las vainas secas con agua hirviendo. Si tu vaina de vainilla comienza a secarse o parece quebradiza, puedes revivirla sumergiéndola en una olla de agua hirviendo por varios minutos. Esto ayudará a que las vainas se hidraten y vuelvan a adquirir su forma y textura originales.[14]
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    Usa las vainas de vainilla frescas en un lapso de dos o tres semanas. Si planeas usar vainas de vainilla frescas para hornear o cocinar, es importante que las uses en un lapso de dos o tres semanas. Después de este tiempo, la vaina comenzará a secarse, aun en el caso de que esté almacenada adecuadamente en un lugar fresco y oscuro.[15]

Cosas que necesitarás

  • cuchillo filoso
  • tabla de picar
  • cuchara
  • tachuela
  • recipiente
  • alcohol
  • colador
  • molinillo de café
  • olla
  • leche
  • azúcar

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Categorías: Consejos en la cocina