Un espirómetro de incentivo o ejercitador respiratorio es un dispositivo médico que puede ayudarte a respirar de forma más profunda y completa para expandir los sacos de aire que se encuentran en los pulmones. Este dispositivo ensancha los pulmones y a menudo se utiliza para mantenerlos activos, saludables y despejados después de una cirugía o en casos de pacientes con afecciones pulmonares como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la neumonía.[1] El espirómetro de incentivo es fácil de usar y te servirá para mejorar tu función pulmonar tanto en el hospital como en casa.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Armar el dispositivo

  1. 1
    Arma el dispositivo de ser necesario. Si es la primera vez que vas a usar el dispositivo, tendrás que armarlo. Lávate las manos y saca las piezas de las bolsas de plástico. Extiende el tubo flexible. Conecta el extremo del tubo que no tiene boquilla a la salida ubicada en la parte inferior al lado derecho de la base.[2]
  2. 2
    Coloca el marcador en el nivel sugerido de ser el caso. La hilera larga en la parte exterior del dispositivo tiene un marcador, control deslizante o “indicador de metas” que señalará que tan profunda debe ser tu respiración. Por lo general, el médico fija el control o indica a qué nivel debe fijarse.[3]
    • Mientras respiras dentro del tubo, el pistón o la bola dentro del dispositivo sube para alcanzar el marcador.
  3. 3
    Ponte de pie o siéntate erguido antes de utilizar el dispositivo. Para usar el dispositivo, debes estar erguido de tal forma que tus pulmones puedan expandirse por completo. Siéntate al borde de la cama, en una silla o incluso permanece de pie, como te sientas más cómodo.[4]
  4. 4
    Sostén el espirómetro al nivel de los ojos y la base en paralelo al piso. Sujétalo con tu mano no dominante al nivel de los ojos, lo suficientemente cerca para que la boquilla llegue con facilidad a la boca. Asegúrate de que la base esté alineada y en paralelo con el piso.[5]
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 3:
Respirar en el dispositivo

  1. 1
    Exhala y coloca la boca alrededor de la boquilla. Exhala como normalmente lo harías, luego, coloca la boquilla entre tus labios con la mano dominante. Cierra los labios y mantén la lengua en la parte inferior de la boca para evitar que obstruya la boquilla.[6]
  2. 2
    Inhala por la boca hasta que el pistón alcance el marcador. Respira lenta y profundamente mientras tienes la boquilla dentro de la boca. El pistón amarillo o la bola ubicado dentro del dispositivo ascenderá mientras exhalas. La meta es lograr que el pistón o la bola alcance el nivel que señala el control deslizante o marcador.[7]
    • No te desanimes si no logras inhalar tan profundamente como para que el pistón o la bola llegue hasta el nivel aconsejado. Tu función pulmonar mejorará con el uso continuo del espirómetro de incentivo.
  3. 3
    Contén la respiración lo más que puedas. Una vez que el marcador haya alcanzado el nivel que deseas, deberás contener la respiración durante el mayor tiempo posible. Intenta hacerlo durante 10 segundos como mínimo. Durante ese tiempo, el pistón o la bola descenderá hacia la base.[8]
  4. 4
    Exhala por la boca y descansa por unos cuantos segundos. Después de contener la respiración por el mayor tiempo posible, exhala lentamente por la boca dentro del espirómetro de incentivo. Luego, retira la boquilla y descansa durante unos segundos.[9]
  5. 5
    Repite el ejercicio 10 veces por hora o las veces que el medico haya recomendado. Si el médico te dio indicaciones precisas acerca de la frecuencia de uso del espirómetro de incentivo, asegúrate de seguirlas al pie de la letra. De lo contrario, ponte como objetivo utilizar el dispositivo 10 veces por hora. Recuerda descansar por unos segundos entre cada respiración para evitar la sensación de aturdimiento.[10]
  6. 6
    Cuando termines, tose para despejar los pulmones. Trata de toser unas cuantas veces después de usar el dispositivo la cantidad de veces indicada. La tos ayudará a despejar los pulmones de mucosidad o de cualquier fluido y contribuirá a que respires más fácilmente.[11]
    Anuncio

Parte 3
Parte 3 de 3:
Conservar el dispositivo y monitorear tu evolución

  1. 1
    Limpia la boquilla después de cada uso o utiliza una nueva cada 24 horas. Si la boquilla no es descartable, lávala con un jabón suave y agua después de cada uso para desinfectar y evitar el desarrollo de bacterias. En su defecto, puedes utilizar una boquilla descartable nueva todos los días.[12]
  2. 2
    Mantén un registro de tu evolución para que se lo entregues al médico, de ser el caso. Algunas veces, el médico solicita hacer un seguimiento de la cantidad de aire que se logra inhalar. Monitorea tu evolución y anota hasta dónde sube el pistón que está dentro del dispositivo cada vez que lo uses. Hay una hilera con unas marcas que indican en milímetros la cantidad de aire que se inhala.[13]
  3. 3
    Infórmale al médico si presentas mareos o aturdimiento. Si en algún momento te sientes mareado o aturdido deja de usar el dispositivo. Descansa el tiempo que sea necesario y prosigue con los ejercicios de respiración con el espirómetro de incentivo. Si el uso del dispositivo te origina cualquiera de estos síntomas, infórmale a tu médico y sigue sus indicaciones en adelante.[14]
    Anuncio

Consejos

  • Si tienes una incisión en el abdomen, coloca una almohada en esa zona para que sirva de apoyo y así reducir la incomodidad mientras utilizas el espirómetro de incentivo o cuando toses.[15]
Anuncio

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 3384 veces.
Categorías: Salud respiratoria
Anuncio