Los seres humanos tienen una curiosidad natural por lo que sucede bajo el agua. Después de recorrer toda la superficie de los mares para cartografiar el mundo, los exploradores dirigieron su mirada hacia abajo, dentro de las profundidades, es decir, el lado profundo. Es tentador abrir los ojos en una piscina, incluso con todo ese ardor excesivamente conocido del cloro que resulta de ello. Existen métodos para ayudarte a aclimatarte a esa incomodidad, pero también hay preocupaciones legítimas de salud en cuanto a abrir los ojos bajo el agua. Como tal, se recomienda usar gafas para nadar o una máscara de buceo cuando quieras satisfacer esa curiosidad natural, ya sea que estés en una piscina, en la playa o en el fondo de un lago.

Método 1
Método 1 de 3:
Abrir los ojos bajo el agua

  1. 1
    Mira el interior de tu piscina. Suena simple, pero cualquiera que lo haya intentado conoce el ardor que viene con abrir los ojos en una piscina muy clorada. Afortunadamente, existen técnicas disponibles para aclimatar tus ojos de marinero de agua dulce al agua. Sin embargo, si esas técnicas no resultan satisfactorias, es recomendable recurrir a gafas para nadar o máscaras de buceo como una herramienta para ver de forma segura en la piscina.
    • Practica en casa llenando el lavabo o la tina con agua, tapándote la nariz, sumergiendo tu cabeza y abriendo los ojos. Empezar con fuentes de agua libres de cloro o restos te ayudará a acostumbrarte a la sensación del agua en tus ojos sin una incomodidad adicional.
    • Las piscinas cloradas generalmente se mantienen a un nivel de pH seguro para nadar de 7,0 a 7,6.[1] Esto mata a las bacterias, pero no a las diversas grasas y aceites que llevamos a la piscina. Estos derivados corporales acumulados son irritantes comunes para los ojos.
    • Si bien la exposición a cantidades normales de cloro es irritante, no ocasionará daño permanente. Sin embargo, quitará la película lacrimal protectora de la córnea, volviendo al ojo más vulnerable a cualquier bacteria que haya sobrevivido a la piscina clorada.[2]
    • Si tus ojos se irritan, enjuágalos con agua fría y fresca o utiliza gotas de solución salina para aliviar el dolor.[3]
  2. 2
    Abre los ojos en mar abierto. Nadar en una fuente natural de agua significa que no hay cloro para irritar los ojos, pero debes tener cuidado: el que no haya cloro quiere decir que sí habrá bacterias y restos. Cerca de la orilla, las olas constantemente lanzan arena y rocas pequeñas hacia la playa, haciendo que las abrasiones corneales a causa de los residuos sean una posibilidad. Lejos de la orilla tendrás una experiencia más agradable mirando bajo el agua.
    • También ten cuidado al abrir la boca. Si bien no todas las aguas son tan estrictamente dañinas como podrían parecer, un trago de agua de mar puede contener millones de células bacterianas, decenas de miles de zooplancton y cientos de miles de fitoplancton.[4]
  3. 3
    Mira debajo de un lago. Las bacterias son tu mayor preocupación al abrir los ojos en un lago de agua dulce. Si bien no es totalmente un hecho que tendrás problemas con los ciudadanos unicelulares del lago, se recomienda usar protección ocular (gafas o una máscara de buceo) cuando quieras ver debajo del agua. En aguas menos profundas, la tierra y otras partículas dañinas del lecho del lago pueden levantarse con los pies al nadar y meterse en tus ojos.
    • La Acanthamoeba es una ameba particularmente desagradable que puede encontrarse en el agua dulce (incluida, muy rara vez, el agua del grifo). La infección puede requerir un trasplante de córnea.[5]
    • Sin embargo, los lagos proporcionan una experiencia más cómoda para abrir los ojos que una piscina clorada o la orilla turbulenta de una playa. Si estás dispuesto a arriesgarte, probablemente puedas mantener los ojos abiertos por más tiempo aquí que en cualquier otro cuerpo de agua. Sin embargo, la pobre visibilidad en un lago puede no proporcionar mucho para ver.
  4. 4
    Quítate los lentes de contacto. En cualquiera de los ambientes mencionados anteriormente, debes quitarte los lentes de contacto antes de abrir los ojos bajo el agua. Aunque es un poco riesgoso que los lentes puedan irse flotando (debido a que la presión del agua probablemente los mantenga en su lugar), el mayor peligro es la infección bacteriana.[6]
    • Si usas lentes o lentes de contacto, puedes hacer que coloquen tu prescripción en una máscara de buceo. Usar una máscara de buceo es una alternativa mucho más segura que abrir los ojos para ver lo que hay bajo el agua y es óptima para cualquiera que no podría ver muy bien sin sus lentes.

Método 2
Método 2 de 3:
Prepararte para la exploración submarina

  1. 1
    Colócate gafas. Las gafas te permiten ver claramente bajo el agua sin irritación y su correa asegura que se mantengan fijas a tu cabeza mientras nadas. Se aseguran fácilmente: colocas las gafas sobre tus ojos y luego estiras la correa de silicona alrededor de la parte trasera de tu cabeza. La correa debe presionar ajustadamente contra tus sienes, como unos lentes normales, pero no debería doler.
    • Un par de gafas solo es tan bueno como su impermeabilidad, así que, si el agua entra a tus gafas, es posible que debas probar un par diferente. La correa y la forma de las gafas deben hacer todo el trabajo necesario para una buena impermeabilización. No debes tener que arreglar repetidamente la succión presionando las gafas contra las cuencas de los ojos.
    • Las gafas las usan uniformemente los nadadores competitivos, quienes no pueden poner en peligro su visión nadando sin ellas ni su velocidad usando máscaras de buceo, las cuales son menos aerodinámicas.
    • Las gafas fueron fabricadas por primera vez con caparazones pulidos de tortuga que los persas del siglo XIV usaban para proteger sus ojos al bucear en busca de perlas y han pasado por algunas mejoras significativas desde entonces.[7] Las gafas para nadar modernas proporcionan una excelente visibilidad y usan aleaciones de plástico, silicona y policarbonato.
  2. 2
    Usa una máscara de buceo. Una máscara de buceo va un paso más allá de las gafas al cubrir también tu nariz. Si no te sientes cómodo soplando aire por la nariz, esto significa que ya no tendrás que sujetarte la nariz incómodamente cuando estés bajo el agua. Como las gafas, las máscaras de buceo se fijan a la cabeza por medio de una sola correa, más gruesa que la de la mayoría de las gafas, y debe mantenerse en tu rostro al nadar sin requerir ninguna aplicación manual de presión.
    • Las máscaras de buceo funcionan porque su superficie plana y el espacio entre la ventana y tus ojos les permite enfocarse bajo el agua. La luz se curva de forma diferente bajo el agua que en el aire y el diseño de la máscara corrige esto para ti.[8]
    • Los tubos de snorkel pueden unirse a las correas de las máscaras de buceo, permitiéndote flotar a lo largo de la superficie con un acceso ilimitado a ese aire de toda la vida.
    • Si usas lentes, ¡puedes colocar tu prescripción en la máscara! Bucear con lentes de contacto también es posible, aunque debes ceñirte a lentes suaves si te diriges al mar abierto. Los lentes duros pueden ocasionar una succión dolorosa en tus ojos a mayores profundidades.[9]
  3. 3
    Practica el submarinismo. Bucear con la ayuda de un tanque de oxígeno (o un tanque lleno de otra mezcla apropiada de gas comprimido) se conoce como submarinismo. Los buceadores se equipan con máscaras de buceo, trajes de neopreno, aletas y compensadores de flotabilidad para ayudarlos en su movimiento bajo el agua a medida que exploran el fondo del mar, buques naufragados, arrecifes y sistemas de cuevas. Busca programas de certificación en buceo cerca de ti si estás interesado. Hay una información de seguridad matizada y particular que debe aprenderse a fin de minimizar el riesgo al recorrer ambientes submarinos en los que los seres humanos no están diseñados para vivir.
    • Los trajes de neopreno absorben y retienen una capa de agua que tu cuerpo calentará, manteniéndote más caliente a su vez. ¡Hace frío allí abajo!
    • Las aletas proporcionan a los buceadores una propulsión más rápida, la cual es bastante necesaria si tienes en cuenta el resto del equipo con el que cargan.
    • La compensación de flotabilidad funciona inflando y desinflando un chaleco especial con aire a fin de controlar la profundidad a la que flotas en el agua.[10] Los pesos también se usan para ayudar en el descenso.
    • Los arrecifes pueden ser naturales, como aquellos que involucran grandes redes de corales, o artificiales, cuando son estructuras que han sido creadas o deliberadamente hundidas por el hombre.

Método 3
Método 3 de 3:
Mirar hacia el océano desde arriba y desde abajo

  1. 1
    Súbete a un bote con fondo de vidrio. Estos botes están diseñados para permitir que los pasajeros vean el agua debajo de ellos y a menudo realizan tours de arrecifes, buques naufragados u otros hervideros de actividad acuática. Los tours en estos botes pueden ser relativamente asequibles en comparación con otros métodos de exploración submarina y funcionan en muchas ciudades costeras y manantiales naturales.
  2. 2
    Súbete a un submarino. Si bien esta no es una opción repetible para muchos (aparte de comprar un DVD de La caza del Octubre Rojo) dado que los submarinos personales de lujo más baratos cuestan alrededor de $600.000, los vehículos sumergibles tanto militares como civiles patrullan e investigan las profundidades del mar rutinariamente.[11] Sin embargo, es posible realizar tours de submarinos militares no operativos para obtener una ventana hacia ese mundo acuático y las empresas en los destinos de vacaciones a menudo ofrecen viajes submarinos a turistas.
    • En lo respectivo a plataformas sumergibles, existen los vehículos operados por humanos (HOV, por sus siglas en inglés) y los vehículos de operación remota (ROV, por sus siglas en inglés). El sitio web de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los EE.UU. contiene información que detalla muchos vehículos sumergibles que los investigadores usan hoy en día (tanto HOV como ROV), incluyendo un modelo llamado "Alvin" que ha estado en uso desde 1964.[12]
  3. 3
    Camina por la playa. Peinar la orilla en busca de conchas marinas, lochas y dientes de tiburón nos permite una mirada única bajo el mar desde la superficie. Es un poco inquietante cuando lo piensas, considerando que la mayoría de lo que arrastra la marea está muerto o muriendo, pero la humanidad ha aprendido mucho del mar por lo que es arrastrado hasta la orilla. De hecho, hasta el último siglo, fue así como reuníamos la mayoría de nuestro conocimiento sobre el océano.
    • Ni siquiera pudo fotografiarse a un calamar gigante adulto vivo hasta 2012. Solo sabíamos de su existencia por medio de trozos del calamar que se quedaban varados en la playa o al encontrarlos en los estómagos de cachalotes que habían sido arrastrados hasta la orilla.[13] (Por emocionante que parezca, la evidencia anecdótica presentada por los antiguos marineros desafortunadamente no se considera una prueba).
    • Los paseos por la playa en cualquier lugar pueden producir encuentros únicos con lo desconocido. Los residentes de Oxnard, California, por ejemplo, junto con otras ciudades a lo largo de la costa del Pacífico de Norteamérica, se encontraron con una criatura marina completamente desconocida para ellos (y para la mayoría de las personas) cuando cantidades masivas de velas de mar (nombre científico: Velella velella) fueron depositadas en sus playas.[14]

Acerca de este wikiHow

wikiHow es un "wiki", lo que significa que muchos de nuestros artículos están escritos por varios autores. Para crear este artículo, 19 personas, algunas anónimas, han trabajado para editarlo y mejorarlo con el tiempo. Este artículo ha sido visto 31 982 veces.
Categorías: Natación y buceo