La miel falsa e impura se ha vuelto muy común en el mercado actual, pese a la preferencia de muchos por una miel producida 100 % por abejas. Desafortunadamente, salvo que vivas en la Unión Europea o Florida, es probable que no puedas confiar en las etiquetas que dicen “miel pura”. Debido a una gran variedad de mieles y al gran número de jarabes de azúcar u otros ingredientes que los fabricantes inescrupulosos diluyen en ella, ninguna prueba casera es completamente infalible. Si te es posible, haz varias de nuestras pruebas para que estés más seguro de si la miel es pura o no.

Método 1
Método 1 de 3:
Examinar la miel antes de comprarla

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    Infórmate sobre las leyes de pureza que debe tener la miel en tu región. Algunos países o gobiernos regionales emiten estándares que exigen que se mencionen las sustancias agregadas a la miel. Otros no tienen ninguna ley en cuanto a la pureza de la miel o simplemente emiten pautas voluntarias sin poder hacerlas cumplir. Procura averiguar las leyes de la pureza de la miel en tu región para que sepas cuánto creer a las etiquetas de los supermercados.
    • Por ley, todos los productos que se venden como miel en la Unión Europea no deben contener ningún aditivo, incluidos los antibióticos que usan para tratar las enfermedades de las abejas.[1] Toda miel que presente defectos que afecten considerablemente el sabor debe venderse como “miel de panadero” para que se use en la fabricación de alimentos procesados.[2]
    • El gobierno de EE. UU. no analiza la pureza de la miel y permite cantidades ínfimas de antibióticos. El logo del USDA no implica que la miel sea pura.[3]
    • Florida es el único estado estadounidense que exige que la miel enumere todos los aditivos que contenga siempre que haya sido fabricado y se venda dentro de ese estado.[4] Eso sí, ten cuidado de las sustancia que se vendan bajo nombres diferentes, tales como “mezclas de miel” o “productos de miel”, las cuales no están sujetas a esa ley.[5]
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    Revisa la etiqueta, pero no la des por sentado. Revisa lo que diga alrededor de la marca o del logo además de la lista de ingredientes para que veas si tiene “aditivos” o “sabores agregados”. La miel pura debe contener un solo ingrediente: miel. Sin embargo, aunque no enumere ningún otro ingrediente, el fabricante podría no estar siendo del todo honesto.
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    Si te invitan a probar la miel, hazlo. Al probarla, no verificarás la presencia de aditivos de manera precisa, pero si el sabor es tu mayor preocupación, quizá sea lo único necesario para tomar una decisión. Ten presente que un sabor “raro” no significa necesariamente que la miel no sea pura. Existen muchas variedades de miel hechas a partir del néctar de diversas flores, savias o incluso de las secreciones de insectos que consumen savia.[6] Cada una de ellas produce sabores diferentes e incluso la miel de una colmena de un año podría variar al de otro, porque las abejas recogen el néctar de fuentes diferentes.
    • La mayoría de vendedores no te permitirá abrir un tarro antes de comprarlo. Pregunta si puedes probarla, pero no seas insistente si ves que no está disponible.

Método 2
Método 2 de 3:
Realizar pruebas en casa

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    Ten presente que las pruebas que te mencionaremos no son 100% precisas. La variedad maravillosa y deliciosa de la miel no te favorecerá a la hora de buscar una prueba simple. Muchos tipos diferentes de miel pura pueden tener una gran gama de densidad, inflamabilidad y otras características. Si bien las pruebas a continuación están basadas en principios certeros, en la práctica tus resultados podrían ser no concluyentes. Realiza varias de nuestras pruebas para que veas si la miel las pasa o no constantemente. En muchos casos, podría ser solamente una conjetura acertada.
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    Añade una cucharada de miel líquida a agua tibia. Añade una cucharada de miel a un vaso con agua tibia, revuelve lentamente o no lo hagas. Si la miel tiene ciertos tipos de jarabe de azúcar agregados, se disolverá en el agua. La mayoría de mieles puras, aunque desafortunadamente algunas adulteradas también, se mantendrá unida y descenderá por el agua como un trozo sólido o se quedará pegada en la cuchara.
    • Ten presente que la miel pura o adulterada también se vende en su presentación cremosa (cristalizada de manera uniforme) o de panal sólido. Estas siempre serán difíciles de disolver, independientemente de que la miel sea pura o no.
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    Préndele fuego a un copo de algodón o la mecha de una vela previamente remojada con miel. Esta prueba solo verifica si se ha añadido agua a la miel, lo que podría evitar que esta se queme. Remoja un copo o una mecha de algodón en un poco de miel y sacúdelo para eliminar el exceso. Trata de encender el copo o la mecha. Si se quema con facilidad, es probable que no tenga agua agregada, pero quizá contenga otras sustancias agregadas. Si no se quema en lo absoluto o si produce un chasquido, es probable que le hayan añadido agua.
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    Echa un poco de miel sobre papel absorbente o sobre papel toalla. Si la miel se ha diluido en agua, quizá la absorba o deje una marca húmeda en algún material absorbente como el papel toalla. La miel pura no se absorbe, pero desafortunadamente tampoco lo hará la miel diluida con la mayoría de los jarabes de azúcar.

Método 3
Método 3 de 3:
Disipar los mitos sobre la pureza de la miel

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    No dejes que las hormigas tomen la decisión por ti. Las hormigas buscan cualquier ingrediente que sea dulce y nutritivo, por eso comerán miel, jarabe de maíz de colores y cualquier otro producto semejante.
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    Ten presente que mezclar miel y alcohol no es una prueba útil. Algunas fuentes aseguran que mezclar miel impura con alcohol de quemar o de otro tipo la disolverá y hará que la solución sea lechosa, mientras que la miel pura permanecerá sólida en el fondo. ¡Otras fuentes afirman lo contrario! Este mito se remonta como mínimo a 1893 y tampoco en ese tiempo era aceptado en el ámbito de los apicultores profesionales.[7]
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    Mantente escéptico cuando algunos aseguren que la miel pura se mueve en determinada dirección o hace determinadas formas. Circulan muchos mitos en Internet sobre la miel pura, los cuales afirman que cuando se la vierte gira en el sentido de las agujas del reloj o que forma hexágonos cuando se la deja en un plato y se cubre con agua. No existen pruebas científicas que evidencien que la miel impura se comporte de manera diferente en esas situaciones.
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    Prueba tú mismo algunas otras afirmaciones del producto. Existen muchas anécdotas sobre diversas maneras en que se puede probar la pureza de la miel, pero muchas de ellas no se han evaluado científicamente. Si consideras que algo parezca creíble, analiza un tarro de miel que creas que sea pura. Luego mézclala con jarabe de agave, jarabe de azúcar u otra azúcar adicional y lleva a cabo la misma prueba. Si constantemente obtienes resultados diferentes con el jarabe diluido con la miel pura, la prueba podría ser útil. Sin embargo, recuerda que ninguna prueba casera puede detectar todos los aditivos presentes en la miel.

Consejos

  • Es mucho más probable que la miel que se vende en los mercados de productores o en los centros apicultores locales sea miel pura.
  • Es más probable que los panales sean puros, ya que se extraen directamente de la colmena. Sin embargo, algunos apicultores alimentan a las abejas con azúcar o jarabe artificial, lo cual podría hacerlas producir miel adulterada directamente en el panal.
  • Es más probable que la miel cristalizada o granulada sea pura, ya que algunos aditivos de azúcar podrían no cristalizarse adecuadamente, aunque tampoco es una prueba confiable. Si optas por comprar miel cristalizada, te recomendamos aprender a convertirla a su estado líquido.
  • Los científicos que analizan la miel usan un espectrómetro de masa para separar las moléculas de la miel y detectan diversos tipos (isótopos) de moléculas de carbono asociadas con diversas azúcares en un proceso denominado “análisis de la relación de isótopos estables”.[8] Sin embargo, incluso en ese análisis algunos jarabes agregados podrían pasar desapercibidos.[9]

Advertencias

  • Nunca le des miel a un niño pequeño, porque podría contener esporas de botulismo (que por lo general es inocuo para los adultos), lo cual podría perjudicarlo gravemente hasta producirle la muerte.

Cosas que necesitarás

  • miel
  • agua
  • una vela con mecha de algodón
  • encendedor
  • papel absorbente
  • taza

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Categorías: Consejos en la cocina