El minimalismo es una opción de estilo de vida que estimula la eliminación de los excesos en la vida de una persona. Pasar a vivir de manera sencilla y con lo menos posible es un intento de liberarse de las presiones del consumismo y del materialismo. Una vez que logres tener una mentalidad minimalista, podrás empezar a vivir una vida en conformidad mediante la eliminación del exceso de pertenencias. A gran escala, puedes pensar en la posibilidad de reducir la cantidad de muebles, mudarte a una casa más pequeña o deshacerte de tu vehículo. La forma de vida minimalista no tiene reglas específicas y es lo suficientemente flexible para adecuarse a ti, sin importar cuales sean tus circunstancias.

Método 1
Método 1 de 3:
Tener el estado mental adecuado

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    Visualiza los beneficios del minimalismo. En gran parte, el minimalismo es la práctica de la atención plena. El acto de deshacerte de posesiones es un rechazo al materialismo, al consumismo y a las distracciones del mundo contemporáneo. Piensa en los siguientes beneficios de la vida minimalista:[1]
    • Te ayuda concentrarte menos en objetos materiales para la satisfacción personal.
    • Puedes reducir el estrés con respecto a cuánto dinero ganas.
    • Te permite vivir con menos desorden y con más espacio libre.
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    Limita tus compromisos sociales. Una vida social apremiante va en contra de los objetivos fundamentales del minimalismo (ordenar, desestresarte y reenfocarte). Toma la iniciativa de eliminar las relaciones tóxicas de tu vida, y concéntrate en las personas que contribuyan a que seas más feliz. No te sientas obligado a continuar con relaciones que no mejoran tu bienestar. Por ejemplo:[2]
    • las amistades con personas que no tienen los mejores intereses en el corazón;
    • las relaciones inestables que te causan tristeza.
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    Reduce tu actividad en las redes sociales. Quédate con algunas aplicaciones de redes sociales y desactiva el resto. Esta decisión minimalista reducirá el número de alertas y notificaciones que recibas durante el día, lo que puede terminar siendo excesivo y estresante. Si no te sientes cómodo deshaciéndote de aplicaciones, desactiva las notificaciones y revisa las actualizaciones en tu tiempo libre.[3]
    • Se requiere disciplina para evitar las redes sociales si estás acostumbrado a usarlas con frecuencia. Antes de iniciar sesión, tómate un momento y respira profundamente. Mientras lo haces, intenta pensar en otra cosa que pueda ser realmente productiva o que t e haga sentir bien, como salir a pasear.[4]
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    Únete a una comunidad minimalista. Hay muchas comunidades en línea y en países como los Estados Unidos, Canadá, Australia, Irlanda y el Reino Unido centrados en torno a la manera de vivir minimalista. Los grupos locales de Meetup se reúnen en estos países y ofrecen una oportunidad única para conocer a otras personas que viven un estilo de vida minimalista y aprender más de ellas. Verifica si hay reuniones en tu zona o busca una comunidad en línea para conocer a otros minimalistas.[5]
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Método 2
Método 2 de 3:
Eliminar el exceso de pertenencias

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    Haz una lista de las cosas que no usas y deshazte de ellas. Revisa tu casa y haz una lista de las cosas que nunca usas, pero que otras personas pueden disfrutar mucho (por ejemplo, una máquina para hacer waffles, si nunca los comes). Pregúntate si te ves a ti mismo usando estas cosas en los próximos 3 o 6 meses. Si la respuesta es no, puedes deshacerte de ellas de las siguientes maneras:
    • dándoles las cosas a amigos o a familiares que las quieran
    • haciendo una publicación para vender las cosas en línea
    • haciendo una venta de garaje
    • llevando las cosas a una tienda de segunda mano
    • donando las cosas a una beneficencia local
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    Deshazte de papeles acumulados. Los documentos desorganizados pueden crear mucho desorden y hacer que sea difícil encontrar los papeles importantes cuando los necesitas. Haz una limpieza inicial para clasificar los papeles sueltos en categorías (por ejemplo, documentos de los impuestos, garantías, manuales de usuario, estados bancarios, etc.). Invierte en un archivador pequeño o en carpetas de archivo para guardar documentos importantes, y asegúrate de reciclar documentos innecesarios (correo no deseado, circulares del almacén, etc.) tan pronto como dejen de ser importantes para ti. Para reducir la cantidad de papeles, suscríbete a la facturación en línea de tu banco y de tus proveedores de servicios públicos.[6]
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    Limpia tu armario. Revisa el armario, el guardarropa o el vestidor, y elimina todo lo que ya no te quede, lo que esté en malas condiciones o lo que no hayas usado en varios meses. Clasifícalo en ropa, zapatos, botas, ropa de calle y accesorios, y empaca todas las prendas extrañas y usables para una beneficencia local. Tira las prendas gastadas o dañadas, o ponlas a un lado a fin de usarlas para alguna otra cosa (por ejemplo, trapos para el hogar, material para proyectos de arte, etc.).[7]
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    Tira las cosas que no estén en buenas condiciones. Hay ciertas cosas que probablemente tengas en casa y que debes descartar, ya sea para tener más espacio libre como para ya no volver a usarlas. Los alimentos, los condimentos y las especias vencidas, así como el maquillaje antiguo, son ejemplos de cosas que debes tirar inmediatamente para evitar su uso futuro. Limpia cada cierto tiempo estas cosas para evitar la acumulación.[8]
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Método 3
Método 3 de 3:
Pensar en grandes cambios

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    Deshazte de los muebles adicionales. Para abrazar plenamente un estilo de vida minimalista, considera la posibilidad de eliminar muebles que parezcan innecesarios en tu casa. Por ejemplo, las mesas auxiliares no siempre son útiles y tienden a crear desorden. Las vitrinas decorativas (y las chucherías que exhiben) también son muy incongruentes con un espacio minimalista, ya que son centros de entretenimiento grandes. Vende o dona los objetos grandes y disfruta del espacio adicional.[9]
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    Piensa en mudarte a una vivienda más pequeña. Siguiendo con el tema de reducir y simplificar, considera la posibilidad de buscar una vivienda más pequeña. Aunque vivimos en una sociedad que fomenta la adquisición de casas grandes "de ensueño", optar por una residencia más pequeña puede ser una mejor decisión para tu bienestar. La opción minimalista de vivir en una casa o en un departamento pequeño puede hacerte más feliz por las siguientes razones:[10]
    • Representa menos deudas y menos riesgos financieros.
    • Una casa pequeña requerirá menos mantenimiento.
    • Una casa pequeña y asequible será más fácil de vender (si decides hacerlo).
    • Estarás menos propenso a acumular cosas.
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    Piensa en la posibilidad de no tener un auto. Aunque vivir sin auto no es requisito de un estilo de vida minimalista, es muy propicio. Entre combustible, reparaciones, mantenimiento y registro, los autos son posesiones que requieren constantemente de energía y dinero. Algunos minimalistas requieren un auto a causa de ciertas circunstancias de la vida (por ejemplo, tienen hijos, necesitan un auto para trabajar, etc.); sin embargo, pueden optar por conducir solo cuando sea necesario. Si puedes dejar de conducir, piensa en simplificar tu vida usando el transporte público, taxis, Uber o tus dos piernas.[11]
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    Habla de los cambios con tus seres queridos. Si vives con otras personas, es importante que hables de tu decisión de ser minimalista con ellas y así sepas qué piensan. Si están interesadas en unirse y probar un estilo de vida minimalista, deben hablar de algunas maneras de adaptar la vivienda compartida y las pertenencias. También debes hablar acerca de consumir de una manera minimalista. Si no desean vivir de esta manera, habla de los límites y de los parámetros de tus cambios minimalistas para incluir espacios compartidos, pertenencias e insumos. Mantén la comunicación y habla de antemano de todos los cambios posibles a la vivienda para evitar conflictos.[12]
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Acerca de este wikiHow

Rebekka Mars
Coescrito por:
Coach de meditación y yoga
Este artículo fue coescrito por Rebekka Mars. Rebekka Mars es coach de vida, meditación y yoga, así como la fundadora de Modern Meditation™. Reside en Sarasota, Florida y también trabaja en línea con personas de todo el mundo. Con más de diez años de experiencia, Rebekka se especializa en yoga, meditación y entrenamiento personal para ayudar a los clientes a aceptar sus cuerpos, mentes y almas para hallar calma y equilibrio en sus vidas cotidianas. Tiene una licenciatura en inglés de la Universidad de Lindenwood y cuenta con más de 1000 horas de entrenamiento de yoga, con una certificación ERYT500. Rebekka también se desempeña como oradora principal sobre el tema de atención plena moderna hablando tanto en persona como de forma virtual. Este artículo ha sido visto 24 366 veces.
Categorías: Filosofía
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