Este artículo fue coescrito por Lucy Yeh. Lucy Yeh es directora de Recursos Humanos, reclutadora y coach certificada de vida con más de 20 años de experiencia. Con una formación en reducción del estrés basada en la atención plena (REBAP) en InsightLA, Lucy ha trabajado con profesionales de todos los niveles para mejorar la calidad de sus carreras, relaciones personales y profesionales, automarketing y equilibrio de vida.
En este artículo, hay 8 referencias citadas, que se pueden ver en la parte inferior de la página.
Este artículo ha sido visto 16 627 veces.
Tener una buena vida depende de lo que sea importante para ti. Dedica un tiempo para definir tus valores, tus prioridades y tus metas. Esfuérzate por cumplir tus deseos. Crea buenas relaciones familiares y de amista. Sirve en tu comunidad y a la humanidad, y sé fiel contigo mismo.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 4:Enfatizar tus deseos
-
1Haz una lista de las personas o cosas importantes para ti. Si quieres crear un plan de vida, es recomendable que definas tus prioridades. Haz una lista de todo lo que valores. Puedes incluir a tu familia, tus amigos, un pasatiempo, la naturaleza o tu carrera. Tómate un tiempo para pensar profundamente en las cosas que consideres imprescindibles.
- Por ejemplo, aunque quizás te guste el baloncesto, ¿es una de las cosas más importantes en tu vida? Es posible que lo sea. De lo contrario, es probable que sea solo un pasatiempo.
-
2Identifica tus valores esenciales. Tu propia brújula moral te guía por la vida. ¿Qué valores quieres que tu vida refleje? ¿Luchas por ser honesto? Tal vez quieras demostrarles cariño y consideración a los demás. Es posible que tengas un fuerte criterio sobre la justicia social. Si defines tus valores, podrás determinar tus acciones futuras.
- Si valoras la honestidad, quizás algunas carreras no sean adecuadas para ti. Por ejemplo, los agentes de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) no pueden revelar lo que hacen en realidad.
- Por otra parte, si tienes una gran pasión por la justicia social, podrías estudiar trabajo social.
- Si quieres más consejos, lee el artículo Cómo vivir plenamente.
-
3Descubre tu vocación. Toda persona tiene sus propias fortalezas y talentos. Trata de vivir pensando en tu vocación única. Descubrir tu vocación no significa seguir el camino de otra persona,[1] sino definir lo que haces bien y descubrir una forma de vivir que te permita incorporar tu fortaleza y tal vez ayudar a los demás.
- Por ejemplo, quizás seas un músico y un maestro talentoso. Tu vocación podría ser enseñarles a los niños a tocar el piano.
- Si eres muy bueno para escuchar y te interesa ayudar a otras personas, podrías ser un excelente psicólogo.
- Si los huesos de dinosaurio te emocionan muchísimo, es posible que tu vocación sea la paleontología y quieras transmitirle a una nueva generación el conocimiento sobre los dinosaurios y el cambio medioambiental.
-
4Enumera tus metas. Si tienes metas, tendrás un propósito para vivir. Ten en cuenta que en algún momento, tus metas podrían cambiar, así que puedes adaptarlas con el transcurso del tiempo. Sin embargo, si tienes una estructura, es probable que tu vida sea un poco más fácil.
- Por ejemplo, quizás quieras ser médico. Tus metas pequeñas serían ir a la universidad, ingresar a la escuela de medicina, graduarte y empezar a practicar la medicina. Cada una de estas metas tendrá submetas.
- Por otra parte, si tu meta es tener hijos, debes pensar primero de qué forma quieres tenerlos. ¿Quieres criarlos junto a una pareja? ¿Prefieres adoptarlos? ¿Qué estrategias distintas puedes emplear para cumplir esta meta?
-
5Asigna tus prioridades. Después de establecer lo que te importa, tus valores y tus metas, debes asignar tus prioridades. Quizás en diferentes momentos de tu vida les des prioridad a distintos aspectos. Por ejemplo, durante la época escolar, los estudios podrían ser tu prioridad. Luego, es posible que te concentres más en tu pareja o en tus hijos. Si mantienes presentes tus prioridades, podrás programar mejor tu vida.
- Mira el artículo Cómo priorizar para encontrar más consejos.
Parte 2
Parte 2 de 4:Convivir con los demás
-
1Crea relaciones sólidas con las personas cercanas. Dedica un tiempo para crear relaciones fuertes con las personas importantes para ti. Escucha sus problemas y ayúdalas cuando lo necesiten. Si las ofendes, pídeles disculpas y esfuérzate por mejorar. Ten algunos gestos de amabilidad, como llevarlas en el auto o darles tarjetas de cumpleaños. En el artículo Cómo tener una relación saludable con tu pareja encontrarás más consejos. Asimismo, debes poner en práctica los siguientes comportamientos:
- Crea un círculo de confianza. Asegúrate de hacerles saber a tus familiares y amigos que pueden compartir sus pensamientos de forma sincera contigo. Si te piden que guardes un secreto, no lo cuentes.
- Ten compasión por los demás. Aunque alguien te lastime, si muestra un arrepentimiento sincero, perdónalo. No menciones sus transgresiones pasadas cuando te enojes.
-
2Fomenta una comunicación saludable. Habla de forma directa y escucha con atención. Si tienes desacuerdos, discute de forma eficaz. Esto significa que no debes insultar, sino discutir los problemas con tranquilidad. Asegúrate de prestar atención a la opinión de la otra persona.
- Por ejemplo, quizás sea algo sensato repetir la opinión de la persona durante las discusiones para demostrarle que comprendes. Podrías decirle “Lo que entiendo es que te molesta que llegue siempre tarde a casa”.
- Pregunta en lugar de suponer. Si sientes que hay problemas en una relación, habla con la otra persona de forma abierta y con franqueza.[2]
-
3Sé un buen vecino. Una parte de vivir bien es crear una red local muy unida. Si tienes vecinos, sé servicial con ellos. Cuida a su gato si se van de vacaciones. Ofrécete a limpiar la entrada de un vecino anciano. Practica la buena vecindad y quizás se convierta en algo contagioso.
-
4Sirve en tu comunidad. Una forma de tener una buena vida es contribuir en la comunidad donde vives. Puedes ofrecerte como voluntario en un comedor social o haz una colecta de ropa para los refugiados. Consulta con los representantes del gobierno local o con las organizaciones religiosas para saber qué causas necesitan apoyo. También puedes recaudar fondos para una causa en la comunidad internacional.
Parte 3
Parte 3 de 4:Disfrutar de la vida
-
1Viaja. Investiga qué hay para ver en el mundo. Explora algunas áreas nuevas de tu vecindario o ciudad. Si tu presupuesto te lo permite, viaja más lejos. Durante la vida, sería imposible visitar todos los lugares que existen. Sin embargo, viajar a otros lugares puede ayudarte a crear conciencia y a desarrollar empatía.
-
2Practica algunos pasatiempos. Además de tu vocación y tu propósito, ¡también necesitas divertirte! Busca algunos pasatiempos interesantes e incorpóralos en tu rutina. Por ejemplo, podrías participar en un grupo de tejido o empezar a practicar alpinismo. Los pasatiempos también te permitirán conocer a más personas y tendrás una vida más satisfactoria.
- Consulta el artículo Cómo encontrar un pasatiempo.
-
3Come alimentos saludables. Come frutas y vegetales frescos y busca los panes y las pastas integrales. Incorpora en tu dieta más carne de ave y pescado (a menos que seas vegetariano). Los frijoles, las nueces y los huevos también son muy nutritivos. No consumas demasiado sodio, carbohidratos ni grasas saturadas.[3]
- Bebe 9 tazas de líquidos al día si eres mujer y 13 tazas diarias si eres hombre.[4]
-
4Ejercítate con moderación. Procura incorporar 2 ½ horas de ejercicio cardiovascular moderado o 1 ¼ horas de ejercicio intenso a la semana. Para fortalecer los músculos, haz levantamientos de pesas dos veces a la semana. Si haces ejercicio con frecuencia, es probable que tendrás una vida más larga y más saludable. El ejercicio beneficiará al corazón, a los músculos y a los huesos.[5]
- Algunos ejercicios moderados son caminar, practicar yoga, bailar o nadar.
- Algunos ejercicios intensos pueden ser correr o tomar una clase de spinning (bicicleta estática).
-
5Aprovecha la espiritualidad. Sin importar si tienes una religión o no, busca lo que le dé sentido a tu vida. ¿Por qué estás en este mundo? ¿Qué alimenta tu alma? Practicar la espiritualidad puede ayudarte a enfrentar los momentos difíciles en la vida. Además, te ayudará a perdonar.[6]
Parte 4
Parte 4 de 4:Agradecer por la vida
-
1Considera la gratitud. Cuando te levantes todos los días, di tres cosas que agradezcas. Es posible que tengas un trabajo que te encanta, una pareja que te apoya o una buena salud. Dedicar un momento para reflexionar en las cosas que agradeces puede ser de mucho beneficio.
- En el artículo Cómo expresar tu agradecimiento por la vida, encontrarás algunas ideas para expresar tu gratitud a los demás.
- Escribe en un diario tres momentos positivos de tu día para contar tus bendiciones antes de acostarte. Analiza por qué sucedieron estos momentos y cuáles de tus acciones te condujeron o no hacia ellos.[9]
-
2Mantén los problemas en una posición relativa. Una parte de tener una buena vida es no dejarte envolver por los problemas cotidianos que todos enfrentamos. Aunque es importante resolver los problemas, debes pensar por un momento qué cosas están bien en tu mundo. Quizás hayas visto a una persona que acompañaba a una anciana para cruzar la calle. Es posible que los niños de la escuela local estén reuniendo alimentos para los que no tienen un hogar. ¿Tienes salud? ¿No te has quedado sin dinero? ¿Aún tienes a tus seres queridos? Aunque quizás algunas de estas cosas te hagan falta, es recomendable que mantengas los problemas en una posición relativa.
-
3Sal. Una forma de agradecer y disfrutar de la vida es estar en contacto con la naturaleza. Pasea en bicicleta al lado del río o camina por el bosque. Escucha con atención los sonidos de los distintos animales e insectos. Siente el olor de las plantas o de la lluvia fresca. El mundo tiene muchísimos atributos impresionantes. Tómate un momento y déjate absorber.
- Da una caminata multisensorial y reflexiva en la que te olvides de la tecnología. Observa tu entorno y los distintos edificios o árboles. Concéntrate en el olor que proviene de una panadería o en el césped recién cortado. Escucha las voces de la gente o el viento en los árboles.[10]
-
4Abstente de las actividades placenteras por un tiempo. Algunas veces, para apreciar lo bueno de la vida, es necesario hacer una pausa, la cual podría ser de una semana o un mes. Cuando retomes dichas actividades, es probable que te des cuenta de lo afortunado que eres por tenerlas.[11]
- Por ejemplo, quizás todos los días de octubre tomes un café con leche y especias de calabaza. Trata de evitarlo durante una semana. De esta forma, apreciarás aún más la bebida y la felicidad que te dará.
Referencias
- ↑ http://www.forbes.com/sites/jessicahagy/2012/06/26/20-ways-to-find-your-calling/
- ↑ http://psychcentral.com/blog/archives/2012/02/04/9-tips-for-building-a-loving-relationship/
- ↑ http://www.cdc.gov/healthyweight/healthy_eating/
- ↑ http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/water/art-20044256?pg=2
- ↑ http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/fitness/basics/fitness-basics/hlv-20049447
- ↑ http://www.apa.org/news/press/releases/2013/03/religion-spirituality.aspx
- ↑ http://www.takingcharge.csh.umn.edu/enhance-your-wellbeing/purpose/spirituality/why-spirituality-important
- ↑ http://www.takingcharge.csh.umn.edu/enhance-your-wellbeing/purpose/spirituality/why-spirituality-important
- ↑ http://greatergood.berkeley.edu/article/item/four_great_gratitude_strategies