Muchas personas tienen el hábito de reventarse las espinillas, a menudo sin darse cuenta de lo que hacen. Esta acción puede crear un patrón cíclico, pues la suciedad de las manos suele producir más acné. La regla general más importante para dejar que una espinilla se cure es evitar tocarla. También debes mantenerla limpia (hay limpiadores especiales que te ayudan a hacerlo). Si deseas, puedes pedirle a un médico que te recomienden cremas y ungüentos básicos que sequen las espinillas con el fin de que desaparezcan más rápidamente.

Método 1
Método 1 de 3:
Mantener lejos las manos

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    Evita el daño a la piel al no tocarte. Toma en cuenta que si te pellizcas las espinillas, probablemente empiecen a sangrar y a formarse costras. Si manoseas estas costras, te seguirán apareciendo cicatrices en la cara. También hay una probabilidad de que se te infecten. Finalmente, las espinillas empeorarán y tu cara se demorará más tiempo en recuperarse.
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    Mantén las manos ocupadas. Muchas personas se revientan las espinillas cuando están distraídas o no se dan cuenta de lo que hacen. Trata de hacer actividades como leer, hacer crucigramas, jugar juegos manuales o hacer actividades similares cuando tengas tiempo libre. Reconocer de antemano que puedes mover las manos involuntariamente te ayudará a controlarlas cuando suceda.[1]
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    Limita el tiempo que te miras la cara. Mirarse en el espejo es un recordatorio de la espinilla. Si sabes que tienes una espinilla, evita mirarte por mucho tiempo en el espejo de baño o abrir el espejo del parasol en el coche. Te sorprenderás lo rápido que la espinilla parece desaparecer si tomas medidas para que nada te la recuerde.
    • Incluso puedes tratar de poner una nota adhesiva en el espejo de baño que diga algo como “¡Quítate las manos de la cara!”. De esta manera, puedes mirarte en el espejo y recordar que no debes reventarte las espinillas.[2]
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    Reemplaza las ganas de reventarte las espinillas con alguna otra cosa. En muchos casos, estos hábitos son el resultado de impulsos que van y vienen muy rápidamente. Hay varias maneras de evitar el impulso natural de tocarte la piel. Trata de usar una banda elástica en la muñeca y tira un poco de ella cuando sientas ganas de reventarte las espinillas. También puedes apretar los puños durante varios segundos o incluso medio minuto.[3]
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    Cúbrete los dedos. Una medida sencilla es usar guantes cuando estés dentro de casa. Esto hará que sea más difícil que te revientes una espinilla y evitará que la grasa de los dedos llegue a la cara. Si estás en la calle, cúbrete los dedos con los que principalmente te tocas la cara con apósitos adhesivos pequeños para interponer una barrera entre estos y la espinilla.[4]
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    No te toques las espinillas que te hayas reventado. Abrirlas no hará que desaparezcan. En cambio, irritará la piel y aumentará el riesgo de una infección. Si te reventaste accidentalmente la espinilla, lo mejor que puedes hacer es no volver a tocarla. Cuanto más tiempo mantengas las manos lejos de la cara, más rápido se curará totalmente la piel.
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    Considera la posibilidad de hacer un entrenamiento para revertir el hábito. Este es un entrenamiento que se hace con un terapeuta. Este te mostrará las maneras en las que el subconsciente forma hábitos poco saludables y el modo de dejarlos. Pregúntale al médico si puede hacerte una recomendación o haz una búsqueda simple en la web para encontrar a terapeutas que realicen el entrenamiento de reversión de hábitos en el área.
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Método 2
Método 2 de 3:
Tratar la espinilla

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    Usa un limpiador de la piel para exfoliarte suavemente. Salpicarte agua es una buena manera de mantener la cara limpia regularmente. Si tienes la piel especialmente sucia o si quieres hacer que una espinilla se cure más rápido, prueba un limpiador de la piel o un exfoliante. Independientemente de cómo te laves la cara, asegúrate se secártela dándote palmaditas con una toalla para no irritar la piel.[5]
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    Aplica peróxido de benzoilo. Este es un agente químico simple que seca el área afectada de la piel. Aunque mantener la piel hidratada es una buena manera de conservarla saludable, secar las espinillas ayuda a que se curen más rápidamente. Un médico puede prescribirte una crema de peróxido de benzoilo segura.[6]
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    Usa antibióticos si es necesario. Es poco común, pero es posible que una espinilla se infecte aunque no la revientes. Visita a un médico para que te prescriba antibióticos con el fin de combatir la infección. Es importante curar una espinilla infectada para reducir el riesgo de que se formen cicatrices u otros problemas a largo plazo.
    • Si las espinillas están enrojecidas o inflamadas, o si producen dolor, entonces pueden estar infectadas. Los antibióticos son una manera sencilla de tratar este problema.[7]
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    Pregunta al médico acerca de otros tratamientos si tienes un acné intenso. Este puede prescribirte tratamientos como Accutane, el cual reduce la cantidad de grasa que la piel produce. También significa probablemente que tu piel necesita productos especiales para mantenerse saludable. Los productos de venta libre pueden ser parte del problema crónico.[8]
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Método 3
Método 3 de 3:
Lidiar con una espinilla

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    Considera la posibilidad de usar maquillaje. Esto será más fácil para una chica que para un chico (tanto en la obtención del maquillaje como en la sensación de comodidad al usarlo). Será menos probable que sientas la necesidad de ayudar a la espinilla a curarse de la manera difícil si te sientes menos cohibido al respecto. Aunque es poco probable que tus amigos hagan comentarios acerca de la espinilla, ponerte algo de maquillaje hará que te sientas más seguro de ti mismo.
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    Desvía la atención a otro lado. Lo más probable es que seas la única persona que se fija en la espinilla; no obstante, hay maneras de hacer que los demás no se enfoquen en esta. Trata de usar rímel o sombras de ojos para hacer que tus ojos resalten (si son uno de tus mejores rasgos). Es posible que también debas hacerte un corte de cabello o comprar un poco de ropa nueva para que las personas no se fijen en la espinilla.
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    Trata de no temer a los comentarios. Sobre todo si eres adolescente, es posible que tengas miedo de que las personas hagan chistes o comentarios de la espinilla. La peor parte de esto puede ser la previsión. Recuerda que la mayoría de las personas solo te harán bromas si les agradas. Trata de ignorar el comentario y relájate. Trata al comentario como tratas a la espinilla, ignóralo y desaparecerá.
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    Trata de no mirar fijamente o de no concentrarte en la espinilla. Evita mirarte en los espejos. Esto evitará que te obsesiones. Es importante mantener una distancia saludable de la espinilla. Toma en cuenta que a todas las personas les salen espinillas de vez en cuando (sobre todo a los adolescentes, pero a los adultos también). La espinilla se irá por sí sola en poco tiempo.
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    Piensa en tu estilo de vida. Las espinillas son un aspecto inevitable de la adolescencia para la mayoría de las personas. Desafortunadamente, tienen que ver más con la genética y las hormonas que con algo que hagas o que no hagas. Sin embargo, hay formas en las que puedes reducir la cantidad y la frecuencia del acné.
    • ¿Apoyas frecuentemente las manos en la cara? Esta es una manera común en la que las personas desarrollan el acné, pues la suciedad y la grasa de las manos obstruyen los poros de la cara. Trata de meter las manos en los bolsillos cuando no hagas nada con ellas hasta que te entrenes para no apoyarlas en la cara.
    • ¿Estás estresado? Sentir presión o estrés puede contribuir con el acné. Si esta es simplemente una etapa de la vida, consuélate sabiendo que tu cara se curará tan pronto como la vida se desacelere un poco.
    • Comer alimentos grasosos no causa las espinillas, pero estar en entornos grasosos sí. Si trabajas en un restaurante, enjuágate la cara cada vez que uses el baño.[9]
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Acerca de este wikiHow

R. Sonia Batra, MD, MSc, MPH
Coescrito por:
Dermatóloga certificada
Este artículo fue coescrito por R. Sonia Batra, MD, MSc, MPH. La Dra. R. Sonia Batra es dermatóloga certificada y la fundadora de Batra Dermatology con sede en Los Ángeles, California. Con más de 15 años de experiencia, la Dra. Batra se especializa en láseres, dispositivos médicos, educación médica pública y para pacientes e investigación del cáncer de piel. Recibió su licenciatura y maestría en salud pública, y su doctorado en medicina (MD) de la Universidad de Harvard. Como becaria Rhodes, obtuvo una maestría en genética molecular en la Universidad de Oxford. Completó su formación de residencia en Dermatología en la Universidad de Stanford. La Dr. Batra ha contribuido y revisado para la revista de Cirugía Dermatológica, la Revista de la Academia Estadounidense de Dermatología y JAMA Dermatology. También es copresentadora del programa de televisión ganador del premio Emmy de CBS, The Doctors. Este artículo ha sido visto 14 606 veces.
Categorías: Acné
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