Aprender a almacenar alimentos correctamente es esencial para ahorrar dinero y para tu seguridad y la de tu familia. Puedes aprender a distinguir fácilmente entre los alimentos que se pueden guardar en la alacena, los que se deben refrigerar y los que hay que congelar. Deja de tirar comida y comienza a guardarla adecuadamente.

Método 1
Método 1 de 3:
Almacena alimentos a temperatura ambiente

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    Usa el sistema FIFO (siglas en inglés de "Primero adentro, primero afuera"). El sistema "el primero de la fila es el primero en salir", también conocido como FIFO, es un método común que se usa en las cocinas de los restaurantes para asegurarse de que la comida se conserve fresca, sin importar dónde esté almacenada. Los restaurantes manejan tantos productos que cada entrega generalmente significa que habrá solo uno o dos artículos sobrantes del pedido anterior que deberán ser pasados hacia adelante. La cocinera casera deberá etiquetar con la fecha de compra a todos los productos enlatados, en caja y a otros alimentos no perecederos. Esto asegurará que no se abran primero los que sean más nuevos.
    • Mantén organizados los gabinetes, el refrigerador y todos los espacios en los que guardes comida, a fin de asegurarte de saber dónde está todo y qué es lo más fresco. Considera que si tienes tres frascos de crema de cacahuate abiertos, seguramente alguno echará a perder.
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    Almacena las frutas y verduras sobre la barra de la cocina si tienen que madurar. La fruta debe madurar sobre la mesa o la barra de la cocina, ya sea al aire o guardada suelta dentro de una bolsa de plástico abierta, para promover su maduración. Una vez que la fruta haya alcanzado el punto deseado, guárdala en el refrigerador a fin de prolongar su vida.
    • Los plátanos producen etileno, lo que acelera el proceso de maduración de otras frutas, así que puedes aprovechar esta propiedad y guardarlos en una bolsa de plástico junto con otra fruta que quieras que madure. Esta también es una técnica excelente para los aguacates.
    • Nunca guardes la fruta en contenedores herméticos fuera del refrigerador, porque se echará a perder rápidamente. Revisa si tiene señales de magulladuras o de estar demasiado madura y retira la que se haya echado a perder para que el resto no se arruine.
    • Ten cuidado con las moscas de la fruta que son atraídas por la fruta echada a perder o demasiado madura. Debes desechar rápidamente todos los restos. Si detectas un problema con las moscas de las frutas, comienza a guardar toda la fruta en el refrigerador.
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    Guarda el arroz y otros granos en contenedores herméticos. Puedes almacenar el arroz, la avena, la quinua y otros granos secos dentro de contenedores herméticos en los gabinetes de la cocina. Los frascos de vidrio, los recipientes de plástico o cualquier otro contenedor con tapa, es perfecto para guardar estos productos a granel en los gabinetes o sobre la barra de la cocina. Esto también aplica para los frijoles secos.
    • Si guardas arroz y otros granos en bolsas de plástico, ten cuidado con los gorgojos. Las bolsas pueden ser una manera fantástica de guardar el arroz, pero los gorgojos y las polillas podrían meterse por los agujeros diminutos que haya en ellas para reproducirse. Siempre es mejor almacenar los granos en frascos herméticos.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Kathryn Kellogg

    Kathryn Kellogg

    Especialista en sostenibilidad
    Kathryn Kellogg es la fundadora de goinzerowaste.com, un sitio web de estilo dedicado a desglosar la vida ecológica en un simple proceso paso a paso con mucha positividad y amor. Es autora de 101 Ways to Go Zero Waste y portavoz para una vida sin plástico para National Geographic.
    Kathryn Kellogg
    Kathryn Kellogg
    Especialista en sostenibilidad

    Opta por usar recipientes reutilizables en lugar de cajas o bolsas de un solo uso, así reducirás la cantidad de desperdicios. Hay muchas opciones reutilizables fantásticas para almacenar alimentos. Es recomendable conservar los alimentos en un recipiente de vidrio, como un frasco o un tazón (salvo que estés de viaje), ya que si puedes ver lo que hay en el interio, será más probable que lo comas. También me gustan los tazones con tapa, ya que puedes preparar la comida en ellos, luego puedes taparlos y guardarlos en la refrigeradora, así tendrás menos platos que lavar.

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    Guarda las verduras de raíz en bolsas de papel. Si crece debajo de la tierra, no necesita estar en el refrigerador. Las papas, las cebollas y el ajo deben conservarse en un lugar fresco, oscuro y seco, no en el refrigerador. Si quieres guardarlos adentro de algo, una bolsa de papel suelta sería muy adecuada.
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    Guarda el pan fresco en bolsas de papel sobre la barra de la cocina. Si compraste pan recién horneado y crocante, guárdalo en una bolsa de papel sobre la barra de la cocina, a fin de conservarlo lo más fresco posible. El pan adecuadamente guardado, te durará entre 3 y 5 días sobre la barra de la cocina, o entre 7 y 14 días adentro del refrigerador.
    • También puedes refrigerar o congelar el pan, especialmente el pan suave para sándwiches, a fin de prolongar su vida. Si vives en un lugar muy húmedo, los panes suaves se llenarán de moho rápidamente si no los guardas en el refrigerador; además, considera que puedes descongelar el pan fácilmente en la tostadora.
    • Si guardas el pan sobre la barra de la cocina, nunca lo introduzcas en una bolsa de plástico, hacerlo promueve la formación de moho.

Método 2
Método 2 de 3:
Refrigera los alimentos

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    Mantén tu refrigerador programado a la temperatura óptima. Los refrigeradores deben programarse a 4 grados Celsius (40 grados Fahrenheit) o menos. La zona de temperatura peligrosa para la comida, en la que prosperan las bacterias, está entre los 5 y los 60 grados Celsius (41 y 140 grados Fahrenheit). Cualquier alimento que permanezca fuera del refrigerador a estas temperaturas será susceptible al crecimiento de bacterias, lo que podría producir una intoxicación por alimentos. Siempre guarda la comida cocida en el refrigerador lo antes posible.[1]
    • Revisa la temperatura de tu refrigerador con regularidad. La temperatura puede fluctuar dependiendo de la cantidad de alimentos que haya en el refrigerador, así que es buena idea mantenerla vigilada, sobre todo si en ocasiones está lleno y en otras casi vacío.
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    Mantén la comida refrigerada si la compraste fría. Algunos alimentos se pueden conservar sobre la barra en ciertas ocasiones y en el refrigerador en otras. ¿Dónde guardas la cerveza embotellada? ¿Los encurtidos? ¿La crema de cacahuate? ¿La salsa de soya? La regla de oro es: si compras algo frío, tiene que conservarse en el refrigerador.
    • Puedes guardar los productos tales como encurtidos, crema de cacahuate y salsa de soya en un gabinete a temperatura ambiente hasta que los abras. Luego, deberás refrigerarlos. Generalmente, lo mismo aplica para los alimentos en aceite o vinagre.
    • Refrigera los alimentos enlatados después de abrirlos. Deberás refrigerar cualquier producto, ya sean ravioles cocidos o ejotes (judías verdes), una vez que hayas abierto la lata. Puedes guardarlos en la misma lata o pasarlos a un contenedor con cierre hermético para poder mantenerlos bien tapados.
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    Deja que las sobras se enfríen antes de refrigerarlas. Debes guardar la comida sobrante en recipientes cerrados, ya sea con tapas, película protectora o papel aluminio. Cuanto menos cerrado esté, más probable será que el refrigerador se llene de olor a comida o que esta se impregne de otros olores, pero aun así es una manera perfectamente correcta de guardar las sobras una vez que hayan alcanzado la temperatura ambiente.
    • Una vez que la comida esté cocida, pásala a un recipiente más grande y menos profundo, en lugar de a uno más pequeño y profundo, para guardarla. El recipiente más grande ayudará a que la comida se enfríe uniformemente en un periodo más corto de tiempo.
    • Debes dejar que la carne y los productos alimenticios que la contienen se enfríen hasta alcanzar la temperatura ambiente antes de ponerlos en el refrigerador. Si pones la carne caliente en un recipiente cerrado y luego la guardas en el refrigerador, la condensación hará que la carne se eche a perder mucho más rápido de lo normal.
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    Almacena la carne adecuadamente. Consume o congela toda la carne cocida dentro de un periodo de entre 5 y 7 días. Si no puedes acabar con todas las sobras con la suficiente rapidez, considera la posibilidad de congelar lo que quede y descongelarlo en un momento de más austeridad, cuando tengas menos alimentos en el refrigerador.
    • Debes refrigerar siempre la carne cruda; envuélvela sueltamente en película plástica para mantenerla aparte de la que esté cocida y de otros alimentos. Vigila cuidadosamente las señales de descomposición. La carne descompuesta adquirirá un color levemente gris o café y tendrá un olor desagradable.
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    Refrigera los huevos que compraste. En ocasiones, los huevos que compras en la tienda o el supermercado son bastante viejos y deberías guardarlos en el refrigerador hasta que los uses. Cuando los abras, revisa que no muestren señales de haberse echado a perder; asegúrate de romperlos en un bol en lugar de hacerlo directamente sobre la comida que estés preparando.[2]
    • Puedes guardar los huevos puestos recientemente y que no hayan sido lavados sobre la barra de la cocina. Si compraste huevos de granja en el mercado, pregunta si los lavaron y pide consejos sobre cómo almacenarlos adecuadamente.
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    Guarda las verduras cortadas en el refrigerador. Debes guardar en el refrigerador las verduras de hoja, los tomates, las frutas y otros vegetales que ya hayas cortado. A fin de asegurarte de que permanezcan frescos por el mayor tiempo posible, lávalos y sécalos a conciencia y luego guárdalos en el refrigerador en un recipiente de plástico hermético con una bolsita de té o una toalla de papel para que absorba el exceso de humedad.
    • Guarda los tomates afuera del refrigerador a no ser que ya estén rebanados. Si los guardas en el refrigerador, su centro se hará aguado y su vida útil se acortará. Puedes guardar los tomates rebanados en el refrigerador adentro de un recipiente de plástico.

Método 3
Método 3 de 3:
Congela los alimentos

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    Congela los alimentos en bolsas de plástico para congelar herméticamente cerradas. Cualquiera que sea el alimento que vayas a almacenar en el congelador, la mejor manera de mantenerlo protegido es dentro de bolsas para congelar, bien cerradas, a las que les hayas quitado todo el aire. Este tipo de bolsas representan la manera más segura y sencilla de prevenir las "quemaduras del congelador", que tienen lugar cuando los alimentos se congelan y se secan.
    • Los recipientes de plástico también son efectivos para almacenar cierto tipo de alimentos con más seguridad. No será muy práctico que guardes ciertas cosas en bolsas, como por ejemplo los frutos rojos jugosos o la carne cocida, al igual que la sopa, que además serían difíciles de descongelar si las guardas así.
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    Congela los alimentos en porciones apropiadas. Para usar la comida después de congelarla, tendrás que descongelarla en el refrigerador. Por este motivo, generalmente es buena idea congelar los alimentos separados según las porciones que vayas a usar, así que no congeles el salmón entero, divídelo primero, de esa manera tendrás lo que necesitas cuando lo requieras.
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    Etiqueta con nombre y fecha a cada alimento. ¿Eso que está en el fondo del congelador, son las moras del verano pasado o un trozo de venado de 1994? Podría resultar difícil distinguir la diferencia cuando todo está congelado y cubierto de hielo. A fin de evitarte el dolor de cabeza de identificar positivamente cada cosa, trata de etiquetar con nombre y fecha todo lo que pongas en el congelador, así podrás reconocer los alimentos rápida y fácilmente.
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    Congela la carne cruda o cocida por entre 6 y 12 meses. La carne congelada te durará sin problemas por seis meses, pero comenzará a secarse y a volverse menos apetitosa después de eso. Aun así es seguro consumirla, porque está congelada, pero el sabor se asemejará cada vez más al del congelador y menos al del alimento que guardaste en él.[3]
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    Escalda las verduras antes de congelarlas. Por lo general, es recomendable que cuezas las verduras antes de congelarlas, en lugar de cortarlas y guardarlas crudas. Es más difícil que las verduras recuperen su estado natural cuando las descongeles. Las verduras congeladas son prácticas para agregar a las sopas, guisados y carnes salteadas, por lo que es una manera excelente de conservarlas.
    • Para escaldar las verduras, córtalas en trozos pequeños y sumérgelas rápidamente en agua hirviendo con sal. No las dejes más de uno o dos minutos, retíralas y sumérgelas inmediatamente en un baño de agua helada para darles un golpe de frío y evitar que se sigan cociendo. Todavía estarán firmes, pero parcialmente cocidas.
    • Guarda por separado cantidades del tamaño de una porción de verduras en bolsas para el congelador, etiquétalas y ponles la fecha. Deja que las verduras se enfríen por completo antes de congelarlas.
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    Guarda en el congelador la fruta que quieras usar después. Cómo congelar la fruta dependerá parcialmente de lo que pienses hacer con ella. Si tienes unas bayas con las que quieras hacer unas tartas, agrégales azúcar para preparar el relleno antes de congelarlas, esto te facilitará mucho el proceso cuando las hagas. Si vas a congelar duraznos, podría ser buena idea que los peles antes de guardarlos en el congelador, porque después te resultará difícil pelarlos.
    • Por lo general, querrás cortar la mayoría de las frutas en trozos pequeños antes de congelarlas, a fin de promover un congelado más parejo. Puedes congelar manzanas enteras, pero después te será difícil hacer algo con ellas.

Consejos

  • Asegúrate de contar con el espacio adecuado en el congelador para la buena circulación del aire.
  • Usa las cosas más antiguas primero.
  • Los hongos se guardan en bolsas de papel en el refrigerador. Si los guardas en bolsas de plástico se pondrán pastosos.
  • Una vez que abras un paquete de tofu, guarda la porción sobrante en un recipiente con agua, con una tapa bien ajustada y cámbiale el agua todos los días. Debes consumir el tofu en un plazo de tres días.

Advertencias

  • Evita almacenar alimentos en los gabinetes que se encuentren sobre la estufa, ya que el calor hará que se echen a perder con más rapidez.

Acerca de este wikiHow

Kathryn Kellogg
Coescrito por:
Especialista en sostenibilidad
Este artículo fue coescrito por Kathryn Kellogg. Kathryn Kellogg es la fundadora de goinzerowaste.com, un sitio web de estilo dedicado a desglosar la vida ecológica en un simple proceso paso a paso con mucha positividad y amor. Es autora de 101 Ways to Go Zero Waste y portavoz para una vida sin plástico para National Geographic. Este artículo ha sido visto 35 767 veces.