Los pepinos son un bocadillo saludable y delicioso, pero pueden ponerse blandos y pastosos después de unos días. Extiende su tiempo de almacenamiento envolviendo las rebanadas de pepino en un papel absorbente mojado y colocándolas en el refrigerador. Para almacenamiento a largo plazo, mezcla las rebanadas con salmuera antes de congelarlas. Usa técnicas apropiadas de almacenamiento para asegurarte de que las rebanadas de pepino se mantengan frescas hasta que las necesites.

Ingredientes

Congelar rebanadas

  • 7 pepinos pequeños
  • 1 cucharada (15 ml) de sal
  • 1 1/2 tazas (360 ml) de azúcar blanca
  • 1 1/2 tazas (360 ml) de vinagre blanco destilado

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar el pepino para almacenar

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    Lava los pepinos antes de almacenarlos. Saca los pepinos del empaque, incluso si están sellados al vacío en plástico. Enjuágalos en agua corriente fresca en el lavabo. El jabón no es necesario aunque no hará daño al pepino si decides usarlo.[1]
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    Seca los pepinos minuciosamente. Los pepinos deben estar secos antes de que puedan almacenarse. Sécalos con un papel absorbente para quitarles la mayoría de su humedad. Después, envuélvelos dentro de un papel absorbente limpio o paño. El material absorbe la humedad que sobre hasta que estés listo para rebanar los pepinos.
    • Cualquier pepino que se sienta blando o que tenga manchas de moho debe ser usado inmediatamente. Corta la parte blanda o con manchas de moho con un cuchillo.
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    Pela el pepino para almacenarlo más fácilmente. Pela el pepino usando un pelador de vegetales. Quita la cáscara verde oscura, dejando sólo la pulpa verde claro expuesta. Evitar que la cáscara se ponga blanda es difícil. Es más fácil quitarla, a menos que prefieras no rebanar los pepinos.[2]
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    Corta los pepinos en pequeñas rebanadas. Usa un cuchillo afilado para rebanar el pepino en secciones más manejables. Trata de hacer rebanadas de 0,5 cm (1/4 de pulgada) de largo. Las rebanadas no tienen que ser exactas, así que no hay necesidad de usar una regla. Intenta mantener las rebanadas lo más pequeñas e iguales posibles para evitar que acumulen agua.[3]
    • Los pepinos son mejores cuando se usan de inmediato. Si no estás planeando en usar el pepino todavía, no lo rebanes aún. Mejor, envuélvelo en un papel absorbente seco y colócalo en una bolsa dentro del refrigerador.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Refrigerar las rebanadas

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    Humedece un papel absorbente. No importa cómo rebanes los pepinos, mantén las partes sin cáscara cubiertas con un papel absorbente. Humedece ligeramente el papel absorbente en agua corriente fresca en tu piel. Evita remojar el papel absorbente, ya que la humedad extra causa que el pepino se ablande más rápido. Exprime el exceso de agua del papel.
    • Cortar un pepino en rebanadas pequeñas es la manera más fácil de almacenarlo, pero no es la única. Puedes almacenar un pepino parcialmente cortado siempre y cuando mantengas la pulpa húmeda y la cáscara seca.
    • Por ejemplo, si cortas el pepino a la mitad, cubre la mitad expuesta con un papel absorbente húmedo. Cubre la cáscara con un papel absorbente seco para evitar que absorba humedad.
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    Envuelve el pepino en un papel absorbente. Coloca las rebanadas de pepino en medio del papel absorbente. Dobla los extremos para cubrir las rebanadas completamente. La pequeña cantidad de humedad debe mantener la fruta fresca sin que se haga pasta.[4]
    • Si te preocupa agregar demasiada humedad, puedes envolver las rebanadas en un papel absorbente seco en su lugar.
    • Debido a que la humedad hace que los pepinos se hagan blandos y mohosos, almacena las rebanadas por separado de los pepinos que aún no cortas.
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    Almacena los pepinos envueltos en una bolsa de plástica abierta. Las bolsas de productos disponibles en muchas tiendas de comestibles sirven como espléndidos contenedores para almacenar. Las bolsas de plástico resellables también son otra opción. Evita que los pepinos se pongan pastosos dejando la bolsa abierta. Esto permite que escape la humedad.[5]
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    Guarda la bolsa en la parte más cálida del refrigerador. Un cajón para verduras o un recipiente para verduras son lugares ideales si los tienes en tu refrigerador. Además de eso, colócalos en el extremo frontal del estante medio. Los pepinos estarán mejor lejos del aire frío que se acumula cerca del piso y el congelador.[6]
    • Los estudios muestran que los pepinos no aguantan bien en el frío. Las temperaturas debajo de los 10 °C (50 °F) empiezan a dañarlos después de 3 días. Controla la temperatura lo mejor que puedas y come las rebanadas lo más pronto posible.[7]
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    Mantén las rebanadas lejos de frutas que producen etileno. Los pepinos son sensibles al etileno y se deterioran más rápido en él. Evita almacenar estas frutas con los pepinos si puedes. Si sí las tienes en el mismo refrigerador, muévelas al lado contrario o utiliza contenedores para reducir la exposición al etileno.[8]
    • Este gas invisible es producido por frutas como melones, plátanos, manzanas, duraznos y peras. Los tomates también son otra razón importante por la que los pepinos puedan hacerse pastosos demasiado rápido.
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    Usa los pepinos dentro de 2 días. Los pepinos no duran mucho tiempo, especialmente después de ser rebanados. Planea en usarlos dentro de los próximos días. Con un almacenamiento adecuado y un poco de suerte, pueden durar hasta una semana.[9]
    • Ya que los pepinos tienden a echarse a perder rápidamente, minimiza el número de rebanadas que almacenes. Deja los pepinos enteros hasta que los necesites.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Congelar los pepinos

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    Coloca los pepinos rebanados en un recipiente. Coloca las rebanadas de pepino de la manera más plana posible sobre un gran recipiente para mezclar. Espárcelos en una sola capa, si es posible. Entre más puedas esparcir las rebanadas, será más fácil agregarles sal. También, elige un recipiente que resista temperaturas frías.
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    Espolvorea sal sobre los pepinos. La cucharada (15 ml) de sal es para 7 tazas de pepinos rebanados. Reduce la cantidad de sal cuando almacenes menos que eso. Usando los dedos o una cuchara dosificadora, distribuye la sal uniformemente. También puedes mezclar las rebanadas con la mano o con una cuchara para cubrirlas en sal.[10]
    • Si no estás seguro de cuánta sal usar, espolvorea una pequeña cantidad en cada rebanada. Usa tanto como puedas agarrar entre 2 dedos.
    • Aunque puedes congelar los pepinos directamente sin sal y otros ingredientes, se vuelven pastosos porque tienen demasiada agua. Aun así, son buenos para agregar sabor a bebidas, sopas y batidos.
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    Refrigera los pepinos toda la noche. Mete el recipiente en el refrigerador. No tienes que hacer nada ahora más que esperar y dejar el recipiente solo por hasta 24 horas. Si quieres asegurarte que los pepinos se mantengan frescos, cubre el recipiente con una toalla y coloca un puñado de hielo sobre ella.[11]
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    Escurre los pepinos. Al día siguiente, saca el recipiente del refrigerador y tira el agua. Presiona los pepinos con la mano o con un utensilio de cocina para sacar el exceso de agua. Quitarles el agua es esencial para que los pepinos se mantengan frescos.[12]
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    Mezcla los pepinos con azúcar y vinagre. Agrega el azúcar blanca y el vinagre blanco destilado al recipiente. Mezcla los ingredientes, dejando que el azúcar se disuelva mientras los pepinos se remojan por unos minutos.[13]
    • Ajusta las proporciones de acuerdo a tus gustos. Muchas veces, más azúcar y menos vinagre se usan para pepinos más dulces. Usar más vinagre que azúcar los hace pepinillos encurtidos.
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    Almacena los pepinos en contenedores para congelador. Saca de nuevo el recipiente y mueve los pepinillos a los contenedores resellables resistentes a congelarse. Incluye el líquido de azúcar y vinagre en los contenedores también, dejando cerca de 0,5 cm (1/4 de pulgada) de espacio libre arriba. Los pepinos pueden durar todo el año en el congelador.[14]

Consejos

  • Para mantener los pepinos más frescos por más tiempo, evita rebanarlos hasta que estés listo para usarlos.
  • Usa pepinos pastosos inmediatamente. Corta cualquier parte blanda o mohosa y no las almacenes.

Cosas que necesitarás

Preparar pepinos para almacenar

  • agua
  • toalla absorbente
  • pelador de vegetales
  • cuchillo

Refrigerar pepinos

  • agua
  • toalla absorbente
  • bolsa de plástico
  • un lugar cálido en el refrigerador

Congelar pepinos

  • recipiente grande
  • taza medidora
  • contenedores para congelador

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