Una mandíbula dislocada es una condición muy dolorosa que requiere inmediata atención médica por parte de profesionales capacitados. Ocurre cuando la conexión esférica de la articulación temporomandibular (ATM) se desplaza debido a un traumatismo, a la pérdida de ligamentos, a factores genéticos o a otras causas. Usualmente la dislocación se "reduce" (realinea) mediante la manipulación de la mandíbula, por parte de manos de un profesional capacitado, mientras el paciente está sedado. Excepto en circunstancias extremas, no debes hacerlo tú mismo, busca atención médica de inmediato.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Proporcionar asistencia inmediata

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    Busca asistencia médica de emergencia si sospechas que tienes la mandíbula dislocada. Si tu boca está atascada en una posición parcialmente abierta y tienes un dolor significativo debajo de uno o ambos oídos, hay una gran probabilidad de que tengas la mandíbula dislocada. Ve a un departamento de emergencias de inmediato, o llama a los servicios de emergencia para conseguir ayuda.[1]
    • También puedes notar hendiduras bajo una o ambas orejas.
    • Podrías tener una fractura en lugar de una dislocación, o podrías experimentar ambas, pero, en cualquier caso, necesitas atención médica rápida.
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    Sostén la mandíbula con las manos o con un vendaje elástico. El dolor de la dislocación y el peso de la mandíbula desprendida pueden tensar los ligamentos y hacer que los músculos de alrededor comiencen a tener espasmos. Inmovilizar y soportar el peso de la mandíbula puede ayudar a reducir estos efectos.[2]
    • No intentes cerrar la boca con las manos. Solo ponlas debajo de la barbilla y trata de apoyar la mandíbula en su lugar.
    • Un asistente también puede envolver un vendaje elástico debajo de la barbilla y sobre la cabeza varias veces. No obstante, no ejerzas demasiada presión hacia arriba, sobre la mandíbula, y asegúrate de que puedes retirar rápidamente el vendaje si la persona necesita vomitar debido al dolor. Es posible que babee, pero no podrá tragar ni beber nada.
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    Intenta reparar la dislocación solo como último recurso. Una persona no capacitada tiene más probabilidades de causar dolor y daño que de reparar la mandíbula dislocada. Espera a que un profesional médico repare la mandíbula, a menos que no haya otra opción: por ejemplo, si estás acampando en las profundidades del desierto con un amigo y la ayuda más cercana está a un día de caminata.
    • Ponte detrás de la persona con la mandíbula dislocada y asegúrate de que mantenga la cabeza recta y quieta.
    • Ponte guantes para reducir la posibilidad de infección y envuelve gasas o tela alrededor de tus pulgares, para protegerlos de las mordeduras involuntarias debidas al dolor. Asegúrate de que puedes sentir la articulación para que puedas volver a colocar la mandíbula en su lugar.[3]
    • Pon tus pulgares en la boca de la persona, sobre sus muelas traseras, y envuelve las manos alrededor de los lados de su barbilla.[4]
    • Presiona suavemente con los brazos mientras inclinas con los dedos la parte delantera de la barbilla ligeramente hacia arriba. Luego empuja la mandíbula hacia atrás, hasta que sientas que la esfera regresa de nuevo al hueco.
    • Sin la anestesia y sedación adecuadas, esta maniobra podría ser extremadamente dolorosa para la persona. Debe ser tu último recurso. Pide ayuda siempre que sea posible.
    • No intentes realinear una mandíbula si ha ocurrido un accidente grave, pues también podría haber fracturas.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Buscar asistencia médica para arreglar la dislocación

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    Afronta el dolor y tus niveles de comodidad con medicamentos. Cuando llegues a un centro médico con la mandíbula dislocada, es probable que te administren anestesia por inyección o intravenosa (I.V), AINE u otros analgésicos por vía intravenosa, y sedantes para prepararte para el procedimiento de realineación de mandíbula. También es posible que te envíen a hacer radiografías o una tomografía computarizada.[5]
    • Tendrás dolor y problemas para hablar, así que es mejor que alguien te acompañe al centro médico.
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    Recibe un relajante muscular intravenoso si es necesario. Si los músculos alrededor de la mandíbula han comenzado a tener espasmos, también te administrarán un relajante muscular intravenoso o te lo aplicarán directamente en la articulación para reducir los espasmos. De lo contrario, los músculos agarrotados pueden dificultar el movimiento de la mandíbula a su posición correcta.[6]
    • Si tienes alergias u otros motivos médicos por los que no puedes tomar ciertos relajantes musculares u otros medicamentos, asegúrate de que tú o que alguien que te acompañe informe al personal de inmediato.
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    Sométete al método convencional de reducción de la ATM. La mayoría de los profesionales médicos todavía usan el método de larga data para reducir (reparar) una mandíbula dislocada. Colocan sus pulgares en los molares inferiores traseros y sus dedos a los lados de la barbilla, luego presionan con fuerza y guían la mandíbula de nuevo a su lugar.[7]
    • Estarás sedado, así que no sentirás dolor durante el procedimiento.
    • Este procedimiento es efectivo casi el 90 % de las veces.[8]
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    Acepta métodos de reducción alternativos para tu condición. Hay más de una forma de reparar manualmente una mandíbula dislocada, y varias otras alternativas tienen también buenos índices de éxito. Hay varios métodos extraorales, en los que las manos del profesional permanecen fuera de la boca del paciente, reduciendo así la posibilidad de una mordedura por reflejo.[9]
    • También existe el llamado método de "realineación mandibular con las muñecas" que tiene una tasa de éxito muy alta (97 %), pero que requiere mucho entrenamiento para dominarlo
    • Algunos profesionales pueden sentirse cómodos con un único método en todos los casos, mientras que otros pueden elegir un método basado en las particularidades del caso.
    • Solo en casos raros se necesita una cirugía para reparar una mandíbula dislocada.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Proporcionar cuidados posteriores o cuidados continuos

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    Haz que tu mandíbula sea ajustada médicamente o asegurada mecánicamente. Después de que la mandíbula se coloca en su lugar, los ligamentos tensos de la mandíbula deben ser reforzados y reajustados. Esto se puede hacer a través de un agente esclerosante administrado en forma de una inyección, que ajustará los ligamentos. La mandíbula también puede ser vendada o atada con alambres durante varios días para dar tiempo a los músculos y los ligamentos para que se curen.[10]
    • Aunque tener la mandíbula atada con alambres es un inconveniente significativo, puede evitar que tengas otra dolorosa dislocación de la mandíbula en un futuro próximo.
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    Sigue una dieta blanda o líquida durante varios días. Si tu mandíbula está cerrada con vendas o alambres, se te darán instrucciones sobre la dieta líquida que debes seguir durante varios días hasta que se te quiten las vendas o alambres. Incluso si la mandíbula no está atada con alambres o con vendas, se te aconsejará que consumas solo líquidos y alimentos blandos específicos durante la siguiente semana.[11]
    • Sigue las instrucciones cuidadosamente y haz preguntas si no estás seguro de algo. ¡No querrás arriesgarte a sufrir otra dislocación inmediatamente después de esta!
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    No abras la boca del todo durante 6 semanas. Para algunas personas, un gran bostezo o una mordida extra grande es suficiente para causar una dislocación de la mandíbula. Mientras la mandíbula esté sanando, es importante limitar la amplitud de la apertura de la boca para no ejercer una presión excesiva sobre los ligamentos y músculos que están sanando.[12]
    • Cuando sientas que se aproxima un bostezo, pon las manos debajo de la barbilla para evitar que la boca se abra mucho.
    • Coloca las manos debajo de la barbilla cuando sientas que viene un estornudo también.
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    Afronta las dislocaciones recurrentes con cirugía u otros procedimientos. Debido a la genética u otros factores, como el rechinar de dientes por la noche y la artritis, algunas personas son simplemente más propensas a las dislocaciones de mandíbula. Dependiendo de las circunstancias, puedes optar por diferentes enfoques para limitar la recurrencia de las dislocaciones.[13]
    • Podrías recibir múltiples inyecciones de medicamentos que te ayudarán a fortalecer y tensar los ligamentos de la mandíbula.
    • El procedimiento quirúrgico conocido como eminectomía es la mejor medida en algunos casos. Consiste en extraer la sección de hueso frente a la cual la "esfera" de la articulación de la mandíbula queda atrapada durante una dislocación.
    • Como último recurso, quizás te aconsejen tener la mandíbula atada con alambres o vendada durante varias semanas, para que los ligamentos puedan sanar y ajustarse.
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Consejos

  • Una mandíbula dislocada puede causar ataques de pánico y ansiedad, pues no puedes comer, beber o hablar. Trata de mantener la calma o tranquilizar a alguien que se ha dislocado la mandíbula, para que se sienta cómodo.
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Acerca de este wikiHow

Pradeep Adatrow, DDS, MS
Coescrito por:
Dentista y cirujano oral certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Pradeep Adatrow, DDS, MS. El Dr. Pradeep Adatrow es el único dentista, periodoncista y prostodoncista certificado en el sur de los Estados Unidos. Con más de 15 años de experiencia, el Dr. Adatrow se especializa en implantes dentales, tratamientos de ATM, cirugía plástica periodontal, periodoncia quirúrgica y no quirúrgica, regeneración ósea, tratamientos con láser y procedimientos de injertos de encías y tejidos blandos. Obtuvo una licenciatura en epidemiología y bioestadística de la Universidad de Alabama y su título de Doctor en Cirugía Dental (DDS) de la Facultad de Odontología de la Universidad de Tennessee. Posteriormente, completó un programa de posgrado de tres años en periodoncia e implantología de la Universidad de Indiana y luego completó otro programa de posdoctorado de tres años en prostodoncia avanzada de la Universidad de Tennessee. También se desempeña como maestro a tiempo completo y director de prostodoncia quirúrgica en la Universidad de Tennessee. Obtuvo el Dean's Junior Faculty Award, así como el John Diggs Faculty Award, y fue incluido en la Deans Odontological Society. Tiene una certificación de la Junta Estadounidense de Periodoncia y es miembro del prestigioso Colegio Internacional de Odontología, una hazaña que solo otros 10 000 en todo el mundo pueden reclamar. Este artículo ha sido visto 18 857 veces.
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