Por lo general, un lunar que sangra no es nada de lo que debas preocuparte. Como cualquier otra área de la piel en el cuerpo, un lunar sangrará si lo arañas (por ejemplo, con una navaja de afeitar). En estos casos, puedes detener el sangrado aplicando presión con una bola de algodón o un paño. Una vez que el sangrado se detenga, limpia el área con jabón y agua tibia, sécala y aplica un ungüento antibacteriano y una curita. Si un lunar sangra por sí solo, puede ser algo más grave, especialmente si sangra sin motivo varias veces. Debido a que esto puede ser un signo de melanoma, haz una cita con un médico para que pueda examinar el lunar.

Método 1
Método 1 de 2:
Aplicar primeros auxilios a un lunar

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    Presiona una gasa de algodón o un paño limpio, tibio y húmedo contra el corte durante unos 30 segundos. Humedece un trozo de gasa de algodón o un paño o con agua tibia del grifo y mantenlo contra el lunar sangrante. Aplicar presión restringirá el flujo de sangre y permitirá que se forme una costra. El agua de la toalla también limpiará la suciedad del corte. Si el lunar no ha dejado de sangrar después de 30 segundos, sigue aplicando presión hasta que el sangrado se detenga.[1]
    • Si prefieres no manchar de sangre el paño, trata de usar una toalla de papel o un trapo limpio.
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    Sostén un cubo de hielo contra el lunar durante 30 segundos. Una vez que el sangrado se haya detenido, presiona ligeramente un cubo de hielo contra el corte. Esta acción contraerá los capilares diminutos que se encuentran debajo de la piel y evitará que la herida se vuelva a abrir.
    • Dependiendo del tamaño del lunar cortado, puede que solo necesites mantener el cubo de hielo en su sitio durante tan solo 15 segundos. Trata de quitar el cubo de hielo después de este tiempo y fíjate si el lunar aún sangra.
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    Desinfecta el lunar cortado con agua y jabón o una almohadilla con alcohol, y aplica una crema antibiótica. Debido a que una cantidad pequeña de bacterias puede haber entrado en el lunar al momento de cortarte, es una buena idea que desinfectes la herida antes de cubrirla. Lávate el área con agua y jabón, o límpiala con una almohadilla con alcohol. Luego, sécala dando palmaditas y aplica un poco de crema o ungüento antiséptico o antibiótico (como Neosporin) en el lunar arañado. Este tipo de crema viene en la mayoría de los botiquines de primeros auxilios o puedes comprarla en una farmacia local.[2]
    • Como alternativa a la crema antibiótica, rocía una pequeña cantidad de loción para después de afeitar sin alcohol en el corte. Si no tienes esta loción, rocía un poco de tónico de avellano de bruja para desinfectar el corte. Puedes comprar cualquiera de los dos productos en una farmacia o en un centro comercial.
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    Ponte una curita en el lunar para evitar que se vuelva a lesionar. Una vez que el lunar haya dejado de sangrar, cúbrelo con una curita. Esta acción absorberá cualquier resto de sangre y evitará que la suciedad y el polvo entren en la herida de la piel.[3] Si te preocupa que la herida se infecte, cubre la parte absorbente de la curita con un poco de desinfectante médico como Neosporin.
    • Si el lunar está en una ubicación en la que la curita pueda caerse (por ejemplo, en la rodilla), compra una curita especialmente diseñada para adaptarse a una articulación como el codo o la rodilla.
    • El lunar arañado debe curarse completamente en el transcurso de 2 a 3 días.
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    Aplica un poco de vaselina o de bálsamo labial en el lunar sangrante si no tienes una curita. Si te cortas un lunar y no hay ningún botiquín a la mano, puedes cubrir el arañón con vaselina o bálsamo labial. Frota una pequeña cantidad en el lunar cortado luego de detener el sangrado con una toalla. Esta medida hará que se forme una barrera que mantendrá la sangre dentro del lunar cortado e impedirá el paso de las bacterias.[4]
    • Limpia suavemente el bálsamo labial después de unos 30 minutos.
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    Cubre un lunar que sangre mucho con una gasa aplicando presión. Si el lunar sangra lo suficiente como para empapar una curita, cúbrelo con un parche de gasa de 5 × 5 centímetros (2 x 2 pulgadas). Usa de 2 a 3 tiras de cinta médica para asegurar la gasa en su sitio. La gasa estéril absorberá más sangre que una curita y también impedirá efectivamente que las bacterias entren en la herida.[5]
    • Puedes comprar gasa y cinta médica en cualquier supermercado o farmacia grande.

Método 2
Método 2 de 2:
Ver a un médico para que examine el lunar sangrante

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    Visita a un médico si un lunar empieza a sangrar sin motivo. Si no te has arañado o raspado un lunar que empiece a sangrar, llama a tu médico de cabecera y haz una cita. Los lunares que empiezan a sangrar espontáneamente pueden ser un signo de melanoma u otro tipo de cáncer de piel. También haz una cita si el lunar luce como una herida abierta, ya sea que sangre o no, o si un lunar arañado sigue sangrando después de que hayas aplicado los primeros auxilios.[6]
    • Afortunadamente, si se detectan a tiempo, los lunares sangrantes y todas las células cancerosas son fáciles de extirpar.
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    Descríbele al médico el lunar y los síntomas relacionados. Los lunares malignos tienden a evolucionar con el tiempo. Eso significa que la forma, el color y la altura cambiarán. Además del sangrado, los lunares malignos suelen volverse negros. Dile al médico por cuánto tiempo ha sangrado el lunar, si es doloroso o no, y si te ha producido comezón o molestias.[7]
    • Si el lunar empezó a sangrar sin ninguna evolución asociada, díselo también al médico.
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    Pregúntale al médico si recomienda una cirugía para analizar el lunar. Si el médico sospecha que un lunar sangrante puede ser canceroso o si te produce dolor y malestar, puede sugerir la extirpación quirúrgica del lunar. Se enviarán muestras del lunar a un laboratorio y se analizarán para detectar el tejido maligno. Debido a que la extracción de un lunar es una cirugía relativamente menor, solo se te administrará anestesia local. Es probable que la extracción la lleve a cabo tu médico de cabecera.[8]
    • Incluso si el lunar es canceroso, es muy probable que la cirugía extirpe el 100 % de las células malignas y te deje libre de cáncer de piel.
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    Nunca trates de extirparte tu propio lunar en casa. Aunque sospeches que un lunar pueda ser canceroso, nunca trates de extirparlo en casa. Aunque los lunares son pequeños, la extirpación de uno es técnicamente un procedimiento quirúrgico y solo debe hacerlo un médico. Puedes dejarte una cicatriz en la piel sin querer o causar una infección al tratar de cortar un lunar de tu propio cuerpo.[9]
    • La extirpación de un lunar en casa también puede dejar células cancerosas en la piel.

Consejos

  • Es relativamente común que los lunares prominentes sangren cuando se arañan o se enganchan en una pieza de joyería (por ejemplo, un collar). Un lunar también sangrará si lo arañas bruscamente con una navaja de afeitar.
  • Si te preocupa la posibilidad de los lunares sangrantes y los melanomas, puedes prevenir el cáncer de piel usando protector solar y protegiendo la piel expuesta del sol.
  • Habla con un médico para que te extirpe un lunar que sangre con frecuencia, que no sea agradable o que tenga un aspecto sospechoso.[10]

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 25 702 veces.