Los trabajadores de la salud están en riesgo de lesionarse con agujas u otros dispositivos utilizados para punzar o lacerar la piel (objetos punzantes). En efecto, se estima que en los Estados Unidos hay más de 600.000 casos anuales de trabajadores de la salud lesionados con agujas. En cada uno de estos casos existe el riesgo de contraer enfermedades como la hepatitis B, la hepatitis C y el VIH. Los accidentes con agujas (o con objetos punzantes) pueden ocurrir fácilmente y dar lugar a una infección, por lo que es esencial tomar medidas preventivas inmediatas para que no haya problemas. Lee el primer paso para conocer lo que tienes que hacer en estos casos.

Parte 1
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Lleva a cabo los primeros auxilios

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    Estimula el sangrado en el lugar de la punción. Para lograrlo, pon la herida sangrante bajo un chorro de agua fría durante varios minutos.[1] De esta manera los agentes infecciosos salen de la herida para que el agua los deseche, lo cual reduce la entrada de infecciones al torrente sanguíneo. Después de que el virus entre a tu torrente sanguíneo puede empezar a multiplicarse, así que lo mejor es que evites en primer lugar que estos organismos entren a la sangre.
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    Lava la herida. Después de estimular el sangrado de la herida y lavar la zona con agua abundante, limpia suavemente el lugar con una gran cantidad de jabón. Esto te ayudará a exterminar los virus y las bacterias, lo cual reduce la posibilidad de contraer una infección.[2]
    • No restriegues la herida mientras la lavas, ya que puedes empeorarla.
    • Nunca trates de succionar la herida.[3]
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    Seca y cubre la herida. Usa un material estéril para secar la herida y cúbrela de inmediato con un yeso o un vendaje impermeable.
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    Enjuaga con agua las salpicaduras de sangre y del contenido de la aguja que tengas en otras partes de tu cuerpo. Si el contenido de la aguja salpicó tu nariz, boca, rostro u otras áreas de tu piel, lávalas a fondo con jabón.[4]
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    Irriga tus ojos con una solución salina, agua limpia o con una solución de irrigación estéril.[5] Enjuaga tus ojos con cuidado si algún material los salpicó.
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    Cámbiate la ropa que esté potencialmente contaminada. Pon la ropa en una bolsa sellada para que la laven y la esterilicen. Después de desvestirte, lávate las manos y las otras partes de tu cuerpo que estuvieron en contacto con la ropa potencialmente contaminada y luego ponte prendas limpias.

Parte 2
Parte 2 de 4:
Busca atención médica

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    Busca atención médica inmediatamente. Tendrás que explicar las circunstancias de la herida y hablar sobre una posible exposición a enfermedades. Probablemente te practiquen exámenes de sangre para determinar si necesitas un tratamiento adicional.[6]
    • Si con seguridad estuviste expuesto(a) a otros patógenos, se te administrará de forma inmediata un tratamiento que puede involucrar antibióticos o una vacuna.[7]
    • Dependiendo de tu historial médico, quizás necesites una vacuna contra el tétanos.
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    Determina si estuviste expuesto(a) al VIH. Debes tomar medidas inmediatas para evitar que ocurra la seroconversión. Los científicos comprobaron que los casos de seroconversión por accidentes con agujas se dan en un 0,03% de las veces.[8] Este porcentaje es extremadamente bajo, por lo que no tienes de qué asustarte.
    • Se harán exámenes para comprobar tu estado y el del donante de sangre con relación al VIH. Los hospitales y otras instalaciones médicas tienen pruebas rápidas que permiten comprobar el estado de una persona con relación al VIH.
    • Si probablemente estuviste expuesto(a) al virus, tienes que recibir medicamentos profilácticos (también conocidos como tratamiento profilaxis post exposición o PPE), preferiblemente dentro de la hora siguiente al accidente.[9] Los medicamentos antiretrovirales pueden reducir la tasa de contagio si se administran lo más pronto posible luego de la infección.[10] Todas las clínicas y los hospitales tienen un protocolo para tomar acciones inmediatas en los casos de accidentes con agujas.
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    Determina si estuviste expuesto(a) a otras enfermedades. Los riesgos de contraer los diferentes tipos de hepatitis son más altos que los de contraer el VIH (cerca del 30% para la hepatitis B y alrededor del 10% para la hepatitis C), por lo que es esencial tomar acciones rápidas y adoptar medidas preventivas (por ejemplo, recibir la vacuna contra la hepatitis).[11]

Parte 3
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Haz seguimiento

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    Reporta el incidente. Revisa los procedimientos que existen en tu lugar de trabajo para reportar este tipo de casos. Es importante que le hagas saber lo que ocurrió a las personas encargadas de tu lugar de trabajo, ya que las estadísticas que recopilen pueden ayudar a cambiar las prácticas laborales para mejorar la seguridad de todas las personas en el futuro. Esto incluye los accidentes con agujas estériles y "limpias".[12]
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    Haz que te practiquen exámenes de seguimiento y que un profesional médico supervise tu recuperación. Debes hacerlo de acuerdo a los intervalos necesarios durante el "periodo de ventana" (el tiempo en el que una persona expuesta al virus aún muestra resultados negativos en los exámenes de detección), aunque el virus se esté multiplicando.
    • Los exámenes para detectar los anticuerpos contra el VIH generalmente se practican a las 6 semanas y a los 3, 6 y 12 meses.[13]
    • Los exámenes para detectar los anticuerpos que combaten la hepatitis C generalmente se practican a las 6 semanas del incidente y nuevamente entre 4 y 6 meses después.[14]

Parte 4
Parte 4 de 4:
Conocimiento y prevención en el lugar de trabajo

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    Prepara un plan de acción para la próxima vez. Si en tu lugar de trabajo no existe un protocolo para manejar los accidentes con agujas, crea uno. Puedes recibir esta información de forma gratuita en cualquier línea de ayuda telefónica o encontrar material tangible en las farmacias, hospitales, clínicas y en otros centros de atención médica.
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    Asegúrate de que se sigan siempre prácticas laborales seguras en los entornos de atención médica. La Organización Mundial de la Salud recomienda lo siguiente en los lugares de trabajo en los que se manipulan agujas u otros objetos punzantes:[15]
    • Lávate las manos luego del contacto directo con los pacientes.
    • Usa barreras protectoras tales como guantes, batas, delantales, máscaras y gafas cuando entres en contacto directo con la sangre u otros fluidos.
    • Recoge y desecha las agujas y los objetos punzantes de manera segura. Utiliza cajas a prueba de punzadas y líquidos en cada área de atención a los pacientes.
    • Evita tapar las agujas con las dos manos. Es recomendable que utilices la técnica de tapar las agujas con una sola mano.
    • Cubre todos tus cortes y rasguños con un vendaje impermeable.
    • Limpia cuidadosamente y de forma inmediata la sangre u otros fluidos corporales derramados con los guantes puestos.
    • Usa un sistema seguro para el manejo y la eliminación de los desechos médicos.
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    Asegúrate de que en otros ambientes de trabajo se lleven a cabo prácticas laborales seguras. Los salones de tatuajes, las tiendas de perforaciones y muchos otros tipos de negocio también ponen en riesgo a sus empleados de sufrir accidentes con las agujas. Toma las siguientes precauciones:
    • Ponte la ropa apropiada y el equipo de protección cuando manipules objetos potencialmente peligrosos (como las bolsas de basura) o al realizar actividades arriesgadas como recoger una pila de desechos.
    • Ten cuidado cuando introduzcas tus manos en lugares que no puedas ver, como sumideros, agujeros, las partes posteriores de las camas y los sofás, etc.
    • Usa calzado resistente cuando camines o trabajes en áreas que frecuentan las personas que usan drogas, como los parques, las playas, los centros de transporte público, etc.
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    Evita las distracciones innecesarias cuando trabajes con agujas y jeringas. Concéntrate en todo momento en tu trabajo y en lo que haces.
    • Evita alejar la mirada o trabajar con poca luz cuando trates una punción con una aguja.
    • Ten cuidado con los pacientes inquietos o en estado de pánico que pueden moverse fácilmente mientras introduces o retiras la aguja. Tranquiliza al paciente e inserta la aguja únicamente cuando sepas que es seguro hacerlo.

Cosas que necesitarás

  • Agua limpia o solución salina para irrigar la herida
  • Atención médica
  • Cronograma para el tratamiento


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