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Si tu hija atraviesa un divorcio, es una experiencia desgarradora tanto para ella como para ti, ya que debes ver a alguien que amas sufrir y dudar de su elección en cuanto a su relación, además de una pérdida potencial de su fe, su autoestima y su capacidad de afrontarlo. Estar ahí para tu hija es una parte importante de la paternidad. Este artículo es conveniente para una madre, un padre o ambos, si buscan ayudar a su hija a sobrevivir este periodo difícil.
Pasos
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1Hazle saber que estás ahí para ella. Deja claro que sin importar si es de día o es de noche, ella tiene un lugar adonde ir cuando necesite alivio o un oído para hablar, si tiene necesidad de hacerlo. Si vives lejos de ella, la conexión telefónica es muy importante.
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2Considera las formas en las que podrías ayudar tangiblemente. Piensa en la clase de cosas que la ayudarían a través de este momento duro. ¿Necesita un espacio personal y un tiempo para ordenar sus sentimientos, los documentos, los efectos domésticos, etc., pero los niños no la dejan tranquila y además están descontentos por todos los cambios? ¿Puedes ofrecerle sacar a los niños un momento o, al menos, cuidar de ellos durante periodos de tiempo para darle a tu hija el descanso que necesita? Tal vez necesita un lugar para quedarse y puedes ofrecerle ese tipo de alivio. ¿Necesita un préstamo de dinero, de automóvil, de artículos para poder recuperarse o salir de la situación? ¿Puedes ofrecerle un préstamo? Todas estas ayudas prácticas harán una gran diferencia.
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3Practica escuchar activamente. Ella estará descontenta, molesta, triste, deprimida, irritable, aliviada, clemente y muchas otras emociones en momentos diferentes. Debes estar disponible para ella con un oído compasivo y un amor solidario en los que ella pueda apoyarse en todo momento. Aunque tú no estés en posición de ayudarla físicamente, puedes estar ahí para hacerlo emocionalmente.
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4Deja el "Te lo dije". Nadie necesita que le restrieguen en la cara la relación por la que optó. Amas a quien amas cuando lo haces por razones que jamás podrán justificar el sentido común. Cometes errores para aprender de ellos. Tu hija experimentará un diálogo interno que será, la mayor parte, muy negativo; se sentirá victimizada, molesta consigo misma y con su esposo, profundamente triste, afligida, aterrada, tonta y no querida, etc. Ninguno de ellos son buenos sentimientos, pero con un apoyo amoroso se irán muy pronto. Lo último que necesita es la confirmación de sus malas decisiones con un "Te lo dije".
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5Sugiere otras fuentes de apoyo sin que sienta una reducción del tuyo. Ser su padre te convierte en una persona muy importante en su vida (dos personas, si se cuenta a la madre). A pesar de todo, ella necesitará un consejo sabio, más allá de lo que tú puedas hacer por ella, para ayudarla a formar conclusiones equilibradas sobre sus futuros movimientos y necesidades. Si crees que un psicólogo o consejero pueda ser una salida adecuada para ella, sugiérelo. Ofrécele hacer los arreglos e incluso pagar por ello (si puedes hacerlo) para ayudarla a empezar. También considera otros servicios útiles, como los consultores financieros, los abogados (para los procedimientos del divorcio o la división de bienes), un consultor de carrera (si planea volver a trabajar), un sacerdote u otro restaurador de la fe, los agentes de bienes raíces, etc. Ofrécele ayudar con cualquier arreglo y la interacción en donde sea posible, especialmente si ella parece insegura o se ha vuelto progresivamente desorganizada, como resultado del estrés.
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6Averigua los nombres y los detalles de los grupos de apoyo local para personas que experimentan un divorcio o son padres solteros. No fuerces la situación, pero recomienda cualquiera que creas que pueda ayudar y solo dale los detalles del contacto. Dale el espacio necesario para que ordene su mente, en su propio tiempo. Y no uses ello como una sustitución de tu ayuda, más bien permite que tales grupos se conviertan en un apoyo a tu apoyo.
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7Aliméntala bien. Puede descuidar el comer y beber apropiadamente. Verifica su alimentación y ayúdala preparando comidas o pidiéndola durante la primera semana de su divorcio. Además, esto es especialmente importante cuando hay niños de por medio, más aún si ella sufre de depresión y le es difícil, si no imposible, cuidar de ellos como siempre.
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8Sé una voz de positividad. Aunque ella atraviese un momento terrible, sigue diciéndole que las cosas mejorarán y que tiene muchas oportunidades maravillosas por delante. Recuérdale a sus niños hermosos, sus talentos impresionantes, su amabilidad, su corazón amoroso, etc. El hecho de que esta relación no haya funcionado, no significa que sus futuras relaciones terminarán de la misma manera. Recuérdale que ella ha aprendido lecciones que la guiarán bien en el futuro. Sé amable, siempre.
Consejos
- Si tu hija vive en un estado o ciudad distinta, ofrécele ir de visita por un tiempo para ayudarla con la mudanza, el cuidado de los niños, ofrecer apoyo moral, etc.
- No te sorprendas si tu hija alberga la creencia de que el matrimonio puede arreglarse, a pesar de que las señales demuestren lo contrario. Las etapas de la aflicción incluyen la negación y la negociación, así mismo las expectativas ilusorias, antes de la aceptación final. No dejes de apoyarla.
- Ayuda alejándola de las relaciones de despecho. Darle tu apoyo y el espacio para la recuperación es una manera segura para ayudarla a evitar los compromisos por despecho. Si sospechas que ella sale con alguien más muy pronto (después del rompimiento), ten una conversación de corazón a corazón, pero realista acerca de adonde puede llevarla esta nueva relación y cómo le impedirá una recuperación completa y saludable.
Advertencias
- Si su esposo ha actuado violentamente, tu apoyo es esencial para impedir que caiga en alguna mentira o engaño que él pueda usar para atraerla de regreso. Busca ayuda de refugios de mujeres si no eres capaz de ayudarla del todo. Ayúdala a concertar órdenes de restricción en donde sea necesario. Graba en tu teléfono y en el de ella los teléfonos de contacto de oficiales de la policía, de los trabajadores sociales, etc.