Las papas son un alimento básico crucial en muchas dietas. Sin embargo, encontrar la forma adecuada de cocinarlas a la perfección puede ser difícil. Blanquear las papas te da una ventaja inicial en el proceso de cocción, lo cual hace que hervirlas o freírlas sea un procedimiento más rápido. También puedes congelar las papas blanqueadas y usarlas en un platillo posteriormente. El proceso de blanquear las papas es muy fácil. Tan solo tienes que picarlas en cubos y hervirlas a fuego lento en agua hasta que se suavicen. Puedes cocinar las papas blanqueadas inmediatamente o congelarlas para calentarlas de nuevo posteriormente.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Comenzar el proceso de blanqueado

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    Pela las papas. Pélalas con un pelador de vegetales presionando la cáscara contra la cuchilla. Luego, pasa el pelador por toda la papa para retirarle la cáscara. Después, desecha las cáscaras en un bote de basura.
    • Algunas personas prefieren dejar la cáscara de las papas para obtener más nutrientes. Hacerlo prolonga un poco más el proceso de blanqueado. Sin embargo, si prefieres que las papas conserven la cáscara, puedes dejarlas sin pelar.
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    Córtalas según el tamaño deseado. Debes cortarlas en cubos para blanquearlas, lo más recomendable es que sea en cubos pequeños. Dependiendo de la receta o tus preferencias, estos cubos pueden ser más grandes o más pequeños. Si vas a hacer algo como papas fritas, puedes cortarlas en gajos en lugar de cubos.[1]
    • Usa un cuchillo resistente y una tabla para cortar grande de madera. Luego, coloca una papa sobre la tabla de cortar para comenzar.
    • Corta la papa por la mitad, asegurándote de que el cuchillo corte toda la papa. Algunas papas pueden ser ligeramente más difíciles de cortar, así que no dudes en hacerlo con fuerza.
    • Toma cada mitad y córtala en tercios a lo largo creando gajos grandes. Desde ese punto, podrás cortarlos en cubos. Si vas a hacer papas fritas, simplemente puedes blanquear los gajos.
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    Lava las papas. Antes de colocar las papas en la olla, es importante que las laves para quitar cualquier resto de almidón. Consigue un colador y coloca las papas cortadas dentro. Luego, lávalas con agua del grifo durante unos cuantos minutos hasta que todas estén completamente limpias. Si quedan algunos rastros de suciedad o decoloración, asegúrate de quitarlos.
    • Generalmente, puedes lavar las papas tan solo con agua del grifo. Si notas cualquier resto de suciedad difícil de quitar, puedes restregarlo con las manos. Tan solo asegúrate de lavarte las manos previamente.
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    Enfría un tazón con agua del grifo a temperatura ambiente. Para blanquear papas, debes comenzar con agua a temperatura ambiente. Vierte un poco de agua del grifo tibia en una olla. Luego, espera unos cuantos minutos hasta que el agua adquiera temperatura ambiente.[2]
    • Generalmente, puedes probar el agua colocando el dedo en ella, aunque primero debes lavarte las manos.
    • El agua tibia del grifo generalmente está a temperatura ambiente, así que el agua no debe tardar mucho tiempo en tener la temperatura adecuada para blanquear las papas.
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    Vierte las papas al agua. Toma las papas en rodajas. Luego, colócalas dentro de olla con agua a temperatura ambiente.[3]
    • En el caso de algunos vegetales, el agua debe estar salada antes del proceso de blanqueo. Sin embargo, no es necesario salar el agua cuando bloqueas las papas.
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    Coloca las papas a fuego alto hasta que el agua comience a hervir. Una vez que el agua comience a hervir, reduce el fuego inmediatamente. Debes evitar cocinarlas demasiado durante el proceso de blanqueo, ya que hacerlo puede ocasionar que se quemen fácilmente cuando las cocines para una receta. Disminuye el fuego hasta que el agua apenas burbujee. Por lo general, tendrás que mantener la estufa a fuego medio o bajo.[4]
    • Verifica las papas de vez en cuando. El tiempo de duración del proceso dependerá de la cantidad de papas que blanquees.
    • Para evitar cocinar las papas accidentalmente, sé precavido. Mantén la estufa en una configuración más cercana al fuego bajo que al fuego medio.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Continuar blanqueando las papas

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    Prepara un baño de hielo mientras las papas hiervan a fuego lento. Debes enfriarlas en un baño helado después del proceso de hervido a fuego lento. De ese modo, evitarás que se cocinen y conservarás un poco de su color. Toma un tazón lo suficientemente grande para que en él quepan todas las rodajas de papas. Llénalo con agua y agrégale unos cuantos cubos de hielo hasta que el agua esté fría al tacto.[5]
    • Como siempre, lávate las manos antes de tocar el agua helada.
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    Revisa las papas con un cuchillo después de 12 minutos. A las papas les tomará aproximadamente 12 minutos alcanzar la temperatura adecuada. En este punto, revisa si están cocidas con un tenedor o un cuchillo.[6]
    • La parte exterior de las papas debe estar suave, aunque el tenedor o el cuchillo no debe atravesarlas fácilmente. La punta del cuchillo o del tenedor debe introducirse ligeramente en la superficie de la papa. Si el tenedor o el cuchillo pueden traspasar las papas con facilidad, estarán cocidas y no blanqueadas. En ese caso, tendrás que comenzar el proceso nuevamente.
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    Cocina las papas durante más tiempo si es necesario. Si las papas son tan duras que no puedes lograr que la punta del tenedor o el cuchillo las atraviese, cocínalas durante un par de minutos y revísalas nuevamente. Sin embargo, cerciórate de revisarlas para no cocinarlas accidentalmente.
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    Retira las papas del fuego. Una vez que las hayas blanqueado, escúrrelas sobre el fregadero usando un colador o un escurridor. Luego, transfiérelas a un baño de hielo. Después, déjalas ahí hasta que estén frías al tacto.[7]
    • Las papas se cocinarán fácilmente en el baño de hielo. Revísalas cada pocos segundos y retíralas tan pronto como se enfríen adecuadamente.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Usar papas blanqueadas

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    Seca las papas con golpecitos ligeros después de que se enfríen. Retíralas del baño helado colándolas sobre el fregadero usando un colador o un escurridor. Luego, colócalas sobre unos cuantos pedazos de toallas de papel y sécalas con ligeros golpecitos.[8]
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    Asa, cocina o fríe las papas. Si vas a usar las papas inmediatamente, puedes proceder directamente con el proceso de cocción. Las papas blanqueadas deben asarse o freírse con mayor rapidez que las papas comunes. Simplemente puedes comenzar a cocinarlas según las instrucciones de tu receta.[9]
    • Agrégales condimentos a las papas. Las papas pueden ser un poco sosas por sí solas, así que experimenta con diferentes condimentos. Puedes hacer papas picantes agregándoles un condimento como la pimienta de Cayena o hacer que tengan un sabor delicioso con sal de ajo.
    • Puedes comprar paquetes de condimentos en el supermercado. Por ejemplo, compra un paquete de condimentos cajún y viértelo sobre las papas después de cocinarlas.
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    Congélalas si quieres usarlas posteriormente. Por lo general, el proceso de blanqueo se realiza antes de congelar los vegetales para extender su duración. Si vas a congelar las papas, empaquétalas en un recipiente de plástico sellable. Asegúrate de dejar 1 cm (½ pulgada) de espacio entre las papas y la tapa del recipiente.[10]
    • Puedes usar una bolsa con cierre hermético. Tan solo asegúrate de sacar tanto aire como puedas.
    • Para obtener mejores resultados, congela las papas en un congelador muy frío. De ese modo, podrás conservarlas durante más tiempo.
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Consejos

  • Evita quemarte con el agua hirviendo. Usa un delantal y mangas largas para que tu piel no se queme directamente con el agua hirviendo.
  • Prepara todos los materiales con anticipación. Es importante que tengas la olla de agua hirviendo y el baño de hielo listos antes de comenzar. De ese modo, no perderás mucho tiempo buscando los materiales y evitarás que las papas se cocinen demasiado en la olla.
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Categorías: Recetas
Resumen del artículoX

Para blanquear papas, primero pélalas si las prefieres sin cáscara. Luego, corta las papas en pedazos iguales y lávalas bajo el agua del grifo para quitarles el almidón. Llena una olla con agua a temperatura ambiente y agrega las papas. Hierve el agua a fuego alto, luego baja el fuego para que el agua apenas hierva ligeramente. Blanquea las papas durante unos 12 minutos o hasta que estén blandas por fuera pero aún duras por dentro. Luego, transfiere las papas a un tazón con agua helada y déjalas reposar hasta que estén frías al tacto. Por último, cuela las papas en un colador y sécalas con un paño de cocina. Puedes almacenar las papas blanqueadas en un recipiente hermético o en una bolsa en el congelador hasta por 3 meses. Si quieres más información sobre cómo usar papas blanqueadas, ¡sigue leyendo el artículo!

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