El azúcar glas (también llamado azúcar en polvo o azúcar impalpable) es un ingrediente básico de la mayor parte de las recetas de glaseado. Posee una textura fina y polvorienta que se mezcla con facilidad con otros ingredientes. Si te se te acabó el azúcar glas, puedes hacerlo tú mismo con azúcar granulada, por ejemplo, usando una licuadora o un procesador de alimentos. El glaseado que usa azúcar granulada sin molerla normalmente necesita alguna forma de calor. En cualquier caso, puedes preparar muchas recetas deliciosas de glaseado aun si no tienes azúcar glas a la mano.

Ingredientes

Moler el azúcar granulada

  • 1 taza (220 g) de azúcar granulada
  • 1 cucharada (15 g) de maicena (opcional)

Rinde 2 tazas

Glaseado de harina

  • 5 cucharadas (75 g) de harina
  • 1 taza (240 ml) de leche
  • 1 taza (220 g) de mantequilla o queso crema ablandado a temperatura ambiente
  • 1 taza (220 g) de azúcar granulada
  • 2 cucharaditas (10 ml) de extracto de vainilla

Glaseado de azúcar morena

  • 1 taza (220 g) de azúcar morena
  • 1 taza (220 g) de azúcar blanca
  • 1/2 taza (120 ml) de crema de leche o leche evaporada
  • 1/2 taza (115 g) de mantequilla
  • 1 cucharadita (5 g) de polvo de hornear
  • 1 cucharadita (5 ml) de vainilla

Glaseado tipo merengue

  • 1 1/2 tazas (330 g) de azúcar blanca
  • 6 claras de huevo
  • 1 pizca de sal

Método 1
Método 1 de 4:
Moler el azúcar granulada

  1. 1
    Elige un tipo de azúcar. Si tienes, elige azúcar blanca granulada. Como alternativa, puedes usar azúcar de coco, azúcar morena o azúcar de caña.[1] Usa solo 1 taza de azúcar a la vez.[2]
    • El azúcar blanca refinada, una vez molida, tiene la consistencia más similar al azúcar glas.
    • Pulverizar más de una taza a la vez no producirá resultados tan uniformes en consistencia.
  2. 2
    Si deseas, agrega maicena. Mézclala con el azúcar granulada si piensas almacenar el azúcar. La maicena ayuda a evitar la formación de grumos, de modo que el azúcar mantenga una textura polvorienta.[3]
    • Si planeas utilizar el azúcar de inmediato, no es necesario agregar la maicena.
    • Si te queda poca maicena, será suficiente con 1 cucharadita (5 g).
  3. 3
    Licúa o muele el azúcar por 2 minutos. Viértelo en una licuadora de vidrio o en un procesador de alimentos. Si deseas, añade la maicena.[4] Pulsa el aparato por 2 minutos.[5]
    • Como alternativa, puedes usar un molinillo de especias o de café, pero ten presente que estos aparatos podrían absorber el sabor de las especias o el café que hayas molido previamente.
    • Es mejor evitar utilizar una licuadora de plástico, Aunque es poco probable (pero posible), los cristales del azúcar pueden dejar rasguños en los aparatos de plástico.
    • Si utilizas una licuadora o un procesador de alimentos con varias opciones, elige “pulsar” o “licuar”.
  4. 4
    Revuelve el azúcar con una espátula. Pasa la espátula a lo largo de la parte interna de la licuadora. Mezcla bien el azúcar, de modo que se licúe y se pulverice de forma homogénea.
  5. 5
    Sigue licuando el azúcar por 2 o 3 minutos más. Apaga y desconecta el aparato (si procede). Agarra un poco de azúcar en los dedos y siente su textura. Vuelve a moler el azúcar si la sientes grumosa, hasta que tenga la textura de polvo.[6]
    • El azúcar estará lista cuando tenga la textura fina y esponjosa del azúcar glas.[7]
  6. 6
    Cuela el azúcar en un bol. Revuélvela con un tenedor. Coloca un tamiz sobre un bol. Echa el azúcar en el tamiz con una cuchara. Golpetea varias veces el costado del tamiz para hacer caer el azúcar en el bol.[8]
    • Colar el azúcar permite airearla, de modo que quede más ligera, más esponjosa y sin grumos.
    • Si no dispones de un tamiz, puedes utilizar un colador de té o un escurridor. Otra manera de airear el azúcar es mezclarlo con un batidor de alambre.[9]
  7. 7
    Sustituye el azúcar glas con tu azúcar molida. Usa el azúcar que acabas de moler en vez del azúcar glas que pide tu receta favorita de glaseado. Por ejemplo, prepara un glaseado para pastel con crema de mantequilla (buttercream) o queso crema. Cubre los cupcakes con un glaseado de mantequilla de maní o de frutos rojos. También puedes construir una casa de galletas de jengibre y mantenerla unida con glasé real.
    • Para un glaseado simple, combina 1 taza (220 g) de azúcar glas con 1 cucharada (15 ml) de leche y 1/4 de cucharadita (1,25 ml) de un saborizante, como el extracto de vainilla, el ron o el jugo de limón.

Método 2
Método 2 de 4:
Hacer un glaseado de harina

  1. 1
    Calienta la harina con la leche. Vierte ambos ingredientes en una cacerola pequeña y llévala a fuego medio. Revuelve de forma constante hasta que la mezcla se espese y adquiera la consistencia de un pudín o una masa espesa. Retírala del fuego y déjala enfriar a temperatura ambiente.[10]
    • Puedes usar la técnica del glaseado de harina para preparar un glaseado de crema de mantequilla de harina o un glaseado de queso crema cocido.[11]
    • Esta receta de glaseado rinde lo suficiente para cubrir 24 cupcakes o dos pasteles de 20 cm (8 pulgadas).
  2. 2
    Mezcla la mantequilla con el azúcar. En un bol mediano, bate la mantequilla o el queso crema con el azúcar usando una batidora manual o una batidora fija. Bate a alta velocidad por 5 minutos o hasta obtener una mezcla suave, homogénea, ligera y esponjosa.[12]
    • Si no cuentas con una batidora manual o una fija, bate la mezcla enérgicamente con un batidor de alambre.
  3. 3
    Combina ambas mezclas. Una vez que la mezcla de leche y harina hayan enfriado a temperatura ambiente, incorpora la vainilla. Agrega la mezcla de leche y harina a la crema de mantequilla. Bate a alta velocidad por 6 a 8 minutos. Raspa los costados del bol según sea necesario.
    • El glaseado estará listo cuando los ingredientes estén bien combinados y la mezcla se vuelva ligera y esponjosa como la crema batida.[13]
  4. 4
    Utiliza el glaseado de inmediato. Esparce el glaseado de crema de mantequilla de harina o de queso crema cocido en los pasteles, los cupcakes, los panqueques o cualquier otro postre que te guste. También puedes guardarlo en el refrigerador durante unas 2 horas hasta que estés listo para utilizarlo.
    • Puedes refrigerar el glaseado durante toda la noche. Pero antes de usarlo, déjalo calentarse a temperatura ambiente y luego vuelve a batirlo hasta obtener la consistencia adecuada.[14]

Método 3
Método 3 de 4:
Preparar un glaseado de azúcar morena

  1. 1
    Mezcla los dos azúcares con la crema de leche y la mantequilla. Bate los ingredientes en una cacerola mediana y caliéntala a fuego medio. Revuelve de forma constante, de modo que el azúcar no se queme ni se cristalice.[15]
    • Puedes reemplazar la crema de leche con leche evaporada.
  2. 2
    Pon a hervir la mezcla. Apenas empiece a hervir, pon el cronómetro para que suene a los 2 minutos y 1/2. Sigue revolviendo la mezcla durante todo el tiempo que hierva. Retírala del fuego apenas suene el cronómetro.
    • Hervir la mezcla por 2 minutos y 1/2 permite que los azúcares empiecen a caramelizarse.
  3. 3
    Agrega el polvo de hornear y la vainilla. Bate la mezcla a alta velocidad con una batidora manual durante 6 a 8 minutos o hasta que se vuelva suave, homogénea, ligera y esponjosa. Esta es la consistencia perfecta para esparcirla sobre los pasteles u otros postres.
    • La función del polvo de hornear es evitar que el azúcar se endurezca.
    • También puedes batir la mezcla en una batidora fija. Una vez que hierva la mezcla de azúcar, añade el polvo de hornear y la vainilla y trasládala al bol de la batidora fija.

Método 4
Método 4 de 4:
Preparar un glaseado tipo merengue

  1. 1
    Mezcla todos los ingredientes. En un bol mediano, bate el azúcar, las claras de huevo y la sal. Asegúrate de que el bol sea resistente al calor, puesto que vas a calentarlo a baño maría.[16]
    • Si tienes una batidora fija, retira el bol y bate los ingredientes directo en este bol.
    • En esta receta, la función de la sal es descomponer la albúmina de huevo, de modo que el glaseado no tenga sabor a huevo.
  2. 2
    Calienta la mezcla sobre una olla de agua hirviendo. Vierte 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de agua en una cacerola mediana. Ponla a hervir a fuego medio alto. Una vez que hierva el agua, coloca el bol con la mezcla sobre la olla para crear un baño maría. Bate la mezcla de forma constante por 7 minutos.
    • La mezcla estará lista cuando los huevos estén bien calientes y tengan una consistencia líquida y diluida.
  3. 3
    Bate la mezcla. Retira el bol de fuego. Empieza a batir de inmediato la mezcla a alta velocidad y sigue batiendo hasta que el glaseado se vuelva espeso y esponjoso, lo que te tomará entre 5 y 10 minutos.
    • El glaseado estará listo cuando tenga la consistencia de la crema de afeitar y mantenga su forma al levantar las varillas batidoras.

Cosas que necesitarás

Moler el azúcar granulada

  • una licuadora, un procesador de alimentos u otro molinillo
  • una espátula
  • un tenedor
  • un tamiz
  • una cuchara
  • un bol

Glaseado de harina

  • un batidor de alambre
  • una cacerola pequeña
  • un bol mediano
  • una batidora manual o fija
  • una cuchara o una espátula

Glaseado de azúcar morena

  • una cuchara o un batidor de alambre
  • una cacerola mediana
  • una batidora fija

Glaseado tipo merengue

  • un bol mediano resistente al calor
  • una batidora manual o fija
  • una cacerola mediana
  • una cuchara de cocina

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 185 775 veces.
Categorías: Fondant y glaseado | Recetas