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El glaseado real es un tipo de glaseado blanco duro que se hace con azúcar glas y claras de huevo. Este glaseado les da a los pasteles y a las galletas una apariencia hermosa, pero algunas veces puede tardar bastante tiempo en secarse. Afortunadamente, puedes acelerar el proceso de varias formas. Deja que las galletas se sequen a temperatura ambiente y expuestas a la mayor cantidad de aire posible. Si hay mucha humedad en tu casa, usa un deshumidificador o un ventilador para que las galletas se sequen más rápido, o usa una pistola de aire caliente para solidificar de inmediato el glaseado. ¡Disfruta de tus deliciosos productos horneados!
Pasos
Método 1
Método 1 de 2:Usar distintas técnicas para secar
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1Enciende un deshumidificador si el ambiente donde están los productos horneados es húmedo. La humedad puede hacer que el glaseado se tarde 3 veces más en secarse que si los colocas en un área con aire seco. Coloca el deshumidificador en la habitación donde se encuentran los productos horneados, enciéndelo y elige el ajuste más alto. Déjalo encendido hasta que el glaseado se haya secado por completo.[1]
- Si no tienes un deshumidificador, puedes encender el aire acondicionado frío.
- Esto también ayuda a evitar que el glaseado pierda su forma.
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2Coloca los productos horneados en el horno y enciende únicamente la luz para acelerar el proceso. Es importante que te asegures de que el calor esté apagado para que los productos no se quemen. Simplemente enciende el horno y luego espera a que la luz se encienda. Si no se enciende de forma automática, presiona el ícono de la luz o gira el selector hacia el ajuste correcto.[2]
- Si no quieres usar el horno, puedes usar una lámpara de calor.
- Coloca la bandeja en el centro del horno para permitir el que aire circule al máximo.
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3Coloca un ventilador cerca de los productos horneados para que reciban una mayor corriente de aire. Coloca el ventilador a una velocidad media y sitúalo al menos a 1 metro (3,3 pies) de distancia de los productos horneados para que el aire no haga que el glaseado se destiña o cambie su forma. Si observas que el glaseado empieza a perder su forma, simplemente debes alejar el ventilador o bajarle la velocidad.[3]
- Esto funciona mejor para los pasteles o las galletas que tienen una sola capa de glaseado, ya que, si tienen varios niveles, las capas son más frágiles y el fuerte viento del ventilador suele afectarles.
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4Sostén una pistola de aire caliente sobre el glaseado para secarlo al instante. Una pistola de aire caliente es un aparato bastante especializado, pero es enormemente eficaz y puede ser una inversión útil si horneas muchos productos de panadería. Sostén la pistola a una distancia aproximada de 3 cm (1 pulgada) del glaseado y espera a que se seque. Por lo general, solo tardará unos minutos.[4]
- Puedes comprar una pistola de aire caliente por Internet o en una tienda especializada en repostería.
Método 2
Método 2 de 2:Evitar los errores comunes
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1Deja que el glaseado se seque sobre la mesa de trabajo, en lugar de meter los productos horneados en un recipiente. Los recipientes herméticos tienden a humedecerse, por lo que el glaseado tarda más en secarse. En lugar de usar un recipiente, simplemente deja secar las galletas a temperatura ambiente.[5]
- Si en tu cocina hay mucha humedad, coloca los productos horneados en otra habitación donde el aire sea más frío y seco, pero debes asegurarte de elegir un lugar donde las mascotas o los niños no los derriben ni se los coman.
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2Evita meter los productos horneados en el refrigerador. Este es un truco común para que el glaseado real se seque; sin embargo, no es un método eficaz. El aire frío y húmedo del refrigerador no permite que el glaseado se seque y podría ablandar los productos horneados.[6]
- De la misma forma, evita colocar los productos horneados en el congelador para que se sequen, ya que la condensación puede arruinar el glaseado.
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3Coloca los productos horneados en una sola capa, sin apilarlos. Si no tienes suficiente espacio, quizás te parezca fácil colocar las bandejas de secado una sobre la otra. Desafortunadamente, esto suele provocar condensación y humedad, lo cual hace que el proceso de secado sea más lento.[7]
- Si no tienes mucho espacio en la cocina, puedes colocar los productos horneados sobre un escritorio o una mesa.
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