Con un blanqueamiento dental podrás tener una sonrisa más atractiva y juvenil. Cuando se realiza correctamente, este es un proceso seguro y efectivo que no perjudica la salud de los dientes e incluso podría subir tu autoestima. Si quieres iluminar tu sonrisa, hay varias opciones que puedes probar.

Parte 1
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Explorar opciones de blanqueamiento

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    Blanquea tus dientes con bicarbonato de sodio. Si encuentras este ingrediente presente en una pasta dental, será efectiva. El bicarbonato contiene radicales libres que pueden penetrar el esmalte dental, lo cual elimina las manchas. Solo introduce tu cepillo dental en el bicarbonato y cepíllate durante un par de minutos (como si estuvieras cepillándote los dientes normalmente).
    • Cabe resaltar que hay un debate sobre la seguridad en el uso de bicarbonato. Si bien es efectivo, algunos aseguran que daña el esmalte de los dientes (lo debilita o lo destruye por completo), en especial si te cepillas realizando movimientos de atrás hacia delante con un cepillo de cerdas duras. Para ser precavido, no te recomendamos depender de esta opción a largo plazo. Usar esta opción 2 veces a la semana es más que suficiente.
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    Blanquéate los dientes con fresas. Esta fruta deliciosa contiene ácido málico, agente que puede penetrar manchas. Tritura 1 fresa en tu pasta de bicarbonato, espárcetela por los dientes y déjala actuar unos 5 minutos. ¡Cepíllate y listo! Es posible que veas una superficie dental más blanqueada de inmediato.
    • Si no puedes, solo restriégate la fruta sobre los dientes (pícala para que salgan los jugos, desde luego) y enjuágate con un vaso de agua.
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    Experimenta con aceite de coco o vinagre de cidra de manzana. Si bien también está debatido, algunos aseguran que estos dos ingredientes son blanqueadores dentales naturales. Solo úsalos como enjuague bucal o frótalos sobre tus dientes y déjalos actuar unos 10 minutos. Luego, cepíllate los dientes, enjuágate y ¡listo!
    • Sin embargo, no debes depender solamente de estos métodos. Ver algún resultado puede tomarte 1 o 2 meses.
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    Compra un kit blanqueador de dientes. No podría ser más fácil, ¿cierto? De seguro tu tienda grande o farmacia local vende algunas opciones de kits bloqueadores de dientes. Algunos son bastante costosos, mientras que otros no, pero todos darán resultados (es solo una cuestión de tiempo). Si tienes los recursos para pagarlo, hazlo.
    • Lee los ingredientes y revisa si tiene “peróxido de hidrógeno”, porque sirve para blanquear los dientes. Una concentración al 6 % es más que suficiente.
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    Compra un kit de tu dentista. Este tendrá acceso a geles y bandejas muy potentes que no encontrarás en la farmacia local. Si no tiene ninguno, por algún motivo, quizá conozca a alguien que lo tenga. ¡No está de más preguntar!
    • Las bandejas y los geles son muy potentes, pero la mayor desventaja es que podrían no caber en tu boca. Si tu mandíbula es de un tamaño particular, quizá te cueste ponerte una.
    • Tu dentista te brindará bandejas personalizadas que te entrarán bien en los dientes y te darán mejores resultados.
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    Blanquéate los dientes con un profesional. Hay varias métodos excelentes para blanquearlos. Si bien algunos de estos procedimientos deben realizarse en el consultorio de un dentista, algunos pueden hacerse en casa. Pregúntale a tu dentista qué te recomienda. El procedimiento más reciente es el blanqueamiento con láser.
    • Este quizá sea el método más rápido y, sin lugar a dudas, el más costoso.
    • Si tienes manchas que no salen, también pueden usarse coronas o carillas (ambos son procedimientos cosméticos).
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Tomar precauciones diarias

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    Cumple tu régimen de cepillado y uso de hilo dental. Sin lugar a dudas, la mejor manera de prevenir problemas dentales y de manchas es cepillarse y usar hilo dental. Asegúrate de cepillarte antes de acostarte y al despertarte, pero después de las comidas también es esencial. Cuando quedan restos de comida en los dientes, se pueden producir manchas. Cuando se los quita con el cepillado de inmediato, las manchas no se pueden formar.
    • Procura cepillarte 2 minutos completos cada vez. ¡No olvides cepillarte también la lengua y las encías!
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    No olvides el chicle dental blanqueador y el enjuague bucal. Si bien el cepillado y el hilo dental son más imprescindibles que el uso de enjuague bucal y chicle blanqueador, entre más precauciones se tomen contra las manchas, más blancos quedarán y se mantendrán los dientes. Entre cada sesión de higiene, solo toma un chicle blanqueador o enjuágate rápidamente con un enjuague bucal blanqueador. También es bueno para la salud.
    • El chicle y los enjuagues bucales ayudan a mantener los dientes blancos y previenen las manchas, pero también combaten las bacterias y las caries.
    • Estos de por sí no causan un gran efecto, pero pueden marcar un poco la diferencia en combinación con un buen régimen de cepillado y uso de hilo dental. Son como la cereza del pastel.
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    Evita todas las presentaciones de tabaco. Nos referimos a los cigarrillos, las pipas, los cigarros, a masticar tabaco e inhalar rapé. Todas son malas para la salud y los dientes. Es tentador pensar que masticar tabaco es mejor para la salud (y los dientes) que fumar cigarillos, pero no es cierto. El tabaco para masticar e inhalar contiene por lo menos 28 químicos que causan cáncer oral y son mucho más adictivos que la nicotina, porque se absorben directamente por la mucosa oral.[1] La única opción segura es mantenerse alejado de todas sus presentaciones.
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    Reduce tu consumo de café y té. Si no puedes empezar tu mañana sin una taza de estas bebidas, trata de beberla con una pajilla para que no manche tus dientes. Es mejor eliminarlas por completo, así que, si puedes lograrlo, hazlo.
    • Y no, la crema de leche ni la leche harán que el café manche menos. Las propiedades que destruyen el esmalte seguirán presentes. Así que, salvo que la crema sea casi toda la taza (con lo cual no habrá café), ese color más claro no te hará mucho bien.[2]
    • Reduce tu consumo de gaseosas también, porque pueden corroer el esmalte dental.
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    Oculta tus caries. Hoy en día, los empastes de color natural son la norma. Sin embargo, es probable que tengas una amalgama oscura muy visible si una de un color natural no estaba disponible. Si cuentas con un poco de dinero extra, considera la posibilidad de cambiarla por un compuesto plástico de color natural, que dejará el diente viéndose intacto aunque se lo mire de cerca.
    • Un diente cariado también puede cubrirse con una corona de porcelana. Consulta con tu doctor sobre tus opciones.
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    Ve al dentista con más frecuencia de la necesaria. Ir tan solo para una limpieza dental mantendrá tu sonrisa blanca y reluciente. Además, el dentista detectará cualquier problema más pronto que tarde, así que siempre será provechoso.
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    Usa tonos azules. Los tonos azules (sobre el cuerpo o los labios) hacen que el color marfil se vea más blanco.[3] Por eso, opta por un cuello de cisne azul marino o ese brillo labial color cereza en vez de un suéter rojo vivo y un lápiz labial del mismo color. Claro que el efecto desaparecerá cuando te los quites, ¡pero es una solución rápida!
    • Pero no optes por los lápices ni brillos labiales mate, aunque tengan tonos azules, porque harán que tus dientes se vean sucios y menos perlados. Limítate a los brillos labiales si quieres que tus labios brillen.
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    Come alimentos crujientes. Nos referimos a las manzanas, los ejotes frescos, el apio, la zanahoria, la coliflor cruda, el brócoli, es decir, cualquier vegetal o fruta dura que pueda ser un agente exfoliante para los dientes. Así que, si no tienes un cepillo dental en tu bolsillo y acabas de tomar una taza de café, una manzana podría ser tu mejor solución.
    • Además, todas estas opciones son buenas para la salud.
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Acerca de este wikiHow

Cristian Macau, DDS
Coescrito por:
Doctor en Cirugía Dental
Este artículo fue coescrito por Cristian Macau, DDS. El Dr. Macau es un cirujano oral, periodoncista y esteticista en la Clínica Dental Favero en Londres. Recibió su doctorado en Cirugía Dental en la Universidad de Medicina Carol Davila en 2015. Este artículo ha sido visto 4179 veces.
Categorías: Blanqueamiento dental
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