Si quieres fundir el metal en diferentes formas, necesitas tener un horno que se caliente lo suficiente como para fundir el metal. Si bien puedes comprar hornos prefabricados, también puedes fabricar los tuyos utilizando un bote de basura aislado. Empieza por cortar el bote de basura al tamaño adecuado y forrarlo con un aislante resistente al calor. Una vez hayas construido el horno, aísla la tapa para que retenga el calor y ventile la presión acumulada. Después de conectar una fuente de calor al horno, ¡podrás usarlo para fundir!

Parte 1
Parte 1 de 3:
Hacer el cuerpo del horno

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    Corta un bote de basura de acero con una amoladora angular para que tenga una altura de 46 cm (18 pulgadas). Busca un bote de basura de acero que tenga al menos 46 cm (18 pulgadas) de alto y un diámetro de 41 cm (16 pulgadas). Si el bote de basura tiene una altura superior a 46 cm (18 pulgadas), coloca un disco de corte para metal en una amoladora angular y enciéndela. Corta cuidadosamente alrededor de la parte exterior del bote de basura para recortarlo al tamaño requerido.[1]
    • Usa gafas de seguridad mientras trabajas con una amoladora angular, para que no te entren trozos de metal en los ojos.
    • Ten cuidado con los bordes cortados del bote de basura, pues pueden ser afilados y podrían cortarte fácilmente.
    • Si no tienes una amoladora angular o simplemente quieres una forja más pequeña, también puedes utilizar un cubo de acero de 9,5 L (10 cuartos de galón) que tiene una altura de 30 cm (11 pulgadas).
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    Perfora un agujero en un lado del bote de basura que esté a 10 cm (4 pulgadas) del fondo. Coloca un accesorio de sierra para agujeros de 2,5 cm (1 pulgada) en el extremo de un taladro y ajústalo hasta que esté seguro. Alinea el agujero en un lado del bote para que esté ligeramente descentrado y a unos 10 cm (4 pulgadas) del fondo del bote. Corta completamente a través del lado del bote de basura.[2]
    • El agujero lateral será el lugar por donde el aire o el gas entrará en la forja para hacer circular el calor.
    • No coloques el agujero directamente a lo largo del fondo del bote de basura o podría taparse si se produce un derrame dentro del horno.
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    Forra el interior de la lata con 5 cm (2 pulgadas) de manta de fibra cerámica. La manta de fibra cerámica es un estilo de aislamiento resistente al calor y al fuego que funciona bien con los hornos caseros. Usa un cúter para cortar un pedazo circular de manta de fibra cerámica que sea del mismo tamaño que el fondo del bote de basura. Presiona el pedazo de manta firmemente contra el fondo del bote. Luego, envuelve la manta tan apretado como puedas alrededor de las paredes internas del bote de basura.[3]
    • Puedes comprar la manta de fibra cerámica en tiendas de mejoramiento para el hogar o en línea.
    • La manta de fibra cerámica puede causar irritación si entra en contacto con la piel desnuda. Usa mangas largas y guantes de trabajo para ayudar a protegerte.

    Advertencia: el polvo que se produce al cortar la manta de fibra cerámica puede ser perjudicial si entra en tus pulmones, por lo que siempre debes llevar una mascarilla antipolvo cuando la manipules.[4]

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    Recorta la manta que cubre el agujero en un lado del bote de basura. Encuentra el agujero que hiciste en el lado del bote de basura y hurga en él con un cuchillo de precisión para manualidades. Guía el cuchillo alrededor del borde del agujero para cortar la manta que cubre el lado del bote de basura. Una vez que cortes alrededor del borde, saca el pedazo de manta del agujero.[5]
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    Rocía un rigidizador sobre la manta y déjalo reposar durante 24 horas. El rigidizador es un compuesto químico que activa las partículas de la manta de fibra cerámica para que se solidifique y mantenga su forma. Vierte el compuesto rigidizador en un rociador y aplícalo en todos los lados expuestos de la manta. Deja que el rigidizador se seque al aire libre durante al menos 24 horas para que pueda fraguar y endurecer la manta.[6]
    • Puedes comprar el rigidizador en línea.
    • Etiqueta el rociador que utilizas para el rigidizador, de modo que no lo mezcles con otras botellas que tengas.
    • Algunas mantas de fibra cerámica son pretratadas con un rigidizador y comenzarán a endurecerse cuando se expongan al aire. Comprueba el empaque de la manta para ver si hay alguna instrucción especial.
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    Pinta la superficie de la manta con cemento de horno y déjalo fraguar completamente. Mezcla el cemento de horno con un palillo agitador para asegurarte de que esté bien combinado. Luego usa una brocha de 5 cm (2 pulgadas) para extender el cemento sobre la manta. Asegúrate de que todas las superficies expuestas estén completamente cubiertas para que el calor no se escape. Deja que el cemento se seque durante al menos 24 horas antes de usar el horno.[7]
    • Puedes comprar cemento premezclado para hornos en tiendas de mejoramiento para el hogar o en línea.
    • No necesitas utilizar cemento para hornos, pero este puede ayudar a prolongar la vida útil del horno y crear una superficie lisa y limpia.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Aislar la tapa

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    Perfora un agujero de ventilación de 5 cm (2 pulgadas) en la parte superior de la tapa del bote de basura. Usa la tapa que vino con el bote de basura que estás usando para el cuerpo principal del horno. Coloca un accesorio de sierra de agujero de 5 cm (2 pulgadas) en el taladro y ajústalo hasta que esté seguro. Coloca el agujero de ventilación de 8 o 10 cm (3 o 4 pulgadas) a un lado del mango de la tapa y usa la sierra para cortar el metal.[8]
    • Asegúrate de utilizar un accesorio de sierra para metales o de lo contrario podrías dañar la broca.
    • Nunca uses una tapa que no tenga un agujero de ventilación, o de lo contrario la presión podría acumularse dentro del horno y hacer que este explote o falle de manera catastrófica.
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    Rellena la parte inferior de la tapa con 5 cm (2 pulgadas) de manta de fibra cerámica. Corta un trozo circular de manta de fibra cerámica que tenga un diámetro de 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) más grande que el fondo de la tapa. Coloca la manta en el fondo de la tapa para que se presione contra los lados y se mantenga firmemente en su lugar. Continúa añadiendo capas de manta de cerámica hasta que tenga 5 cm (2 pulgadas) de grosor, para proporcionar la mejor resistencia al calor.[9]
    • Usa ropa de manga larga y una mascarilla antipolvo con clasificación N95 o superior mientras cortas y trabajas con la manta, pues puede causar irritación y picor.
    • Siempre revisa la ficha de datos de seguridad (FDS) de la manta cerámica con la que estás trabajando y sigue las precauciones de seguridad indicadas en ella.
    • Si la manta no se adhiere a la parte inferior de la tapa, puedes rociar un adhesivo resistente al calor en la tapa antes de presionar la manta sobre ella. Puedes comprar el adhesivo resistente al calor en ferreterías o en línea.
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    Corta un agujero en la manta que se alinee con el agujero de la tapa. Voltea la tapa para que el mango quede hacia arriba y localiza el agujero que perforaste antes. Introduce un cuchillo de precisión para manualidades en el borde del agujero para que atraviese completamente la manta. Sierra de un lado a otro, a lo largo del borde del agujero, para quitar la sección de manta que lo cubre.[10]
    • No dejes la manta sobre el agujero o el horno no se ventilará adecuadamente.

    Consejo: Si tienes problemas para cortar la manta con un cuchillo de precisión, entonces intenta usar un cuchillo de pan dentado, pues puede cortar la manta más fácilmente.

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    Aplica un rigidizador a la manta y déjala secar durante 24 horas. Pon el compuesto rigidizante en un rociador y aplícalo directamente a la manta de fibra cerámica de la tapa. Asegúrate de cubrir todas las superficies expuestas con el rigidizador o de lo contrario no se endurecerá eficazmente. Una vez hayas puesto el rigidizador en toda la manta, déjalo fraguar en una habitación bien ventilada durante al menos 24 horas, para que pueda fijarse.[11]
    • Puedes aplicar el rigidizador con una brocha, si no tienes un rociador a la mano.
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    Pinta con cemento de horno toda la manta expuesta, para aislarla más. Mezcla el cemento del horno con un palillo agitador para asegurarte de que esté bien combinado. Usa una brocha de 5 cm (2 pulgadas) para cubrir las superficies expuestas de la manta. Alisa el cemento con la brocha antes de dejarlo fraguar durante al menos 24 horas.[12]
    • Pon cartón o paños en el suelo antes de aplicar el cemento, para que no caiga accidentalmente sobre algo.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Proporcionar una fuente de combustible

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    Alimenta un tubo de acero o un quemador a través del agujero lateral del horno. El tipo de tubería que uses depende de lo que quieras usar como tu fuente de combustible. Si deseas utilizar carbón dentro del horno, entonces pon un tubo de acero de 30 cm (12 pulgadas) que tenga un diámetro de 2,5 cm (1 pulgada) a través del agujero. Asegúrate de que el tubo se extienda al menos 2,5 cm (1 pulgada) más allá de la pared interior del horno. Si quieres utilizar propano, coloca un quemador dentro del horno e introduce el extremo de la válvula del tubo a través del agujero lateral. Coloca el extremo del quemador dentro del horno, de modo que apunte de manera descentrada.[13]
    • Puedes comprar un quemador de propano para hornos en línea.
    • No uses un tubo de acero normal para el propano, ya que no podrás controlar la llama tan fácilmente.
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    Conecta un soplete de aire al extremo del tubo con un acoplador, si desea utilizar carbón vegetal. Un acoplador te permite unir los tubos sin necesidad de soldar las piezas entre sí. Desliza el extremo del acoplador en el extremo del tubo de acero que está fuera del horno. Desliza el otro extremo del acoplador sobre el extremo de un soplete de aire, para forzar el aire a través del horno para que se caliente mejor.[14]
    • Puedes comprar los acopladores en tu ferretería local.
    • Si no tienes un soplete de aire, puedes utilizar una secadora de pelo vieja con la configuración más alta de ventilador para mover el aire.
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    Conecta un tanque de propano al otro extremo del quemador si está usando gas. Conecta una manguera de suministro de aire entre la válvula del tanque de propano y el puerto de control en el extremo del quemador. Asegúrate de que las válvulas estén completamente cerradas mientras no estés operando el horno, para no desperdiciar el combustible o crear un riesgo de incendio.[15]
    • Puedes conectar cualquier tanque de propano al horno, pero los tanques pequeños se agotarán más rápido mientras esté funcionando el horno.
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    Enciende el horno para que se caliente. Si usas carbón vegetal, llena la parte inferior del horno con 5 u 8 cm (2 o 3 pulgadas) de briquetas y usa un encendedor para prenderlas. Enciende el soplete de aire en la configuración más baja para ayudar a que el horno se caliente más. Si estás usando propano, abre las válvulas del tanque y del quemador. Coloca un percutor en el centro del horno y ajústalo para encender el propano. Pon la tapa encima del horno para que el calor no se escape.[16]
    • Usa las válvulas del tanque de propano y del quemador para controlar el tamaño de la llama que produce.
    • Las llamas del horno pueden salir del agujero de ventilación que hiciste en la tapa, así que ten cuidado al manipularlo.
    • Los hornos de carbón pueden alcanzar normalmente una temperatura de unos 649 °C (1200 °F), mientras que el propano puede alcanzar los 1260 °C (2300 °F).
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    Usa un crisol cuando quieras fundir metal. Un crisol es un recipiente de metal que se coloca dentro del horno y que contiene el metal que se está derritiendo. Pon el metal que quieres fundir dentro del crisol y usa un par de pinzas para fundir para colocarlo en el medio del horno. Deja que el horno caliente el crisol y derrita el metal antes de sacarlo con las pinzas para fundir.[17]
    • Este horno fundirá metales de baja temperatura, como el aluminio y el latón.

Advertencias

  • El polvo de la manta de fibra cerámica puede causar irritación si toca la piel o entra en los pulmones. Siempre asegúrate de usar una mascarilla para el polvo con clasificación N95 o mejor, ropa de manga larga y guantes de trabajo mientras cortas la manta.[18]
  • Siempre asegúrate de que las válvulas del tanque de propano estén cerradas cuando no estés usando el horno, o de lo contrario el combustible se derramará y creará un riesgo de incendio.
  • Los hornos para fundir metal pueden alcanzar temperaturas superiores a los 1090 °C (2000 °F), por lo que hay que tener mucho cuidado al utilizarlos.
  • Ten un extintor de incendios cerca del horno en caso de que haya una emergencia.

Cosas que necesitarás

  • gafas de seguridad
  • mascarilla antipolvo N95
  • guantes de trabajo
  • bote de basura de acero con tapa
  • amoladora angular
  • taladro con accesorio de sierra para agujeros
  • manta de fibra cerámica
  • cúter
  • cuchillo de precisión para manualidades
  • rigidizador
  • cemento de horno
  • brocha
  • quemador de tubo de acero o de propano
  • acoplador
  • soplete de aire
  • carbón
  • tanque de propano
  • manguera de aire
  • percutor
  • crisol
  • pinzas para fundir
  • extintor de incendios

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Categorías: Metalistería