El aluminio es un metal fácil de conseguir que se emplea en una gran variedad de productos. Las aleaciones de aluminio (aluminio puro mezclado con otros metales) se emplean en todo, desde los utensilios de cocina hasta los muebles del hogar y las partes de los vehículos. La capa superficial de todo objeto de aluminio también forma una unión sólida con el oxígeno del aire. Esto protege al aluminio y lo hace más duradero; sin embargo, también puede darle una apariencia decolorada u opaca. Con frecuencia, se puede usar el ácido para neutralizar la oxidación de la superficie del aluminio, y así restaurar la apariencia brillante de este metal.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Limpiar el aluminio usando ácido

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    Coloca la superficie de aluminio en el ácido. Este paso dependerá del tamaño de la pieza de aluminio y la mancha que intentes eliminar. Si la mancha cubre una gran parte del aluminio, lo mejor suele ser remojar la pieza en el ácido por 1 o 2 horas. Si vas a eliminar una mancha pequeña o no cuentas con un tanque lo suficientemente grande como para colocar la pieza, puedes aplicarle el ácido a un paño y frotar de atrás hacia adelante.[1]
    • No emplees movimientos circulares, ya que esto puede hacer que el producto final de aluminio luzca irregular.
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    Restriega con poca fuerza usando un abrasivo suave, si es necesario. Si la mancha no se borra con facilidad usando solo ácido, puedes emplear la sal o el bicarbonato de sodio como un abrasivo mínimo. Puedes aplicarlos con un paño. Restriega con la menor fuerza posible, así reducirás los arañazos en la superficie del aluminio.[2]
    • En ocasiones, la lana de acero se emplea como un abrasivo más fuerte. Si crees que tienes que hacerlo, debes conseguir la lana de acero del grado más fino que puedas adquirir, y úsala con mucho cuidado. Los arañazos en el aluminio harán que en el futuro los residuos se atoren incluso más en él.
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    Enjuaga el ácido y seca la pieza. Si dejas el ácido en la pieza, con el tiempo puede dañarla y causarle marcas. Enjuaga la pieza en agua a temperatura ambiente (aproximadamente 25 °C o 70 °F). Luego de retirar el ácido, tan solo seca la pieza usando una toalla suave limpia.[3]
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    Pule el aluminio para protegerlo de los daños futuros. Podrás obtener un pulidor de aluminio en la tienda local de materiales para mejoras del hogar, o en Internet. Aplica el pulidor con un paño empleando un movimiento circular, y luego retíralo con otro paño. Lustra la superficie con un paño limpio para sacarle brillo a la pieza.[4]
    • No apliques el pulidor de aluminio en ninguna superficie que entre en contacto con la madera o el fuego. Este es inflamable y tóxico.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Elaborar una solución de limpieza con ácido

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    Escoge un ácido adecuado. El ácido muriático (también conocido como ácido hidroclórico) es una opción común para lavar con ácido. Este es relativamente seguro para el aluminio y muy fácil de conseguir. Recuerda que este ácido es muy peligroso y debe mantenerse lejos del alcance de las mascotas y los niños. También es tóxico para el ambiente.[5]
    • El ácido muriático no es ácido clorhídrico puro y no tiene una concentración estándar. Asegúrate de revisar siempre la etiqueta del producto para saber cuál es la concentración exacta.[6]
    • Usa guantes y gafas protectoras para evitar cualquier irritación.
    • Otro método consiste en preparar una solución de ácido con vinagre o crema tártara y agua. Esto es más seguro que usar ácido muriático u otros ácidos fuertes.[7]
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    Vierte tu ácido en agua para diluirlo. Es de mucha importancia que lo hagas de forma correcta. Cuando el agua se combina con el ácido, se genera una gran cantidad de calor. El calor se dispersará de forma segura siempre y cuando viertas el ácido en un recipiente con agua.[8] Revisa la etiqueta o consulta con el fabricante sobre las proporciones de dilución para el agua y el ácido.
    • Si viertes el agua en el ácido, la mezcla inicial tendrá mucha concentración de ácido, y podría calentarse lo suficiente como para hervir de inmediato, lo que lanzará el ácido concentrado fuera del recipiente. Podrás evitarlo si viertes el ácido en el agua, y esto también te protegerá contra esta reacción.[9]
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    Mantén el ácido a temperatura ambiente. La temperatura ambiente es ideal para que el ácido elimine la suciedad y la corrosión del aluminio. Esto dará resultados grandiosos si tienes que restregar la pieza, ya que podrías tener dificultades para usar un ácido muy caliente o muy frío. Asimismo, debes cerciorarte de que la pieza de aluminio esté a temperatura ambiente antes de tratar de limpiarla con ácido.[10]
    • También puedes hervir una solución de ácido diluida (p. ej., una cucharada de vinagre en 950ml o 1 cuarto de agua) en una olla o sartén corroída, y luego enjuagarla y limpiarla con un paño.[11]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Lavar previamente el aluminio

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    Lava la superficie del aluminio con agua tibia y un desengrasante. El objetivo es retirar la mayor cantidad posible de suciedad. Si intentas eliminar la corrosión de tu pieza de aluminio, el ácido tendrá que cubrir la corrosión para lograrlo. Si eliminas la mayor cantidad posible de contaminantes de la pieza, podrás alistarla para la limpieza con ácido.[12]
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    Escoge un abrasivo suave y empléalo siempre que necesites restregar. Podrías tener que restregar un poco para eliminar la suciedad como los alimentos quemados. Si este es el caso, tendrás que emplear el método más suave que dé resultados. Lo ideal es frotar usando un paño con bicarbonato de sodio. Recuerda emplear un movimiento de atrás hacia adelante (no circular), así garantizarás que tenga una apariencia uniforme.[13]
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    Enjuaga y seca bien la pieza antes de limpiarla con el ácido. Luego de lavar y restregar la pieza, estará lista para que la limpies con el ácido. Enjuaga todo residuo dejado por los elementos como el detergente o el bicarbonato de sodio. Seca la superficie del aluminio con un paño suave antes de dejarla expuesta a la solución de ácido.[14]

Consejos

  • Prueba una pequeña parte oculta de la pieza antes de dejarla expuesta totalmente a un nuevo limpiador.[15]

Advertencias

  • No uses químicos fuertes en la medida de lo posible.[16]
  • Lo mejor es usar guantes cuando manipules ácidos, incluso si están diluidos. Si vas a emplear un ácido fuerte (como el ácido hidroclórico), deberás usar guantes, gafas y otra protección para la piel.
  • Si vas a usar un ácido fuerte (como el ácido hidroclórico), sus gases podrían ser peligrosos. Usa una máscara antigas o trabaja bajo una cubierta ventilada.

Cosas que necesitarás

  • ácido
  • gafas protectoras
  • guantes
  • agua
  • paños
  • abrasivos
  • pieza de aluminio
  • detergente

Acerca de este wikiHow

Meredith Juncker, PhD
Coescrito por:
Investigadora científica
Este artículo fue coescrito por Meredith Juncker, PhD. Meredith Juncker es candidata a un PhD en Bioquímica y Biología Molecular en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Estatal de Louisiana. Sus estudios se centran en proteínas y enfermedades neurodegenerativas. Este artículo ha sido visto 75 800 veces.
Categorías: Metalistería