La chirivía es un vegetal de raíz que proviene de la familia de las zanahorias, tiene mucho sabor y es muy versátil. Al igual que las papas, puedes cocerlas, asarlas, saltearlas, triturarlas y combinarlas con diversas hierbas, especias y platos principales. Para cortar chirivías, primero pela la cáscara dura y desecha los extremos de la parte superior y la inferior. Luego puedes cortarlas en palillos con cortes en juliana, en discos con cortes al bies, quitarles el centro y dividir las partes más suaves en pedazos pequeños. ¡Buen apetito!

Método 1
Método 1 de 4:
Pelar y recortar chirivías

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    Sujeta la chirivía con una mano y un pelador de vegetales con la otra. Dado que las chirivías forman parte de la familia de las zanahorias, puedes pelar su cáscara dura de una manera muy similar. Sujeta el extremo angosto con tu mano no dominante y un pelador de vegetales portátil afilado con la otra mano.[1]
    • Para atrapar la cáscara, sujeta la chirivía sobre un tazón, un fregadero o una bolsa desechable. Esto te permitirá desecharla con más facilidad cuando termines.
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    Pasa la hoja del pelador por la cáscara de la chirivía. Acerca la punta de la cual sostengas a la chirivía e introduce el pelador en ella para crear una muesca en la cáscara dura. Pasa la hoja del pelador por el vegetal con cuidado (alejándolo de tu cuerpo) hasta que peles un pedazo de cáscara.
    • No tendrás que pelar las chirivías bebé pequeñas con cáscara suave. Tan solo límpialas con agua corriente y desecha las puntas antes de cortarlas.[2]
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    Gira la chirivía para pelar toda la cáscara. Una vez que retires 1 o 2 tiras de cáscara, gira la chirivía en tu mano en sentido horario para dejar expuesto cada lado. Pela toda la cáscara posible mientras sostienes el extremo angosto del vegetal. Luego dale la vuelta de modo que sostengas el extremo más grueso. Pasa el pelador por debajo de la cáscara en el extremo más delgado, girándolo en la mano hasta eliminar la cáscara de todo el vegetal.[3]
    • No cortes demasiado en la parte interior de la chirivía, ya que hay mucho sabor y nutrientes justo debajo de la cáscara.
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    Recorta la raíz primaria o la punta inferior de la chirivía con un cuchillo de vegetales. Una vez que peles las chirivías por completo, lleva una a una tabla de picar. Colócala a lo largo con la punta inferior apuntando a tu mano dominante. Usa un cuchillo de vegetales afilado para cortar primero la punta inferior. Retira los 0,6 cm (1/4 de pulgada) inferiores del vegetal.
    • La punta pequeña en la parte inferior de la chirivía es la raíz primaria. Esta parte se encuentra en el punto más profundo en la tierra cuando el vegetal está en crecimiento.
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    Corta el extremo superior. Gira la chirivía en 180° en la tabla de picar, de modo que el extremo superior más grueso apunte hacia la mano dominante. Corta los 0,6 cm (1/4 de pulgada) superiores. Luego desecha el extremo superior y el inferior junto con la cáscara.[4]
    • La parte superior gruesa de la chirivía (llamada corona) es el punto en el que estaba conectada a las hojas por encima de la tierra.
    • Retira todo resto grueso del tallo en este punto.
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    Lava la chirivía con agua corriente. Coloca las chirivías peladas en un colador. Colócalo en el fregadero de la cocina y abre el grifo sobre él. Puedes moverlas para lavar todos los lados. Sigue lavando hasta eliminar todo pedazo de tierra y hasta que estén limpias.[5]
    • ¡Ahora estarán listas para cortarlas!

Método 2
Método 2 de 4:
Cortar tiras en juliana

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    Corta cada chirivía a la mitad a lo largo. Luego de pelar y cortar los extremos de las chirivías, corta cada una hasta el centro con un cuchillo de vegetales afilado. Introduce el cuchillo en la parte más gruesa, con la hoja casi en el centro a lo largo. Presiona la hoja en el vegetal para partirlo a la mitad.[6]
    • Una vez que introduzcas el cuchillo en la parte superior de la chirivía, podrás usar la otra mano para estabilizar sus lados a medida que termines de cortar. Mantén los dedos alejados de la hoja.
    • Ahora cada mitad tendrá un lado plano y uno redondeado.
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    Divide las mitades en pedazos largos de 5 a 7,5 cm (2 o 3 pulgadas). Coloca una de las mitades con el lado plano hacia abajo en la tabla de picar. Gírala de modo que el extremo largo esté perpendicular al cuchillo. Si tienes chirivías pequeñas, corta cada pedazo a la mitad en sentido transversal. Si vas a cortar una grande, divídela en 3 o 4 secciones con cortes transversales.
    • Haz que cada pedazo mida de 5 a 7,5 cm (2 o 3 pulgadas) de largo. Deben tener el mismo tamaño, para que todos se cocinen de manera uniforme.[7]
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    Corta los pedazos más delgados a la mitad a lo largo, para tener palillos con un grosor de 1,5 cm (1/2 pulgada). El extremo inferior es mucho más angosto que el superior. Coloca los extremos inferiores con el lado plano hacia abajo en la tabla de picar, y córtalos a la mitad a lo largo, uno a la vez. Haz tiras con un ancho de 1,5 cm (1/2 pulgada).[8]
    • Si vas a cortar una chirivía bebé, podrás dejar este extremo inferior entero, ya que no tendrá un grosor mayor a los 1,5 cm (1/2 pulgada).
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    Corta los pedazos más gruesos en cuatro partes para tener palitos de 1,5 cm (1/2 pulgada) de ancho. Los pedazos de la parte superior y la del centro de la chirivía requerirán más cortes para darles el tamaño correcto. Corta cada uno de estos pedazos grandes a la mitad a lo largo, y luego a la mitad nuevamente a lo largo. Al final, debes tener tiras en juliana que midan de 5 a 7,5 cm (2 o 3 pulgadas) de largo por 1,5 cm (1/2 pulgada) de ancho.[9]
    • Si alguno de los palitos sigue demasiado grueso, divídelo a la mitad a lo largo nuevamente.
    • Todos los pedazos deben tener el mismo ancho para que se cocinen de manera uniforme.
    • Esto no es esencial, pero podrías retirar los centros en este punto.
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    Corta cada palito a la mitad a lo largo para tener pedazos de 0,6 cm (1/4 de pulgada). Si quieres tiras en juliana muy delgadas, corta cada palito con un ancho de 1,5 cm (1/2 pulgada) a la mitad a lo largo.[10]
    • Esto te dará tiras en juliana que midan de 5 a 7,5 cm (2 o 3 pulgadas) de largo y 0,6 cm (1/4 de pulgada) de ancho.

Método 3
Método 3 de 4:
Cortar discos al bies

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    Sujeta una chirivía con firmeza en la tabla de picar. Primero pela, corta y lava los vegetales. Luego coloca una chirivía en la tabla de picar, con el extremo largo perpendicular a tu cuerpo. Estabiliza el extremo grueso con la mano no dominante y sujeta un cuchillo de vegetales afilado con la otra mano.[11]
    • Si cortas toda la chirivía al bies, tendrás discos de forma ovalada.
    • Puedes cortarla a la mitad a lo largo y colocar el lado plano en la tabla de picar si prefieres tener pedazos con forma de media luna.
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    Sostén el cuchillo en un ángulo de 45° en un extremo de la chirivía. Empieza en el extremo angosto y coloca el cuchillo en un ángulo de 45° en relación con el centro del vegetal.[12] Inclina la punta del cuchillo hacia el centro de tu cuerpo, en lugar de extenderlo hacia tu hombro.
    • No te molestes en quitarle el centro a la chirivía si vas a cortarla al bies.[13] Esta técnica hace que los vegetales más duros sean un poco más suaves y fáciles de masticar luego de cocinarlos.[14]
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    Haz cortes en un ángulo de 45° a lo largo de la chirivía para hacer discos. Presiona el cuchillo en la chirivía para hacer cada corte. Separa cada corte para conseguir el grosor deseado para cada uno. Sigue cortándola en este ángulo hasta que alcances el extremo, cerca del punto en el que la mano la sostenga para darle estabilidad.[15]
    • En el caso de los discos más gruesos, separa los cortes en 1,5 a 2 cm (de 1/2 pulgada a 3/4 de pulgada).
    • Haz discos más delgados haciendo cortes a una separación de 0,6 cm (1/4 de pulgada).
    • Uno de los beneficios principales de cortar discos al bies es que tendrás más área de superficie. De este modo, las chirivías requerirán menos tiempo para cocerse y lucirán bonitas si las asas hasta que los bordes empiecen a dorarse.[16]

Método 4
Método 4 de 4:
Quitarles el centro

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    Corta la chirivía en cuatro partes a lo largo. Pela, corta y lava las chirivías. Luego coloca una en la tabla de picar. Usa un cuchillo de vegetales afilado para cortarla a la mitad a lo largo. Luego coloca cada mitad con el lado plano boca abajo en la tabla de picar. Córtalas a la mitad a lo largo de nuevo.[17]
    • Cada pedazo debe tener una forma triangular, con el centro expuesto.
    • Haz los cortes en el centro exacto de la chirivía para dejar expuesto el centro de manera uniforme.
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    Estabiliza un pedazo en la tabla de picar, con el lado del centro hacia arriba. Toma uno de los pedazos y colócalo en la tabla de picar, de modo que esté perpendicular a tu cuerpo. Sostén el extremo grueso con tu mano no dominante para estabilizarlo.[18]
    • Cuando sujetes el pedazo de chirivía, coloca los dedos en los lados de la tira angosta, por debajo del centro.
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    Pasa un cuchillo de pelar afilado por debajo del centro de la chirivía. Sostén el cuchillo con la mano dominante y coloca la hoja paralela a la tabla de picar y la chirivía. Coloca la hoja en la base del centro del vegetal y pásala por su longitud para separarlo. Mueve la hoja lejos de tu mano cuando lo hagas, y detente si lo deseas para cambiar el agarre en la chirivía a fin de estabilizarla mejor cuando cortes.[19]
    • El centro tiene una textura más dura y por lo general será un poco más claro o gris. También suele tener un contorno más oscuro que lo separa del resto del vegetal.
    • No lleves el cuchillo hacia tu mano. Siempre muévelo lejos de ella para evitar todo accidente.
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    Desecha el centro para que la chirivía quede más suave cuando la cocines. Después de quitar el centro del primer pedazo, continúa con los demás. Corta el centro de cada pedazo uno a la vez hasta que lo retires por completo del resto del vegetal.[20]
    • Algunas chirivías son curvadas, por lo que no podrás retirar toda parte del centro. No hay ningún problema con ello, ya que con la mayor parte del centro retirada, quedarán suaves cuando las cocines.
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    Corta el vegetal sin centro en pedazos de tamaño similar. Con el centro extraído, haz cortes transversales en cada pedazo hasta alcanzar el tamaño deseado. Haz que cada pedazo o cubo tenga el mismo tamaño, para que se cocinen de manera uniforme.

Cosas que necesitarás

  • pelador de vegetales
  • tabla de picar
  • cuchillo de vegetales afilado
  • cuchillo de pelar afilado (para extraer el centro)
  • colador

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