El bambú es una planta con tronco popular que puede emplearse como comida o material de construcción para distintos proyectos, como para crear muebles o pisos. Para consumir el bambú, tendrás que pelar y blanquear los brotes específicos. Por otro lado, el bambú maduro tiene que curarse con calor para evitar la aparición de moho. Afortunadamente, solo necesitas algunas herramientas comunes para poder aprovechar esta planta para el fin que tú elijas.

Método 1
Método 1 de 3:
Cosechar brotes comestibles

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    Cosecha el bambú al inicio de la estación seca. Durante las estaciones con mayor precipitación, el bambú se torna más almidonado y es más difícil de cortar, lo que puede hacer que se parta. Por lo tanto, procura cosecharlo en otoño o invierno, de tal manera que sea más sencillo de recolectar.[1]
    • Empieza el proceso de recolección antes del amanecer, ya que a esta hora el almidón se encuentra almacenado en las raíces.
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    Elige los brotes que midan menos de 15 cm (6 pulgadas) de alto y que tengan una base ancha. Los brotes más pequeños tienden a crecer en el borde externo de la plantación. Evita cosechar los brotes muy suaves, ya que esto podría indicar algún tipo de enfermedad. Asimismo, no utilices los brotes que tienen moho, hongos o grietas visibles.[2]
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    Usa una tijera podadora para cortar los brotes de menos de 4 cm (1,5 pulgadas) de grosor. Sujeta la tijera por el extremo del mango para poder abrir las hojas lo más que se pueda. Una vez que quepa todo el brote, ve cortando lentamente para evitar que la planta se dañe. Procura cortar tan pegado al suelo como sea posible.[3]
    • Puedes conseguir una tijera podadora en cualquier tienda de jardinería.
    • Si cierras las hojas de la tijera muy rápido, podrías quebrar y dañar los brotes de bambú, lo que impedirá que vuelvan a crecer.
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    Con una pala, excava la base para obtener el brote entero. Introduce la hoja de la pala en el suelo, debajo del brote que quieres extraer. Empuja el mango de la pala hacia abajo para soltar las raíces y la tierra. Una vez que la tierra esté suelta, puedes jalar el brote.[4]
    • Jala el brote hacia los lados con las manos primero. Es posible que esté lo suficientemente suelto como para poder sacarlo con un poco de fuerza.
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    Pela la piel del bambú. Usa un cuchillo para pelar bien afilado para retirar la piel externa del bambú, pero no atravieses todo el brote. Despega la capa externa torciendo la planta ligeramente y deséchala.[5]
    • Un brote de bambú recién pelado se conserva en buen estado durante 1 a 2 días.
    • Puedes cortar los brotes del tamaño que sea más conveniente para ti.
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    Blanquea los brotes a fuego medio. En una olla grande, añade 1/2 cucharadita de sal por cada taza de agua. Una vez que hierva, reduce la potencia del fuego para que continúe hirviendo a fuego lento por 5 a 10 minutos. Este proceso ayuda a quitar el sabor amargo del bambú sin que deje de ser crujiente.[6]
    • Conserva los brotes en agua salada por hasta 5 días. Coloca los brotes blanqueados en un frasco con agua salada, con 1/2 cucharadita de sal por cada taza de agua. Pega una etiqueta con la fecha de preparación en el frasco y guárdalo en el refrigerador.[7]
    • También puedes congelar los brotes en agua salada para mantenerlos en buen estado por más tiempo.

Método 2
Método 2 de 3:
Cortar las cañas del bambú maduro

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    Elige culmos de entre 3 y 5 años. Busca cañas de un color verde limón con puntos rojos. Puedes encontrar las cañas más viejas en el centro de la plantación, mientras que las más jóvenes están hacia los bordes externos.[8]
    • Golpea las cañas ligeramente con un lapicero o con un dedo. El bambú más joven emite un sonido más grave, mientras que uno más viejo suena hueco y metálico.
    • Observa las ramas que crecen en las cañas. Un bambú joven tendrá 1 o 2 ramas, mientras que uno más viejo tendrá muchas.
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    Usa una sierra de arco (o sierra para metales) para cortar cañas más gruesas. Ubica la hoja de la sierra contra el bambú y córtalo con movimientos de vaivén. Para conseguir un corte limpio, asegúrate de tener una hoja bien afilada.[9]
    • Puedes comprar una sierra de arco en una ferretería o por Internet.
    • Las sierras de arco son menos flexibles que las sierras normales, por lo que pueden ayudar a crear un corte más limpio en el bambú.
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    Utiliza una sierra eléctrica para cortar el bambú maduro más rápidamente. Enciende la sierra y sujétala cerca de la caña que quieres cosechar. Aplica presión constante hasta atravesar el bambú por completo.[10]
    • Usa guantes y gafas protectoras mientras uses la sierra eléctrica para protegerte de los restos que pueden salir despedidos.
    • Cortar bambú puede hacer que la sierra pierda su filo más rápido de lo normal.
    • Asegúrate de definir hacia qué lado esperas que caiga el bambú para poder despejar el área.
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    Asegúrate de cortar por encima del primer o segundo nudo desde el suelo. Los nudos, o nodos, son los anillos que rodean la caña del bambú. Asegúrate de cortar una línea inclinada para que el agua no quede acumulada en el culmo, ya que esto podría hacer que se pudra.[11]
    • El bambú podado puede volver a crecer en la siguiente temporada de crecimiento.
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    Quita las ramas y hojas. Con la sierra o un cuchillo afilado, deshazte de las ramas que crecen de la caña principal. Asegúrate de cortar tan cerca del culmo como sea posible.[12]

Método 3
Método 3 de 3:
Curar las cañas de bambú maduras

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    Usa un soplete o una parrilla como fuente de calor. Asegúrate de que la temperatura del fuego alcance alrededor de 120 °C (250 °F), de tal manera que los aceites internos salgan a la superficie de la caña.
    • Ten mucho cuidado al trabajar con fuego. De lo contrario, podrías quemarte.
    • Usa guantes durante todo el proceso, ya que la caña de bambú puede calentarse bastante.
    • Puedes usar una parrilla a gas o a carbón para este método.
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    Aplica calor al extremo de la caña con movimientos en vaivén. Empieza en un extremo de la caña y trabaja en el área hasta encontrar el primer nudo. Durante este proceso, el bambú cambiará de color verde claro a verde oscuro conforme los aceites salen a la superficie.[13]
    • Calentar el bambú también ayudará a eliminar las manchas y marcas.
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    Limpia el aceite del culmo con una toalla. Luego de 10 segundos de exposición al calor, usa una toalla de microfibra para limpiar el aceite que sale de la caña. El bambú quedará brillante conforme el aceite sale y lo limpias.[14]
    • Dobla la toalla por la mitad para protegerte del calor.
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    Continúa aplicando calor hasta que el bambú se torne de un color marrón amarillento. Sigue calentando y limpiando la caña hasta que quede amarilla. Puedes seguir calentando y curando el bambú hasta conseguir el color deseado.[15]
    • Al curar el bambú, lo protegerás de las plagas de insectos y de la aparición de hongos.

Consejos

  • Puedes secar el bambú al aire libre en un área con sombra, pero podría tardar varios meses o hasta quebrarse en el transcurso de este tiempo.

Advertencias

  • Usa guantes y gafas protectoras mientras uses una sierra eléctrica para protegerte de los residuos que salen disparados.
  • Ten cuidado al trabajar con fuego para evitar quemaduras.
  • Si vas a usar una sierra eléctrica, asegúrate de usar botas, pantalón y camiseta de mangas largas para protegerte.

Cosas que necesitarás

Cosechar brotes comestibles

  • tijera podadora
  • pala
  • cuchillo para pelar
  • olla grande
  • frasco de vidrio

Cortar las cañas del bambú maduro

  • sierra de arco o sierra para metales
  • sierra eléctrica

Curar las cañas de bambú

  • soplete
  • parrilla
  • guantes
  • toalla

Acerca de este wikiHow

Lauren Kurtz
Coescrito por:
Horticultora profesional
Este artículo fue coescrito por Lauren Kurtz. Lauren Kurtz es especialista en naturalismo y horticultura. Lauren ha trabajado para Aurora, Colorado administrando el jardín Water-Wise en el Centro Municipal de Aurora para el Departamento de Conservación del Agua. Recibió una licenciatura en estudios ambientales y de sostenibilidad en la universidad Western Michigan en 2014. Este artículo ha sido visto 2555 veces.
Categorías: Jardinería