Este artículo fue coescrito por Lauren Kurtz. Lauren Kurtz es especialista en naturalismo y horticultura. Lauren ha trabajado para Aurora, Colorado administrando el jardín Water-Wise en el Centro Municipal de Aurora para el Departamento de Conservación del Agua. Recibió una licenciatura en estudios ambientales y de sostenibilidad en la universidad Western Michigan en 2014.
Un jardín de grava es una alternativa de paisajismo que puedes construir y mantener fácilmente, incluso si no tienes mucha experiencia. Si quieres realizar un proyecto de este tipo, una manera rápida y sencilla de hacerlo consiste en preparar la tierra, colocar una malla antihierbas y esparcir la grava en el área designada del jardín.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Preparar la tierra
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1Arranca las malas hierbas y retira las plantas del jardín. Con cuidado, retira las plantas que quieres conservar y colócalas a un lado del jardín o en macetas temporales. Asegúrate de no romper las raíces ni separar los nudos al sacarlas de la tierra.[1]
- Si vas a trabajar en este proyecto en el transcurso de unos días, envuelve las raíces de cada planta con una bolsa de plástico y rocíalas con agua para mantenerlas vivas.
- Retira las malas hierbas antes de empezar a trabajar para evitar que vuelvan a crecer luego de colocar la grava.
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2Ara la tierra y mezcla el cómpost o el fertilizante para promover el crecimiento de las plantas. Añadir el cómpost o el fertilizante ayudará a mejorar la composición de la tierra, lo que creará una buena tierra para las plantas. Utiliza un rastrillo o un arado de jardín para remover la tierra hasta 10 cm (4 pulgadas) de profundidad y mézclala con el cómpost o el fertilizante.[2]
- Si encuentras rocas muy grandes, puedes colocarlas a un lado para añadirlas al resto de la grava.
- Puedes conseguir cómpost o fertilizante en la mayoría de las tiendas de herramientas o en viveros, o podrías crear tu propio cómpost en casa.
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3Excava una zanja alrededor del jardín y coloca un borde para mejorar el drenaje. Si la tierra es densa, como la arcilla, necesitarás mejorar el sistema de drenaje. Consigue suficiente material para el borde (generalmente se usa un metal) para poder rodear todo el jardín de grava. Entiérralo entre 10 y 15 cm (4 y 6 pulgadas) bajo tierra, de tal manera que quede al nivel del suelo o justo por encima. Este metal servirá como un límite permanente entre el jardín de grava y el resto del jardín u otras camas de flores y plantas, y ayudará a evitar que la grava se salga del lugar designado.
- Luego, excava una zanja de entre 7,5 y 10 cm (3 y 4 pulgadas) de ancho y entre 2,5 y 5 cm (1 y 2 pulgadas) de profundidad a lo largo de todo el borde del jardín, al interior del metal. Llena el espacio con grava para incrementar el flujo de aire en la tierra y filtrar el agua que las plantas no pueden aprovechar.
- En el caso de los jardines que tienen tierra normal, este paso no es necesario, pero de todos modos puedes añadir un borde si te gusta cómo se ve.
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Parte 2
Parte 2 de 3:Colocar una malla antihierbas
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1Mide el área del jardín de grava y corta la malla antihierbas del tamaño adecuado. La mayoría de las mallas antihierbas se venden en rollos largos. Solo tienes que desenrollarla y cortarla en iras que cubran la superficie del jardín. Asegúrate de usar una tijera bien afilada, ya que esta malla suele ser difícil de cortar. Luego, coloca las tiras de tal manera que quede un margen de aproximadamente 7,5 cm (3 pulgadas) a cada lado.
- Intenta mantener las tiras paralelas para no desperdiciar el material.
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2Sujeta las partes que se superponen con pesos o alfileres. Puedes usar rocas grandes que hayas recolectado o grapas especiales de paisajismo para mantener la malla en su lugar. Ubica las rocas o grapas cada 60 cm (2 pies) a lo largo de los bordes donde se superponen las tiras de malla.[3]
- Puedes conseguir grapas de paisajismo en la mayoría de las tiendas de herramientas o puedes comprarlas al por mayor en línea. La cantidad que necesitarás dependerá del tamaño del jardín y de cuántas tiras o piezas de malla uses.
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3Elige las plantas que quieres tener en el jardín. Los cáctus, las suculentas, los céspedes, las margaritas, las plantas mediteráneas y muchas otras hierbas pueden desarrollarse bien en un jardín de grava porque requieren una menor cantidad de agua que otras plantas. Puedes buscar plantas como lavanda, yuca, lirio, junipero, lila o uva de gato en un vivero de tu localidad o una tienda de herramientas.[4]
- Si la tierra tiene mucha arcilla, elige plantas que estén más desarrolladas para asegurarte de que sus raíces puedan establecerse en la tierra cuando las siembres.
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4Coloca las plantas en su lugar y corta la malla en el lugar indicado. Una vez que la malla esté fija, puedes organizar el jardín como te gustaría que quede. Ubica las plantas en grupos de 2 o 3 flores o arbustos diferentes que combinen bien. Luego, utiliza una tijera para cortar una cruz en la malla, de tal manera que la planta quepa por el agujero que se forma al abrir las solapas.[5]
- Si quieres crear un estilo llamativo, puedes combinar las flores, como los lirios, con arbustos grandes, como los juniperos, y así darle un poco de color cuando estas florezcan.
- Evita colocar plantas pequeñas, como la uva de gato, bajo arbustos más grandes que podrían darle mucha sombra durante el día.
- Asegúrate de darle a cada planta el espacio necesario para que alcance su tamaño máximo. En el caso de la mayoría de las plantas, puedes ver esta medida en la etiqueta de información de venta. De lo contrario, puedes buscar la información en Internet.
- Evita cortar un agujero para colocar la planta, ya que esto hará que la malla quede inutilizable en esta área. Lo ideal es crear un corte de cruz que permita que la malla quede lo más cerca posible de la planta y así la proteja de las malas hierbas.
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5Excava agujeros para las plantas y siémbralas. Dobla las solapas hacia afuera y crea un agujero del tamaño adecuado para la planta y las raíces. Coloca la planta y cúbrela con la tierra removida. Presiona lo que está suelto alrededor de las raíces para nivelar el suelo.[6]
- Puedes mezclar la tierra del agujero con cómpost para proporcionarle más nutrientes a cada planta. Esto es muy importante cuando se emplea una malla antihierbas, ya que la tierra que queda debajo no recibe materia orgánica de manera natural.
- Evita ensuciar la malla con tierra mientras siembras las plantas. Si accidentalmente cae un poco, asegúrate de limpiarla antes de añadir la grava.
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6Coloca las solapas de la malla bajo la planta y riega con abundante agua. Regresa las solapas a su posición inicial, escondiéndolas bajo la planta, y asegúrate de que no queden espacios por los que se vea la tierra. Riega cada planta por 30 segundos para saturar la tierra antes de colocar la grava.[7]
- Si la malla empieza a levantarse, puedes sujetarla con una estaca de paisajismo o una roca.
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Parte 3
Parte 3 de 3:Añadir grava al jardín
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1Esparce la grava sobre la malla. Distribuye la grava en el jardín de forma tan pareja como sea posible. La idea es que cubra toda la superficie de la malla. Por lo general, alrededor de 25 kg (55 libras) de grava alcanzan para cubrir 0,6 m2 (0,7 yardas cuadradas) de una superficie en una capa de alrededor de 5 cm (1 pulgada) de espesor. Puedes comprar grava al por mayor o conseguir sacos en una tienda de herramientas.[8]
- Puedes añadir algunas rocas grandes o piedras al área antes de esparcir la grava para darle un poco de variedad al diseño.
- Dependiendo del tamaño del jardín y el tamaño (o granulometría) de la grava, es posible que debas comprar una mayor o menor cantidad de la indicada para cubrir tu jardín.
- Si el jardín no tiene una forma cuadrada, trata de calcular la forma de un cuadrado que rodee los bordes y usa el resto de la grava para llenar espacios vacíos según se necesite a lo largo del año.
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2Utiliza un rastrillo para nivelar la grava y crear una capa pareja de 5 cm (2 pulgadas) de espesor. Cuando recién coloques la grava, es posible que algunas áreas tengan más profundidad o altura que otras. Para ello, puedes pasar un rastrillo en lineas paralelas a lo largo del jardín y así distribuir las pequeñas piedras de manera pareja en toda la superficie. Si después de esto todavía hay áreas más profundas que otras, puedes usar una pala para retirar un poco de grava y volver a nivelarla con el rastrillo.[9]
- Ten cuidado de no dañar las plantas mientras nivelas la grava. Cada vez que te acerques a una, procura rodearla con el rastrillo y aplana la grava sin dañar o jalar las hojas.
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3Riega alrededor de las plantas 2 veces por semanas con un chorro suave de agua hasta que se establezcan bien en la tierra. Recuerda que las raíces podrían requerir hasta 1 mes para fortalecerse en la nueva tierra. Por lo tanto, tendrás que regar cada planta por 30 segundos 2 veces a la semana durante 1 mes para asegurarte de que crezcan bien y tengan raíces fuertes.
- Luego de un mes, puedes ajustar la rutina de regado según sea necesario. En áreas donde no llueve muy seguido, puedes regar el jardín 1 o más veces al mes, dependiendo del clima y de las necesidades específicas de cada planta, a fin de que estas reciban el agua que requieren.
- Asegúrate de usar una boquilla de rocío o un chorro suave para evitar que la grava se mueva mientras riegas las plantas.
- Esto se aplica a todas las plantas. Incluso debes regar las suculentas y los cáctus para asegurarte de que sus raíces se establezcan en la tierra nueva.
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4Presta atención a las hierbas que crecen alrededor de tus plantas para evitar que se multipliquen. En su primer año, un jardín de grava requiere mucho cuidado, sobre todo en las áreas que rodean las plantas nuevas. Fíjate si hay malas hierbas creciendo por los espacios de la malla o en la base de las plantas. Arráncalas tan pronto como las veas aparecer en la grava.
- Luego del primer año, las plantas estarán bien establecidas y habrá menos hierbas de las que preocuparse.
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Consejos
- Cubre la tierra que rodea las plantas con fertilizante o cómpost cada 1 o 2 años.
- Considera que conforme pasa el tiempo tendrás que añadir más grava en los lugares más transitados del jardín, ya sea por personas o animales.
Advertencias
- Sé cuidadoso al usar una tijera en el jardín. Asegúrate de colocarla en un lugar donde no puedas pisarla o tropezar con ella mientras trabajas.
Referencias
- ↑ http://www.gardensgalorescotland.co.uk/news-blog/how-to/how-to-create-an-easy-maintenance-garden.html
- ↑ https://compostguide.com/using-compost/
- ↑ http://www.gardensgalorescotland.co.uk/news-blog/how-to/how-to-create-an-easy-maintenance-garden.html
- ↑ https://www.rhs.org.uk/advice/profile?PID=838
- ↑ http://www.gardensgalorescotland.co.uk/news-blog/how-to/how-to-create-an-easy-maintenance-garden.html
- ↑ http://www.gardensgalorescotland.co.uk/news-blog/how-to/how-to-create-an-easy-maintenance-garden.html
- ↑ http://www.gardensgalorescotland.co.uk/news-blog/how-to/how-to-create-an-easy-maintenance-garden.html
- ↑ https://www.rhs.org.uk/advice/profile?PID=500
- ↑ https://www.rhs.org.uk/advice/profile?PID=500