Las algas son plantas acuáticas que crecen usando los nutrientes del agua y la energía del sol. Muchas especies diferentes de algas pueden cultivarse y servir para varios propósitos. Puedes usarlas de varias formas, desde fuente de alimento hasta fuente de biodiésel para los camiones. Uno de los beneficios de cultivar algas es que el proceso es sencillo y sin complicaciones.[1]

Parte 1
Parte 1 de 3:
Crear un medio de cultivo

  1. 1
    Escoge un recipiente. Debes elegir uno que sea claro y transparente. De esa manera, la luz solar podrá entrar en contacto con las algas. Los recipientes de vidrio y plástico son buenas opciones para este propósito.
    • Si vas a cultivar algas para un proyecto de feria de ciencias, puedes usar un recipiente del tamaño de una botella plástica de agua o algo más grande, como un acuario pequeño.
  2. 2
    Llena el recipiente con agua. El medio de crecimiento estará compuesto principalmente por agua fresca (no agua salada). Coloca agua en el recipiente transparente. Puedes usar agua de cualquier fuente, como agua del grifo o agua de manantial.[2]
    • Si te preocupa las bacterias, puedes reducir los agentes contaminantes hirviendo el agua antes de usarla.[3]
  3. 3
    Agrega nutrientes al agua. En la naturaleza, las algas coexisten con otros tipos de vida acuática. Estas criaturas mantienen el equilibrio del ecosistema submarino y proporcionan a las algas varios nutrientes, como nitratos, fosfatos y silicatos. El agua de la botella carecerá de esos nutrientes y micronutrientes, como los metales traza y las vitaminas, a menos que se los agregues. Puedes comprar una solución de nutrientes de venta libre o tomar un poco de agua de un acuario o un estanque para obtener los nutrientes.[4]
    • Usar agua de un estanque o un acuario puede introducir otros contaminantes al medio de cultivo.
    • También puedes mezclar soluciones de nutrientes. El medio Walne es una mezcla de nutrientes adecuada para la mayoría de las algas.
    • Una forma de estudiar las algas para un proyecto de feria de ciencias puede ser evaluar el efecto que las diferentes soluciones de nutrientes ejercen sobre ellas.
  4. 4
    Busca un lugar con suficiente luz solar. Antes de agregar las algas, debes asegurarte de escoger el ambiente adecuado. Busca un alféizar o algún lugar expuesto al sol en el que puedas colocar el recipiente con algas de forma segura. De ese modo, el sol proporcionará la energía necesaria para que las algas se reproduzcan y el medio de cultivo prospere. Si tienes dificultades para encontrar dicho lugar, puedes usar lámparas de cultivo.[5]
    • Los diferentes tipos de algas requieren diferentes cantidades de luz, así que exponerlas a demasiado calor (sobre los 35 °C o 95 °F) puede ser letal.[6]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Agregar una muestra de algas

  1. 1
    Escoge un tipo de algas. El cálculo más actual indica que existen cerca de 70 000 especies de algas y probablemente haya más especies por clasificar.[7] Estos diferentes tipos de algas se utilizan para varios propósitos. Muchas especies de algas se usan para producir biocombustibles, los cuales sirven como fuente de energía de componentes eléctricos. Otros tipos de algas, como la espirulina, se usan como una fuente de alimento. A veces, las algas se cultivan dentro de un salón como experimentos científicos. Debes decidir el tipo de algas que cultivarás según el uso que piensas darles.[8]
    • Por ejemplo, la espirulina sería una buena opción si quieres cultivar algas para complementar tu dieta.
    • Las algas Spirogyra a veces se usan en proyectos para ferias de ciencias.
  2. 2
    Recolecta una muestra de algas. Para realizar un experimento básico, simplemente puedes usar cualquier muestra de algas, cultivarla y observarla. Si vas a observar el comportamiento de las algas en general, simplemente recolecta una muestra de algas de cualquier estanque, lago u otra fuente natural. Con esto en mente, puedes encontrar varios tipos diferentes de algas en la naturaleza. Si vas a investigar un tipo específico, probablemente debas ser más cuidadoso con el lugar de dónde recolectes la muestra. En este caso, debes comprar la muestra de algas específica o con la que comenzarás en una empresa de suministros para el cultivo de algas o por Internet.
    • Por ejemplo, muchas personas están interesadas en el cultivo de un tipo de alga llamada espirulina.
    • Si vas a cultivar algas para un experimento de salón de clases, generalmente bastará con que recolectes cualquier muestra de un estanque o un lago de tu localidad.
  3. 3
    Añade algas al medio de cultivo. Una vez que hayas seleccionado un tipo de alga para cultivar, simplemente coloca la muestra en el medio de cultivo. Asegúrate de que la cantidad apropiada de luz todavía esté disponible. Luego, espera hasta que las algas crezcan.[9]
    • Con frecuencia, es posible que pasen unas cuantas semanas antes de que puedas ver las algas en el recipiente. Esto se debe a que varias especies de algas (llamadas microalgas) son imposibles de identificar a simple vista de manera individual. Para que estas algas sean visibles por el ojo humano, deben reproducirse y generar una población numerosa.
    • Si vas a cultivar una especie de macroalga, como las laminariales, podrás verlas.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Vigilar las algas

  1. 1
    Observa cualquier cambio de color en el medio de crecimiento. A medida que las algas crezcan, se volverán más y más compactas dentro del recipiente. Cuanto más densa sea la población de algas, más opaca se volverá la solución. La mayoría de las algas cultivadas lucirán de color verde, aunque puedes conseguir diferentes tipos de algas de varios colores.[10]
    • Por ejemplo, la cepa de las algas conocida como Rhodophyta es de color rojo.
    • Mantén un registro de todos los cambios por los que las algas atraviesen.
  2. 2
    Agrega nutrientes cuando sea apropiado. Para realizar un experimento a corto plazo, probablemente solo necesites agregar nutrientes al comienzo. Si vas a cultivar algas diariamente, necesitarás agregar nutrientes con cada nueva tanda de algas. Posiblemente también tengas que hacerlo a medida que la población de algas crezca. Si no estás seguro del momento en el que debas agregar los nutrientes o la cantidad que necesitarás, consulta con un especialista en cultivo de algas.[11]
    • Si la población de algas se vuelve demasiado densa, probablemente debas separar algunas en un nuevo recipiente. De lo contrario, no habrá problemas con el recipiente, siempre y cuando cultives las algas.
  3. 3
    Míralas más de cerca con un microscopio. Si quieres aprender más sobre el cultivo de algas, míralas bajo un microscopio. Colocar una gota del cultivo de algas bajo un microscopio probablemente revele mucho más que observarlas a simple vista. Además de las algas, probablemente incluso encuentres protozoos u otras formas de vida en el cultivo.[12]
    • Si vas a cultivar algas como parte de un experimento de ciencias para una clase o un trabajo, probablemente sea necesario que realices este procedimiento.

Consejos

  • Si las algas crecen demasiado, puedes alimentar a tus peces de acuario con algunas de ellas.
  • Mantener un diario con fotografías del crecimiento de las algas puede ser un complemento emocionante para el proyecto.
  • Controlar los niveles de pH y la salinidad también puede optimizar el crecimiento de las algas. Los niveles óptimos dependerán del tipo de algas que vayas a cultivar.

Advertencias

  • No se las des a los niños porque podrían comérselas.
  • No comas las algas.

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 39 726 veces.
Categorías: Siembra y cultivos