Si bien los frijoles negros podrían demorarse un buen tiempo para cocerse, estos granos pequeños de gran sabor valen totalmente la pena. Todo lo que necesitarás para preparar estos granos sabrosos es un plato resistente, un poco de agua hirviendo a fuego lento y claro, frijoles negros.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Lavar los frijoles

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    Separa los granos. Revisa la bolsa de frijoles secos y saca las piedras, los frijoles dañados y cualquier otro tipo de material no deseado. Por lo general esto no será un problema, ya que la mayoría de las bolsas de frijoles no contiene ninguna piedra, pero siempre es mejor prevenir que lamentar.
    • También podrías usar frijoles enlatados en lugar de frijoles secos. Si lo prefieres así, simplemente lava los frijoles en un colador y luego ponlos en una olla en la estufa. Haz que hiervan a fuego medio alto y revuelve. Los frijoles enlatados sólo necesitarán calentarse, no cocerse.
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    Remoja los frijoles secos en agua fría. Remojar los frijoles los pondrá más tiernos mientras se cuecen, reducirá el tiempo de cocción y ayudará a que retengan sus nutrientes (también contribuirá a reducir los azúcares complejos en la parte exterior del frijol que originan que mucha gente tenga gases). Pon los frijoles secos en un tazón grande y échales agua. Asegúrate de echarles la suficiente agua hasta que estén completamente cubiertos. Déjalos remojando en el agua al menos cuatro horas.[1]
    • En la medida de tus posibilidades, procura remojar los frijoles toda la noche, ya que reducirá la cantidad enormemente.
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    Enjuaga los frijoles. Después de haberlos enjuagado tras el remojo, pon los frijoles en una cacerola grande o una olla de hierro con una capacidad de 4 litros aproximadamente. Si vas a usar una cacerola, procura usar una pesada y más durable.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Cocinar los frijoles

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    Añade agua a la cacerola o a la olla de hierro. Deberás echar la cantidad suficiente de agua de modo que haya 2 cm (1 pulgada) de agua sobre los frijoles. Enciende la estufa a fuego medio alto.[2]
    • Podrás añadir una cucharada de cualquier alga (p.ej.: kombu) para reducir el efecto de flatulencia de los frijoles.
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    Hierve los frijoles. Déjalos hervir aproximadamente dos minutos.
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    Baja el fuego y deja que los frijoles hiervan a fuego lento. El agua deberá hervir tan suavemente que apenas tendrás que ver el agua moviéndose. Si decides o no tapar la olla dependerá del uso que le darás a los frijoles:
    • Si quieres que los granos estén más duros, como para ensaladas o platillos de pasta, no tapes la olla.
    • Si los vas a usar en sopas, guisos, burritos u otros platos en los que quieres que estén suaves, la tapa de la olla deberá estar ligeramente entreabierta.
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    Revisa con frecuencia la cocción de los frijoles. Cuando haya pasado una hora de cocción, empieza a revisar la suavidad de los granos. Dependiendo de su edad, tomarán entre 1 y 2 horas para cocerse. Sácalos del fuego, ponlos en un colador y sírvelos.[3]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Qué hacer con los frijoles

Consejos

  • Añade un poco de sal y otras especias para darle un sabor más intenso como guarnición.

Cosas que necesitarás

  • Frijoles negros, secos o enlatados
  • Agua
  • Olla de hierro o una cacerola grande
  • Escurridor o colador para enjuagar los frijoles

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Categorías: Recetas de frijoles
Resumen del artículoX

Antes de cocinar frijoles negros, revísalos para retirar los residuos y déjalos remojar en agua fría durante 4 horas como mínimo para disminuir el tiempo de cocción. Luego, colócalos en una olla grande a fuego medio-alto con al menos 3 cm (1 pulgada) de agua por encima de ellos. Después de que hiervan durante 2 minutos, reduce el fuego y déjalos hervir a fuego lento durante 1 hora aproximadamente. Cocina los frijoles sin tapa si quieres que queden más crujientes o con tapa si te gustan más suaves.