El eneldo es una hierba perenne que suele utilizarse para los encurtidos, las sopas, las salsas, las ensaladas y los guisos.[1] Aparte de tener un sabor delicioso, puedes cultivarlo fácilmente en el interior o en un jardín, lo que lo convierte en un excelente complemento para cualquier jardín de hierbas o verduras. Lo único que necesitas es un lugar soleado y tierra un poco ácida con buen drenaje y en poco tiempo estarás disfrutando de esta hierba de sabor potente.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Plantar semillas de eneldo

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    Elige una zona que reciba 6 a 8 horas de luz solar directa al día. Si no sabes cómo son las condiciones en tu jardín, pasa un día soleado contemplando la forma en que se proyectan las sombras durante el día y luego elige la ubicación más soleada para el eneldo.[2]
    • El eneldo se siembra solo, es decir produce semillas que germinarán y se convertirán en nuevas plantas, así que elige una zona donde quieras cultivarlos por varios años.
    • En caso de no tener un lugar con 6 a 8 horas de sol cada día, plántalo en la zona más soleada que tengas. El eneldo tolera un poco de sombra, pero no será tan frondoso.[3]
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    Utiliza tiras indicadoras de pH para medir la acidez de tu tierra. Coloca la tira de pH en la tierra y luego compárala con un cuadro de colores para saber el nivel de pH de la tierra. El eneldo se desarrolla mejor en la tierra ligeramente ácida, así que busca un pH de 5,8 a 6,5. Ajusta el pH de la tierra si es necesario.
    • Si la tierra es muy ácida, puedes aumentar el pH añadiendo piedra caliza en polvo.[4]
    • Si la tierra es muy alcalina, puedes añadir sulfato de aluminio al jardín.[5]
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    Añade composta madura al jardín antes de plantar el eneldo. A este le va mejor en tierra bien drenada y añadir composta al jardín evitará que el agua se estanque. No te preocupes si tu tierra no es de la mejor calidad, ya que el eneldo prefiere condiciones un poco deficientes y arenosas.[6]
    • Puedes preparar tu propia composta con las sobras de comida de tu familia o comprarla lista en una cooperativa o en una tienda de jardinería.
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    Siembra las semillas directo en la tierra desde abril hasta mayo. Es mejor sembrar el eneldo una vez que haya pasado la amenaza de la helada. Planta las semillas, de modo que estén a 0,64 cm (1/4 de pulgada) de profundidad y a 45 cm (18 pulgadas) de distancia. Luego, rastrilla la tierra sobre las semillas.[7]
    • El momento de plantar el eneldo dependerá de tu clima y la fecha de la última helada de primavera.
    • Dado que este no se trasplanta bien, es mejor plantar las semillas directo en la tierra donde deseas cultivarlo.
    • En caso de no contar con mucho espacio o preferir cultivar el eneldo en el interior de tu casa, siembra las semillas directo en una maceta de al menos 30 cm (12 pulgadas). Coloca la maceta en una zona donde las semillas reciban 5 a 6 horas de luz solar directa al día.
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    Siembra cultivos adicionales cada 3 o 4 semanas para tener una cosecha fresca y constante. Si quieres seguir disfrutando de eneldo fresco durante todo el verano y el otoño, continúa plantando nuevos cultivos cada dos o tres semanas hasta 90 días antes de la primera helada.[8]
    • Si no esperas utilizar mucho eneldo al mismo tiempo, solo planta unas cuantas semillas al inicio, luego unas cuantas más varias semanas después y así sucesivamente. Así te asegurarás de no terminar con una enorme cosecha a la vez.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Cuidar de tu planta de eneldo

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    Deja que la tierra esté casi seca entre cada riego. Si bien al eneldo no le agrada mucha agua, no debes dejar que la tierra se seque por completo o la planta morirá. Verifica la tierra cada día frotando un poco entre tus dedos y añade agua cuando empiece a sentirse seca.[9]
    • Si riegas demasiado la planta, podría amarillearse.
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    Entresaca los plantones 2 semanas después de surgir de la tierra. Los plantones aparecerán 10 a 14 días después de la plantación. Espera 10 a 14 días más para pasar por las hileras de eneldo y entresacar los plantones, de modo que solo quede 1 planta cada 30 a 45 cm (12 a 18 pulgadas). Mantén los plantones de aspecto más fuerte y arranca los que se vean débiles o dañados.[10]
    • Entresacar los plantones de eneldo te permitirá asegurarte de darles a las plantas suficiente espacio para crecer.
    • Podrás arrancar fácilmente los plantones con la mano.
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    Corta la parte superior de la planta cuando tenga 20 cm (8 pulgadas). Con la ayuda de tijeras de jardinería afiladas, corta los primeros 5 a 7,5 cm (2 a 3 pulgadas) de la planta. Así dirigirás sus nutrientes hacia afuera, en vez de hacia arriba, lo que le permitirá volverse más frondosa y desarrollar más hojas.[11]
    • Cortar la parte superior de la planta también impedirá que se vuelva tan pesada que sea incapaz de soportar su propio peso.
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    Fertiliza la planta una vez a finales de primavera. El fertilizante ideal para el eneldo es una mezcla de 15-5-10, es decir 15 % nitrógeno, 5 % fósforo y 10 % potasio. Utiliza 1/2 kg (1 libra) por cada 9,3 m2 (100 pies cuadrados) de tierra en tu jardín.[12]
    • Puedes comprar un fertilizante de 15-5-10 en la mayor parte de las tiendas de artículos de jardinería.
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    Quita las primeras flores para un crecimiento de hojas prolongado. El eneldo sabe mejor antes de su florecimiento. Extiende el uso que obtengas de las hierbas retirando la primera tanda de flores que surja.[13]
    • Podrás sacar fácilmente las flores delicadas con la mano, pero puedes utilizar un par de tijeras pequeñas si lo deseas.
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    Quita las plagas de la planta de forma manual. Aunque el eneldo es resistente a las enfermedades, puede ser víctima de las orugas del perejil y los gusanos cornudos del tomate, dos plagas comunes en los jardines. Si notas la presencia de uno de ellos en la planta de eneldo, retíralo con la mano.[14]
    • Estos bichos no pican, pero si no te agrada tocar insectos con las manos, ponte un par de guantes para jardinería.
    • Las orugas del perejil son de color negro, amarillo y blanco, con una combinación de manchas y rayas y es posible que parezcan tener cuernos amarillos o naranjas.[15]
    • Los gusanos cornudos del tomate son orugas verdes con cuerpos segmentados y los pies parecidos a ventosas.[16]
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    Quita cualquier maleza que brote. La maleza puede absorber los nutrientes de la tierra que el eneldo necesita para desarrollarse. Cada vez que riegues la planta, busca la maleza que haya crecido y arráncala con la mano o una desmalezadora.[17]
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    Coloca tutores si la planta empieza a inclinarse o durante vientos fuertes. La planta de eneldo posee tallos altos y delgados que tienden a romperse si no se sostienen con algo. Átalos con cordel a un tutor si no se ven resistentes o si esperas mal tiempo.[18]
    • En caso de no contar con tutores de jardinería, ata el eneldo a un palo o ramita pequeña.
    • Podría ser necesario añadir más ataduras en la parte superior del eneldo conforme va creciendo.
    • El eneldo de maceta suele ser más alto y delgado que el que se cultiva al exterior debido a los niveles bajos de luz, así que es probable que debas sostenerlo con un tutor.[19]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Cosechar y guardar el eneldo

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    Corta las hojas frescas de eneldo conforme sea necesario durante el periodo vegetativo. Debes cosecharlas máximo hasta 90 días después de la plantación para obtener el mejor sabor, pero puedes utilizarlas apenas surjan. Cada vez que quieras un poco de eneldo en una receta, corta las hojas con tijeras para jardinería, lo más cerca posible del tallo.[20]
    • Por lo general, el eneldo cultivado en el interior está listo para su cosecha después de 8 semanas.[21]
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    Corta las cabezas de semillas 2 o 3 semanas después de su florecimiento para recolectar las semillas. Si quieres cosechar las semillas del eneldo, deja que la planta florezca y luego espera unas cuantas semanas para darles tiempo a las cabezas de semillas de desarrollarse. Una vez que las hayas cortado, colócalas en bolsas de papel o plástico y déjalas secarse por unas semanas. Las semillas se desprenderán cuando estén listas para su uso.[22]
    • Las semillas secas de eneldo suelen utilizarse para preparar encurtidos y dar sabor a las sopas y guisos.
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    Mantén las hojas frescas en el refrigerador hasta 1 semana. Para conservar el sabor de las hojas de eneldo recién cortadas, dóblalas en un papel absorbente húmedo y luego colócalo en una bolsa de plástico. Para resultados óptimos, mete la bolsa en el cajón de verduras del refrigerador.[23]
    • También puedes poner las hojas frescas dentro de un recipiente hermético en el congelador. Así se mantendrán en buen estado hasta por 1 año.
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    Guarda las semillas o las hojas de eneldo secas en un recipiente hermético. Las hierbas secas, incluso las semillas, se mantienen en buen estado casi de forma indefinida, aunque su sabor empezará a disiparse con el paso del tiempo.[24]
    • Algunas buenas opciones para guardar eneldo seco son las bolsas de plástico o los recipientes herméticos o los frascos con tapas bien ajustadas.
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Consejos

  • El eneldo Bouquet es una variedad popular para los jardines, mientras que la variedad Superdukat posee un sabor intenso.[25]
  • Planta el eneldo junto a las cebollas o el repollo para promover su crecimiento, pero mantenlo alejado de la zanahoria, ya que impide que crezca.[26]
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Acerca de este wikiHow

Maggie Moran
Coescrito por:
Especialista del hogar y jardinería
Este artículo fue coescrito por Maggie Moran. Maggie Moran es profesional en jardinería en Pensilvania. Este artículo ha sido visto 20 236 veces.
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