Los frijoles y los guisantes se cultivan con relativa facilidad, razón por la cual constituyen una excelente opción para los jardineros principiantes o un nuevo jardín. Cada uno posee numerosas variedades, desde las judías verdes trepadoras hasta los guisantes dulces. Para empezar su cultivo, planta las semillas en el terreno donde deseas que crezcan, puesto que las legumbres detestan ser trasplantadas. Si bien se trata de plantas vulnerables a pocas enfermedades, regarlas con moderación y mantener su follaje seco permitirá asegurarte de que se mantengan saludables. Con pocos cuidados, cosecharás legumbres tiernas y deliciosas en tan solo unos meses.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar el sitio de plantación

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    Elige una zona que reciba un mínimo de 6 a 8 horas de luz solar. Los frijoles y la mayor parte de los guisantes prefieren el sol pleno. Observa tu jardín durante el día y presta atención a qué zonas reciben buena luz solar. Dado que la luz solar puede ser intensa en la tarde, opta por una zona que esté expuesta a mucha luz en la mañana, pero que esté cubierta de sombra parcial más adelante en el día.[1]
    • Algunos guisantes se desarrollan bien en la sombra parcial o con 4 a 6 horas de exposición al sol. A la hora de comprar semillas, verifica las preferencias de luz de la planta en la etiqueta del paquete.
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    Labra la tierra a una profundidad de 20 a 25 cm (8 a 10 pulgadas). Cava la tierra y remuévela con un azadón o una pala de jardinería. Pero antes riégala ligeramente para facilitarte el labrado. Remueve toda la tierra de la zona donde piensas plantar las verduras.[2]
    • Los frijoles y los guisantes se desarrollan en tierra bien drenada. Si tu tierra es densa, añade al menos 5 a 7 kilos (10 a 15 libras) de arena o composta y estiércol bien maduro al momento de labrarla.[3]
    • Cava un agujero de poca profundidad y riégalo por un minuto con la manguera. Si el agua se encharca y no se drena, será necesario corregir la tierra con arena o materia orgánica. Otra alternativa es formar una bola con un puñado de tierra. Si mantiene una forma compacta y no se desmorona mucho, la tierra es densa.[4]
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    Añade 2,5 kg (5 libras) de un fertilizante con poco o nada de nitrógeno. Verifica las proporciones de NPK del fertilizante. Elige un producto cuyo primer número sea 0 o 1, y el segundo y el tercero sean elevados, por ejemplo: 0-10-10. Espárcelo sobre la zona de plantación y mézclalo con la tierra.[5]
    • Los 3 números de NPK hacen referencia al contenido de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) del fertilizante. Una bolsa de fertilizante 0-10-10 significa que tiene 10 % fósforo y 10 % de potasio. El resto es relleno o sustrato.
    • Los frijoles y los guisantes no necesitan mucho fertilizante y absorben el nitrógeno del aire. Las aplicaciones frecuentes o generosas permitirán producir un follaje abundante, pero pocas vainas.
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    Acidifica la tierra si el pH es superior a 6,5. Para medir el pH, mezcla 1 parte de tierra y de agua destilada, inserta una tira de medición de pH en la mezcla por 20 a 30 segundos. Después, compara el color de la tira con la tabla de colores del kit de medición. Los frijoles y los guisantes requieren una tierra un poco ácida. Por lo tanto, el pH debe ser entre 6 y 6,5. Si este es mayor a 6,5, añade un acidificante como el azufre o el sulfato de aluminio.[6]
    • Busca acidificantes y otros correctores de tierra en las tiendas de jardinería. Lee las instrucciones y espolvorea la cantidad indicada en el paquete para lograr el pH adecuado. Como regla general, aplica 120 a 240 g (4 a 8 onzas) de azufre por cada metro cuadrado o yarda cuadrada y luego espárcelo en la tierra con un rastrillo o un azadón.
    • Si la tierra está muy ácida, añade un corrector alcalino, como la cal.
    • Lo más conveniente es medir y corregir el pH de la tierra durante los meses cálidos. Además, debes añadir un acidificante a la tierra al menos 3 meses antes de plantar para garantizar su eficacia.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Plantar las semillas de frijoles y guisantes

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    Compra semillas en el centro de jardinería de tu localidad. Existen numerosas variedades de frijoles y guisantes que se agrupan en 2 categorías. Los frijoles y los guisantes de enrame o trepadores son enredaderas que alcanzan al menos 1,5 a 2 m (5 a 6 pies) de altura y necesitan el soporte de una espaldera. Los frijoles y los guisantes arbustivos no requieren un soporte adicional porque no crecen tanto.[7]
    • Los tipos de frijoles más comunes entre los jardineros son las judías verdes, los frijoles lima y los frijoles secos (por ejemplo, los rojos). Muchas variedades, como las judías verdes, están disponibles en plantas arbustivas y plantas trepadoras.
    • Los guisantes más cultivados son los guisantes ingleses, los guisantes de nieve y los guisantes dulces. Muchas de estas legumbres también se venden en variedades trepadoras y arbustivas.
    • Si no quieres tomarte el trabajo de instalar y construir una espaldera o un poste, opta por una variedad arbustiva. Las variedades arbustivas son una buena alternativa si te agrada el aspecto de una espaldera cubierta de enredaderas o si tu jardín tiene el apoyo de una estructura alta, por ejemplo, una cerca.
    • Tanto los frijoles como los guisantes poseen raíces delicadas y no soportan el trasplante. Es por eso que lo mejor es cultivarlos desde semillas directo en el jardín.
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    Siembra las semillas cuando haya pasado la amenaza de las heladas. Antes de plantarlas, verifica que la temperatura de la tierra supere los 16 °C (60 °F). La forma más precisa de averiguarlo es utilizando un termómetro para tierra, una herramienta económica que puedes encontrar en la mayor parte de los centros de jardinería. Inserta el termómetro hasta 8 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) en la tierra para medir su temperatura.[8]
    • También podrías calcular la temperatura de la tierra en función de la temperatura promedio del aire. Para averiguar esta última, suma las temperaturas bajas y altas de un día y luego divide el resultado entre 2. Averigua la temperatura promedio del aire durante los últimos 3 días. La temperatura de la tierra debe ser prácticamente igual a dicho número. Siguiendo este método, puedes utilizar las temperaturas previstas y predecir cuándo la tierra estará lo bastante caliente para plantar.
    • En general, el momento más adecuado para plantar es a mediados de primavera o a mediados de mayo para los climas templados del hemisferio norte.
    • Considera una siembra escalonada si piensas cultivar muchas plantas. Por ejemplo, planta 5 una semana, 5 más unas cuantas semanas después y luego otras 5 unas cuantas semanas después. Así espaciarás tus cultivos en vez de abrumarlos con una sola cosecha grande de golpe.
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    Aplica la bacteria Rhizobium en las semillas para mantener sanas las plantas. La bacteria Rhizobium favorece la absorción de nitrógeno en legumbres como los frijoles y los guisantes. Es común aplicarla en las semillas. Abre el paquete de semillas o trasládalas a una bolsa plástica. Rocíalas ligeramente con agua, vierte el paquete de Rhizobium en la bolsa y agítala para cubrir por completo las semillas.[9]
    • El Rhizobium está disponible en Internet y en los centros de jardinería.
    • Se trata de una bacteria de la tierra que fija el nitrógeno formando una relación simbiótica con las legumbres.
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    Planta las semillas a una profundidad de 2,5 a 4 cm (1 a 1 1/2 pulgadas) y a una distancia de 5 a 15 cm (2 a 6 pulgadas). Introduce tu dedo en la tierra, sácalo y luego coloca una semilla en el agujero que acabas de hacer. Planta las semillas en hileras. Si tienes varias hileras, deja entre 60 y 90 cm (2 y 3 pies) de espacio entre ellas. Revisa el paquete de las semillas para saber cuáles son los requerimientos de espacio específicos de la planta.[10]
    • En general, debes separar las semillas de frijoles arbustivos a una distancia de 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) entre sí.[11]
    • Separa las semillas de frijoles trepadores a una distancia de 10 a 15 cm (4 a 6 pulgadas) entre sí.[12]
    • Planta las semillas de guisantes a una distancia de 7,5 cm (3 pulgadas) entre sí.[13]
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    Coloca un soporte para los frijoles trepadores y los guisantes de alto crecimiento. Las variedades trepadoras necesitan sujetarse con postes, espalderas, espalderas piramidales o una cerca. Inserta postes para frijoles individuales de 2 m (6 pies) en la tierra, junto a cada agujero de semillas, o ata palos de bambú para construir espalderas piramidales.[14]
    • No cubras las semillas plantadas con tierra hasta terminar de colocar los soportes. Los agujeros te permitirán saber dónde instalar los soportes.
    • Dado que los frijoles y los guisantes poseen raíces delicadas, será necesario instalar los soportes al momento de plantar las semillas. Si lo haces después de su germinación, podrías dañar las plantas.
    • En caso de utilizar una espaldera, asegúrate de que no impida el paso de la luz solar hacia las semillas plantadas.
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    Cubre las semillas y aplana la tierra con la mano. Rellena los agujeros y luego presiona con suavidad la tierra donde has plantado cada semilla. No es necesario compactarla, solo aplánala con la mano para promover la germinación.[15]
    • Un buen contacto con la tierra ayudará a proteger las semillas y estimulará su germinación.
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    Riega ligeramente el sitio de plantación después de sembrar las semillas. Una vez cubiertos los agujeros y aplanada la tierra, riega el sitio de plantación solo lo suficiente para humedecer la tierra. Debes mantener la tierra húmeda, pero no empapada. Verifica la humedad de la tierra todos los días y evita dejarla secarse.[16]
    • Dado que el exceso de humedad impide la germinación, solo humedece la tierra. No la riegues antes de plantar, como lo harías con otros tipos de plantas. Asimismo, evita plantar las semillas de frijoles y guisantes poco después de una fuerte lluvia.
    • Según el tipo de frijoles o guisantes que hayas plantado, debes esperar la aparición de los primeros brotes dentro de 1 o 2 semanas.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Cuidar del jardín

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    Riega el jardín 2 o 3 veces por semana como mínimo para mantener la tierra húmeda. Para verificar la tierra, mete tu dedo en ella. Si la sientes seca y no se pega a tu dedo, significa que es hora de regarla. Recuerda que no debe quedar empapada o inundada. Los frijoles y los guisantes prefieren una humedad constante o 2,5 cm (1 pulgada) por semana.[17]
    • Riega la zona de plantación con un espray ligero para evitar dañar los plantones. A medida que estos van madurando, riega directamente la tierra para evitar mojar las hojas, ya que las hojas mojadas promueven las enfermedades.
    • La mejor forma de evitar las enfermedades es mantener el follaje lo más seco posible. Riega a primeras horas del día, de modo que el sol pueda secar cualquier humedad en las hojas. No podes las hojas o coseches las vainas cuando las plantas están húmedas.[18]
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    Ata los brotes a sus soportes cuando alcancen entre 5 y 10 cm (2 a 4 pulgadas) de altura. Una vez que los plantones sean muy altos para permanecer erguidos, átalos con cuidado al soporte con cuerda para jardinería. Conforme vayan creciendo, ata las enredaderas al soporte en intervalos de 30 cm (1 pie).[19]
    • Como alternativa, si utilizas una espaldera o una cerca, entrelaza las enredaderas en las barras durante su crecimiento.
    • Si las dejas caerse, es posible que se pudran o se enreden.
    • La mayor parte de las variedades de frijoles y guisantes se trepan con facilidad en los soportes después de germinar.
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    Cosecha los brotes de guisantes o las hojas inmaduras de la parte superior, si lo deseas. Los brotes de guisantes tiernos son sabrosos y puedes comerlos crudos o cocidos. Cuando las plantas de guisantes alcancen de 10 a 15 cm (4 a 6 pulgadas) de altura, corta los 2 grupos de hojas de la parte superior con podadoras de mano limpias.[20]
    • Saltea los brotes de guisantes cosechados con una cucharada de aceite de oliva, una pizca de sal y un chorrito de jugo de limón por 1 minuto.
    • Además de que los brotes son buenos para consumirse, podar las plantas de guisantes promoverá un mayor crecimiento.
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    Retira las plantas con la mano o utiliza un insecticida si es necesario. Revisa las plantas de forma regular en búsqueda de larvas de insectos, escarabajos, babosas y otras plantas. Si solo localizas unos cuantos bichos, sácalos de las plantas. Pero si hay insectos infestantes, como los pulgones, utiliza un insecticida formulado para el tipo de plaga específico.[21]
    • Lee las instrucciones del producto y síguelas. Si prefieres evitar utilizar químicos, enjuaga los insectos infestantes con un chorro constante y fuerte de agua de tu manguera. Pero el chorro no debe ser tan fuerte que dañe las plantas. Recuerda enjuagar las plagas en la mañana para evitar las enfermedades.[22]
    • Para combatir los pulgones, también podrías ordenar mariquitas en Internet para introducirlas en tu jardín. Ellas se comen los pulgones, pero dejan las plantas tranquilas. Ten presente que podría ser necesario esperar una o dos temporadas antes de notar algún cambio.
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    Aplica un fertilizante sin nitrógeno durante el florecimiento de las plantas. Las flores aparecerán unas semanas después del brote de los plantones. Utiliza un fertilizante de liberación lenta que no contenga nitrógeno para darles un pequeño estímulo a las plantas. Aunque las legumbres no requieren mucho fertilizante, una aplicación ligera después de haber centrado su energía en el florecimiento ayudará a sostener su crecimiento.[23]
    • Si utilizas bolitas de liberación lenta, mezcla cuidadosamente una cucharada en la tierra que rodea cada planta. Como alternativa, diluye un fertilizante líquido y aplícalo con la manguera.
    • Dado que los frijoles y los guisantes obtienen nitrógeno del aire, evita los fertilizantes con nitrógeno. El exceso de este mineral reducirá la producción de vainas.
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    Cosecha las vainas cuando estén firmes y crujientes, pero aún inmaduras. Según la variedad que cultives, tu primera cosecha debe ocurrir 2 meses posteriores a la germinación. En el caso de las legumbres con vainas comestibles (como las judías verdes y los guisantes dulces), lo ideal es recolectar las vainas antes que sus semillas completen su desarrollo. Las vainas deben estar firmes, crujientes y tiernas, y las semillas en el interior deben ser pequeñas e inmaduras.[24]
    • Los frijoles secos (como los frijoles rojos) y los guisantes del campo deben quedarse en la planta hasta que las semillas alcancen su desarrollo total. Estarán listos para la cosecha cuando las vainas se abran con facilidad.
    • Evita cosechar las vainas cuando la planta está húmeda. Espera la evaporación del rocío de la mañana antes de recolectar las vainas y no las riegues poco antes de cosechar.
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    Deja que algunas vainas maduren por completo al final del periodo vegetativo. Permite la maduración de algunas vainas hasta que estén casi listas para caer por sí solas. Ábrelas y recolecta las semillas. Guarda estas últimas en una zona fría y seca hasta la próxima primavera.[25]
    • Vuelve a empezar el proceso y replanta un jardín de frijoles y guisantes el próximo año. No laves las semillas antes de almacenarlas porque la humedad las arruinará. Para lograr resultados óptimos, elige otra zona del jardín para la cosecha del siguiente año.
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Consejos

  • Revisa las plantas con regularidad en búsqueda de pelusas blancas, zonas desteñidas y otros signos de enfermedades. Si una rama está afectada, córtala, tírala y lava el follaje cercano con jabón específico para plantas. Si la planta entera está cubierta de pelusas o moho, arráncala y tírala.[26]
  • Para las legumbres con vainas comestibles, mientras más vainas recolectes y mientras más pronto lo hagas, mayor será la cosecha.
  • El mejor momento para recolectar las vainas dependerá de la especie, así que investiga en Internet o lee los paquetes de las semillas para averiguar cuándo cosechar tus variedades específicas.
  • No cultives frijoles en la misma zona 2 años consecutivos. Alterna los cultivos cada año para evitar que la tierra se agote y que aparezcan enfermedades.
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Cosas que necesitarás

  • un azadón o una pala de jardinería
  • arena o composta y estiércol bien maduro (para la tierra densa)
  • un termómetro para tierra
  • semillas de frijoles o guisantes
  • un fertilizante con poco o nada de nitrógeno
  • un paquete de Rhizobium por cada paquete de semillas
  • postes para jardinería de 2 m o 6 pies (para especies trepadoras)
  • cuerda para jardinería (para especies trepadoras)
  • una manguera o una regadera
  • podadoras de mano

Acerca de este wikiHow

Lauren Kurtz
Coescrito por:
Horticultora profesional
Este artículo fue coescrito por Lauren Kurtz. Lauren Kurtz es especialista en naturalismo y horticultura. Lauren ha trabajado para Aurora, Colorado administrando el jardín Water-Wise en el Centro Municipal de Aurora para el Departamento de Conservación del Agua. Recibió una licenciatura en estudios ambientales y de sostenibilidad en la universidad Western Michigan en 2014. Este artículo ha sido visto 195 598 veces.
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