El kiwi (o actinidia) es un tipo común de baya comestible que crece en enredaderas en regiones con clima templado. Si bien cada enredadera puede producir cientos de kilos de frutas, las plantas normalmente tardan 3 a 7 años en alcanzar la madurez.[1] Dado que esto requiere invertir mucho tiempo, debes asegurarte de cultivar tus plantas de kiwi de la mejor manera posible.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Hacer germinar los plantones

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    Elige un tipo de kiwi. Existen docenas de distintas plantas de kiwi, muchas con pocos cultivares establecidos (los cultivares son variedades cultivadas de forma selectiva para obtener rasgos específicos y únicos). Cada una produce su propio fruto único y exige parámetros específicos para un crecimiento óptimo. Selecciona la planta que mejor se adapte a tus preferencias y clima local. Por lo general, todos los kiwis necesitan un ambiente templado con inviernos frescos y veranos cálidos. Estos son los 3 tipos principales de kiwi:
    • Kiwi común: es el tipo de kiwi (Actinidia deliciosa) que suele encontrarse en los supermercados. Se trata de un fruto velloso de color marrón, piel gruesa y pulpa verde. Para su óptimo crecimiento, necesita 1 mes de clima frío con temperaturas que varían entre -1 y 7,2 °C (30 y 45 °F). Sin embargo, no tolera las temperaturas inferiores a -17,7 °C (0 °F).[2]
    • Kiwi dorado: es otro tipo popular de kiwi (Actinidia chinensis), más dulce, pero más delicado que el kiwi común. Tiene una estrecha relación con este último, pero es menos velloso y más amarillento. Crece mejor en zonas con temperaturas invernales mínimas que varían de -12 a -1 °C (10 a 30 °F).[3]
    • Baby kiwi (kiwiño): por lo general, este nombre hace referencia a dos especies distintas de kiwi, el kiwi resistente (Actinidia arguta) y el kiwi superresistente (Actinidia kolomikta). Estos kiwis son mucho más pequeños que los anteriores tipos y su piel es más delgada y más lisa. Como lo sugieren sus nombres, este tipo de kiwi es el más tolerante al frío y puede desarrollarse en zonas con inviernos duros.[4] En ocasiones, dichas especies pueden producir frutos después de solo una temporada de crecimiento, a diferencia de las demás que tardan años en madurar.[5]
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    Obtén semillas de kiwi. Si has decidido cultivar el kiwi común, bastará con ir al supermercado y comprar una fruta para obtener las semillas. Algunos jardineros afirman que las semillas de frutas orgánicas tienen mayores probabilidades de germinar y convertirse en plantas adultas resistentes. Si prefieres tipos más exóticos de kiwi, puedes ordenar semillas económicas de diversos vendedores en Internet.
    • Para retirar las semillas de un kiwi fresco, corta la fruta por la mitad y sácalas con los dedos o una cuchara. Coloca las semillas en un bol pequeño o una taza y enjuágalas para quitarles la pulpa. Para esto, deja correr agua en el bol, agítala y cuélala unas cuantas veces.[6]
    • Ten presente que muchos productores de kiwi prefieren comprar plantas jóvenes obtenidas por propagación en los viveros, en vez de hacerlas germinar a partir de semillas. En parte, esto es debido a que los cultivares propagados presentan rasgos mucho más consistentes de generación en generación. Además, la mayoría de las variedades de kiwi son dioicas. Es decir, se necesita una planta masculina y una femenina para producir frutos. Dado que la única forma de distinguir ambos sexos es por medio de sus flores y el florecimiento suele tardar más de 3 años en empezar, es difícil separar con precisión los plantones para lograr una óptima polinización y producción de frutos.
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    Haz germinar tus semillas. Mete las semillas en una bolsa de plástico con cierre hermético junto con una toalla de papel húmeda. Cierra la bolsa y ponla en una zona cálida. Revisa las semillas cada día hasta verlas germinar.
    • Si notas que la toalla de papel se seca antes de la germinación de las semillas, vuelve a humedecerla. Las semillas requieren un ambiente húmedo para germinar.[7]
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    Planta las semillas germinadas. Prepara y humedece unas cuantas macetas con mezcla para germinación, una por cada 3 o 4 semillas. Rasga una sección de la toalla de papel humedecida que usaste para hacer germinar las semillas, la cual debe tener 3 o 4 plantones adheridos a ella. Plántala con todo en una de las macetas. Repite hasta que todos los plantones estén plantados.[8]
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    Coloca las plantas en un lugar con mucha iluminación. Por lo general, los marcos de las ventanas son la mejor opción a menos que tengas un sótano preparado con luces de cultivo.
    • Las plantas jóvenes son muy sensibles al frío del invierno, por eso muchos cultivadores mantienen sus plantas de kiwi al interior durante los primeros dos años.[9]
    • Recuerda trasladar tus plantas a nuevas macetas más grandes a medida que empiezan a sobrepasar las pequeñas. En este punto, empieza a aumentar sus nutrientes usando un fertilizante genérico para germinación.[10]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Trasplantar los plantones

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    Busca un buen lugar en tu jardín para el kiwi. Asegúrate de que las condiciones sean las adecuadas.
    • La planta necesita espacio adecuado para su crecimiento.
    • La mayoría de las plantas de kiwi crecen mejor en pleno sol o una sombra ligera.[11]
    • En general, el kiwi necesita un suelo un poco ácido, con un pH de 6 a 6,5. Si tu suelo es muy alcalino, puedes acidificarlo para crear las condiciones adecuadas para el cultivo de esta planta.[12]
    • La tierra debe estar húmeda pero con buen drenaje.
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    Construye un enrejado resistente para tus plantas. Recuerda que los kiwis son enredaderas que pueden alcanzar hasta 9 m (30 pies) de altura y pesar mucho.[13] Como otras enredaderas, se desarrollan mejor a lo largo de estructuras verticales que le ofrezcan soporte y un mayor acceso a la luz.
    • Las enredaderas de kiwi pueden crecer sobre muchos tipos de enrejados, glorietas y cercas.
    • Los cultivadores de kiwis comerciales utilizan enrejados de alambre de 2 m (6 pies) de altura con barras en T separadas a una distancia de 5 a 6 m (15 a 20 pies).[14]
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    Trasplanta los plantones. Trasplantar las plantas de kiwi es un proceso muy similar al de los demás tipos de plantas. La principal diferencia radica en que debes separar las plantas de modo que cada una se encuentre en la base de su propia estructura de soporte. Por cada plantón, cava un agujero un poco más grande que sus macetas actuales. Retira con cuidado cada planta de su maceta (incluidas las raíces y la tierra adherida) e introduce las raíces en los agujeros que acabas de hacer. Por último, llena los bordes del agujero con tierra suelta.
    • Trata de perturbar a las raíces lo menos posible para evitar el impacto.[15]
    • Si tu variedad de kiwi es dioica, considera el sexo de tus plantas al momento de trasplantarlas. Para estos tipos de kiwis, debes plantar mínimo 2 enredaderas para obtener frutos: una macho y otra hembra. Para lograr una óptima producción de frutos, es necesario tener 1 planta macho por cada 8 o 9 plantas hembra, en vez de una división homogénea entre los dos sexos. Si vas a plantar varios machos, intenta separarlos a la misma distancia entre las enredaderas femeninas.[16]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Mantener tus plantas

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    Protege tu kiwi de los animales. Incluso si todas las demás condiciones son las ideales, tus plantas corren el riesgo de ser destruidas por diversas plagas. Las plantas de kiwi son vulnerables sobre todo hasta alcanzar la maduración completa.
    • Las hojas de las plantas de kiwi a veces atraen a los ciervos. Para mantener los plantones a salvo, mantén a los ciervos lejos de tu jardín instalando una cerca o un alambrado alrededor de ellos.
    • Los gatos reaccionan a las hojas de kiwi de forma similar a la hierba gatera. Si alguna vez has intentado cultivar la hierba gatera, de seguro ya sabes que los gatos del vecindario pueden destruir fácilmente tus plantas. Si hay gatos callejeros en tu zona, adopta medidas para mantenerlos alejados de tu jardín. Por ejemplo, construye una cerca, instala un alambrado alrededor de cada planta o rocíalas con repelentes.
    • A diferencia de muchas otras plantas frutales comerciales, el kiwi no es una presa para muchos insectos, así que la aplicación regular de pesticidas normalmente no es necesaria.[17]
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    Ata los brotes a los soportes. A medida que va creciendo la planta de kiwi, empezará a producir brotes. Deberás orientarlos para que crezcan sobre el soporte fijando con alambre las enredaderas al enrejado. Así te asegurarás de que la planta desarrolle una fuerte sección de "tronco".[18]
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    Poda las plantas de kiwi regularmente. Debes podarlas una vez al año. Corta el exceso de caña (las enredaderas que desarrollan una cubierta similar a la corteza) y cualquier brote lateral que el enrejado no pueda sostener. Los brotes laterales son ramas que se salen hacia los lados. Las enredaderas de kiwi no podrán soportar por sí solas el peso de dichos brotes hasta que hayan alcanzado la parte superior del enrejado (si usas el sistema de soporte en T). Una vez que las enredaderas lleguen hasta esa altura, podrán crecer de forma más horizontal a lo largo del enrejado.
    • El mejor momento para podar las plantas femeninas es a finales del invierno, cuando están en inactividad.
    • Puedes podar antes las plantas masculinas, justo después de su florecimiento.[19]
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    Corta las plantas masculinas. Las plantas de kiwi generalmente florecen al cabo de cuatro o cinco años. Cuando esto ocurra, podrás identificar a las plantas macho por sus anteras de polen de color amarillo brillante que cubren el centro de la flor. Las plantas femeninas tienen tallos pegajosos (estigma) en el centro y ovarios blancos en la base de la flor.[20] Como solo las plantas femeninas producen frutos, deberás hacer que una planta masculina polinice a 8 o 9 de ellas en lugar de hacer una división uniforme entre las dos. Quita las plantas masculinas sobrantes y espacia a los sobrevivientes a una distancia equivalente entre las viñas femeninas.[21]
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    Cosecha los frutos una vez que estén maduros. Tras unos años (o incluso el mismo año de cultivo en el caso de los kiwis resistentes y superresistentes), tus plantas empezarán a dar frutos. Las cosechas pueden empezar pequeñas, pero aumentarán cada año a medida que madura la planta.
    • Por lo general, el kiwi madura de setiembre a octubre. Si en tu zona suelen ocurrir las primeras heladas, tendrás que cosechar los frutos antes de su maduración y dejar que terminen de madurar en refrigeración.[22]
    • Desprende el kiwi a la altura del tallo, cuando su piel empiece a cambiar de color (cuando se vuelva marrón en el caso del kiwi común). Otra forma de saber si ya es tiempo de cosechar es buscar semillas negras en un fruto.[23]
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Acerca de este wikiHow

Andrew Carberry, MPH
Coescrito por:
Especialista en sistemas alimentarios
Este artículo fue coescrito por Andrew Carberry, MPH. Andrew Carberry ha estado trabajando en sistemas alimentarios desde 2008. Tiene una maestría en Nutrición de Salud Pública y, Planificación y Administración de Salud Pública de la Universidad de Tennessee-Knoxville. Este artículo ha sido visto 49 741 veces.
Categorías: Cultivo de frutas
Resumen del artículoX

Para cultivar kiwis, primero germina las semillas en una bolsa plástica resellable con papel toalla húmedo. Luego, planta las semillas germinadas en macetas con sustrato para inicio de siembra y tenlas en un lugar soleado en interiores hasta que echen raíz. Cuando echen raíz, transfiere las plántulas de kiwi a una tierra con buen drenaje en un lugar soleado en exteriores. Como esta es una enredadera, instala un enrejado a su alrededor para que tenga algo por donde crecer. Para aprender a cuidar tus plantas después de trasplantarlas en exteriores, ¡sigue leyendo!

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