Las ocras son verduras que continúan desarrollándose durante todo el verano. Si cosechas una vaina, otra crecerá en su lugar. Están relacionadas a los hibiscos y producen flores hermosas similares. Crecen mejor en los climas calurosos. No obstante, si vives en la región norte de los Estados Unidos, podrás cultivarlas al hacer germinar semillas en el interior y trasplantar cuando la temperatura aumente.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Plantar ocras

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    Determina cómo hacer germinar las semillas. Si vives en un lugar donde el verano es caluroso y el invierno es suave, será más fácil plantarlas en el jardín, en lugar de hacer que germinen en el interior. Es mejor plantarlas a inicios de primavera, después de la última helada del año y cuando la temperatura no baje de los 13 °C (55 °F) en la noche. Si esto no ocurre hasta finales de primavera o principios de verano, entonces será mejor hacerlas germinar en el interior 2 o 3 semanas antes de la última helada. Podrás trasplantar las plántulas al jardín cuando sean resistentes y la temperatura haya aumentado.
    • Para hacer germinar las semillas en el interior, plántalas en semilleros de turba y mantenlas húmedas. Colócalas en un lugar cálido y soleado, o usa una lámpara para cultivo para mantenerlas tibias durante el periodo de germinación. Mantén una temperatura de entre 18 y 21 °C (65 y 70 °F).
    • Cuando la temperatura aumente y estés listo para trasplantar, sigue los mismos pasos que seguirías para cultivar las semillas en el exterior.
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    Elige el lugar más soleado en el jardín. Las ocras crecen mejor bajo el sol pleno. Si plantas en un lugar sombreado, no producirá demasiados frutos (en caso de que llegue a desarrollarse). Debes plantar en donde reciba al menos 6 horas de luz solar plena al día. No te preocupes si se calientan demasiado (las ocras se desarrollan bien cuando la temperatura llega a su máximo punto en el verano, que es cuando el sol arde en su momento más caluroso).
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    Modifica el pH del suelo. Las ocras crecen mejor en un suelo con un pH de entre 6,5 y 7,0. Revisa el nivel que tiene para determinar si se encuentra dentro del rango adecuado. Puedes usar caliza o harina de hueso para aumenta el pH del suelo. Si prefieres no modificarlo con medidas drásticas, puedes agregar grandes cantidades de composta, la cual hará que el pH esté aproximadamente en un nivel neutral o 7.
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    Enriquece el suelo con nutrientes. Las ocras crecen bien en un suelo fértil, lleno de nutrientes. Puedes enriquecerlo usando composta, fertilizante orgánico en bolsas o un fertilizante de lenta liberación de 4-6-6.[1] De cualquier forma, labra el suelo a una profundidad de 30 cm (12 pulgadas), y mézclalo con 10 cm (4 pulgadas) de composta o fertilizante, usando un rastrillo de jardinería para que quede uniformemente distribuido.
    • Si no agregas los nutrientes al suelo, podría causar que las ocras no produzcan grandes cantidades de frutos.
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    Siembra las semillas o planta las plántulas. Cuando el clima sea cálido, será tiempo de plantar en el jardín. Siembra las semillas con una distancia de 10 cm (4 pulgadas) entre ellas y a una profundidad de 1,5 cm (1⁄2 pulgada). Si las has hecho germinar en el interior, trata a las plántulas muy cuidadosamente y plántalas a una distancia de 30 cm (1 pie) una de la otra y en filas, cuya distancia entre ellas sea de 90 cm (3 pies). Cava agujeros lo suficientemente grandes para enterrar los cepellones y da palmadas suaves sobre el suelo alrededor de la base de las plantas. Riega el jardín para ayudar a fijar la tierra.
    • Si quieres acelerar la germinación de las semillas, puedes remojarlas durante toda la noche un día antes de plantarlas o congelarlas para romper las cáscaras.
    • Si vas a trasplantar plántulas, no rompas sus raíces primarias. Si se quiebran, las plántulas no crecerán.[2]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Cuidar las ocras

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    Mantén las ocras húmedas. Estas plantas deben recibir al menos 2,5 cm (1 pulgada) de agua a la semana. Riega cada mañana para humedecer el suelo por completo, excepto después de que haya llovido con fuerza. Las ocras pueden resistir un poco las sequías, pero crecen mucho mejor si reciben grandes cantidades de agua durante el verano.
    • Es mejor regarlas en la mañana para que tengan tiempo de secarse antes de que anochezca. Si el agua se estanca en la cama de cultivo durante la noche, podría causar que las plantas se pudran.
    • Trata de no mojar las hojas cuando riegues. Cuando el sol llegue a las plantas, el agua actuará como una lupa y quemará las hojas.
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    Entresaca las plántulas. Cuando las semillas que plantes germinen y midan 7,5 cm (3 pulgadas) de alto, entresaca las plántulas más pequeñas y deja las más fuertes en su lugar. Entresácalas de modo que haya un espacio de 30 a 60 cm (1 a 2 pies) entre las que queden, en filas separadas por 90 cm (3 pies). Si vas a trasplantar las plántulas que has germinado en el interior, omite este paso.
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    Desmaleza y coloca mantillo en la cama de cultivo. Mientras las plantas seas jóvenes, saca las hierbas de la tierra. Luego, cubre el área alrededor de las plántulas con una capa gruesa de mantillo, como paja de pino. Esto evitará que más hierbas crezcan y se apoderen de la cama de cultivo.[3]
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    Coloca composta al lado de las plantas. Debido a que las ocras necesitan grandes cantidades de nutrientes para crecer, una buena idea es seguir agregando composta durante el verano. Debes colocarla al lado de las ocras tres veces: una vez después de entresacar las plántulas, una vez después de que las primeras vainas empiecen a crecer y una vez más a mitad de la temporada de crecimiento. Para hacerlo, rastrilla la tierra y agrega un par de centímetros de composta alrededor de las plantas para enriquecer el suelo.
    • También puedes colocar fertilizante en bolsas o uno de lenta liberación.
    • No lo hagas con demasiada frecuencia. Tres veces es suficiente. Agregar demasiada composta o fertilizante puede dañar las plantas en lugar de ayudarlas.
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    Mantente alerta por si hay alguna plaga. A los áfidos, chinches hediondas y gusanos del algodón les encanta comer ocras. Las plantas son resistentes y, por lo general, no se dañan debido a las plagas. Sin embargo, una buena idea es mantener su población baja para aprovechar al máximo la cosecha de las ocras. Inspecciona si hay agujeros, hojas amarillas u otros signos de infestación de plagas en los tallos y las hojas. Podrás sacar los bichos con la mano o con agua jabonosa.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Cosechar y usar las ocras

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    Cosecha y regresa. Las vainas empezarán a crecer aproximadamente 8 semanas después de plantar. Una vez que veas que las primeras vainas afloran y maduran, podrás empezar a cosechar con regularidad. Usa unas tijeras simples o de jardinería para cortar las vainas justo por encima del tope, donde los tallos más gruesos se unen a las ramas de las plantas. Una vez que cortes, otra vaina surgirá en el mismo lugar. Sigue cosechando durante todo el verano hasta que la temporada de crecimiento disminuya y las plantas dejen de producir vainas.
    • Cosecha cuando las vainas midan entre 5 y 7,5 cm (2 y 3 pulgadas).
    • Cosecha cada dos días. No obstante, cosecha todos los días si el clima es cálido durante el pico de la estación para fomentar un rápido crecimiento. Es posible que debas cosechar dos veces al día para seguir el ritmo del crecimiento del apogeo de la temporada. Si las vainas crecen demasiado, se volverán leñosas y duras.
    • Puedes usar guantes y ropa con mangas largas cuando coseches. Las hojas y las vainas están cubiertas por espinas que pueden irritar tu piel.[4]
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    Cómelas mientras estén frescas. Su sabor y textura es mejor dentro de los dos días de haberlas cosechado. Podrás tener varias ocras para preparar platos clásicos como:
    • quimbongó
    • gumbo
    • estofado de ocra
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    Haz pepinillos. Esta es una buena forma de conservar el sabor y la textura de las ocras por varios meses. Puedes hacerlas pepinillos de la misma forma en que lo harías con los pepinos, usando salmuera. Hazlo después de cosecharlas para obtener mejores resultados.
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    Congela las demás. Si tienes demasiadas o quieres disfrutarlas durante el invierno, congelarlas es una buena opción. Para hacerlo, escáldalas por 3 minutos, colócalas sobre un recipiente con hielo para que no se sigan cocinando y luego pícalas. Coloca los trozos en una bandeja y congélalos hasta que estén duros. Después, transfiere las ocras a una bolsa de congelación para almacenarlas por un largo periodo.
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Consejos

  • Las plagas no las afectan demasiado. Las plagas que pueden aparecen son aquellas conformadas por áfidos, trips, ácaros y larvas.
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Advertencias

  • La marchitez de la tierra puede afectarlas. No plantes donde ya hayas cultivado miembros de la familia solanácea (papas, tomates, entre otros) o brásicas (repollo, brócoli, entre otros).
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Cosas que necesitarás

  • un espacio adecuado en el jardín
  • herramientas para cavar
  • semillas de ocra
  • un contenedor para regar
  • mantillo
  • composta o fertilizante de 4-6-6

Acerca de este wikiHow

Andrew Carberry, MPH
Coescrito por:
Especialista en sistemas alimentarios
Este artículo fue coescrito por Andrew Carberry, MPH. Andrew Carberry ha estado trabajando en sistemas alimentarios desde 2008. Tiene una maestría en Nutrición de Salud Pública y, Planificación y Administración de Salud Pública de la Universidad de Tennessee-Knoxville. Este artículo ha sido visto 7187 veces.
Categorías: Siembra y cultivos
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