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El cuscús es una de las guarniciones más versátiles que existen. Se ven y se cocinan como un grano, pero en realidad son pasta de sémola. Casi todo combina bien con el cuscús. Simplemente cocínalo en caldo y agrégale un poco de hierbas, verduras o incluso frutas. Las posibilidades con el cuscús son ilimitadas en realidad.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Preparar el cuscús
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1Escoge un cuscús que no sea instantáneo. Si quieres agregarle sabor, evita las variedades instantáneas. Se cocinan demasiado rápido como para absorber realmente los sabores de la olla. Más bien, escoge uno que no lo sea. El cuscús israelí, que tiene gránulos más grandes, adquiere sabores y agrega textura particularmente bien.[1]
- Aunque el cuscús se ve y se cocina como un grano, en realidad es más similar a una pasta. Busca la versión integral para que tu plato tenga más fibra y un poco de sabor a nueces.
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2Tuesta el cuscús antes de hervirlo. Por cada taza de cuscús, agrégale una cucharada de aceite de oliva o de algún fruto seco como el pistacho o la almendra. Tuesta la pasta a fuego medio por tres a cinco minutos hasta que esté ligeramente dorado. Este procedimiento deja aflorar sus sabores y aromas naturales.[2]
- Hierve el agua o el caldo en una olla aparte antes de comenzar el tostado. El cuscús debe pasar directamente de la sartén a un líquido hirviente.
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3Hierve el cuscús en un caldo para que tenga un sabor más salado. El cuscús se puede cocinar en agua, pero sabe mucho mejor con caldo. Echa un poco más del líquido necesario para cubrir la pasta; es decir, aproximadamente una taza y cuarto de caldo por cada taza de cuscús.[3]
- El caldo de pollo y de verduras combinan a las mil maravillas con el cuscús, pues le darán sabor y un poco de sal a tu receta sin opacar los demás sabores.
- Un caldo hecho de bouillon servirá también, pero es más salado que el fresco. Si vas a utilizarlo, trata de no agregarle más sal a la receta.
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4Sazona el agua si no tienes caldo. Si no tienes ni un poco de caldo disponible, dale sabor al agua. Unas cuantas cucharadas de mantequilla y entre un cuarto y media cucharadita de cebolla en polvo, ajo en polvo, cilantro y eneldo, por separado, pueden darle vida al agua sola.[4]
Método 2
Método 2 de 3:Cocinar el cuscús
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1Agrégale un ingrediente ácido al cuscús para contrarrestar los sabores salados. Cuando se cocina el cuscús con un caldo, puede ponerse salado. Agregarle algo ácido mientras se cocina ocultará un poco de este sabor. Si tienes planeado servir el cuscús con carne, exprime un poco de jugo fresco de limón y será suficiente. A continuación, otros ingredientes ácidos para servir con el cuscús:[5]
- aproximadamente un cuarto de taza de vino blanco por taza de agua
- unas cuantas cucharadas de vinagre blanco para cortar la sal sin agregar mucho sabor
- unas cuantas cucharadas de vinagre balsámico o de vino tinto para los platos mediterráneos
- un chorro de jugo de limón para las guarniciones o los platos sudoccidentales que incluyan otros frutos
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2Agrega tu tipo favorito de cebolla si quieres más sabores salados. Hay muchos y todos combinan bien con el cuscús. Agrega uno o dos dientes de ajo picados por cada taza de cuscús mientras que se esté cocinando para darle un sabor ligero y equilibrado al plato. También puedes añadirle lo siguiente:[6]
- cebollas blancas para un sabor más fuerte
- echalotes para un sabor equilibrado salado y dulce
- poro para un sabor más suave, en especial si tienes planeado agregarle frutas o hierbas después
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3Échale hierbas frescas para aligerar y encender tu plato. Las hierbas cumplen una función doble en el cuscús: le dan sabor y llevan aromas que resaltan su sabor cuando lo comes. Agrégale un puñado de hierbas frescas después de que el cuscús haya absorbido todo el agua pero antes de revolverlo. Algunas de las hierbas que le van bien son:[7]
- menta para platos inspirados en el medio oriente
- eneldo para platos con un sabor ligero o que se sirven con pescado
- romero para aligerar un plato pesado
- orégano para agregarle profundidad a un plato ligero
- albahaca para un estilo mediterráneo o estilo pilaf
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4Revuelve el cuscús. Uno de los errores más comunes que se cometen con el cuscús es olvidarse de revolverlo. Aunque hacerlo no le agrega sabores nuevos, contribuye a separar los gránulos, lo que, a su vez, hace que sentir los sabores que le agregaste sea más fácil. Una vez que el cuscús se haya terminado de cocinar, toma un tenedor y separa los granos con cuidado. Hazlo hasta que no haya ningún grumo grande.[8]
Método 3
Método 3 de 3:Terminar el cuscús
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1Agrégale una carne para que sea un plato principal. El cuscús no es solamente una guarnición. Añádele una salchicha, como la italiana dulce o el chorizo, o sirve un poco de pechuga de pollo sobre una cama de cuscús para volverlo un plato principal. Los jugos de la carne se absorberán en el cuscús y los sabores que le agregaste mientras se cocinaba complementarán la carne.[9]
- Si eres vegetariano, un hongo portobello asado es una forma excelente de decorar el cuscús. También puedes pasar por alto la carne y agregarle puñados de verduras frescas.
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2Incorpora verduras y frutas frescas para hacer una ensalada de cuscús. Deja que este se enfríe de cinco a diez minutos. Después, agrégale la cantidad de frutas y verduras frescas que quieras. El cuscús es perfecto para una ensalada de granos y servirá tanto para dulce como para salado. El pimiento, el pepino, el zucchini y la espinaca picada se ven comúnmente en los platos de cuscús. También puedes probar algunas de las siguientes frutas y verduras:[10]
- manzanas, que van bien en platos con salchichas
- albaricoques secos en platos mediterráneos o inspirados en el medio oriente
- fresas, que combinan bien con el vinagre balsámico y la albahaca
- cualquier verdura grillada para agregarle un sabor ahumado
- tomates cherry, que contribuyen a equilibrar un plato salado
- guisantes tiernos o apio para darle un toque fresco
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3Ralla un poco de queso si quieres un sabor espeso y cremoso. Mucho queso podría opacar los otros sabores que le pusiste al cuscús, pero un poco puede realzar el trabajo que hiciste. Derrite un puñado de queso parmesano rallado por cada taza de cuscús para tener una guarnición salada cremosa. También puedes agregarle queso feta para darle un toque interesante.[11]
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4Añádele algunos ingredientes encima para darle un saborcito extra. Agrégale una pizca final de sabor coronándolo con un ingrediente salado. Los piñones, las cerezas secas, los arándanos secos, las semillas de granada, el queso parmesano o romano rallado o los tomates secados al sol son opciones excelentes. Escoge una de ellas y pon una pequeña cantidad en tu plato. Todos estos son sabores poderosos, así que una porción será suficiente por cada taza de cuscús.[12]
Referencias
- ↑ http://blog.foodnetwork.com/healthyeats/2009/10/14/meet-this-grain-couscous/
- ↑ https://www.savoryexperiments.com/toasted-couscous/
- ↑ http://www.bobsredmill.com/recipes/how-to-make/basic-preparation-instructions-for-golden-couscous/
- ↑ http://www.thekitchn.com/dinner-quick-10-flavorful-cous-96007
- ↑ <http://www.epicurious.com/expert-advice/how-to-save-food-thats-too-salty-article
- ↑ http://www.bhg.com/recipes/meet-the-onion-family/
- ↑ https://food52.com/blog/17165-what-can-you-add-to-pasta-water-besides-salt
- ↑ http://www.bonappetit.com/test-kitchen/common-mistakes/article/couscous-common-mistakes
- ↑ http://www.thekitchn.com/dinner-quick-10-flavorful-cous-96007
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