Los defensas en el fútbol tienen que recurrir a horas de práctica, instinto y habilidad física para proteger el arco de manera eficaz. La capacidad de anticipar al oponente y el campo es invaluable, pero aunque no tengas esta habilidad, existen técnicas que puedes emplear para convertirte en un defensa con el que se pueda contar. Prepara tu cuerpo y tu mente, y sin importar lo que hagas, ¡no dejes que el balón se te escape!

Parte 1
Parte 1 de 3:
Prepararte para ser un defensa eficaz

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    Establece un régimen de entrenamiento. En el fútbol profesional, los defensas son generalmente los jugadores más altos del equipo y son más robustos que sus compañeros. Esto se debe a que, como defensa, tu objetivo será proteger el arco de los lanzamientos por cualquier medio posible. Hacerlo requiere:
    • Fuerza, tanto para rechazar a los oponentes agresivos como para despejar el balón cuando recuperes su posesión.[1] Levanta pesas con tus piernas para incrementar la potencia con la que despejarás el balón y tus posibilidades de dar cabezazos. No descuides la parte superior de tu cuerpo o es posible que no puedas abrirte paso hasta el balón cuando quieras lanzar de cabeza.[2]
    • Equilibrio, para mantenerte erguido, atajar y responder a los acontecimientos del campo. Practica tu equilibrio por medio de ejercicios específicos, como sentadillas, y fortalece tu tronco para tener una mayor estabilidad en todo tu cuerpo.
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    Incrementa tu actividad cardiovascular. Se espera que todos los jugadores de fútbol tengan alta resistencia para correr, pero los defensas deben ser incansables.[3] Debes desarrollar esta característica a lo largo de tu carrera en este deporte si quieres convertirte en un defensa excepcional.
    • Para lograr este fin, piensa en empezar a practicar natación o ciclismo.
    • Ponle especial atención al desarrollo y al rendimiento de tus piernas. Tenerlas fuertes te permitirá desafiar a tus oponentes en los cabezazos con mayor facilidad.
    • Mejora la altura de tu salto vertical.
    • Salta la cuerda para convertirte en un mejor contendiente al momento de buscar cabezazos.[4]
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    Ten en cuenta la evolución de las posiciones en el terreno. El posicionamiento es esencial para cualquier defensa, pues tener una mala posición podría permitir que pasen lanzamientos innecesarios a través de la línea defensiva.[5] [6] Como defensa, estarás en la última línea de jugadores antes del portero. Debes estar muy consciente de la situación en el campo conforme vaya evolucionando, lo que incluye tener en cuenta:
    • la posición de los delanteros del otro equipo;
    • los mediocampistas que presionan el ataque del equipo contrario;
    • la posición de la línea defensiva de tu equipo.
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    Mejora tus habilidades básicas. Como un jugador de defensa, se espera que tengas excelentes habilidades para dominar el balón. Realizar un mal pase o tener un mal control del balón podría hacer que el otro equipo lo recupere, lo que podría terminar de manera desastrosa para ti.
    • Debes entrenarte de manera regular con otros defensas a fin de conservar tus habilidades para controlar el balón y mejorar tu adaptabilidad a los estilos defensivos de los distintos jugadores.
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    Debes saber dónde mirar. Los expertos recomiendan una y otra vez que, cuando estás en defensa, observes las caderas y el balón.[7] Los delanteros talentosos saben muchos trucos que utilizan contra los defensas, como fintas con el cuerpo, pero podrás anticipar estos movimientos si observas las caderas de tu contrincante. A menudo, esto te dará una pista de a dónde se dirige.
    • Es importante mirar el balón con mucha atención y no dejarte engañar por los movimientos enredados de los pies; los atacantes que confían en que los suyos sean engañosos perderán el control si no cedes a la distracción.
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    Cubre a tus oponentes y sus ángulos de aproximación. Las dimensiones del campo de fútbol no cambian y las direcciones por las que un oponente puede aproximarse a tu arco son limitadas. Debes entrenarte mentalmente para ser capaz de analizar de inmediato la aproximación de cualquiera de los jugadores del equipo contrario. Hazte las siguientes preguntas:
    • ¿cómo disparará al arco?;
    • ¿tiene algún refuerzo al que podría pasarle el balón?;
    • ¿cómo lo apoyarán sus compañeros delanteros?;
    • ¿cómo dispararán al arco sus compañeros delanteros?
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    Ten una mentalidad firme. Los defensas nunca deben rendirse, incluso en las peores situaciones.[8] Cuando la defensa se rinde, el arquero se quedará sin apoyo, lo que podría ser peligroso físicamente para él y en cuanto a los puntos para tu equipo.
    • Como defensa, tendrás que estar dispuesto a sacrificar lo que fuera necesario para impedir los goles, incluido tu cuerpo.
    • Por ejemplo, si un jugador está a punto de lanzar el balón, tendrás que estar dispuesto a interponer tu cuerpo, tus piernas o incluso tu cara en su camino para detenerlo.
    • Los defensas deben ser muy competitivos, tener la voluntad de conseguir sus objetivos y nunca ceder sin importar cuán terrible parezca la situación.

Parte 2
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Defender contra un atacante

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    Evalúa el estilo de los jugadores del equipo contrario. Si el delantero que estás marcando prefiere las jugadas rápidas y ágiles, sería bueno que tu defensa sea muy agresiva y que te mantengas cerca de él en todo momento para evitar que aproveche los posibles espacios. Los jugadores que recurren a los trucos con los pies para confundir a los defensas pueden perder el control prestándole mucha atención a las caderas y el balón.
    • Asimismo, puedes ponerles una trampa a los jugadores del otro equipo si dejas que se forme un espacio en la defensa.[9]
    • Si intentas una maniobra de estas, tendrás que estar seguro de las capacidades del otro jugador así como las tuyas. Si este te sorprende corriendo más rápido de lo que esperabas, es posible que te supere e intente un lanzamiento al arco.
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    Interrumpe los ataques al arco y los pasos entre los jugadores. Antes que nada, tu responsabilidad como defensa es proteger el arco. Debes permanecer entre él y los delanteros del otro equipo en todo momento, pero podrían presentarse oportunidades en las que tengas que interrumpir un pase peligroso hacia un jugador que esté libre.[10]
    • Es importante para ti, como defensa, que mantengas tu atención aguzada y tomes decisiones con el mejor juicio posible. Si te demoras en reaccionar a los cambios en el terreno de juego, tu defensa sufrirá.
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    Limita tus ataques al balón.[11] Meter el pie para tratar de quitarle el balón a tu oponente al azar podría poner en juego tu equilibrio y darle una oportunidad de pasarte. Debes dejar aproximadamente un brazo de distancia entre tu oponente y tú.
    • Espera el momento adecuado para robarle el balón, retrocediendo hasta que tu oponente cometa algún error.
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    Orienta tus caderas y aproximación en ángulos. Será sencillo para tus contrincantes evadir a un defensa que se acerque de frente, así que debes evitar correr directamente hacia los delanteros del otro equipo. Cuando te enfrentes a un jugador ofensivo, trata de aproximarte formando un ángulo que lo obligue a utilizar su pie no dominante.[12]
    • Para asegurarte de tener el ángulo de la cadera adecuado, dirige con un pie cuando estés cubriendo a un jugador ofensivo. De esta forma podrás girar para responder a los acontecimientos que se dan en el campo.
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    Lleva a los atacantes a posiciones de presión.[13] Para hacerlo, interrumpe el ángulo en el que se aproxima un delantero de manera que sea accesible para otros defensas, como los mediocampistas. Si ves que se está acercando algún mediocampista de tu equipo, modifica tu ángulo de intercepción para sumar la presión de otro defensa sobre el delantero que te toca marcar.[14]
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    Comunícate con los otros defensas.[15] Estos jugadores tienen que comunicarse de manera clara con el portero, los mediocampistas y entre ellos.[16] Si la defensa va a intentar una trampa para generar un fuera de juego, o hay un defensa que no está en línea o que no está marcando a un jugador, se le debe informar fuertemente de inmediato.
    • Los defensas que quieren que el arquero agarre el balón o que reciba un pase hacia atrás, deben comunicar sus intenciones.
    • Conoce a tus compañeros de equipo. La comunicación es más sencilla cuando los defensas y los otros jugadores se conocen.

Parte 3
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Practicar tu defensa

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    Practica defender de uno a uno. Haz una cuadrícula de aproximadamente 6,5 por 18 m (7 por 20 yardas) en el campo para ti y tu compañero de práctica. Ambos deben empezar en los extremos opuestos de la cuadrícula y tu compañero debe tener la posesión del balón. A continuación, este debe intentar llevarlo hasta el otro lado de la cuadrícula. El objetivo del jugador que defiende (es decir, tú) será:
    • quitarle el balón al atacante;
    • obligarlo a que salga de los límites de la cuadrícula.[17]
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    Prueba una práctica más rápida de dos contra dos. Necesitarás una cuadrícula más grande para este ejercicio; será excelente una que tenga aproximadamente 25 por 40 m (25 por 40 yardas). Esto permitirá que los jugadores realicen más jugadas de escape, por lo que el juego se asemejará más a uno real. Dividan un grupo de cuatro jugadores en dos parejas y que cada una de ellas defienda un lado de la cuadrícula.[18]
    • Cada pareja de jugadores debe tratar de quitarle el balón a los atacantes u obligarlos a salir de los límites. Para que esta práctica no se torne aburrida, podrían hacer que las parejas se alternen el ataque y la defensa.
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    Aprende a defender contra los pases cruzados. Marca una cuadrícula de 40 por 30 m (44 por 30 yardas) que incluya todo el arco y el área de penal, sobrepasándola en dirección al medio campo. Necesitarás dos compañeros de equipo que estén al borde del área de 15 m (18 yardas) para que realicen pases cruzados con el balón, dos jugadores de “ataque” frente al arco y tres defensas (incluyéndote).[19]
    • Uno de los atacantes debe pasarle el balón a uno de los volantes.
    • El volante debe analizar el campo y cuando esté preparado, debe hacerle un pase cruzado a uno de los atacante.
    • Los defensas deben coordinar para detener el ataque al arco y despejar el balón o recuperar su posesión.[20]
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    Realiza una práctica de defensa solo en el área de penal. Mide un área de 32 por 32 m (35 por 35 yardas) para este ejercicio que incluya un arco de tamaño reglamentario en uno de los extremos. Para realizar esta práctica, necesitarás un “equipo” atacante de 5 jugadores con una formación “3-2”, con 3 de ellos como mediocampistas y dos delanteros.[21] El “equipo” que defiende necesitará 4 jugadores, incluido el arquero, en una formación “3-1”.
    • El atacante principal debe comenzar la práctica en posesión del balón, dentro del límite de la cuadrícula y al lado opuesto del arco.
    • Los defensas deben esforzarse por recuperar la posesión del balón y despejarlo u obligar a que los atacantes salgan de los límites.

Acerca de este wikiHow

Bernat Franquesa
Coescrito por:
Entrenador de fútbol licenciado y jefe de metodología de APFC
Este artículo fue coescrito por Bernat Franquesa. Bernat Franquesa es cofundador y jefe de metodología de APFC (Albert Puig Football Concepts), un programa de desarrollo juvenil para jugadores y entrenadores con sede en San Diego, California. APFC ofrece entrenamiento de fútbol para jóvenes, y contenido educativo y servicios de consultoría para entrenadores, academias y clubes. En APFC, Bernat es el responsable de desarrollar en cooperación y aplicar pautas técnicas para los programas de desarrollo de jugadores. Ha enseñado fútbol en Catalunya y Estados Unidos desde que tenía 15 años. Este artículo ha sido visto 61 785 veces.
Categorías: Fútbol