La hiperactividad puede ser un problema. Cuando te mueves a alta velocidad y sientes de la necesidad de hacer algo, lo que sea, cuando no necesitas hacer nada, podrías tener un problema de hiperactividad. Solo porque eres hiperactivo no significa que tengas TDAH. Hay muchas causas ordinarias de hiperactividad aparte del funcionamiento anormal de los neurotransmisores en tu cerebro (la causa del TDAH).[1] Antes de recurrir a los medicamentos con prescripción médica para regular la hiperactividad, trata de hacer cambios a tu rutina diaria y reducir las distracciones. Cambia tu dieta. Crea espacios apacibles. Encuentra formas productivas de quemar ese exceso de energía que a menudo se convierte en hiperactividad.

Método 1
Método 1 de 4:
Observar lo que consumes

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    Evita los estimulantes como la cafeína. Si descubres que tienes demasiada energía durante el día, es posible que estés consumiendo algún tipo de estimulante.
    • Trata de reducir tu consumo de café. Este es el estimulante más popular utilizado por adultos. Podrías pensar que necesitas tomar café en la mañana para obtener la energía necesaria a lo largo del día. Lo más probable es que, si te sientes muy hiperactivo durante el día, es posible que estés sobrecargándote. Trata de reducir tu consumo de café. Pasa de 3 a 2 tazas al día y observa si hay un cambio. Si prefieres el té, haz lo mismo para el té.[2] Las gaseosas con cafeína también pueden ser las culpables. Reduce la cantidad de gaseosa que bebes en un día. Bebe agua en su lugar.
    • Come menos chocolate. Al igual que con el café, el té y las gaseosas, el chocolate no necesariamente dará como resultado hiperactividad, pero definitivamente puede darte una descarga de energía que podría interpretarse como tal. [3]
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    Come menos alimentos azucarados. El problema principal con los azúcares es que entran rápidamente al torrente sanguíneo. Así que si comes muchos alimentos azucarados, estás alimentándole constantemente a tu cuerpo una fuente de energía que se quema rápidamente. Si normalmente estás muy hiperactivo después del almuerzo, reduce la cantidad de azúcar que consumes en el almuerzo. Observa si esto te ayuda.[4]
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    Come alimentos sin colorantes ni aditivos artificiales. Muchos padres y médicos concuerdan en que los colorantes y aditivos creados por laboratorios podrían dar como resultado niveles de hiperactividad ligeramente más altos en los niños.
    • No existe un estudio definitivo que señale a los colorantes o aditivos artificiales como una causa de la hiperactividad. Los estudios que sí existen se basan en descubrimientos subjetivos, en parte, ya que tienen que depender de la descripción de los padres de los cambios en sus propios hijos. Otros opositores apuntan al hecho de que la mayoría de los alimentos con ingredientes artificiales también están cargados de azúcar. Este estimulante podría ser la causa del aumento de la hiperactividad.[5]
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    Consume alimentos ricos en ácidos grasos omega 3. Come mucho pescado, como salmón y atún. Muchos vegetales de hojas verdes también contienen ácidos grasos.[6]
    • Estos ácidos grasos facilitan la transferencia de neurotransmisores en el cerebro. Cuando tus neurotransmisores no funcionan apropiadamente, pueden causar hiperactividad y pérdida de la concentración. Frecuentemente, existe una confusión entre la deficiencia de ácidos grasos omega 3 y el TDAH. Dado que tu cuerpo no puede crear estos ácidos grasos, es necesario que los incluyas en tu dieta. [7]
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    Deja de fumar. Ya que la nicotina es un estimulante, es posible que estés recibiendo un impulso de energía innecesario durante tus descansos para fumar. Trata de saltarte los descansos para fumar en los momentos del día en los que podrías sentirte hiperactivo.[8]
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    Habla con un nutricionista. Si los pasos anteriores no te ayudaron a aliviar la hiperactividad, ve a un nutricionista. Este puede examinar tu dieta particular y luego sugerir alteraciones específicas para ayudarte con tus crisis de hiperactividad y energía.

Método 2
Método 2 de 4:
Quemar el exceso de energía

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    Mantente activo y ejercítate. La hiperactividad proviene de una cantidad excesiva de energía. Haz un buen uso de dicha energía ejercitándote. No necesitas ir al gimnasio.
    • Haz que el ejercicio sea una parte de tu rutina diaria. Inscríbete en un gimnasio. Sal a correr en tu vecindario. O incluso simplemente incorpora caminatas a tu rutina diaria. Si vives lo suficientemente cerca del trabajo, trata de caminar en vez de manejar. Si tomas las medidas necesarias para quemar el exceso de energía regularmente, no tendrás que preocuparte por ataques de hiperactividad.
    • Si sientes que estás hiperactivo antes de una reunión importante, trata de correr en tu lugar por 1 minuto; lo suficiente para gastar un poco de energía, pero no lo suficiente para verte sudoroso.
    • Mira menos televisión. La mayor parte del tiempo, la hiperactividad puede ser el resultado de demasiado tiempo inactivo. Sentarte a ver televisión por largos periodos de tiempo significa que tu cuerpo no está quemando mucha energía. Si notas que te sientes hiperactivo después de ver televisión, trata de reducir el tiempo que pasas frente al televisor o hazlo en periodos cortos en lugar de largos periodos de tiempo.[9]
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    No te quedes quieto. Muy a menudo, estar inquieto aparece como un síntoma de hiperactividad, pero en realidad es solo el cuerpo tratando de quemar el exceso de energía. Ya que el movimiento excesivo frecuentemente es involuntario, trata de buscar una forma voluntaria y divertida de estar inquieto. A muchas personas les gusta tamborilear con las manos y los pies. Trata de repetir movimientos pequeños y casi imperceptibles en casa o en el trabajo cuando te sientas hiperactivo.[10]
    • Ya seas un adulto o un niño, “moverte” estratégicamente es una buena forma de quemar energía.
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    Dedícate a pasatiempos que requieran movimiento. Hay muchos pasatiempos que podrías probar. Practica deportes. Aprende cualquier baile que requiera mucho movimiento. Opcionalmente, podrías aprender un arte u oficio. Trabaja con madera, ladrillo o algún otro material de construcción que requiera que levantes materiales pesados. La clave es quemar energía. Si aprendes algo o terminas con un producto después, será más probable que te ciñas a esta actividad.
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    Ejercita tu cerebro. También puedes quemar el exceso de energía con tu cerebro. Prueba actividades que pongan a prueba tu cerebro como armar rompecabezas. Planifica tu fin de semana con mucho detenimiento. Concéntrate en los problemas complejos. Debes saber que a veces la hiperactividad solo es un síntoma de aburrimiento.

Método 3
Método 3 de 4:
Crear un ambiente apacible

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    Introduce elementos relajantes a tu casa o espacio laboral. Muchas personas piensan que la hiperactividad es causada por los ambientes atareados y estresantes.
    • Si puedes, incluye colores tranquilizadores en tu casa o espacio laboral. Pinta las paredes de azules serenos, violetas y verdes. Evita los colores estridentes como rojos, anaranjados y amarillos.[11]
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    Medita para reducir el estrés. Si la hiperactividad es parcialmente el resultado del estrés, no hay mejor manera para reducirlo que a través de la meditación. Tómate un momento para sentarte en un lugar. No pienses en tus problemas ni metas del día. Solo tómate un momento para ti. Se ha comprobado que la meditación baja la presión arterial, lo que puede reducir tu hiperactividad.[12]
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    Sal a la calle. A veces la hiperactividad puede ser el resultado de la ansiedad. Tal vez has estado en la misma habitación por demasiado tiempo. Salir a la calle solo por 20 minutos es suficiente para rejuvenecerte.[13]
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    Reduce las distracciones. La hiperactividad a menudo es el resultado de distracciones visuales o auditivas. Podría parecer que eres hiperactivo, pero solo es tu cerebro saltando de un estímulo a otro.
    • La estimulación visual también puede empeorar la hiperactividad y la concentración. Trata de colocar tu cuerpo en posiciones que reduzcan los estímulos visuales. Organiza tu espacio laboral de tal manera que se reduzca tu campo visual. Mira hacia la pared.[14] Usa paredes divisorias grandes para bloquear tu campo visual, casi como un jinete usa anteojeras en un caballo para evitar que se distraiga durante una carrera.
    • Los sonidos pueden distraer mucho. Tal vez unos colegas charlando al lado del dispensador de agua fría atraen tu atención y luego es difícil regresar a la tarea a mano. Encuentra formas de reducir las distracciones sonoras como usar audífonos con cancelación de ruido. Si puedes controlar lo que produce el sonido (es decir, como tu teléfono, parlantes, etc.), apágalo previamente.
    • Podrías considerar usar sonidos relajantes para reemplazar los sonidos más distractores. Reproduce música suave, como música clásica de fondo. Ten en cuenta que la música tranquilizante podría no ser el tipo de música que normalmente prefieres. Mucha música está diseñada para movimientos como el baile. Es recomendable la música que te incentivará a mantenerte quieto, calmado y relajado.

Método 4
Método 4 de 4:
Visitar a un profesional

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    Determina si debes ver a un profesional o no. Si nada parece ayudarte con tu hiperactividad, podrías considerar ver a un doctor.
    • Si sospechas que tienes TDAH, trastorno bipolar o algo más complejo que solo hiperactividad, habla con un especialista.
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    Considera ver a un consejero o un terapeuta. A veces, es útil hablar acerca de tu hiperactividad. Las personas entrenadas en el tratamiento de la hiperactividad serán capaces de aconsejarte más.
    • Podrían sugerirte técnicas para reducir el estrés como: contar del 1 al 10, “gritar en silencio” u otras actividades que ayudan a reducir la ansiedad cuando la hiperactividad se interpone en la vida diaria.
    • Los consejeros o terapeutas también serán capaces de aconsejarte sobre la ayuda de medicamentos con prescripción médica para tu hiperactividad.[15]
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    Ve a un doctor. Si nada te ayuda lo suficiente, es tiempo de ver a un doctor. Ve a un doctor, específicamente, si tienes problemas para concentrarte en el trabajo, no puedes mantener tus horarios, te olvidas de las cosas constantemente o si el estrés causado por estos problemas comienza a parecerte difícil de manejar.
    • No existe una prueba verificada que pruebe si tienes TDAH o no. Lo más probable es que el doctor te haga llenar encuestas que examinarán tu comportamiento en el pasado y el presente, identificarán situaciones en la que te hayas sentido demasiado hiperactivo y tomarán en cuenta cómo tu hiperactividad afecta a los demás.
    • Lo más probable es que los doctores aconsejen a los pacientes que sigan un plan “multimodal”. Estos planes usan una variedad de técnicas para contener tu hiperactividad. Estos incluyen varias recetas para la hiperactividad. El medicamento más común es Adderall. Asimismo, los doctores probablemente te animarán a buscar una terapia de la conducta.[16]

Advertencias

  • Los medicamentos recetados para la hiperactividad a menudo pueden dar como resultado cambios de humor, pérdida de sueño y pérdida de apetito. No cambies un problema por otro igualmente fastidioso.[17]

Acerca de este wikiHow

Jessica Elliott, ACC, CEC
Coescrito por:
Coach ejecutiva certificada
Este artículo fue coescrito por Jessica Elliott, ACC, CEC. Jessica Elliott es una coach ejecutiva certificada y emprendedora multipasional. Es la fundadora de LIFETOX, donde es anfitriona de experiencias y retiros enfocados en mindfulness, y J Elliott Coaching, que brinda consultoría ejecutiva para profesionales, equipos y organizaciones. Jessica ha tenido más de quince años de experiencia como empresaria y más de tres años de experiencia en coaching ejecutivo. Recibió su acreditación de Coach Asociada Certificada (ACC, por sus siglas en inglés) a través de la Federación International de Coaching (ICF, por sus siglas en inglés) y su acreditación de Coach Ejecutiva Certificada (CEC, por sus siglas en inglés) a través de la Royal Roads University. Este artículo ha sido visto 10 329 veces.
Categorías: Discapacidades