Tus padres han hecho muchas cosas por ti a lo largo de los años y seguro quieres demostrarles cuán agradecido estás. No obstante, transformar las palabras en hechos puede parecer difícil. Querrás decirles cuánto los amas, pero quizás no sabes cómo hacerlo. Por fortuna, es simple. Puedes hacerles saber cuánto los amas al dedicarles tiempo, ayudarlos y hablar con ellos.

Método 1
Método 1 de 3:
Pasar tiempo de calidad con ellos

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    Pregúntales sobres sus experiencias de vida. A veces, es difícil para un niño recordar que sus padres también tienen una vida. Asimismo, puede ser difícil creer que sus vidas no siempre giran en torno a ti o a tus hermanos. Sentarte con tus padres y preguntarles sobre sus vidas les demostrará que te importan y que te interesas en ellos. Incluso puedes aprender algo que no sabías sobre ellos.
    • Puedes iniciar la conversación al decir “¿Cómo fueron sus vidas mientras crecían?”. También podrías decir “Creo que es muy genial que hayan viajado como mochileros por Europa. ¿Qué les pareció?”. Lo más valioso que puedes ofrecerles a tus padres es tu tiempo. Apreciarán mucho que lo hagas.[1]
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    Únete a uno de sus pasatiempos. Una buena manera de relacionarte con tus padres y demostrarles afecto es haciendo algo que les interese. Si les interesa algo o tienen algún pasatiempo, únete a ellos. Es más divertido realizar actividades si alguien más las hace contigo, sobre todo si se trata de un hijo. Tus padres apreciarán que demuestres interés en lo que les gusta y el tiempo que te tomas para pasarlo con ellos.
    • Por ejemplo, si les gustan los deportes, tengan un partido. Si asisten a un club de lectura, pregúntales si puedes acompañarlos. Pasar tiempo con ellos mientras hacen una actividad que les encanta hará que todos los involucrados recuerden ese momento como algo feliz.[2]
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    Prepárales una comida. Hay una gran probabilidad de que tus padres hayan estado preparándote la comida durante toda tu vida. Si es así, esta es tu oportunidad para invertir los papeles. Haz que tengan una noche libre y prepárales una comida que te nazca del corazón, ¡incluso si se trata de macarrones con queso!
    • No te preocupes si tu comida no sale a la perfección. Tus padres no tomarán mal que tu comida no sea perfecta. Ellos solo apreciarán el tiempo y esfuerzo que pusiste en prepararla.[3]
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    Acompáñalos a las ceremonias si son religiosos. Si tus padres asisten a ceremonias religiosas, una de las formas más atentas de demostrarles que los amas es asistir juntos a ellas. Hay algo especial respecto a compartir la fe y rezar con otros, sobre todo padres e hijos. Seguramente ellos recordarán este gesto sincero por mucho tiempo.[4]
    • Si es posible, haz que asistir con tus padres a reuniones devocionales o espirituales sea una actividad semanal. Incluso pueden aprender a meditar juntos.
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    Comparte tu vida con ellos. Los padres por lo general se sienten excluidos de las vidas de sus hijos, sobre todo después de que el hijo se convierte en adolescente o adulto. Esfuérzate por incluir a los tuyos en lo que te ocurra. Podrías hacerlo al mostrarles los ensayos o proyectos que hiciste en la universidad, invitarles a las fiestas de cumpleaños de tus hijos o pedirles un consejo sobre una cita.
    • Preséntalos a tus amigos.
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Método 2
Método 2 de 3:
Ayudarlos

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    Ordena la casa. Si vives en casa, asegúrate de asumir una función activa en la limpieza, particularmente tu habitación. No obstante, tus padres agradecerán si lavas la ropa, lavas los platos y levantas tu basura y la de los demás por lo general. Ayudar a mantener la casa limpia demuestra un gran respeto y les reduce cierta carga a tus padres.
    • Si no vives en casa, ve para ayudar una o dos veces por semana. Lava un par de cargas de ropa o platos, aspira la casa o corta el césped por ellos.[5]
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    Ofrécete a transportarlos. Probablemente fuiste el beneficiario de los servicios de taxi de tus padres durante la mayor parte de tu vida. De ser así, este el momento para regresarles el favor. Ofrécete a llevarlos a donde necesiten ir, sobre todo si están envejeciendo y manejar se ha vuelto difícil para ellos. Que alguien se ofrezca a hacer de chofer puede ser un gesto dulce, incluso si todavía manejan bien.
    • Recuerda seguir siendo respetuoso, sobre todo si tus padres son mayores. Es posible que no les guste el hecho de necesitar ayuda para manejar. Pedirles permiso para llevarlos en vez de decirles que lo harás puede hacer una gran diferencia respecto a cómo reciben tu ofrecimiento.[6]
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    Hazte cargo de las reparaciones. A medida en que tus padres envejecen, es posible que no puedan encargarse de la casa tan bien como podían antes. En vez de hacer que llamen a un encargado de mantenimiento para reparar la casa, ofrécete a hacerlo tú mismo. Si no puedes, contrata a una persona por tu cuenta para que tus padres no tengan que gastar dinero.
    • Es posible que no te digan en qué necesitan ayuda debido a que no quieren molestarte. En este caso, quizás tengas que preguntarles directamente cómo podrías ayudarles. Si aun así no te dicen, tal vez tengas que inspeccionar la casa por ti mismo o preguntarle a otro familiar si sabe si hay algo por hacer.[7]
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    Paga por lo que puedas. Probablemente tus padres han estado pagando por ti por mucho tiempo. Si tienes los medios, sorpréndelos cuando puedas. Llevarlos a cenar o pagar por unas vacaciones juntos es una gran forma de agradecerles por lo que han hecho y de demostrarles tu afecto.
    • Si tus padres son ancianos y tienen una renta fija, paga alguno de sus recibos de ser posible. También puedes pagar por los alimentos, gastos de sus mascotas o lo que sea que puedas para quitarles una carga económica de encima. Asimismo, si te das cuenta de que tienen problemas, intenta elaborar un plan con ellos para ayudarlos a manejar sus finanzas.[8]
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Método 3
Método 3 de 3:
Expresar tu amor

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    Diles con frecuencia que los amas. Quizás asumes que tus padres ya saben que los amas. Incluso si es cierto, es agradable oír esas dos pequeñas palabras. Diles que los amas cada vez que puedas. Es posible que te sorprenda lo felices que se pondrán.[9]
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    Escribe. Si bien decirle a alguien cuánto significa para ti en persona es grandioso, es diferente usando lápiz y papel. Escríbeles una carta a tus padres agradeciéndoles por todo lo que han hecho por ti. Tenerlo en papel les permitirá verlo cada vez que quieran recordar tus palabras consideradas. También puede ser más fácil para ti expresarte de esta forma en lugar de decirlo frente a frente.[10]
    • También podrías escribir un poema o una historia corta para expresarles tu gratitud y amor. Probablemente apreciarán el esfuerzo y el tiempo que te tomaste para crear este regalo.[11]
    • Otra opción es enviarles una tarjeta electrónica bonita con un mensaje personal si no eres del tipo creativo.
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    Dales un abrazo. El contacto físico es la forma más básica de comunicación entre humanos. Tus padres seguramente te reconfortaron cuando lloraste siendo un bebé. Es posible que hayan cuidado tus heridas o te hayan acariciado luego de una pesadilla mientras crecías. Desafortunadamente, el contacto físico como muestra de afecto se pierde a menudo mientras los niños crecen. Ofréceles a tus padres un abrazo para demostrarles que los amas.
    • El acto de abrazar libera una hormona de vinculación que reduce el estrés y ayuda a luchar contra las enfermedades físicas. Abrazar a tus padres con frecuencia podría beneficiar realmente su salud.[12]
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    Hazles un regalo. Sin importar cuál sea la edad de los padres o sus hijos, por lo general les encantan los regalos caseros. Entienden que toma más tiempo y consideración hacer un regalo en vez de comprarlo. Incluso si se aleja de ser perfecto, tus padres apreciarán el gesto.
    • Podrías pintarles algo, hacerles una tarjeta, enmarcar un retrato de ellos o incluso crear una escultura. También puedes tomarte todo un día para estar con ellos a solas.[13]
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    Llámalos. Si estás en la universidad o vives en otro lugar, no te olvides de ponerte en contacto con tus padres. Una simple llamada telefónica una o dos veces por semana para saber cómo están y hacerles saber cómo te va les demostrará cuánto te importan.
    • Las llamadas no deben ser largas. Darles un par de minutos de tu tiempo será suficiente. Sin embargo, asegúrate de involucrarte en la conversación. Llamarlos si estás con otras personas, manejando o preocupado por otras cosas hará que parezca que son secundarios. Préstales tu completa atención. Ellos apreciarán que los pongas en primer lugar.[14]
    • Habla con tus padres para decidir cuántas llamadas telefónicas les resulta cómodo. Es posible que, mientras a algunos padres no les gusta hablar tanto por teléfono, otros disfruten de tener una conversación por semana.
    • Asegúrate de verificar qué momento está bien para ellos.
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Consejos

  • Cuando veas que la casa es un desorden o los platos estén sucios, no esperes a que te digan que los limpies. Hazlo antes. Te amarán y respetarán por ello.
  • Recuerda que no puedes estar con tus padres para siempre. Aprovecha al máximo el tiempo que pasas con ellos.
  • Expresa tus sentimientos y diles qué te estresa si están dispuestos a oír. Hablar con ellos les demostrará que te importa lo que piensan.
  • Hazles pequeños favores, como alcanzarles una taza de té de vez en cuando o conseguir un bocadillo que sabes que les encantará.
  • Diles que todos los miembros de la familia los aman. Diles que no están solos, que estás con ellos y que los amas.
  • No hables sobre algo que los enfurecerá o lastimará, incluso si eso incluye tus propios sentimientos. Prioriza los suyos y descubre otra forma de lidiar con ello.
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Advertencias

  • No les digas que los amas solo cuando quieras algo.
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Acerca de este wikiHow

Klare Heston, LCSW
Coescrito por:
Trabajadora social clínica
Este artículo fue coescrito por Klare Heston, LCSW. Klare Heston es una trabajadora social clínica independiente licenciada que reside en Cleveland, Ohio. Con experiencia en asesoría académica y supervisión clínica, Klare obtuvo su maestría en trabajo social en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia en 1983. También tiene un certificado de posgrado de 2 años del Instituto Gestalt de Cleveland, además de una certificación en terapia familiar, mediación, y recuperación y tratamiento de traumas (EMDR). Este artículo ha sido visto 32 452 veces.
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