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El chocolate blanco es un poco más difícil de derretir que el chocolate con leche o el chocolate negro, porque tiene un punto de ebullición más bajo. Como resultado, se recalienta rápidamente, y el chocolate blanco que se recalienta puede ser difícil, y casi imposible, de salvar. Es recomendable que derritas el chocolate blanco usando una olla para baño maría, pero en apuros, también puedes usar un microondas. Aquí tienes como usar ambos métodos.
Pasos
Método 1
Método 1 de 2:Primer Método: Olla para baño maría
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1Corta el chocolate blanco en trozos finos. Usa un cuchillo de cocina afilado para cortar el chocolate blanco en trozos de más o menos 1/4-pulgadas (6.35-mm) a 1/2-pulgadas (1.27-cm).
- También puedes usar tus manos para romper el chocolate en trozos o un rallador para rallarlo.
- Esto sólo es necesario si usas barras o galletas de chocolate blanco. Si estás usando chispas de chocolate blanco, puedes derretir las chispas tal y como están, sin romperlas en pedazos más pequeños.
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2Hierve agua en un baño maría. Llena la mitad de una olla, alrededor de 1 pulgada (2.5 cm), con agua. Calienta el agua a fuego medio-alto hasta que empiece a hervir.
- Ten en cuenta que el método baño maría es el método preferido para fundir el chocolate blanco. El chocolate blanco tiene un punto de ebullición muy bajo, de alrededor de 110 grados Fahrenheit (44 grados Celsius). Este método te da el mayor nivel de control de la temperatura, por lo que suele ser el más exitoso.
- No debe haber suficiente espacio entre la superficie del agua y la parte de abajo de la otra olla. El agua debe entrar en contacto con la parte de arriba de la olla, incluso después de que empiece a hervir.
- Prueba el nivel del agua colocando la primera mitad de la olla en su lugar después de que el agua empiece a hervir. Quita la parte de arriba después de unos 30 segundos para comprobar si está húmedo. Si el agua salpica sobre él, reduce el nivel de agua en la parte de abajo y vuelve a intentarlo.
- Si no tuvieras una olla doble, puedes crear algo parecido con una olla simple y un recipiente de metal. Escoge una olla de tamaño pequeño a mediano y un recipiente de metal que quede sobre la olla perfectamente. Si es posible, usa un recipiente con boca grande que pueda encajar sobre el lado de la olla, de manera que el mismo recipiente se ajuste en lugar de simplemente colocarse en la parte de arriba. Asegúrate de que el recipiente no toque el fondo de la olla o que entre agua en la olla.[1]
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3Calienta el chocolate blanco sobre el agua. Reduce a fuego lento. Agrega el chocolate blanco en trozos a la parte de arriba del baño maría y cambia la parte de arriba de modo que se asiente sobre el agua. Revuelve el chocolate blanco continuamente hasta que se derrita.
- Quita el chocolate del fuego después de que la mayoría se haya fundido pero que algunas partes todavía estén enteras. El chocolate seguirá fundiéndose después de haberlo quitado del fuego mientras lo continuas moviendo, quítalo antes de tiempo para evitar que se sobrecaliente.
- Cuando el chocolate se sobrecalienta, se vuelve desigual y grumoso. Si esto pasa, puede que no vuelva a ser útil.
- Si no puedes derretir los trozos restante de chocolate después de quitarlo del fuego, basta con que cambies la parte de arriba del baño maría y dejes el chocolate en el calor por unos 30 a 60 segundos más.
- No dejes que ningún liquido entre en el chocolate mientras se derrite. Los líquidos harán que el chocolate se paralice y se ponga grumoso. Si es posible, debes evitar que el vapor de la mitad de abajo de la olla entre en el chocolate. También debes asegurarte de que la cuchara que uses para revolver el chocolate se mantenga seca durante el proceso. Las cucharas de metal son mejores que la cucharas de madera o de plástico, ya que son menos propensas a retener la humedad.[2]
- No cubras la olla mientras el chocolate se derrite, ya que ocasionarás condensación en la tapadera. Si el agua se condensa, podría gotear en el chocolate y el chocolate podría arruinarse.
- Si necesitas agregar un ingrediente liquido al chocolate, como un extracto o colorante de alimentos, lo mejor es agregar el líquido al chocolate antes de comenzar a derretirlo. Esto permitirá que la temperatura del líquido y el chocolate sea la misma, minimizando el riesgo de arruinar el chocolate.
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4Vuelve a emulsionar el chocolate, si es necesario. Si el chocolate blanco se arruinar y se pone grumos, puedes salvarlo agitando con una pequeña cantidad de mantequilla o manteca.
- Quita el chocolate del fuego antes de tratar de rescatarlo.
- Agrega 1 cucharadita (5ml) de mantequilla o de manteca a la vez en el chocolate grumoso para evitar que te pases. Probablemente vas a terminar necesitando aproximadamente 1 cucharada (15 ml) por 6 oz (170 g) de chocolate.
- También puedes usar aceite vegetal sin sabor, leche tibia o crema caliente. Asegúrate de que todos los ingredientes líquidos se agreguen sólo si se calientan primero a la temperatura del chocolate. Agregar líquidos fríos probablemente empeore el problema.
- Usa chocolate emulsionado con otros ingredientes para hacer salsas, merengues y batidos. Es difícil de usarlo por si solo en cubiertas de dulces, ya que la textura y el brillo son diferentes. Sin embargo, puedes usarlo por si solo encima de galletas.
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Método 2
Método 2 de 2:Segundo método: Microondas
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1Corta el chocolate en trozos finos. Corta las galletas o barras de chocolate usando un cuchillo de cocina afilado. Las piezas deben ser del mismo tamaño, que midan alrededor de ¼ pulgada (6.35 mm) a ½ pulgada (1.27 cm).
- Puedes omitir este paso si empiezas con chispas de chocolate en lugar de piezas más grandes. Las chispas son lo suficientemente pequeñas como para fundirse sin cortes adicionales.
- Para barras grandes, barquillos y obleas, también podrías romperlo en pedazos con las manos o cortarlo usando un rallador automático o de mano.
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2Ajusta la potencia del microondas.[3] En vez cocinar el chocolate en el microondas a máxima potencia, debes reducir la energía a medio o 50 por ciento.
- Reduce la potencia del microondas asegurándote de que el chocolate no se caliente demasiado o demasiado rápido. Dejar el microondas a máxima potencia puede causar un delicado recalentamiento rápido del chocolate, lo que resultaría en un desastroso bulto, grumoso.
- Ten en cuenta que derretir el chocolate en el microondas no es la mejor opción recomendada. Es más difícil controlar la temperatura del chocolate en el microondas que en un baño maría. El chocolate se quema alrededor de los 110 grados Fahrenheit (44 grados Celsius), y es fácil de quemarlo en el microondas si no lo haces con cuidado.
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3Calienta el chocolate en el microondas durante 30 segundos.[4] Calienta el chocolate en un recipiente para microondas durante unos 30 segundos y agítalo.
- El chocolate seguirá fundiéndose a partir de su propio calor al agitarse.
- No cubras el recipiente ya que puedes provocar vapor. El agua evaporada puede arruinar el chocolate si gotea sobre él.
- Incluso si no se ve derretido, debes comprobar la temperatura del chocolate antes de seguir calentándolo. El chocolate conserva su forma sin que se agite, por lo que sólo mirarlo no es un buen indicador de que tan caliente está.
- En términos generales, el chocolate no debe estar más caliente que tu labio inferior. Si quieres revisar que tan caliente está el chocolate, puedes hacer la prueba tocando el chocolate con tus manos limpias y luego compararlo con la temperatura de tu labio inferior.
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4Continúa en intervalos de 30 segundos, según sea necesario. Si el chocolate todavía no se derrite después de agitarlo por alrededor de un minuto, puedes seguir calentándolo en el microondas en intervalos de 30 segundos a una potencia de 50 por ciento.
- Mezcla el chocolate en intervalos para darle una oportunidad de derretirse fuera del microondas.
- Esto tiende a ser necesario para grandes lotes de chocolate pero no para pequeñas cantidades.
- Para estar seguro, puedes incluso calentar el chocolate en intervalos de 15 segundos en lugar de 30 segundos.
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5Restaura el chocolate, si es necesario. El chocolate que se vuelve grumoso puede salvarse agregándole mantequilla o manteca.
- Agrega aproximadamente 1 cucharada (15 ml) de mantequilla o manteca por cada 6 oz (170 g) de chocolate. Para estar seguro, agrega 1 cucharadita (5 ml) a la vez, y mézclalo cada vez que la agregas.
- La leche caliente, la crema caliente o el aceite vegetal sin sabor también puede usarse para volver a emulsionar el chocolate en lugar de la mantequilla o la manteca. Asegúrate de que estos ingredientes líquidos se calienten a la temperatura aproximada del chocolate antes de agitarlos.
- Incluso si te las arreglas para salvar el chocolate grumoso, lo podrás usar de manera limitada. El chocolate salvado a menudo puede ser usado como gotas o como un ingrediente en batidos, merengues y salsas, pero generalmente no se puede usar para recubrimientos de chocolate o decoraciones elaboradas de chocolate.
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Cosas que necesitarás
- Olla doble o cacerola y recipiente metálico
- Cuchara de metal
- Recipiente para microondas