Si se te acabó el azúcar morena en medio de una receta, tal vez no puedas ir corriendo a la tienda. Mejor haz tu propia azúcar morena mezclando azúcar granulada y melaza. También puedes sustituir el azúcar morena por otros ingredientes, pero recuerda que el sabor y la textura de tus recetas podrían salir un poco distintas. Después de hacer el azúcar morena, aprende a almacenarla y a suavizarla si se endurece un poco.

Ingredientes

  • 1 taza (200 g) de azúcar granulada
  • 2 cucharadas a 1/4 taza (80 g) de melaza

Rinde 1 taza (200 g) de azúcar morena

Método 1
Método 1 de 3:
Hacer azúcar morena con melaza

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    Mezcla azúcar y melaza en un tazón. Vierte 1 taza (200 g) de azúcar granulada en un tazón. Añade melaza al gusto o según el tipo de azúcar que quieras. Para hacer una clara, usa 2 cucharadas de melaza. Para hacer una oscura, puedes usar un máximo de 1/4 taza (80 g) de melaza.[1]
    • Asegúrate de usar melaza genuina, no melaza residual o negra. Esta es más refinada, menos dulce y más rica en sodio que la melaza genuina.
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    Mezcla la melaza y el azúcar con una batidora. Para obtener la mejor textura, usa una batidora de pedestal o de mano para mezclar la melaza y el azúcar hasta que el resultado se vea esponjoso y dorado. El proceso podría tomar varios minutos.
    • También puedes mezclar los ingredientes con un procesador de alimentos.
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    Considera la posibilidad de mezclar la melaza y el azúcar con un tenedor. Si no tienes una batidora o si solo quieres hacer un poco de azúcar morena, puedes echar la melaza y el azúcar en un tazón pequeño. Usa un tenedor para combinar la mezcla hasta que se vea morena.[2]
    • Si vas a hacer una receta para el horno con el azúcar morena, ni siquiera tienes que combinar el azúcar y la melaza. Solo añade los ingredientes a la receta. Por ejemplo, si vas a hacer galletas para las que se necesita azúcar morena, solo añade más azúcar granulada y melaza junto con los demás ingredientes.
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    Duplica o triplica las medidas. Si quieres hacer una tanda grande de azúcar morena para usarla en varias recetas, puedes duplicar o triplicar las medidas fácilmente. Usa un tazón grande y una batidora eléctrica o de pedestal para combinar los ingredientes. Bate el azúcar y la melaza unos 5 minutos.

Método 2
Método 2 de 3:
Usar alternativas al azúcar morena

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    Usa miel en vez de azúcar morena. Si no tienes azúcar morena ni melaza a la mano, puedes usar miel en lugar de azúcar morena en una receta. Para usar la miel como sustituto, usa 1/2 taza (150 g) a 3/4 taza (250 g) de miel por cada 1 taza (200 g) de azúcar morena que pida la receta y añade 1/4 cucharadita de polvo de hornear. También debes reducir los líquidos de la receta en un 20 % y bajar unos 25 grados del horno.[3]
    • Evita usar la miel como sustituto en recetas donde haya que batir mantequilla con el azúcar morena. Más bien, usa la miel en recetas de budines, helados o pasteles de textura suave.
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    Usa jarabe de maple para sustituir el azúcar morena. Puedes usar jarabe de maple en vez de azúcar morena, pero tendrás que reducir 1/2 taza (120 ml) de los líquidos por cada 1 taza (250 ml) de jarabe de maple que uses. Evita usar jarabe de maple en recetas donde haya que batir mantequilla con el azúcar. Puedes usar este jarabe como sustituto en recetas de helado, caramelo, dulces y budín.[4]
    • Si tienes azúcar de maple, puedes usar cantidades iguales que de azúcar morena sin necesidad de reducir los líquidos de la receta.
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    Prueba el azúcar de coco o de dátiles. Si tienes azúcar de coco o de dátiles en la alacena, puedes usarlas para sustituir el azúcar morena en una receta. Puedes usarla en caramelos y golosinas, pero recuerda que se derrite 10 grados menos que el azúcar estándar. También puedes hacer recetas para el horno, aunque el resultado tendrá una textura más seca.[5]
    • Si quieres darle humedad, puedes añadir salsa de manzana o una banana machacada.

Método 3
Método 3 de 3:
Almacenar y suavizar el azúcar morena casera

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    Almacena el azúcar morena en un envase con tapa. Ponla en un envase con tapa en la alacena. Puedes almacenarla a temperatura ambiente por un tiempo indefinido, pero podría endurecerse con el tiempo a medida que pierde humedad.[6]
    • Si no tienes un envase con tapa, puedes tenerla en una bolsa de plástico para alimentos con cierre.
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    Suaviza el azúcar morena en el horno microondas. Si necesitas suavizar el azúcar morena rápidamente, pon un trozo en un tazón apto para microondas. Humedece un papel toalla con agua y ponlo sobre el azúcar morena. Caliéntala en el microondas de 15 a 20 segundos y revísala para ver si está suavizada. Si no, caliéntala unos 15 a 20 segundos más.[7]
    • Si el azúcar morena es muy dura y no se puede quitar un trozo para ponerlo en un tazón, añade unas cuantas cucharaditas de agua al azúcar antes de calentarla en el microondas.
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    Pon un trozo de pan con el azúcar morena. También puedes suavizarla almacenándola con un trozo de pan fresco por unos cuantos días. La humedad del pan suavizará el azúcar. Solo asegúrate de quitar el pan antes de que pase mucho tiempo, si no se resecará.[8]
    • También puedes poner 1 o 2 rodajas de manzana en el envase para mantener el azúcar morena suave.

Cosas que necesitarás

  • tazas y cucharas medidoras
  • balanza digital
  • tazón
  • tenedor o batidor de mano
  • procesador de alimentos (opcional)
  • batidora de mano o de pedestal (opcional)
  • envase con tapa

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Resumen del artículoX

Para hacer tu propia azúcar rubia, vierte una taza de azúcar granulada en un tazón, luego agrega 2 cucharadas de melaza para hacer azúcar rubia clara, o hasta 1/4 de taza para hacer azúcar rubia oscura. Usa una batidora fija o una manual para combinar la melaza y el azúcar hasta que la mezcla luzca esponjosa y de color marrón dorado. Si no tienes una batidora, puedes usar un tenedor para combinar la mezcla.