Una buena rutina diaria hará que te resulte más fácil mantenerte organizada, lo que puede reducir el estrés y ahorrar tiempo. Seguir una rutina diaria constante te ayudará a sacar el máximo provecho cada día.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Establecer una rutina matutina

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    Despiértate a la misma hora todos los días. Es importante que te despiertes para ir a la escuela todos los días a la misma hora para que tu cuerpo se acostumbre a tus horarios. Incluso los fines de semana, procura no despertarte más de media hora más tarde que lo usual para los días escolares. Si tienes dificultades para despertarte sola, configura un despertador o pídeles a tus padres que te despierten por la mañana.
    • Si tienes problemas para despertarte con un despertador, colócalo en otra sala o en un lugar alejado de la cama. De esta forma, tendrás que levantarte para apagar la alarma.
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    Toma una ducha y vístete para el día. Si prefieres ducharte por la noche, lavarte el rostro por la mañana te ayudará a despertarte. No olvides cepillarte los dientes y usar hilo dental.
    • Si usas maquillaje, usa colores neutros como melocotón, marrón y amarillo para un día normal de escuela.
    • Al escoger el calzado, piensa qué harás en el día. Si tienes una práctica de fútbol después de la escuela, lleva tus calcetines y botines. Si tienes que estar de pie en una clase de coro, no uses tacones.
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    Come un desayuno saludable e integral. Lo que comas en el desayuno afectará tu rendimiento el resto del día. Procura que incluya carbohidratos, fibra y algo de proteína.[1]
    • Algunas opciones saludables son la avena, un batido, yogur o huevos.
    • Si tienes poco tiempo, toma algo como una banana o manzana.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Mantener tu rutina escolar y horarios del fin de semana

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    Usa una agenda o un planificador. Usar una agenda o un planificador te ayudará a tener un registro de tus clases, tareas y actividades extracurriculares. Al principio del año o semestre escolar, asegúrate de tener un cronograma de clases actualizado escrito o impreso en tu planificador. Escribir tu rutina te ayudará a llevar un registro de lo que tengas que hacer todos los días.
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    Prioriza tu trabajo. Si tienes distintas clases, lleva un registro del plan de estudios de cada una. Si tienes un examen importante cierto día para una clase, quizás sea mejor priorizar la cantidad de tiempo que pasas estudiando para ese examen sobre las tareas pequeñas de otras clases.
    • Dividir las tareas grandes entre tareas más pequeñas y ocuparte de estas una a la vez te ayudará a manejar tu trabajo.[2]
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    Usa el fin de semana para reiniciarte y relajarte. Piensa con tiempo y prepárate para el resto de la semana. Reserva un tiempo el domingo para prepararte para el lunes.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Crear una rutina nocturna

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    Haz los quehaceres. Los pequeños quehaceres cada noche (como ordenar la habitación) pueden reducir las largas sesiones de limpieza los fines de semana. Limpiar también ayuda a reducir el desorden que podría distraerte cuando quieras hacer la tarea o relajarte.
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    Ahorra tiempo para las tareas todos los días. Asegúrate de tener suficiente tiempo por la tarde o noche para completar tus tareas y no sentirte apresurada por terminarlas. La cantidad de tiempo que reserves para la tarea cada día dependerá de la cantidad de tarea que tengas.
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    Haz algo de ejercicio. El ejercicio es importante para mantener un estilo de vida saludable. También influye positivamente en tu salud mental, dado que libera endorfinas que mejoran la autoestima y el estado de ánimo.[3] Dependiendo de lo que sea mejor para tu cronograma, puedes ejercitar por la mañana o justo después de la escuela.
    • El ejercicio puede incrementar tu nivel de energía, así que procura terminar la rutina al menos tres horas antes de acostarte para tener tiempo para relajarte antes de dormir.
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    Reserva un tiempo para ti. El ejercicio puede ser una buena forma de tener tiempo para ti, pero si has tenido clases de educación física o has practicado deportes en el día, encuentra otra forma de relajarte, como leer un libro, escribir en un diario o socializar con amigos y familiares.
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    Escoge tu vestimenta la noche anterior. Una buena opción para un día escolar típico es una linda falda o un bluyín, y una camiseta que sepas que será cómoda y que puedas vestir con accesorios y joyas. Busca el pronóstico del clima para el día siguiente y escoge tu atuendo en consecuencia. Si hará frío, asegúrate de preparar prendas cálidas, como un abrigo o una bufanda.
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    Prepara la mochila para el día siguiente. Pon en tu mochila los libros y las tareas que necesites el día siguiente. Si tienes actividades extracurriculares el día siguiente, asegúrate de tener listo lo que necesites para la mañana siguiente.
    • Si tienes práctica con la banda, asegúrate de tener empacado el instrumento y listo para la escuela. Si tienes una práctica deportiva, asegúrate de empacar tu equipo deportivo. Hacer estas cosas la noche anterior te permitirá ahorrar tiempo en la mañana.
    • Mira tu agenda o planificar para ver qué tienes que guardar en cuanto a suéter, paraguas, tareas y permisos.
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    Duerme al menos 8 o 10 horas por noche. Tener un buen cronograma tiene efectos positivos en la salud y puede ayudarte a sentirte mejor.[4]
    • No bebas cafeína y procura que la habitación esté lo más oscura posible. Minimiza las luces azules de las pantallas electrónicas, como de tu celular o computadora.[5]
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Consejos

  • Escribe una lista de verificación para recordar tu cronograma diario.
  • Lleva un registro de tu rutina para ver si puedes hacer mejoras para que sea más eficiente.
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Acerca de este wikiHow

Rachel Clissold
Coescrito por:
Coach de vida certificada
Este artículo fue coescrito por Rachel Clissold. Rachel Clissold es una coach de vida y consultora en Sydney, Australia. Con más de 6 años de experiencia en coaching y más de 17 años de formación corporativa, Rachel se especializa en ayudar a líderes empresariales a superar los obstáculos internos, a obtener más libertad y claridad, y a optimizar la eficiencia y productividad de sus empresas. Rachel utiliza una amplia variedad de técnicas incluyendo coaching, orientación intuitiva, programación neurolingüística y biohacking holístico para ayudar a los clientes a superar el miedo y sus limitaciones, así como a dar vida a sus visiones épicas. También es una aclamada practicante maestra de reiki, practicante calificada en PNL, EFT, hipnosis y regresión a vidas pasadas. Ha creado eventos con hasta 500 personas en Australia, Reino Unido, Bali y Costa Rica. Este artículo ha sido visto 12 080 veces.
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