Un sangrado de nariz, también conocido como hemorragia nasal o epistaxis, es un problema común que puede ocurrir de manera espontánea. Se produce cuando el revestimiento interno de la nariz está seco o lastimado. El daño que sufren los pequeños vasos sanguíneos de la nariz provoca el sangrado. Casi todas las hemorragias nasales se originan por los vasos sanguíneos en la parte frontal del tabique, el cual es el tejido central interior que separa ambas fosas nasales. Las hemorragias nasales ocurren con mayor frecuencia en pacientes con alergias nasales, hipertensión, sinusitis o trastornos sanguíneos.[1] Si conoces las causas de las hemorragias nasales y sabes cómo manejarlas, podrás tratar las tuyas.

Método 1
Método 1 de 3:
Realizar técnicas de primeros auxilios durante un sangrado de nariz

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    Posiciona tu cuerpo. Si no tienes un problema grave que haya provocado tu hemorragia nasal, puedes realizar alguna técnica de primeros auxilios en casa para ayudar a detenerla. Para empezar, siéntate, ya que es más cómodo que estar de pie. Inclina tu cabeza hacia adelante para que la sangre drene a través de las fosas nasales.
    • Puedes sostener una toalla debajo de tu nariz para evitar que la sangre caiga al suelo.
    • No te recuestes, ya que esto puede provocar que la sangre pase por la garganta.
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    Comprime tu nariz. Con un dedo y el pulgar, aprieta los extremos inferiores carnosos de tu nariz de tal manera que bloquees por completo las fosas nasales. Al apretar esta parte aplicas una presión directa a la región en donde los vasos sanguíneos están dañados. Esto hará que el movimiento sea más efectivo, ya que ayudará a detener el flujo de sangre. Continúa apretando tu nariz durante 10 minutos y luego suéltala.
    • Si el sangrado continúa, vuelve a aplicar presión durante otros 10 minutos.
    • Mientras lo haces, respira a través de tu boca.
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    Refréscate. Reducir tu temperatura corporal puede ayudar a reducir el flujo de sangre en tu nariz. Para hacerlo, coloca cubos de hielo en tu boca. Esto ayudará a reducir la temperatura más rápido que al enfriar la parte externa de la nariz. También te ayudará a mantener la temperatura baja durante más tiempo.
    • Esto es más efectivo que colocar una compresa fría sobre tu nariz. Las compresas frías que se colocan sobre la nariz no son muy efectivas según un estudio clínico reciente.
    • También puedes chupar una helado para obtener el mismo resultado.[2]
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    Utiliza aerosoles nasales de oximetazolina. Cuando tengas una hemorragia nasal, pero no de manera regular, puedes probar a usar un aerosol nasal medicado si no tienes problemas de presión arterial alta. Este medicamento provoca la restricción de los vasos sanguíneos en tu nariz. Para usarlo, agarra una pequeña bola de algodón limpia o un pedazo de gasa, agrégale 1 o 2 gotas del aerosol e insértalo en las fosas nasales. Continúa apretando tus fosas nasales y verifica si hay sagrado después de 10 minutos.
    • Si el sangrado se ha detenido, no retires la bola de algodón o el pedazo de gasa hasta después de una hora, ya que el sangrado puede reaparecer.
    • El uso frecuente de este medicamento, el cual es más de 3 o 4 días a la vez, puede provocar adicción y congestión nasal.[3]
    • Estos aerosoles solo deben usarse si el sangrado no para al apretar la nariz después de los primeros 10 minutos.
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    Lávate la nariz y descansa. Después de que el sangrado se haya detenido, puedes limpiar el área alrededor de tu nariz con agua tibia. Después de que hayas limpiado a tu cara, debes descansar por un rato para evitar un sangrado posterior.
    • Puedes recostarte mientras descansas.

Método 2
Método 2 de 3:
Prevenir una futura hemorragia nasal

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    Sé delicado con tu nariz. Debido a que las hemorragias nasales pueden producirse a causa de acciones personales, existen algunos métodos de prevención que te ayudarán a evitarlas en el futuro. Evita meterte el dedo en la nariz. Hacerlo puede causar una lesión en los vasos sanguíneos internos de la nariz. También puede desprender los coágulos de sangre que cubren los vasos sanguíneos previamente lesionados y provocar un sangrado. Asimismo, debes mantener la boca abierta mientras estornudas para evitar la expulsión de aire a través de la nariz.
    • Debes mantener húmedo el revestimiento interno de tu nariz al introducir suavemente una capa de vaselina o gel nasal con un hisopo dos veces al día.[4]
    • Siempre suénate la nariz con cuidado y hazlo un lado por vez.
    • Asimismo, si tienes niños, debes cortar las uñas de sus manos para evitar una lesión mayor.
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    Compra un humidificador. Para incrementar la humedad en tu entorno, compra un humidificador. Puedes utilizar un humidificador en casa o en el trabajo para evitar la sequedad excesiva, especialmente en el invierno.
    • Si no tienes un humidificador, puedes colocar un recipiente metálico con agua en la parte superior de los radiadores de la calefacción para humidificar el aire.
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    Aumenta tu consumo de fibra. El estreñimiento puede provocar que hagas un mayor esfuerzo al defecar, lo cual causa un aumento de hemorragias nasales debido a que se ejerce una mayor presión en los vasos sanguíneos. Esto puede aumentar la presión arterial momentáneamente y desprender los coágulos de sangre que cubren los vasos sanguíneos previamente lesionados, lo cual puede provocar más hemorragias nasales con el tiempo. El estreñimiento se puede evitar al consumir alimentos con alto contenido en fibra y aumentar la ingesta de líquidos.
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    Consume fibra para mantener tus heces blandas. No pujes mientras defecas, ya que esto incrementa la presión arterial intracerebral y, por lo tanto, aumenta la probabilidad de una pequeña ruptura de los vasos sanguíneos sensibles en la nariz.[5]
    • Comer entre 6 y 12 ciruelas al día es más eficaz que consumir fibras dietéticas, y además previene el estreñimiento.[6]
    • Asimismo, debes evitar los alimentos picantes y calientes. El calor puede dilatar los vasos sanguíneos y precipitar el sangrado.
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    Usa aerosoles nasales salinos. Los aerosoles nasales salinos se pueden usar varias veces al día para mantener la nariz húmeda.[7] Estos aerosoles nasales no son adictivos debido a que solo contienen sal. Si no deseas comprarlos, puedes hacerlos tú mismo.
    • Para hacer el tuyo, toma un recipiente limpio y mezcla 3 cucharadas llenas de sal sin yodo con 1 cucharadita de bicarbonato. Luego, toma 1 cucharadita de esta mezcla y agrégala a 230 ml (8 onzas) de agua destilada o hervida. Mezcla bien.[8]
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    Consume más flavonoides. Los flavonoides, que son un grupo de compuestos químicos naturales presentes en las frutas cítricas, pueden mejorar la fragilidad de los capilares sanguíneos.[9] Debido a esto, debes considerar aumentar tu consumo de frutas cítricas. Otros alimentos con un alto contenido de flavonoides incluyen el perejil, los arándanos y otros frutos del bosque, la cebolla, el té verde, el té negro y el té oolong, los cítricos, los plátanos, el Ginkgo biloba, el espino amarillo, el vino rojo y el chocolate negro (con un contenido de cacao de 70 % o más).
    • No debes tomar suplementos de flavonoides, como las píldoras de Ginkgo, tabletas de quercetina, extracto de semilla de uva y linaza, ya que dan lugar a un mayor contenido de flavonoides y una toxicidad a largo plazo.[10]

Método 3
Método 3 de 3:
Comprender las hemorragias nasales

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    Ten en cuenta los tipos de hemorragias nasales. Los tipos de hemorragias nasales dependen de la parte en la nariz de la que viene la hemorragia. En las hemorragias nasales frontales, el sangrado se presenta en la parte frontal de la nariz. También puedes tener una hemorragia nasal posterior, donde el sangrado se origina en la parte interna de la nariz. Las hemorragias nasales también pueden ser espontáneas y tener una causa identificable.[11]
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    Conoce las causas. Existen muchas causas para las hemorragias nasales. Cuando tengas una, debes evaluar cuál es la posible causa por la que tu nariz sangra y evitar la situación en lo posible en el futuro. Puedes tener una hemorragia nasal debido a un trauma autoinducido, la mayoría de las veces por tocarte la nariz. Esta es la causa más común en los niños pequeños. Otras cusas incluyen el abuso de drogas como la cocaína, trastornos cardiovasculares, trastornos de coagulación de sangre y lesiones en la cabeza o rostro.
    • Los factores ambientales como la poca humedad, la cual es común durante el invierno, pueden inducir a una irritación de la mucosa y sangrado. La incidencia de las hemorragias nasales aumenta en los climas más fríos.
    • Las infecciones de nariz y la sinusitis pueden causar una hemorragia nasal. Las alergias también pueden provocar una inflamación de la mucosa, la cual da como resultado una hemorragia nasal.
    • En algunos casos especiales, las migrañas en los niños también se han propuesto como un causante.[12]
    • Un traumatismo en el rostro también puede provocar una hemorragia nasal.
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    Evita ciertas situaciones. Si tienes una hemorragia nasal, debes evitar ciertas situaciones y acciones que puedan empeorar las cosas. No te inclines hacia atrás, ya que es posible que esto haga que la sangre se vaya hacia tu garganta, lo cual puede inducir el vómito. Evita hablar y toser, ya que puede irritar la mucosa nasal y hacer que sangres de nuevo.
    • Si tienes que estornudar mientras que tu nariz está sangrado, debes tratar de expulsar el aire por la boca para que no lastimes más tu nariz o provoques más sangrado.
    • No te suenes la nariz o la toques (especialmente si el sangrado disminuye), ya que puedes desprender coágulos sanguíneos y hacer que sangre de nuevo.
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    Visita al médico. Hay ciertas situaciones en las que necesitas visitar a un médico. Si la hemorragia es grave (es decir, más de un par de gotas de sangre, dura más de 30 minutos y ocurre frecuentemente), debes ver a un médico. También debes buscar atención médica si te pones extremadamente pálido, cansado o desorientado. Esto puede ocurrir como resultado de una pérdida significativa de sangre.
    • Si tienes dificultad para respirar, especialmente si la sangre pasa a través de tu garganta, debes ver a un médico. Esto puede provocar irritación o tos. Existe la posibilidad de una infección como resultado, la cual puede provocar problemas respiratorios a la larga.
    • Siempre debes ver a un médico si la hemorragia nasal se dio como resultado de una lesión grave en la nariz.[13]
    • También debes ver a un médico si tienes una hemorragia nasal en el tiempo en que tomas medicamentos que impiden la coagulación de la sangre, como la warfarina, el clopidogrel o las aspirinas diarias.[14]

Consejos

  • En la India, las personas se colocan el ghee (grasa saturada) en el interior de la nariz, lo que detiene el sangrado de inmediato. Puedes conseguirlo en las tiendas y supermercados indios.
  • No debes fumar si sufres de hemorragias nasales, ya que puede irritar y secar la nariz.
  • No utilices cremas antisépticas, ya que muchas personas son sensibles a ellas y pueden empeorar la inflamación. Solo utiliza pomada de bacitracina cuando te la recete un médico debido a una formación infecciosa de costras.
  • Mantén la calma sin importar cuán grave se vea. La calma evitará que entres en pánico y te desmayes.
  • ¡Recuerda humidificar, hidratar, tener una dieta saludable y mantener tu mano fuera de tu nariz!
  • No entres en pánico cuando veas mucha sangre. ¡En realidad luce como si hubiera más de la que hay! La mayor parte de ella son otros fluidos que están en tu nariz. ¡Tenemos muchos vasos sanguíneos en nuestra nariz!
  • Si no se corta el sangrado moja un papel con un poco de vinagre y taponea el orificio nasal que sangra.
  • Procura mantener la cabeza recta mientras taponeas el orificio nasal que sangra.

Referencias

  1. Purkey MR, Seeskin Z, Chandra R. Seasonal variation and predictors of epistaxis. Laryngoscope. 2014; 24(9):2028-2033.
  2. Porter M, Marais J, Tolley N. The effect of ice packs upon nasal mucosal blood flow. Acta Otolaryngol1991;111:1122-1125.
  3. http://healthline.com/health-blogs/outdoor-medicine/nosebleed
  4. Porter M, Marais J, Tolley N. The effect of ice packs upon nasal mucosal blood flow. Acta Otolaryngol1991;111:1122-1125.
  5. Ternent CA, Bastawrous AL, Morin NA, Ellis CN, Hyman NH, Buie WD, Standards Practice Task Force of The American Society of Colon and Rectal Surgeons. Practice parameters for the evaluation and management of constipation. Dis Colon Rectum. 2007;50(12):2013-2022.
  6. Attaluri A, Donahoe R, Valestin J, Brown K, Rao SS. Randomised clinical trial: dried plums (prunes) vs. psyllium for constipation. Aliment Pharmacol Ther. 2011;33(7):822-828.
  7. http://emedicine.medscape.com/article/863220-treatment
  8. http://aaaai.org/conditions-and-treatments/library/allergy-library/saline-sinus-rinse-recipe.aspx
  9. Galley P, Thiollet M. A double-blind, placebo-controlled trial of a new veno-active flavonoid fraction (S 5682) in the treatment of symptomatic capillary fragility. Int Angiol. 1993;12(1):69-72.
  1. http://www.berkeley.edu/news/media/releases/2000/09/19_flav.html
  2. Rudmik L, Smith TL. Management of intractable spontaneous epistaxis. Am J Rhinol Allergy. 2012;26(1):55–60.
  3. Jarjour IT, Jarjour LK. Migraine and recurrent epistaxis in children. Pediatr Neurol. 2005;33(2):94-97.
  4. http://www.cfpc.ca/projectassets/templates/resource.aspx?id=1405
  5. http://www.uptodate.com/contents/nose-bleeds-epistaxis-beyond-the-basics

Acerca de este wikiHow

Julia Bowlin, MD
Coescrito por:
Médica de medicina familiar
Este artículo fue coescrito por Julia Bowlin, MD. La Dra. Bowlin es médica profesional en medicina familiar en Greenville, Ohio, y se especializa en alergia e inmunología. Recibió su doctorado en medicina en la Facultad de Medicina Boonshoft de la Universidad Estatal de Wright y completó su residencia en el Franciscan Medical Center en Dayton, Ohio. Ella tiene más de 25 años de experiencia en la práctica. Este artículo ha sido visto 693 270 veces.