La RCP (reanimación cardiopulmonar) es una técnica para salvar vidas que es útil en muchas situaciones de emergencia (como ataques cardiacos y personas a punto de ahogarse) en las que la respiración o el corazón de la víctima se han detenido.[1] La RCP suele comprender una combinación de compresiones de pecho y respiración artificial; no obstante, el método exacto y la duración varían según la situación y la víctima. La RCP puede realizarse en adultos, niños, bebés e incluso en la mayoría de las mascotas.

Método 1
Método 1 de 3:
Realizar la RCP solo con las manos en los adultos y los adolescentes

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    Examina la escena en busca de riesgos evidentes. En algunos casos, podría no ser seguro realizar la RCP. Si existe algún peligro cercano que te impida acercarte a la persona, no arriesgues tu propia vida ni la de ella. Ponte en contacto con los servicios de emergencia y espera a que llegue la ayuda.[2]
    • Por ejemplo, si la persona ha colapsado debido a la exposición al humo y al fuego, o a gases tóxicos, mantente alejado del área.
    • Si la persona se encuentra en una situación de peligro y tienes la capacidad de moverla de forma segura, hazlo antes de probar la maniobra RCP. Por ejemplo, si ha colapsado en medio de la calle, espera un momento cuando no haya tráfico en sentido contrario y muévela fuera del camino.
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    Observa si la persona no muestra una respuesta. Si un adulto o adolescente colapsa, pero se mantiene consciente, por lo general no se necesitará una RCP. No obstante, si pierde el conocimiento y ya no muestra respuestas, deberás realizar algún tipo de RCP incluso si no te has instruido para realizarla o si tus habilidades se han oxidado.[3]
    • Sacude los hombros de la víctima y pregúntale en voz alta “¿Estás bien?”. Si no recibes una respuesta, revisa su pulso o su respiración mientras alguien se comunica con los servicios de emergencia.
    • La RCP solo con las manos es ideal para las personas que no hayan recibido una formación en RCP o para aquellas que no estén seguras en sus habilidades para realizar este procedimiento. Esta no requiere las medidas de respiración artificial relacionadas con la RCP convencional; en lugar de ello, se centra en las compresiones de pecho.[4]
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    Llama a los servicios de emergencia. Si notas que la persona no muestra respuesta alguna y optas por realizar algún tipo de RCP, aun así deberás llamar de inmediato al número de emergencias de tu localidad antes de hacer algo más.[5] La RCP puede reanimar a las personas de vez en cuando, pero debe considerarse como una opción para ganar tiempo mientras el personal de emergencia llega con el equipo adecuado.
    • Si hay dos o más personas presentes, una deberá llamar para pedir ayuda mientras la otra empieza a realizar la RCP.[6]
    • Si la víctima no muestra respuesta alguna debido a la asfixia (por ejemplo, al ahogarse), se recomienda iniciar de inmediato la RCP por 1 minuto y luego llamar al número de emergencias de tu localidad.[7]
    • Si la víctima es un niño entre 1 y 8 años de edad, realice 5 ciclos de compresiones de pecho y respiración artificial antes de llamar a los servicios de emergencia, si eres la única persona presente. Esto debe tomar alrededor de 2 minutos.
    • Si llamas a los servicios de emergencia, los paramédicos llegarán al lugar. Por lo general, la persona que los envíe también podrá indicarte la forma de realizar la RCP.
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    Mantén a la víctima boca arriba. Para realizar la RCP solo con las manos, la víctima debe estar boca arriba (posición supina), de preferencia sobre una superficie firme, con la cabeza apuntando hacia arriba.[8] Si está de costado o boca abajo (posición prona), gírala con cuidado para mantenerla boca arriba y al mismo tiempo trata de darle apoyo a su cabeza y su cuello. Determina si la persona ha sufrido un traumatismo considerable al caerse y perder el conocimiento.
    • Cuando esté boca arriba, arrodíllate junto a su cuello y sus hombros para tener un mejor acceso a su pecho y la boca.
    • Recuerda que no debes mover a la persona si crees que podría haber sufrido una lesión considerable en la cabeza, el cuello o la columna. En este caso, pondrás en riesgo su vida si la mueves, por lo que debes evitar hacerlo, salvo que la ayuda de emergencia no vaya a llegar en un buen tiempo (un par de horas o más).
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    Inclina la barbilla de la persona hacia arriba para abrir sus vías respiratorias. Una vez que esté recostada boca arriba, inclina su cabeza hacia atrás mientras elevas su barbilla y la llevas hacia adelante utilizando dos dedos. Esto debería apartar su lengua y facilitar la respiración.[9]
    • Si tienes miedo de que la persona tenga una lesión en el cuello, evita moverle la cabeza. Utiliza ambas manos para mover con cuidado la mandíbula hacia adelante dejando intacto al resto de la cabeza o del cuello.
    • Después de abrirle las vías respiratorias, escucha atentamente los sonidos de su respiración y verifica si su pecho suba y baja. Si no puedes encontrar señales de respiración luego de 10 segundos, o si la persona jadea ocasionalmente en lugar de respirar con regularidad, comienza a aplicarle la RCP.
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    Presiona el centro del pecho con rapidez. Coloca una mano directamente sobre el centro del pecho de la persona (por lo general, entre las tetillas) y la otra mano sobre ella para reforzarla. Presiona el pecho de la víctima con firmeza y rapidez; realiza aproximadamente 100 compresiones de pecho por minuto hasta que los paramédicos lleguen.[10]
    • Si no sabes con certeza cómo deben realizarse 100 compresiones por minuto, hazlo al ritmo de la canción “Stain' Alive” de los Bee Gees.[11]
    • Presiona el pecho empleando el peso y la fuerza de la parte superior de tu cuerpo, no solo la fuerza del brazo.
    • Las compresiones de pecho deben hacer que el pecho de la persona se hunda al menos 5 cm (2 pulgadas). Presiona con fuerza y ten en cuenta que es probable que rompas las costillas de la persona. Esto es muy común y no debes detener las compresiones incluso si crees que eso ha ocurrido.
    • Las compresiones de pecho requieren un trabajo duro y podrías tener que turnarte con otros transeúntes antes de que llegue el personal de emergencias.
    • Sigue haciéndolo hasta que la persona muestre alguna respuesta o hasta que el equipo médico de emergencias llegue y se encargue.

Método 2
Método 2 de 3:
Emplear la RCP convencional para los adultos y los niños

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    Sigue los mismos procedimientos iniciales empleados en la RCP solo con las manos. Incluso si has recibido una formación reciente en RCP y estás seguro de tus habilidades, aun así tendrás que evaluar a la persona para determinar si muestra respuesta alguna y dejarla boca arriba si no lo está y si no muestra signos de lesiones en el cuello, la cabeza o la columna.[12] Llama a los servicios de emergencia antes de iniciar las compresiones de pecho y busca a alguien con quien alternar.
    • Si vas a realizar la RCP en un niño pequeño de entre 1 y 8 años de edad, solo realiza las compresiones de pecho con una mano.
    • La velocidad de las compresiones de pecho es la misma para los adultos y los niños (aproximadamente 100 por minuto).
    • En el caso de los niños entre 1 y 8 años de edad, tendrás que hundir el esternón (hueso del pecho) en 1/3 a 1/2 de la profundidad del pecho del niño.
    • Si acabas de recibir una formación reciente en RCP, solo realiza 30 compresiones de pecho antes de proseguir con la fase de asistencia respiratoria de la RCP.
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    Procede a abrir las vías respiratorias. Si has recibido formación en RCP, estás seguro de tus habilidades (sin haber perdido la práctica) y has realizado 30 compresiones de pecho, procede a abrir las vías respiratorias empleando la técnica de inclinar la cabeza y levantar el mentón;[13] o el desplazamiento de mandíbula si crees que tiene una lesión en el cuello, la cabeza o la columna. Coloca la palma de tu mano en su frente e inclina (extiende) cuidadosamente su cabeza un poco hacia atrás. Luego emplea la otra mano para levantar con cuidado el mentón hacia adelante y así abrir sus vías respiratorias, lo que hará que sea más sencillo darle oxígeno.
    • Dedica de 5 a 10 segundos a revisar que respire con normalidad. Identifica el movimiento de su pecho, escucha si respira y determina si puedes sentir el aliento de la víctima en tu mejilla u oído.
    • Ten en cuenta que jadear no se considera una respiración normal.
    • Si la persona ya respira, no se requerirá asistencia para respirar. No obstante, si aún no lo hace, puedes brindarle la respiración boca a boca de la RCP.
    • Para realizar la técnica de desplazamiento de mandíbula, siéntate a una altura mayor a la de la cabeza de la persona. Coloca una mano en cada lado de su mandíbula y elévala de modo que sobresalga hacia adelante como si la persona tuviera prognatismo.[14]
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    Coloca la boca sobre la de la víctima. Cuando la cabeza de la persona esté inclinada y su mentón esté levantado, cerciórate de que su boca esté libre de objetos que obstruyan sus vías respiratorias. Luego emplea una mano para apretar las fosas nasales de la víctima y mantenerlas cerradas, y cubre su boca por completo con la tuya.[15] Forma un sello con tu boca de modo que el aire no pueda escapar mientras tratas de brindarle respiración artificial a la víctima.
    • Debes tener en cuenta que la RCP boca a boca puede propagar enfermedades infecciones virales y bacterianas entre la víctima y el rescatista.
    • Antes de que tu boca toque la suya, limpia todo vómito, mucosidad o exceso de saliva que pueda tener.
    • Asimismo, la respiración artificial puede ser una respiración de boca a nariz si la boca de la víctima está muy lesionada o no puede abrirse.
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    Empieza con dos respiraciones artificiales. Cuando tu boca esté sobre la de la otra persona, respira con fuerza a través de ella como mínimo por un segundo completo y observa su pecho para determinar si se levanta un poco o no.[16] Si lo hace, dale la segunda respiración; si no lo hace, vuelve a realizar la maniobra de inclinación de cabeza y levantamiento del mentón, y vuelve a intentarlo. No seas muy tímido ni sientas asco, ya que la vida de una persona dependerá de ti.
    • Al exhalar, tu aliento tendrá dióxido de carbono, pero aun así tendrás oxigeno suficiente para beneficiar a la víctima durante la RCP. Nuevamente, el objetivo no siempre es reanimarla o seguir de forma indefinida, este consiste en ganar un poco de tiempo hasta que los paramédicos lleguen.
    • Aproximadamente 30 compresiones de pecho y dos respiraciones artificiales se consideran un ciclo de RCP convencional para los adultos y los niños.
    • Si vas a realizar RCP en un niño entre 1 y 8 años de edad, puedes emplear respiraciones más suaves para inflar sus pulmones.
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    Repite los ciclos según sea necesario. Sigue las dos respiraciones artificiales con otras 30 compresiones de pecho y 2 respiraciones más. Repite según sea necesario hasta que la víctima muestre alguna respuesta o hasta que el personal médico de emergencia pueda encargarse. Ten en cuenta que las compresiones de pecho tienen como fin restablecer algún tipo de circulación, mientras que la respiración artificial brinda un poco (no mucho) de oxígeno para evitar la muerte de los tejidos, en especial el cerebro.

Método 3
Método 3 de 3:
Emplear la RCP en los bebés (menores de 1 año)

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    Evalúa la situación. La causa más común de la asfixia en bebés es el atragantamiento. Tendrás que evaluar la situación para determinar si las vías respiratorias están bloqueadas por completo o solo de forma parcial.[17]
    • Si el bebé está tosiendo o teniendo arcadas, esto significa que las vías respiratorias están bloqueadas de forma parcial. Deja que el bebé siga tosiendo, ya que esta es la manera más eficaz de eliminar la obstrucción.
    • Si el bebé no puede toser y empieza a ponerse de color rojo o azul brillante, esto significa que las vías están obstruidas por completo. Tendrás que darle golpecitos en la espalda y compresiones de pecho para eliminar la obstrucción.
    • Podrás realizar las compresiones de pecho y las respiraciones artificiales si tu bebé está enfermo, tiene una reacción alérgica o está asfixiándose debido a que las vías respiratorias están hinchadas. Sin embargo, tendrás que llamar a los servicios de emergencia de tu localidad de inmediato.
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    Coloca al bebé entre tus antebrazos. Colócalo de modo que esté con la cara arriba en un antebrazo. Sostén la parte posterior de su cabeza en la mano del mismo antebrazo. Coloca el otro antebrazo sobre la parte delantera del bebé y dale vuelta con cuidado de modo que esté boca abajo, y mantenlo entre tus dos brazos todo el tiempo.[18]
    • Sostén la mandíbula con el pulgar y los dedos cuando le des la vuelta al bebé.
    • Desciende el brazo inferior hasta tu muslo. La cabeza del bebé debe estar más abajo de su pecho.
    • Ten en cuenta que solo debes dar los golpecitos en la espalda si el bebé aún está consciente. Si pierde el conocimiento, omite los golpecitos en la espalda y empieza a darle las compresiones de pecho y las respiraciones artificiales.
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    Dale golpecitos en la espalda para eliminar las obstrucciones de las vías respiratorias. Emplea la base de tu mano dominante para darle 5 golpes suaves pero precisos en la espalda, entre sus omóplatos.[19]
    • Sigue apoyando el cuello y la cabeza del bebé sosteniendo su mandíbula entre tu pulgar y tus dedos índices.
    • Al administrarle RCP a un bebé, por lo general existe una línea muy delgada entre la eficacia y las lesiones. No obstante, una lesión musculoesquelética leve es un pequeño precio a pagar por salvarle la vida.
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    Coloca al bebé boca arriba. Luego de darle los golpecitos suaves en la espalda, coloca tu mano libre en la parte posterior de la cabeza del bebé, y apoya su columna con firmeza en tu brazo. Dale vuelta al bebé con cuidado de modo que vuelva a estar boca arriba.[20]
    • No levantes la cabeza del bebé cuando le des vuelta, ya que esto puede hacer que la obstrucción regrese a la garganta. Mantén su cabeza baja.
    • El bebé debe mantenerse entre tus brazos cuando le des vuelta.
    • Debes mantener la calma y hablarle con un tono de voz relajante. No podrá entender tus palabras, pero captará tu tono de voz relajante y afectuoso.
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    Coloca los dedos en el centro del pecho del bebé. Coloca las yemas de 2 o 3 dedos en el centro del pecho del bebé mientras apoyas su cuello y su cabeza en tu otra mano. Sostén su mandíbula con el pulgar y los dedos mientras lo sostienes entre tus antebrazos. Debes apoyar la espalda del bebé en el brazo inferior en tu otro muslo, y su cabeza debe estar a una altura inferior a la del resto de su cuerpo.[21]
    • Asimismo, podrías colocar al bebé boca arriba sobre una superficie plana y firme, como una mesa o el piso.
    • Debes colocar los dedos entre las tetillas del bebé, en el centro de su pecho.
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    Comprime su pecho con cuidado. Presiona el pecho hundiéndolo aproximadamente en 4 cm (1,5 pulgadas). Si el bebé está consciente, solo realiza 5 compresiones. Si el bebé ha perdido el conocimiento, realiza 30 compresiones.[22]
    • Presiona con rapidez a una velocidad de 100 compresiones por minuto.
    • Cada compresión debe ser suave, no abrupta o inestable.
    • Evita lesionar las costillas del bebé durante las compresiones.
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    Cubre la nariz y la boca del bebé, y respira. No tienes que apretar la nariz para taparla, tal como harías con un adulto. En lugar de ello, sella sus conductos respiratorios colocando toda tu boca sobre su nariz y su boca.[23] Primero debes limpiar todo vómito, sangre, mucosidad o saliva.
    • Dale dos respiraciones artificiales suaves. Envía un soplo de aire a la boca del bebé. Si el pecho se mueve, envíale otro soplo.
    • Si el pecho no se mueve, vuelve a tratar de despejar las vías respiratorias antes de darle otro soplo.
    • No le envíes ráfagas de aire profundas desde tus pulmones. En lugar de ello, emplea los músculos de tus mejillas para darle soplos ligeros.
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    Repite el ciclo según sea necesario. Repite las compresiones de pecho y las respiraciones artificiales según sea necesario, hasta que el bebé empiece a respirar nuevamente o hasta que los profesionales médicos de emergencia lleguen.
    • Si crees que el bebé se está atragantando con un objeto externo, debes revisarle la boca después de cada ronda de compresiones de pecho.
    • Cada ciclo debe constar de 30 compresiones de pecho seguidas por 2 respiraciones de emergencia.

Consejos

  • Si no se tiene suficiente oxígeno, el tejido del cerebro empieza a morir luego 5 a 7 minutos. La RCP con técnicas de respiración puede hacer que la víctima gane otros 5 a 10 minutos en la mayoría de los casos, el cual es suficiente tiempo para que lleguen los paramédicos.
  • El mejor momento para empezar la RCP es en los 5 minutos posteriores al momento en el que la persona ha dejado de respirar.
  • Estas son las condiciones más adecuadas para realizar una RCP: personas (o mascotas) que no muestran respuesta alguna debido a un ataque cardiaco, un derrame cerebral o el ahogamiento.
  • La RCP no brinda ningún beneficio a las personas que tengan una enfermedad mortal avanzada o una herida por un traumatismo considerable, como un balazo.
  • La RCP puede combinarse con las técnicas de primeros auxilios para las personas que hayan dejado de respirar a causa de un traumatismo.

Advertencias

  • Nunca detengas la RCP hasta que el personal de atención médica de emergencia haya llegado.
  • Si no has recibido formación en RCP, solo se recomienda que realices una RCP solo con las manos. Trata a la víctima con compresiones de pecho hasta que los paramédicos lleguen, pero no realices las respiraciones artificiales.
  • No obstante, si has recibido una formación y estás seguro de tus capacidades, sigue todas las medidas indicadas, incluidas las compresiones de pecho y las respiraciones artificiales.

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 18 659 veces.