Sin importar si la quemadura es leve o grave, es importante que la trates de forma apropiada. Lamentablemente, las quemaduras aumentan el riesgo de desarrollar una infección, ya que el daño en la piel reduce la respuesta del sistema inmunitario.[1] Afortunadamente, ¡podrás recuperarte por completo! Luego de sufrir una quemadura, bríndale cuidados constantes y adecuados de inmediato para garantizar que se cure de manera apropiada. A medida que se cure, observa si presentas síntomas de infección. Si crees que tienes una, acude al doctor para recibir un diagnóstico. Es importante que trates una quemadura infectada de inmediato para evitar más complicaciones.

Método 1
Método 1 de 3:
Identificar los síntomas de una infección

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    Observa si tu nivel de dolor alrededor de la quemadura aumenta. Las quemaduras normalmente causan dolor, el cual puede agravarse en los días posteriores, cuando esta empiece a curarse. Sin embargo, esta deberá empezar a mejorar luego del pico inicial de dolor si le brindas cuidados apropiados, cambias el vendaje siguiendo lo indicado y cuidas de tu cuerpo. Si el dolor sigue empeorando o si aumenta de forma súbita, podrías tener una infección. Haz que un doctor te revise la quemadura para recibir un diagnóstico apropiado.[2]
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    Revisa la quemadura para notar si se decolora, yendo de un púrpura profundo a una coloración roja. La decoloración puede ocurrir por sí sola o junto con hinchazón. Podrías notar que el enrojecimiento alrededor de la quemadura se vuelve más oscuro o que la piel rosada se ha vuelto roja. En algunos casos, una quemadura infectada podría adoptar un color púrpura, similar al de un hematoma.[3]
    • Los cambios leves en el color podrían ocurrir como parte del proceso de curación, pero el doctor deberá revisar las decoloraciones de color verde o púrpura (sobre todo si van acompañadas de dolor e hinchazón) a fin de descartar las infecciones.
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    Observa si tienes hinchazón alrededor de la quemadura. La hinchazón suele ocurrir luego de una quemadura, sin importar si está infectada o no. Sin embargo, una infección puede hacer que la hinchazón empeore. Si tienes una infección, también es probable que notes otros síntomas además de la hinchazón.[4]
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    Nota si la quemadura segrega pus o un líquido. Podrías desarrollar pus o descargas a medida que el cuerpo trata de curar la herida.[5] Estos pueden ser transparentes o verdes. Sin importar el color, toda descarga o pus será un signo de que requieres tratamiento médico.[6]
    • El pus o la descarga pueden provenir de la piel lesionada alrededor de la herida o de ampollas reventadas.
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    Determina si la quemadura empieza a oler mal. Podrías oler la quemadura en sí o notar que los vendajes huelen muy mal. Este puede ser un signo de infección, por lo que tendrás que hacer que el doctor revise la quemadura.[7]
    • Asimismo, podrías notar que tienes una descarga con mal olor.
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    Verifica si tienes fiebre. La fiebre es un signo común de las infecciones, incluidas las que se desarrollan después de una quemadura. Llama al doctor si tu temperatura se eleva a 38 °C (100 °F) o más.[8]
    • La fiebre por sí sola podría no ser un signo de que la quemadura está infectada. Sin embargo, lo mejor es acudir al doctor por si acaso.
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    Observa si la quemadura o ampolla empeora o no mejora luego de dos semanas. En ocasiones, una quemadura podría no mostrar los signos comunes de una infección. No obstante, si no se cura o si empieza a lucir peor, tendrás que acudir a un doctor. Él podrá revisar la herida para determinar si necesitas tratamientos adicionales.
    • No trates de reventar una ampolla. Esto no la ayudará a curarse más rápido. En lugar de ello, aumentarás el riesgo de desarrollar una infección.[9]
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    Recibe atención inmediata si tienes vómitos y mareo. Estos síntomas pueden indicar que padeces una sepsis o el síndrome de choque tóxico, los cuales pueden ocurrir después de una quemadura. Estos síntomas podrían surgir junto con otros propios de una infección, sobre todo la fiebre. La sepsis y el síndrome de choque tóxico son situaciones de emergencia que pueden poner en riesgo la vida, por lo que debes acudir al doctor de inmediato.[10]
    • La sepsis es un riesgo común luego de sufrir una quemadura. Esta puede empeorar con rapidez e ingresar al torrente sanguíneo, en donde puede dañar los órganos. No obstante, podrás recuperarte si recibes tratamiento médico inmediato.[11]
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Método 2
Método 2 de 3:
Recibir un diagnóstico

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    Ve al doctor o a un centro de atención de emergencia. Es importante que vayas al doctor tan pronto como notes los signos de una infección. Llama al doctor para reservar una cita para el mismo día. Si no puede atenderte ese día, ve a un centro de atención de emergencia. Él te realizará un examen físico y tomará cultivos de la quemadura para determinar si hay una infección. Por último, te recetará un tratamiento.[12]
    • Si crees que la quemadura está infectada, no dudes en recibir tratamiento. La sepsis puede volverse grave con rapidez y requiere tratamiento inmediato, por lo que no debes poner tu salud en riesgo.[13]
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    Deja que el doctor tome una muestra alrededor de la herida de la quemadura. Él tomará la muestra para determinar si hay una infección. En la mayoría de los casos, tomará varias muestras de diferentes partes de la quemadura. Se enviará la muestra al laboratorio para que la analicen y así poder brindarte el tratamiento que necesitas. Si tienes una infección, el doctor podrá recetarte un plan de tratamiento.
    • Él podrá tomar muestras del pus o la descarga, pero también podrá tomar una incluso si estos no están presentes.[14]
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    Sométete a una biopsia de quemadura, si es necesario. Es más probable que se haga una biopsia de quemadura si esta es de segundo o tercer grado. El doctor tomará una biopsia pequeña al retirar células cutáneas del área alrededor de la herida. Esto podría causar incomodidad, pero el doctor puede entumecer el área.
    • En el caso de una quemadura grande, es probable que el doctor tome una biopsia de 1 cm (0,5 pulgadas). En algunos casos, podría tomar más de una biopsia de diferentes partes de la quemadura.
    • En el caso de una quemadura más pequeña, realizará una biopsia por punción de 3 mm.
    • El doctor podría optar por tomar biopsias en intervalos de unos días o una vez a la semana, hasta que la quemadura se cure de forma apropiada.[15]
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    Ten en cuenta que el doctor supervisará la quemadura para detectar los cambios. Sin importar si cree que tienes una infección o no, él supervisará la quemadura hasta que se cure por completo, para así garantizar que se cure de forma apropiada. Él te recetará tratamiento si la herida empeora o muestra signos de infección.[16]
    • Durante este periodo, el doctor podría tomar muestras de la herida de la quemadura con frecuencia. Según la gravedad de la herida, podría tomar una muestra a diario o una vez a la semana a medida que la quemadura se cura.
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Método 3
Método 3 de 3:
Tratar una quemadura infectada

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    Trata la infección tomando antibióticos como el doctor lo recete. Es probable que te recete antibióticos si la quemadura muestra signos de infección. Debes terminar todo el tratamiento incluso si la quemadura empieza a mostrar mejoría. Tienes que consumir toda la medicina o la infección podría volver a brotar.[17]
    • Si vas a tratarla en casa, es probable que el doctor te recete antibióticos orales o en crema.
    • Si estás en el hospital, podrían administrarte antibióticos por vía intravenosa.[18]
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    Aplícate una crema para quemaduras siguiendo las indicaciones del doctor. Estas cremas son más comunes en las etapas iniciales del tratamiento de una quemadura. Estas ayudan a mantener la quemadura húmeda, limitar el riesgo de sufrir una infección y reducir el dolor. Es probable que el doctor te recete una crema para quemaduras y te brinde un cronograma de tratamiento.
    • Sigue todas sus indicaciones para el uso de la crema.
    • El aloe también puede ser un buen tratamiento para la quemadura, sobre todo si es pequeña. Sin embargo, consulta con el doctor antes de usarlo.[19]
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    Cámbiate los vendajes como mínimo dos veces al día o siguiendo las indicaciones. Los vendajes te ayudarán a mantener la quemadura húmeda mientras se cura. Estos también la protegerán de la suciedad y los gérmenes. Como mínimo, cámbialos una vez por la mañana y otra por la noche. Sin embargo, el doctor podría recomendar que te los cambies con más frecuencia, por lo que siempre debes seguir sus indicaciones.[20]
    • Siempre usa vendajes esterilizados, como la gasa antiadherente asegurada con esparadrapo. No uses vendajes reutilizables.
    • Puedes aplicarte la crema para quemaduras antes de volver a colocarte los vendajes.
    • Si la quemadura es grave, causa dolor o está fuera de alcance, haz que otra persona te ayude a cambiarte los vendajes. Si recibes tratamiento en un hospital, las enfermeras te cambiarán los vendajes.
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    Usa AINE de venta sin receta para el dolor y la hinchazón, si el doctor te lo recomienda. El dolor y la hinchazón luego de una quemadura son síntomas comunes. Si tienes dolor e hinchazón leves, podrás aliviarlos con antiinflamatorios no esteroides de venta sin receta, como ibuprofeno, Advil, Motrin o naproxeno. Úsalos siguiendo las indicaciones en la etiqueta, salvo que el doctor te recomiende que consumas más.[21]
    • No consumas nada sin antes consultar con el doctor, sobre todo si tomas otros medicamentos.
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    Pídele al doctor analgésicos de venta con receta si el dolor es intenso. Las quemaduras pueden causar un dolor extremo, sobre todo si se infectan. Afortunadamente, el doctor podrá recetarte analgésicos si sientes un dolor insoportable. Sin embargo, conversa con el doctor para determinar si pueden ser una buena opción para ti, ya que estos no son adecuados para todos.[22]
    • No uses analgésicos sin el permiso del doctor, en especial si tomas otros medicamentos.
    • Los analgésicos pueden ser muy adictivos, por lo que siempre debes usarlos tal como el doctor lo indique.
    • En algunos casos, podrías usar los analgésicos específicamente cuando te cambies los vendajes.[23]
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    Conversa con el doctor sobre los medicamentos para la ansiedad si tienes una quemadura grave. La mayoría de los pacientes con quemaduras no necesitan medicamentos para la ansiedad. Sin embargo, estos pueden ser de ayuda si la quemadura te causa mucho dolor y estrés, o si tienes mucha ansiedad por cambiarte los vendajes.[24]
    • Toma tu medicamento siguiendo las indicaciones.
    • Los medicamentos para la ansiedad tienen efectos secundarios. Los efectos secundarios comunes comprenden a las náuseas, el aumento de la saliva, la visión borrosa, el dolor de cabeza, el cansancio, el dolor de articulaciones o músculos, los mareos, las pesadillas, la falta de coordinación, los problemas cognitivos, la confusión, la micción frecuente o los problemas sexuales. También podrías volverte dependiente de ellos.[25]
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    Recibe una vacuna contra el tétano si no estás al día con tus vacunas de refuerzo. Dado que las quemaduras pueden lesionarte la piel, podrías sufrir una infección de tétano luego de sufrir una. Luego de una quemadura, la vacuna de refuerzo para el tétano podrá ayudarte a limitar las complicaciones y las infecciones. Una enfermera podrá administrarte la vacuna si la necesitas.
    • Los doctores recomiendan recibir una vacuna de refuerzo contra el tétano cada 10 años.[26]
    • Pregúntale al doctor si la vacuna de refuerzo es adecuada para ti.
    • En algunos casos, pueden recetarte la vacuna contra el tétano, la difteria y la tos ferina (Tdap) luego de sufrir una quemadura. Esta cuenta con la aprobación del CDC para su uso en personas de 65 años o más.
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Consejos

  • Dado que las quemaduras pueden aumentar el riesgo de sufrir una infección, es importante que recibas tratamiento médico para las quemaduras de cualquier tamaño antes de que surjan complicaciones.[27]
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Advertencias

  • Las infecciones de quemaduras pueden volverse graves con rapidez, por lo que debes recibir atención médica inmediata.
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Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 4176 veces.
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