Un hermoso jardín puede ser el elemento más impresionante de cualquier propiedad. Un jardín puede ser un hermoso lugar para disfrutar de una tarde de verano, proporcionar una hermosa vista desde la ventana de tu cocina o incluso proporcionar comida para la cena. Sin embargo, antes de invertir tu preciado tiempo y dinero en desarrollar un jardín, es mejor realizar una investigación y planificación cuidadosa.

Método 1
Método 1 de 4:
Conceptualizar tu jardín

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    Examina tu terreno. Da una caminata alrededor de tu patio. ¿Qué tipo de jardín imaginas? Trata de visualizarlo. Toma nota de las áreas que deban permanecer como están. Asegúrate de conocer las direcciones cardinales (norte, sur, este y oeste).[1]
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    Dibuja un plan. Este es un boceto básico del área de tu jardín. Este boceto preliminar te permitirá visualizar tu jardín alrededor de las estructuras permanentes en tu patio y te ayudará a decidir qué tipo de espacio de jardín quisieras en cada área.[2]
    • Haz un dibujo de la casa, la cerca y otras áreas inmovibles.
    • Etiqueta las áreas en donde quisieras plantar.
    • Etiqueta el norte, el sur, el este y el oeste.
    • No olvides incluir lugares para sentarse.
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    Descubre tu zona de rusticidad. Cada región tiene lo que se conoce como una "zona de rusticidad". Tu zona de rusticidad (una categoría desarrollada por el Arboreto Nacional de los EE.UU.) te dirá qué temperaturas puedes esperar así como cuáles plantas son viables para tu clima.[3]
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    Realiza una investigación. Saca libros de jardines de la biblioteca y compra revistas de jardinería. Si es posible, busca libros y revistas escritos específicamente para tu clima o zona de rusticidad. Si te encuentras con alguna planta específica que te guste, averigua si es compatible con tu región.[4]
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    Visita jardines profesionales en tu área. Ir a ver diferentes jardines puede ser una excelente fuente de inspiración. Busca jardines diseñados por paisajistas en edificios públicos, como los edificios del gobierno. También puedes inscribirte en un tour de casas y jardines en tu localidad.
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    Explora una herramienta en línea de planificación de jardines. Hay numerosas opciones gratuitas y pagadas disponibles. Estos programas te permiten planificar digitalmente tu jardín. Algunos programas incluso te permiten subir una imagen de tu casa o patio para obtener una experiencia completamente personalizada.[5]

Método 2
Método 2 de 4:
Diseñar jardines perennes

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    Elige tus plantas perennes. Piensa en las plantas perennes como los cimientos básicos de tu jardín. Regresan cada año y también tienden a ser más como una inversión financiera. Los colores y diseños que elijas ahora tendrán el impacto más duradero en tu jardín.[6]
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    Elige el tamaño de tus macizos perennes. Decide de qué tamaño harás tus macizos perennes con base en el tamaño de tu casa. Una casa más pequeña o una casita de campo generalmente se verán mejor con varios macizos más pequeños. Una casa grande podrá albergar varios macizos más grandes alrededor del perímetro.[7]
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    Coloca macizos perennes alrededor de las estructuras permanentes. Excávalos alrededor de tu garaje y tu casa. Los macizos perennes pueden ponerse más atrás porque requieren un menor cuidado, a diferencia de las flores y los vegetales anuales.[8]
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    Usa una cuerda para marcar las áreas del jardín. Enrolla una cuerda de un color vivo alrededor de tus propuestas de macizos. Te ayudará a visualizar el aspecto de tu jardín y te permitirá refinar tus ubicaciones.
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    Busca el sol. Selecciona plantas a las que les guste el sol para los macizos soleados y plantas a las que les guste la sombra para los lugares sombreados. Investiga cada planta y asegúrate de que sean compatibles con tu zona de rusticidad.
    • Siembra plantas a las que les guste la sombra contra árboles o arbustos existentes.
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    Incluye un jardín de rocas. Muchas plantas perennes pueden crecer en un terreno rocoso. Incluye un jardín de rocas como parte de tu diseño del jardín perenne. Esta puede ser una gran opción si no puedes desmalezar. Busca plantas que se desarrollen bien en un "jardín seco" con menos agua.[9]
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    Planifica tus macizos perennes. Decide con anticipación cuáles plantas perennes irán en cada macizo específico así como en dónde estará cada planta dentro de ese macizo. Puedes regresar a la herramienta de planificación de jardinería en línea para lograr esta tarea.[10]
    • Coloca plantas más altas en la parte trasera del macizo. No quieres que proyecten sombra sobre las plantas más pequeñas.
    • Dales más espacio a las plantas más anchas. Los macizos pueden verse demasiado vacíos mientras la planta madura, pero se llenarán cada temporada.
    • Intercala plantas de diferentes colores. Puedes probar un diseño intercalado con plantas de dos colores o filas diagonales de plantas que sean del mismo color.
    • Siembra plantas muy pequeñas a lo largo de los bordes. A algunas plantas perennes pequeñas también les irá bien junto a los senderos.
    • También puedes considerar la posibilidad de utilizar tela de jardín a modo de barrera para las malezas. Puedes cubrirla con mantillo o rocas para mantener el jardín con una apariencia uniforme.

Método 3
Método 3 de 4:
Diseñar jardines anuales

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    Busca espacio. Ubica los espacios en donde quisieras sembrar algunas plantas anuales. (Mientras que las plantas perennes volverán a crecer cada año, las anuales solo viven por una temporada). Las plantas anuales son excelentes añadiduras a las áreas cerca de los senderos, las cercas o los patios. Esto te permitirá un espacio suficiente para replantar cada año y desmalezar.
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    Elige ubicaciones para las "plantas anuales grandes". Las plantas anuales grandes (como los girasoles) funcionarán mejor a lo largo de los bordes externos de un macizo anual. Además de los girasoles, prueba las cinias y las cleomes.[11]
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    Elige ubicaciones para las plantas "creadoras de montículos". Estas son flores como las caléndulas, las amapolas de California y los geranios. Estas flores ocupan un poco más de espacio y, como tal, realmente llenarán tu jardín. Siembra varias de estas plantas a la vez. Los colores vivos crearán un patrón agradable.[12]
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    Elige ubicaciones para plantas "puntiagudas" adicionales. Las plantas puntiagudas incluyen la salvia, la angelonia y la boca de dragón. Estas plantas se vuelven puntiagudas, lo que añade estatura, variedad y drama a tus macizos anuales.[13]
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    Elige ubicaciones para las plantas de hoja. Estas incluirán los céspedes, la perilla, la col ornamental y los oréganos. Estas plantas de hoja anuales llenarán tu jardín a la vez que le añadirán dimensión a tu diseño.[14]
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    Rellena alrededor de la base. Puedes rellenar alrededor de las bases de tus flores con plantas de poco crecimiento. Buenos ejemplos incluyen la verdolaga, el aliso de mar, la flor abanico y la petunia calibrachoa.[15]

Método 4
Método 4 de 4:
Diseñar jardines de vegetales

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    Elige un lugar soleado. La mayoría de los vegetales necesita de 6 a 8 horas de luz solar al día, así que el acceso a la luz solar brillante es lo primero en lo que debes pensar al planificar tu jardín de vegetales. Elige una ubicación en donde puedan absorber los rayos del sol.[16] .
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    Asegúrate de que haya agua cerca. Después de la luz solar, el agua es el siguiente componente más fundamental para un jardín de vegetales. Ya sea que planees regar a mano o emplear un sistema de irrigación, tienes que asegurarte de poder regar tu jardín de forma regular y efectiva. Los vegetales son notablemente sensibles a la sequía.[17]
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    Evalúa el suelo. Realiza una prueba del suelo para determinar el que se encuentra en tu jardín. Los vegetales crecen mejor en un suelo rico y bien drenado. Puedes agregar mantillo o compost para hacerlo más orgánico siempre que sea necesario.
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    Haz el jardín del tamaño apropiado. Al planificar el tamaño de tu jardín, debes ser realista. Si este es tu primer jardín de vegetales, puede ser sensato empezar por algo pequeño. Un jardín bien mantenido de 3 x 3 m (10 x 10 pies) producirá más alimentos que uno de 7,5 x 7,5 m (25 x 25 pies) descuidado y lleno de mala hierba.[18]
    • Elige un área que sea llana. En algunos casos, puedes sacar tierra y nivelarla pero es posible que necesite una nivelación adicional en el futuro a medida que la tierra se comprime.
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    Decide qué cultivarás. Selecciona los vegetales que quieras cultivar con base en cuáles plantas sean compatibles con tu región y cuáles vegetales quieras comer. También tendrás que decidir cuánto de tu jardín será de "siembra directa" (semillas plantadas directamente en la tierra) versus "trasplantado" (plantas que se siembran en otro lugar y luego se trasplantan).[19]
    • Algunos vegetales de siembra directa son las betarragas, las zanahorias, las chirivías, los guisantes y los rábanos.
    • Algunos vegetales que es más probable que trasplantes incluyen el brócoli, las coles de Bruselas, la col y la coliflor.
    • Los trasplantes pueden comprarse (lo cual es más costoso) o puedes sembrarlos tú mismo en interiores.
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    Determina un cronograma. Antes de poder plantar, tienes que saber la fecha promedio de la última helada de primavera en tu región. Debes empezar a plantar lo más pronto posible después de que pase el riesgo de heladas. Esto puede ser una especulación: debes alcanzar la temporada de cultivo más larga posible pero una helada tardía puede dañar lo que hayas plantado. Con base en la última helada proyectada, puedes seleccionar una fecha para empezar a plantar.
    • Puedes consultar con un vivero local o un calendario campesino para determinar esta fecha para tu región.
    • Si planeas sembrar tus propios trasplantes, trabaja en reversa desde la fecha de siembra y decide cuándo tendrás que empezar a cultivarlos.
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    Elabora un plan. Antes de empezar a plantar, tómate un tiempo para planificar las ubicaciones de tus vegetales. Debes colocar los vegetales más altos en la parte trasera y los vegetales más bajos cerca de la parte delantera de forma que no compitan por la luz solar. Planta en filas de forma que puedas separar tipos de plantas y crear senderos entre las filas.[20]

Consejos

  • Si tu tierra es rocosa o dura, es posible que quieras crear macizos elevados y traer tu propia tierra.
  • También puedes trabajar para nutrir tu tierra añadiendo compost.
  • No olvides los asientos. Ningún jardín está completo sin un lugar para sentarse y disfrutarlo.
  • Vierte patios de concreto, planta árboles o construye plataformas antes de excavar los macizos. Estos elementos pueden cambiar la luz solar que el macizo reciba.
  • Coloca elementos de agua alrededor de jardines perennes. Mantén los elementos permanentes juntos de forma que tu pileta para pájaros o fuente esté planificada año tras año.
  • Incorpora una pila de compost. Contenla con tiras de madera o compra un barril que pueda esconderse. El compost casero reducirá el costo de mantener la tierra.

Cosas que necesitarás

  • lápiz
  • papel
  • mapa de zonas de rusticidad
  • carnet de biblioteca
  • computadora
  • cuerda de color vivo
  • macizos elevados
  • recipientes para las hierbas
  • mangueras
  • plantas anuales
  • plantas perennes
  • semillas o trasplantes de vegetales
  • tierra
  • compost

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