El pollo empanizado tiene una capa exterior crujiente y un interior húmedo. Este puede prepararse con facilidad y tiene un sabor exquisito. La manera más popular de empanizar pollo es cubriéndolo con harina, huevos batidos y pan molido; pero también podrás agitarlo en una bolsa. Sin importar el método que escojas, ¡el resultado será un pollo realmente delicioso!

Ingredientes

Pechugas de pollo cubiertas con harina[1]

  • 2 huevos ligeramente batidos
  • ¾ de taza (75 g) de harina multipropósito
  • 1 taza y media (140 g) de pan molido
  • de 450 a 600 g (de 1 a 1,5 lb) de pechugas de pollo (alrededor de 4 pechugas)

4 porciones

Pechugas de pollo agitadas[2]

  • 2 huevos ligeramente batidos
  • 1 taza y media (140 g) de pan molido
  • de 450 a 600 g (de 1 a 1,5 lb) de pechugas de pollo (alrededor de 4 pechugas)

4 porciones

Método 1
Método 1 de 3:
Cubrir las pechugas de pollo con harina

  1. 1
    Alista las pechugas de pollo. Primero deberás enjuagarlas y luego quitar toda grasa visible. Sécalas dándoles toques suaves con papel toalla y luego aplánalas con un mazo pequeño.
    • Cubre el pollo con un envoltorio plástico antes de usar el mazo pequeño, así evitarás que se contamine.
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    Coloca la harina, los huevos y el pan molido en platos separados. Vierte la harina en un plato con bordes o uno poco profundo. Abre los huevos en un plato con borde y bátelos con un tenedor hasta que adopten un color amarillo pálido. Por último, vierte el pan molido en otro plato. Coloca los tres platos en el siguiente orden: harina, huevos y luego pan molido.
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    Presiona las pechugas de pollo sobre la harina. Toma una pechuga y colócala en la harina. Luego dale la vuelta y vuelve a presionarla contra la harina para cubrir esta parte. Levántala y retira todo exceso de harina.
    • Por ahora, solo prepara una pechuga.
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    Remoja la pechuga en los huevos batidos. Coloca la pechuga en el plato con bordes que contenga los huevos batidos. Dale la vuelta y remoja el otro lado. Levanta la pechuga y deja que el exceso de huevo regrese al tazón.
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    Presiona la pechuga contra el pan molido. Nuevamente, deberás presionar un lado, darle la vuelta y luego presionar el otro lado.
    • Sostén el pollo de una punta, así no le quitarás el pan molido.
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    Repite el proceso con las demás pechugas. Colócalas en un plato o una bandeja de hornear al terminarlas, y evita que entren en contacto entre sí.
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    Hornea o fríe el pollo siguiendo tu receta. La mayoría de las personas freirán las pechugas de pollo empanizadas como chuletas, pero también se pueden hornear. Deberás cocinar bien el pollo, ya que, a diferencia de la carne de res, se deberá cocinar por completo y no podrá comerse poco cocido. Podrás determinar si está totalmente cocido de las siguientes maneras:[3]
    • Introduce un termómetro de cocina en el pollo. Este deberá brindar una lectura de 74 °C (165 °F).
    • Introduce un pincho en el pollo o corta un pedazo. Los jugos en su interior deberán ser transparentes, no rosados.
    • Corta el pollo para abrirlo. La carne deberá tener un color blanco en su interior o cerca de él.[4]

Método 2
Método 2 de 3:
Agitar las pechugas de pollo en una bolsa

  1. 1
    Alista las pechugas. Enjuágalas, quita toda grasa visible y sécalas dándoles toques suaves con papel toalla. Dales forma de chuleta o córtalas en pedazos pequeños, lo que dependerá de tu método de cocina y la receta.
  2. 2
    Coloca las pechugas en bolsas plástica resellables. Consigue una bolsa de cierre hermético grande y resistente con una capacidad de 4 L (1 galón). La bolsa deberá ser resistente; de lo contrario, podría rasgarse en los siguientes pasos.
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    Coloca 2 huevos batidos en la bolsa. Primero abre los huevos en una taza pequeña y bátelos con un tenedor hasta que adopten un color amarillo pálido. Vierte los huevos batidos en la bolsa, justo sobre las pechugas.
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    Sella y agita la bolsa. Cierra la bolsa con firmeza y luego agítala para cubrir el pollo con los huevos. También puedes mover las pechugas con los dedos, poner la bolsa boca abajo o agitarla de un lado a otro. El huevo deberá cubrir las pechugas de pollo de manera uniforme.
  5. 5
    Añade el pan molido y otros aderezos. Usa alrededor de 140 g (1 taza y media) de pan molido. Lo mejor será usar más de lo necesario y que sobre, en lugar de no usar lo suficiente y tener un desastre grumoso. Si deseas preparar un pollo empanizado más elaborado, puedes agregar algunos aderezos, como sal, hierbas secas o queso parmesano rallado.
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    Vuelve a sellar y a agitar la bolsa. No toques demasiado las pechugas de pollo durante este paso, ni siquiera a través de la bolsa. Esto evitará que el pan molido se salga por accidente. Sigue agitando la bolsa hasta que el pan molido cubra las pechugas de manera uniforme. No te preocupes si queda pan en el fondo de la bolsa.
    • Desecha la mezcla sobrante; no vuelvas a usarla.
  7. 7
    Cocina las pechugas de pollo siguiendo tu receta. Retira las pechugas de la bolsa usando unas tenazas de cocina. Luego podrás cocinarlas friéndolas u horneándolas. Recuerda que el pollo no es como la carne de res, por lo que deberás cocinarlo por completo.

Método 3
Método 3 de 3:
Freír las pechugas de pollo empanizadas

  1. 1
    Llena una sartén grande de hierro fundido con el aceite de cocina que desees usar. Escoge un aceite de cocina con un sabor neutro y que tenga un punto de cocción elevado. El aceite vegetal, el de canola y el de maní son opciones grandiosas.[5] Llena alrededor de 1 cm (1/4 de pulgada) de la sartén con el aceite que hayas escogido.[6]
    • No uses aceite de oliva extra virgen, ya que le dará un sabor amargo al pollo.
    • Usa dos sartenes al mismo tiempo para acelerar el proceso.
  2. 2
    Calienta el aceite a fuego fuerte. Estarás listo para el siguiente paso cuando el aceite esté hirviendo y emita un poco de humo. Deberás usar un termómetro de lectura instantánea, y este deberá medir una temperatura de aproximadamente 191 °C (375 °F).[7]
  3. 3
    Coloca las pechugas de pollo empanizadas en el aceite. Lo mejor será que lo hagas con unas tenazas, pero puedes hacerlo con los dedos si tienes cuidado. Puedes evitar que el aceite te caiga si colocas el pollo alejando tu cuerpo.[8]
  4. 4
    Fríe el pollo por alrededor de 3 minutos. Mueve la sartén con cuidado para distribuir el aceite. Si es necesario, puedes girar el pollo para hacer que se dore de manera uniforme. El aceite deberá burbujear de forma constante, y tendrás que freír el pollo hasta que su base se dore y esté crujiente. Por lo general, esto tomará alrededor de 3 minutos.[9]
  5. 5
    Dale vuelta al pollo y sigue friéndolo por otros 3 minutos. Puedes hacerlo con unas tenazas o una espátula. Sigue cocinando el pollo hasta que esté dorado y crujiente en ambos lados, lo que tomará alrededor de 3 minutos. Si le introduces un pincho, los jugos de la carne deberán ser transparentes.
  6. 6
    Drena el pollo en una rejilla metálica para enfriar. Puedes usar papel toalla, pero esto hará que el pollo esté pastoso. Si deseas que el pollo esté crujiente y delicioso, deberás colocarlo en una rejilla metálica para enfriar. Cubre una bandeja para hornear con papel aluminio y colócala debajo de la rejilla, así atraparás toda gota de aceite que caiga y protegerás el mostrador.[10]
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    Sirve el pollo. La salsa tártara, el kétchup y las rodajas de limón son guarniciones populares, pero puedes servir el pollo de la manera que desees.

Consejos

  • Mezcla 1 cucharadita de albahaca seca, ⅔ de taza (65 g) de queso parmesano y una taza (90 g) de pan molido.[11]
  • Puedes darle un sabor a queso si mezclas 1 taza (90 g) de pan molido y 30 g (1 oz) de queso parmesano rallado.[12]
  • Usa pan molido aderezado. Puedes comprarlo ya preparado en las tiendas o puedes hacerlo tú mismo usando pan molido y hierbas.[13]
  • Si no tienes pan molido, usa un cereal de hojuelas de maíz molido sin azúcar. Aderézalo con un poco de sal y pimienta.[14]
  • Puedes hacer que el pollo esté más crujiente si lo dejas reposar a temperatura ambiente antes de empanizarlo y freírlo. Esto tardará alrededor de 30 minutos.[15]
  • Deja el pollo en una salmuera de suero de leche aderezada por 4 a 24 horas antes de empanizarlo. Esto lo dejará más húmedo y tierno.[16]
  • No necesitarás una freidora para freír el pollo empanizado. Una sartén de hierro fundido con fondo amplio o una olla holandesa serán igual de útiles, o incluso mejores. Ellas retendrán el calor y también mantendrán una temperatura constante.[17]
  • Corta la pechuga de pollo para abrirla, rellénala con espinaca y mantequilla, y luego ciérrala. Hazlo antes de empanizarla.[18]

Cosas que necesitarás

Cubrir las pechugas de pollo con harina

  • 2 platos
  • 1 plato con bordes
  • tenedor
  • tenazas

Agitar las pechugas de pollo en una bolsa

  • bolsa de cierre hermético con capacidad de 4 L (1 galón)
  • taza
  • tenedor
  • tenazas

Freír las pechugas de pollo empanizadas

  • sartén de hierro fundido
  • tenazas
  • espátula
  • rejilla metálica para enfriar

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Categorías: Recetas de pollo | Recetas
Resumen del artículoX

Si quieres empanizar pollo, necesitarás tres platos separados o platos con bordes. Rompe 2 huevos en uno de los platos y bátelos. Luego, añade ¾ de taza (75 gramos) de harina en otro de los platos. Agrega 1 ½ taza (135 gramos) de pan rallado en el último plato. Esto debe ser suficiente para unas 4 pechugas de pollo, pero puedes aumentar o reducir las cantidades dependiendo de cuánto pollo vas a empanizar. Toma una pechuga de pollo y sumérgela primero en la harina, dándole la vuelta para cubrir ambos lados. A continuación, sumérgela en la mezcla de huevo batido a fin de cubrir ambos lados. Por último, sumerge ambos lados en el pan rallado. Repite el proceso en cada pechuga de pollo que planees cocinar. También puedes empanizar pollo utilizando una bolsa plástica resellable. Coloca las pechugas de pollo en la bolsa y agrega los 2 huevos. Sella la bolsa y sacúdela hasta que el pollo quede completamente cubierto del huevo. Luego, agrega el pan rallado, sella la bolsa y sacúdela para cubrir todo el pollo. Cocínalo según tu preferencia. Si quieres más consejos sobre cómo utilizar el método del sacudido para empanizar pollo, ¡sigue leyendo!