Llegó el verano y estás frente a la parrilla, sintiendo la presión de cocinar carne y vegetales a la perfección para tus amigos y familiares. ¡El primer paso es determinar la forma de encender el fuego, preferiblemente sin quemarte en el proceso! Con una bolsa de carbón y un poco de líquido inflamable o un iniciador de carbón (además de mucha paciencia), podrás cocinar una comida deliciosa a la parrilla.

Método 1
Método 1 de 3:
Preparar la parrilla

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    Retira la tapa y la rejilla de cocción. De ese modo, podrás acceder a la rejilla de carbón inferior.[1]
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    Limpia la ceniza y la suciedad de la parrilla. Barre cualquier residuo excedente de la parte inferior de la parrilla y recógelo en un tacho de basura.
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    Abre el respiradero inferior de la parrilla. De ese modo, el aire ingresará al carbón y permitirá que arda.
    • Puedes cerrar parcialmente el respiradero con el que hayas comenzado a cocinar tu comida a la parrilla para regular la temperatura del carbón mientras cocines. Sin embargo, permite que llegue oxígeno suficiente a los carbones para que el fuego no se extinga. También puedes usar la tapa y sus respiraderos para controlar la temperatura del fuego.
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    Usa briquetas para encender el fuego de una manera más fácil y rápida. Muchas personas prefieren usar briquetas porque se encienden fácilmente, arden durante más tiempo y son poco costosas.[2]
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    Escoge carbón de madera dura para obtener un sabor más intenso. El carbón de madera se consume más rápido que las briquetas, pero le da a la carne un sabor delicioso y ahumado.[3]
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    Usa una mezcla de briquetas y carbón. De ese modo, obtendrás el sabor clásico a parrillada del carbón, aunque combinado con la llama de larga duración de las briquetas.[4]

Método 2
Método 2 de 3:
Encender el carbón con un líquido inflamable

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    Agrupa los carbones en forma de una pirámide en la parte inferior de la parrilla. El calor se elevará desde la parte inferior y los carbones se prenderán entre sí, lo cual permitirá que el calor se propague de un carbón a otro.[5]
    • Vierte carbón o briquetas suficientes para formar una capa uniforme en la parte inferior de la parrilla.
    • Usa más carbón cuando haga frío o llueva para que arda por más tiempo.
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    Vierte una buena cantidad de líquido inflamable sobre el carbón. Deja que se remoje durante 3 a 5 minutos de manera que cuando enciendas la parrilla, el líquido inflamable no queme el carbón inmediatamente. [6]
    • Vierte el líquido cuidadosamente para evitar mojarte con él. Si un poco del líquido se salpica sobre tu ropa mientras lo viertes, cámbiate o limpia bien el derrame antes de encender la parrilla.
    • Si no tienes un líquido inflamable, coloca un pedazo de periódico empapado en aceite vegetal debajo del carbón y enciéndelo cuidadosamente con una cerilla o un encendedor.
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    Agrega un poco más de líquido inflamable para humedecer el combustible. De esa forma, los carbones arderán con mayor rapidez.
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    Enciende el carbón cuidadosamente con una cerilla o un encendedor largos. Enciende el fuego en 1 a 3 zonas del carbón mojado y deja que sea propague hacia el carbón más seco.[7]
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    Deja que arda durante 10 a 15 minutos. El carbón se calentará y el líquido inflamable se consumirá. Una vez que la parte central del carbón adquiera un color blanco grisáceo y rojo brillante, podrás comenzar a cocinar.[8]
    • Espera hasta que los carbones estén listos para comenzar a cocinar. Si comienzas a cocinar los alimentos antes de que el líquido inflamable se consuma, ¡el filete o el pollo tendrá un sabor parecido al petróleo![9]
    • Una vez que los carbones comiencen a arder, no añadas más líquido inflamable a la parrilla. Hacerlo no logrará que el fuego arda más rápido y podrías quemarte las manos.
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    Coloca el carbón con tenazas. Debes esparcir las briquetas sobre la parte inferior de la parrilla, ligeramente más allá del área en la que colocarás los alimentos, para permitir que se cocinen de manera uniforme.[10]
    • Para cocinar vegetales y carne más delgada, como pollo, esparce el carbón uniformemente sobre la parte inferior de la parrilla.
    • Para cocinar carne más gruesa a la parrilla, como un filete de res, asegúrate de colocar el carbón más alto en un lado que el otro. Debes comenzar a cocinar la carne en la zona con más carbón. Cuando la parte externa de la carne esté cocida según tu preferencia, termina de cocinarla en la zona con menos carbón.
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    Vuelve a colocar la rejilla de cocción en su sitio. En ese momento, los carbones estarán calientes y la parrilla estará lista para usar. ¡Es hora de la parrillada!

Método 3
Método 3 de 3:
Usar un iniciador de carbón

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    Llena el iniciador con carbón. Coloca suficiente carbón dentro del iniciador como para que llegue aproximadamente hasta la parte superior o justo debajo de ella.[11]
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    Coloca periódicos en la parte inferior del iniciador. Forma bolas sueltas con el periódico y rellena el iniciador con ellas de manera que su parte inferior esté completamente llena, pero no demasiado ajustada como para sofocar la llama.[12]
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    Coloca el iniciador sobre la rejilla de cocción y enciende el periódico. Para este propósito, usa una cerilla (o un encendedor) y guantes de goma resistentes al calor.[13]
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    Deja que el carbón arda hasta que adquiera el color blanco grisáceo de las cenizas. Deja que arda aproximadamente durante 20 a 30 minutos y supervisa la llama de cerca. [14]
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    Coloca el carbón sobre la parrilla cuando se torne de color blanco y se cubra de ceniza. Levanta la rejilla y déjala a un lado. Luego, usa los guantes de goma resistentes al calor para colocar el carbón en el fondo de la parrilla. Coloca el carbón con unas pinzas y vuelve a colocar la rejilla de cocción en la parte superior. El carbón estará muy caliente, así que ten cuidado de no derramarlo.

Consejos

  • Recuerda limpiar bien la parrilla después de usarla.
  • Para comenzar de una forma más sencilla, busca carbón o briquetas que no requieran líquido, o un producto de barbacoa portátil, lo que te permitirá encender una bolsa de briquetas directamente en la parrilla sin requerir líquido inflamable. Sigue cuidadosamente las instrucciones del empaque de cualquier líquido inflamable que vayas a usar.

Advertencias

  • Cuando termines de cocinar a la parrilla, asegúrate de que las briquetas de carbón estén completamente apagadas para evitar un incendio. Empapa todos los carbones con agua y asegúrate de que estén lo suficientemente fríos como para tocarlos antes de dejarlos botados o deshacerte de ellos.
  • Para evitar quemarte, usa equipo de seguridad para cocinar a la parrilla, como guantes para parrillada o guantes de goma resistentes al calor.

Cosas que necesitarás

  • parrilla de carbón
  • briquetas de carbón
  • carbón de madera dura
  • encendedor o cerillas
  • líquido inflamable
  • iniciador de carbón
  • tenazas o espátula
  • guantes de goma para parrillada o guantes resistentes al calor

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Categorías: Consejos en la cocina