La práctica de escribir párrafos es esencial para una buena escritura. Los párrafos ayudan a dividir textos grandes y hacen que los lectores comprendan el contenido con más facilidad. Ellos guían al lector sobre tu argumento enfocándose en una idea o propósito principal.[1] Sin embargo, saber cómo escribir un buen párrafo bien estructurado puede ser un poco complicado. ¡Lee las pautas brindadas a continuación para saber cómo hacer que tus habilidades para escribir párrafos se vuelvan grandiosas!

Parte 1
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Planificar el párrafo

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    Decide cuál será el tema principal del párrafo. Antes de empezar a escribir tu párrafo, debes tener una idea clara de lo que se hablará en él. Esto se debe a que un párrafo es básicamente un grupo de oraciones que están relacionadas con un tema central.[2] Sin una idea clara de cuál es el tema principal, a tu párrafo le faltará un enfoque y cohesión. Para determinar el tema exacto de tu párrafo, debes hacer ciertas preguntas:
    • ¿Cuál es la pregunta que me hicieron? Si vas a escribir un párrafo como respuesta a una pregunta en particular como “Decidiste donar dinero a una organización benéfica. ¿Qué organización elegiste y por qué?” o “Describe tu día favorito de la semana”, tendrás que pensar cuidadosamente en esa pregunta y asegurarte de responderla de forma directa, en lugar de salirte del tema.
    • ¿Cuáles son las ideas o problemas principales que debo abordar? Piensa en el tema sobre el cual te están preguntando o sobre el que decidiste escribir y considera cuáles son las ideas o problemas más relevantes relacionados conél. Los párrafos suelen ser relativamente cortos; por ello, es importante que trates de abordar todas las ideas principales sin salirte del tema.
    • ¿Para quién voy a escribir? Piensa en quién será el lector de este párrafo o artículo. ¿Cuál es su conocimiento previo? ¿Está familiarizado con el tema en cuestión o requerirá algunas oraciones explicativas?
    • Si tus párrafos forman parte de un ensayo más extenso, escribir un esquema del ensayo puede ayudarte a definir las ideas o propósitos principales de cada párrafo.
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    Escribe la información y las ideas relacionadas con ese tema. Cuando tengas una idea más clara de lo que quieres abordar en tu párrafo, puedes empezar a organizar tus pensamientos escribiendo tus ideas en un bloc de notas o en un documento de Word. Aún no hay necesidad de escribir oraciones completas, solo algunas palabras y frases clave. Cuando ya tengas todo escrito, tendrás una idea más clara de cuáles son los puntos esenciales que deberás incluir en tu párrafo y cuáles son innecesarios.
    • En este punto, podrías darte cuenta de que hay un vacío en tu conocimiento y de que será necesario consultar algunos datos y cifras para sustentar tu argumento.
    • Es una buena idea realizar esta investigación ahora, de modo que tengas a la mano toda la información relevante cuando llegue el momento de escribir.
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    Determina cómo quieres estructurar tu párrafo. Ahora que estableciste claramente todos tus pensamientos, ideas, datos y cifras, puedes empezar a pensar en cómo estructurar tu párrafo. Considera cada uno de los puntos que deseas abordar y trata de organizarlos en un orden lógico, esto hará que tu párrafo sea más coherente y fácil de leer.[3]
    • Este nuevo orden puede ser cronológico, colocar primero la información más importante o simplemente hacer que el párrafo sea más fácil de leer y más interesante; todo depende del tema y del estilo del párrafo que deseas escribir.[3]
    • Después de decidir el orden de todos los elementos, puedes escribir nuevamente tus puntos siguiendo esta nueva estructura. Esto ayudará a hacer que el proceso de escritura sea mucho más rápido y sencillo.
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Parte 2
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Escribir el párrafo

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    Escribe una oración principal. La primera oración de tu párrafo debe ser la oración principal. Una oración principal es una línea introductoria que indica cuál será la idea principal o la tesis del párrafo. Esta debe contener el punto más importante y relevante que deseas plasmar en relación con tu tema; por lo tanto, debe resumir el párrafo completo.[2]
    No: uses un dato obvio como oración para el título.
    Sí: siéntete libre de iniciar con una idea vaga si estás estancado y mejórala una vez que hayas terminado el párrafo.
    • Cada una de las demás oraciones que escribas debe sustentar la oración principal y brindar más detalles, así como hablar sobre los problemas o las ideas que plantea. Si alguna de las oraciones que escribes no puede relacionarse directamente con la oración principal, no debes incluirla en este párrafo.
    • Los escritores más experimentados pueden incluir su oración principal en cualquier parte del párrafo y no necesariamente en la primera línea. Sin embargo, los escritores principiantes, o que tienen menos experiencia escribiendo párrafos, deben colocar primero la oración principal, ya que les ayudará a guiarse a través de las demás partes del párrafo.[2]
    • Tu oración principal no debe ser muy extensa ni muy corta. Si es muy extensa, no podrás hablar sobre las ideas de forma adecuada en el párrafo. Si es muy corta, no tendrás mucho sobre lo cual hablar.[4]
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    Coloca los detalles de sustento. Después de escribir tu oración principal y sentirte satisfecho con ella, puedes empezar a colocar las demás partes de tu párrafo. Aquí es cuando las notas bien estructuradas y detalladas que escribiste antes serán de utilidad. Asegúrate de que tu párrafo sea coherente, es decir, que sea fácil de leer y comprender, que cada oración se conecte con la siguiente y que todo fluya adecuadamente como una unidad. Para lograrlo, trata de escribir oraciones simples y claras que expresen exactamente lo que quieres decir.[3]
    • Enlaza cada oración con palabras de transición que formen un puente entre una oración y la siguiente. Las palabras de transición pueden ayudarte a comparar y contrastar, mostrar secuencias, mostrar una causa y efecto, resaltar las ideas importantes y avanzar con fluidez de una idea a la siguiente. Estas palabras de transición incluyen a “además”, “es más” y “asimismo”. También puedes emplear transiciones cronológicas, como “en primer lugar”, “en segundo lugar” y “en tercer lugar”.[3]
    • Las oraciones de sustento son la parte esencial de tu párrafo, así que debes colocarlas junto con toda la evidencia posible que sustente tu oración principal. Dependiendo del tema, puedes usar datos, cifras, estadísticas y ejemplos; o puedes emplear historias, anécdotas y citas. Puedes emplear todo lo que desees, siempre y cuando sea relevante.[2]
    • En términos de extensión, entre tres y cinco oraciones suelen bastar para cubrir tus puntos principales y sustentar adecuadamente tu oración principal, pero esto variará de forma significativa dependiendo del tema y la extensión del artículo que vas a escribir. No hay una extensión fija para un párrafo, así que este debe ser tan largo como sea necesario para cubrir adecuadamente la idea principal.[3] [5]
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    Escribe una oración de conclusión. La oración de conclusión de tu párrafo debe relacionar todo. Una buena oración de conclusión reforzará la idea descrita en tu oración principal, pero ahora contará con todo el peso de la evidencia o los argumentos indicados en las oraciones de sustento. Después de leer la oración de conclusión, el lector no debe tener ninguna duda sobre la exactitud o la relevancia del párrafo como una unidad.
    No discrepes con tu evidencia: A pesar de estos comentarios, el informe fue un fracaso.
    califica la conclusión si hace la transición al siguiente párrafo: Estas citas demuestran que el informe tuvo un gran apoyo, pero no significa que haya conducido a un cambio importante.
    • No solo parafrasees la oración principal. La oración de conclusión debe reconocer lo que se expuso antes de ella y recordarle al lector la relevancia de lo expuesto.[6]
    • Por ejemplo, en un párrafo que hable sobre el tema “¿Por qué Canadá es un lugar grandioso en donde vivir?”, la oración de conclusión podría ser similar a “De toda la evidencia brindada, como los fantásticos servicios de salud ofrecidos en Canadá, su sistema educativo de primer nivel y sus ciudades limpias y seguras, podemos concluir que este país definitivamente es un lugar grandioso donde vivir”.
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    Aprende a determinar cuándo continuar en un nuevo párrafo. En ocasiones, puede ser difícil distinguir en dónde terminar un párrafo y empezar otro. Afortunadamente, existen algunas pautas que puedes seguir y que pueden poner en evidencia la necesidad de continuar en un nuevo párrafo. La pauta más básica para seguir es que, siempre que empieces a hablar sobre una nueva idea, debes hacerlo en un nuevo párrafo. Los párrafos nunca deben contener más de una idea central. Si una idea determinada cuenta con múltiples puntos o facetas, cada aspecto individual de la idea debe contar con su propio párrafo.[2] [7]
    • También se emplea un nuevo párrafo cada vez que contrastas dos puntos o cuando presentas cada postura de un argumento. Por ejemplo, si tu tema es “¿Los funcionarios públicos deben recibir salarios más bajos?”, un párrafo tendrá que abordar los argumentos que están de acuerdo con un salario menor para los funcionarios públicos, mientras que otro brindará argumentos en contra de esta idea.[2]
    • Los párrafos hacen que un escrito sea más fácil de comprender y les brindan a los lectores un “descanso” entre las nuevas ideas para que comprendan lo que acaban de leer. Si sientes que el párrafo que escribes se vuelve demasiado complejo o contiene una serie de puntos complejos, puedes considerar la posibilidad de dividirlo en párrafos separados.[2]
    • Cuando escribas un artículo, la introducción y la conclusión siempre deberán contar con sus propios párrafos. El párrafo de introducción debe definir el objetivo del artículo y lo que espera lograr, y al mismo tiempo debe brindar una descripción breve de las ideas y los problemas sobre los que hablará. El párrafo de conclusión brinda un resumen de la información y los argumentos del artículo e indica en términos claros lo que el artículo ha expuesto o probado. También puede presentar una nueva idea, una que abre la mente del lector para que reflexione sobre las cuestiones planteadas en el artículo.[2]
    • Si vas a escribir un material de ficción, debes empezar un nuevo párrafo con diálogos para mostrar a un nuevo hablante.[8]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Revisar el párrafo

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    Revisa la ortografía y la gramática de tu párrafo. Cuando termines de escribir, es esencial que vuelvas a leer tu párrafo dos o tres veces para verificar si hay palabras mal escritas y errores gramaticales. Los errores de ortografía y de gramática pueden impactar de forma significativa en la calidad con la que se percibe en tu párrafo, incluso si las ideas y argumentos que contiene son de alta calidad. Es muy fácil pasar por alto errores pequeños cuando se escribe, así que no omitas este paso, incluso si tienes prisa.
    • Asegúrate de que cada oración tenga un sujeto y de que todos los sustantivos propios empiecen con mayúscula. También asegúrate de que todos los sujetos y los verbos concuerden entre sí y de usar el mismo tiempo en todo el párrafo.
    • Usa un diccionario para volver a revisar la escritura de las palabras de las que no estás seguro, no asumas que están correctas.
    • Revisa tu párrafo para asegurarte de emplear la puntuación de forma apropiada, tales como las comas, los dos puntos, el punto y coma, y los puntos suspensivos, en el contexto correcto.
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    Revisa la coherencia y el estilo de tu párrafo. No solo debes garantizar que los aspectos técnicos de tu escritura sean acertados, esta también debe tener claridad, así como un flujo de estilo. Puedes lograrlo variando la extensión y el formato de tus oraciones, y usando palabras de transición, así como un vocabulario variado.[2]
    No: uses palabras largas o “de tesauro” por tu propio bien.
    Sí: usa sinónimos conocidos para diversificar tu redacción en lugar de repetir las mismas palabras muchas veces.
    • El punto de vista de tu escritura debe ser consistente en todo el párrafo y, desde luego, en todo el artículo. Por ejemplo, si vas a escribir en primera persona (p. ej., “Considero que...”), no debes cambiar a una voz pasiva (“Se considera que”) a la mitad del artículo.
    • Sin embargo, también debes tratar de no comenzar cada oración con “Considero que...” o “Yo afirmo que...”, trata de variar el formato de tus oraciones. Esto hará que el párrafo sea más interesante para el lector y ayudará a que fluya con más naturalidad.
    • En el caso de los escritores principiantes, es mejor emplear oraciones puntuales y cortas que expresen claramente tu punto de vista. Las oraciones largas y poco sólidas pueden volverse incoherentes rápidamente o contener errores gramaticales, así que trata de evitarlas hasta que tengas más experiencia como escritor.
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    Decide si tu párrafo está completo. Después de volver a leer el párrafo y arreglar los errores gramaticales o de estilo, debes darle otro vistazo para determinar si está completo. Trata de revisar el párrafo de forma objetiva y decide si sustenta y desarrolla tu oración principal en la medida de lo necesario o si necesita algunos detalles más o evidencia adicional para respaldar tus afirmaciones.[3]
    No: te atasques en ediciones menores antes de finalizar tu ensayo.
    Sí: asegúrate de que tu punto esté muy claro antes de continuar.
    • Si consideras que el contenido del resto de tu párrafo sustenta y desarrolla adecuadamente la afirmación más importante de tu oración principal, es probable que tu párrafo esté completo. Sin embargo, si aún no se explora ni se explica algún aspecto importante del tema o si el párrafo tiene menos de tres oraciones, es probable que tengas que trabajar un poco más en él.[3]
    • Por otro lado, podrías decidir que tu párrafo es demasiado largo y que presenta contenido superfluo o que se desvía del tema. Si este es el caso, debes editar el párrafo para que solo contenga la información más relevante.
    • Si consideras que todo el contenido es necesario para expresar tu punto de vista, pero el párrafo aún es muy largo, considera la posibilidad de dividirlo en varios más específicos y más pequeños.
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Consejos

  • Un párrafo debe contener:
    • una oración principal;
    • una o más oraciones de sustento;
    • una oración de conclusión.
  • Cuando leas, percibe cómo se dividen los párrafos. Si aprendes por experiencia lo que es un párrafo, podrás dividir un escrito en partes adecuadas por intuición.
  • No hay normas estrictas para la extensión de un párrafo. En lugar de ello, asegúrate de que haya divisiones naturales. Cada párrafo debe contener una idea principal y otras oraciones que la sustenten.
  • Siempre coloca una sangría antes de iniciar un nuevo párrafo. Las sangrías de 1,27 cm (0,5 pulgadas) son de uso estándar para la escritura en castellano.
  • Los errores de ortografía y gramática pueden restarle valor incluso a la escritura mejor planificada. Usa un corrector de ortografía o pídele a alguien que lea tu trabajo si tienes alguna duda.
  • Si vas a escribir una conversación, empieza un nuevo párrafo siempre que otra persona tome la palabra.
  • El secreto yace en:
    • unidad: contar con una sola idea y el tema debe expresarse.
    • orden: la forma en la que organizas tus oraciones ayuda al lector a comprender mejor.
    • coherencia: cualidad que hace que tu escritura pueda comprenderse. Las oraciones deben estar conectadas entre sí.
    • integridad: todas las oraciones empleadas en un párrafo deben transmitir un mensaje completo.
  • Adapta tu escritura a tu propósito. Así como vistes prendas diferentes para ocasiones y condiciones climáticas diferentes, debes escribir con un estilo que se adapte a tu propósito.
  • Debes empezar el párrafo con una oración buena, clara y simple que contenga el tema y la idea central.
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Advertencias

  • No esperes hasta el último minuto si se trata de una asignación escolar. Cuenta con tiempo suficiente para planificar y escribir cada párrafo. Esto hará que tu asignación tenga una calidad mucho más alta.
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Acerca de este wikiHow

Jake Adams
Coescrito por:
Tutor académico y especialista en preparación para pruebas
Este artículo fue coescrito por Jake Adams. Jake Adams es un tutor académico y el propietario de Simplifi EDU, una empresa de tutoría en línea con sede en Santa Mónica, California, que brinda recursos de aprendizaje y tutores en línea para materias académicas K-College, SAT y ACT, así como solicitudes de admisión a universidades. Con más de 14 años de experiencia profesional en tutoría, Jake se dedica a brindarles a sus clientes la mejor experiencia de tutoría en línea, además de acceso a una red de excelentes tutores de pregrado y posgrado de las mejores universidades de todo el país. Tiene una licenciatura en Negocios Internacionales y Marketing de la Universidad de Pepperdine. Este artículo ha sido visto 510 748 veces.
Categorías: Escritura
Resumen del artículoX

Para escribir un párrafo grandioso, empieza con una oración principal que explique el tema y la idea principal. En las siguientes 3 a 5 oraciones, presenta evidencia (como hechos, ejemplos o incluso anécdotas cortas) para respaldar la idea principal. Usa frases de transición, como “asimismo” o “sin embargo” para hacer que el párrafo fluya adecuadamente. Termina con una oración de conclusión que refuerce la idea principal, resuma la evidencia de forma breve y brinde una pista de las ideas del próximo párrafo.

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