"¿Qué hago con mi vida? ¿Qué quiero? ¿A dónde voy?". Estas son preguntas comunes que las personas se hacen a sí mismas. Por lo general, este tipo de pensamiento visionario es el punto de partida del proceso de elaborar y escribir metas. Aunque algunas personas se detienen en respuestas vagas o generales a este tipo de preguntas, otros aprovechan una línea similar de cuestionamientos para crear metas viables y definibles. Tomarte el tiempo de escribir claramente las metas definidas te puede hacer más propenso a lograrlas.[1] Las metas logradas están relacionadas a la felicidad y al bienestar.[2]

Método 1
Método 1 de 2:
Definir tus metas

  1. 1
    Determina lo que quieres. Si tienes una idea general de lo que quieres o te gustaría lograr, puede ser tentador empezar a trabajar para alcanzar la meta. Sin embargo, si no tienes las metas claramente definidas, puedes terminar trabajando o yendo a la deriva hacia una meta vaga o una meta que ha cambiado. Definir una meta puede prevenir el desperdicio de tiempo y de energía. Puede motivarte a lograr tus metas.
    • Por ejemplo, un empleado puede no sentir deseos de empezar con una asignación vaga que no tenga una estructura o pautas claras. Sin embargo, los empleados están más motivados a trabajar cuando se les da la información y las metas claras.[3]
    • Algunos ejemplos de metas vagas o generales pueden incluir: "Quiero ser feliz", "Quiero ser exitoso" y "Quiero ser una buena persona".
  2. 2
    Sé específico al definir los términos. Esto es vital para entender lo que realmente tratas de lograr. Define cualquier término vago o general.[4] Por ejemplo, si expresaste que deseas ser exitoso, debes definir lo que significa el éxito para ti. Mientras que para algunos pueda significar ganar mucho dinero, para otros puede significar criar hijos saludables y seguros.
    • Definir los términos y las metas generales te ayudará a empezar a verte como la persona o la cualidad que defines.[5] Por ejemplo, si ves el éxito en el sentido de éxito profesional, puedes crear metas para obtener una preparación profesional e iniciar una carrera.
  3. 3
    Reflexiona sobre si realmente quieres estas cosas. Es normal pensar que quieres algo sin cuestionar realmente por qué lo quieres. Sin embargo, algunas veces puedes decidir que esas metas no coinciden con los sueños y los deseos de tu vida. Un buen ejemplo de ello se deriva de las percepciones sociales y las ideas. Muchos niños pueden decir que quieren ser doctores o bomberos cuando crezcan, sin entender realmente qué significa o descubriendo tarde que esas metas cambiaron.[6] [7]
    • Pregúntate a ti mismo qué tanta influencia tienen tus metas de las personas que te rodean. Por ejemplo, pueden tener influencia de las expectativas de los padres o de las personas allegadas, tal vez de la presión social de los colegas o de los medios.
    • Tus metas deben ser algo que quieres hacer por ti, no por alguien más.
  4. 4
    Considera tus motivos. ¿Tratas de lograr o hacer algo para demostrar a alguien que estaba equivocado? Aunque las razones "correctas" sean diferentes para cada persona, necesitas preguntarte a ti mismo si tus metas son correctas para ti. Si no lo son, puedes terminar sintiéndote insatisfecho o agotado.[8]
    • Por ejemplo, si quieres ser un doctor, ¿es porque quieres ayudar a las personas o porque quieres ganar mucho dinero? Si el motivo no es correcto, puedes tener problemas para lograr la meta o sentirte insatisfecho por ella.
  5. 5
    Establece metas realistas. Es fácil dejarse llevar al pensar en las metas. Sin embargo, hay algunas cosas que pueden escapar de tu control. Dependiendo de qué clase de metas establezcas, esto puede ser un problema. Tus metas deben ser realistas y alcanzables.[9] [10]
    • Por ejemplo, alguien puede querer ser el mejor jugador de baloncesto del mundo, pero los factores como la edad y la altura pueden ser limitantes y escapar de tu control. Establecer metas que no son alcanzables en primer lugar pueden desanimarte y desmotivarte.
    Anuncio

Método 2
Método 2 de 2:
Escribir tus metas

  1. 1
    Imagina tus posibilidades. Invierte 15 minutos para anotar informalmente tus visiones, tus metas y tus sueños. No te preocupes de escribir metas claramente definidas o de poner las cosas en orden. Solo asegúrate de que estas metas y sueños sean consistentes con tu identidad y tus valores. Si te que quedas atascado en algún punto, prueba hacer ejercicios de escritura libre. Puedes describir lo siguiente:[11]
    • el futuro ideal
    • las cualidades que admiras en otros
    • las cosas que quieres hacer mejor
    • las cosas de las que quieres aprender más
    • los hábitos que quieres mejorar
  2. 2
    Divide tus metas en pasos específicos. Una vez que hayas encontrado los sueños y los ideales futuros, escoge algunas metas específicas para ayudarte a alcanzarlos. Trata de ser específico al describir estas metas. Si tu meta es grande o a largo plazo, divídela en metas más pequeñas o pasos. Piensa en estos pasos o metas como una estrategia para lograr esos sueños e ideales futuros.[12] [13]
    • Por ejemplo, "Quiero ser un buen corredor para cuando tenga 50 años" es una meta vaga y puede ser una meta a largo plazo (dependiendo de tu edad actual). Una meta mejor definida puede ser "Quiero entrenar para una media maratón. Planeo correr una media maratón dentro de un año y una maratón completa dentro de 5".
  3. 3
    Ordena tus metas de acuerdo al impacto. Observa tus metas y decide cuáles son las más importantes o las más deseables. Piensa en cada meta en términos de cuán factible es, cuánto tiempo tomará y qué impacto tendrá en tu vida trabajar para ella y lograrla. También debes preguntarte por qué valoras una meta determinada más que otra. Asegúrate de que las metas de tu lista no entren en conflicto entre sí.[14] [15]
    • Ordenar tus metas según el impacto puede motivarte a trabajar para ellas. También te ayuda a imaginar el logro de ese objetivo y sus beneficios potenciales.
  4. 4
    Establece los parámetros y los plazos. Rastrea tu progreso estableciendo parámetros y plazos más pequeños para las metas y los pasos. Alcanzarlos te dará una sensación de realización, aumentará tu motivación y te dará información sobre lo que funciona y lo que no.
    • Por ejemplo, si tu meta es correr una media maratón en 1 año, ponte un plazo de entrenamiento para los siguientes 6 meses. Una vez que hayas cumplido esa meta, debes decirte a ti mismo que debes practicar para la media maratón por los siguientes seis meses. Si te das cuenta desde el principio que necesitas más tiempo, puedes ajustar los parámetros.
    • Trata de usar un calendario como una indicación visual para mantenerte comprometido con tus metas y la línea de tiempo que estableciste para ti mismo. También es extremadamente satisfactorio tachar una meta u objetivo que hayas completado.
  5. 5
    Prueba el modelo para establecer metas S. M. A. R. T. (por sus siglas en inglés). Observa cada una de tus metas y escribe en qué medida la meta es específica, medible, alcanzable, pertinente o realista y de duración determinada al tener plazos.[16] Por ejemplo, de la siguiente manera, puedes tomar una meta vaga como "Quiero ser una persona más saludable" y hacerla más específica usando este método:[17]
    • Específico: "Quiero mejorar mi salud perdiendo algo de peso".
    • Medible: "Quiero mejorar mi salud perdiendo 9 kilos (20 libras)".
    • Alcanzable: aunque no puedas perder 45 kilos (100 libras), 20 kilos (9 libras) es una meta alcanzable.
    • Pertinente o realista: puedes recordarte a ti mismo que perder 9 kilos (20 libras) te dará más energía y te hará más feliz. Recuerda que no lo haces para alguien más.
    • Duración determinada: "Quiero mejorar mi salud perdiendo 9 kilos (20 libras) en el curso del siguiente año, con un promedio de 0,7 kilos (1,6 libras) al mes".
    Anuncio

Consejos

  • Hay evidencia probada de que escribir tus metas aumenta la probabilidad de alcanzarlas. Un estudio del doctor Gail Matthews, psicólogo clínico de la universidad Dominican, el cual contó con 149 participantes, demostró que aquellos que escribieron sus metas lograron mucho más que aquellos que no.[18]
Anuncio

Referencias

  1. http://www.dominican.edu/academics/ahss/undergraduate-programs-1/psych/faculty/fulltime/gail-matthews
  2. McGregor, I., & Little, B. R., 1998
  3. Locke, E. A. (1968). Toward a Theory of Task Motivation and Incentives. Journal of Organizational Behavior and Human Performance, 3, 157-189.
  4. Fischhoff, B., Slovic, P., & Lichtenstein, S. (1988). Knowing what you want: Measuring labile values. Decision Making: Descriptive, Normative and Prescriptive Interactions, Cambridge University Press, Cambridge, 398-421. (Chapter 18)
  5. Fischhoff, B., Slovic, P., & Lichtenstein, S. (1988). Knowing what you want: Measuring labile values. Decision Making: Descriptive, Normative and Prescriptive Interactions, Cambridge University Press, Cambridge, 398-421. (Chapter 18)
  6. Brunstein, J. C. (1993). Personal goals and subjective well-being: A longitudinal study. Journal of Personality and Social Psychology, 65, 1061–1070.
  7. Perrone, K. M., Civiletto, C. L., Webb, L. K., & Fitch, J. C. (2004). Perceived barriers to and supports of the attainment of career and family goals among academically talented individuals. International Journal of Stress Management, 11, 114–131.
  8. Schunk, D. H. (1990). Goal setting and self-efficacy during self-regulated learning. Educational Psychologist, 25, 71– 86.
  9. https://www.psychologytoday.com/blog/coaching-and-parenting-young-athletes/201311/keys-effective-goal-setting
  1. http://www.appliedsportpsych.org/resource-center/resources-for-athletes/principles-of-effective-goal-setting/
  2. Marisano, Hirsh, Perterson, Pihl, and Shore (2010) from Peterson and Mar, 2004.
  3. Austin, J. T., & Vancouver, J. B. (1996). Goal constructs in psychology: Structure, process, and content. Psychological Bulletin, 120, 338 –375.
  4. Locke, E. A., & Latham, G. P. (2006). New directions in goal-setting theory. Current Directions in Psychological Science, 15, 265–268.
  5. Bandura, A. (1977). Self-efficacy: Toward a unifying theory of behavioral change. Psychological Review, 84, 191–215.
  6. Schunk, D. H. (1991). Self-efficacy and academic motivation. Educational Psychologist, 26, 207–231.
  7. http://www.hr.virginia.edu/uploads/documents/media/Writing_SMART_Goals.pdf
  8. Lawlor, B. & Hornyak, M. (2012). SMART Goals: How the Application of Smart Goals can Contribute to Achievement of Student Learning Outcomes. Journal of Development of Business Simulation and Experimental Learning, 39, 259-267.https://journals.tdl.org/absel/index.php/absel/article/viewFile/90/86
  9. http://www.dominican.edu/academics/ahss/undergraduate-programs-1/psych/faculty/fulltime/gail-matthews

Acerca de este wikiHow

Annie Lin, MBA
Coescrito por:
Coach de vida y laboral
Este artículo fue coescrito por Annie Lin, MBA. Annie Lin es la fundadora de New York Life Coaching, un servicio de coaching de vida y de carrera con sede en Manhattan. Su enfoque holístico, el cual combina elementos de tradiciones de sabiduría tanto oriental como occidental, la ha convertido en una coach personal muy solicitada. Su trabajo ha aparecido en Elle Magazine, NBC News, New York Magazine y BBC World News. Annie tiene una maestría de la Universidad de Oxford Brookes. También es fundadora del New York Life Coaching Institute, el cual brinda un programa integral de certificación de coaching de vida. Puedes obtener más información en https://newyorklifecoaching.com. Este artículo ha sido visto 46 853 veces.
Anuncio