Sea cual sea tu proyecto de cocina, lograr que el caldo obtenga la consistencia correcta es un paso importante. Si tu caldo se ve muy líquido, hay varias maneras de espesarlo, dependiendo de los ingredientes que quieras usar y la cantidad de tiempo con la que cuentes. Puedes reducir un caldo hecho en casa cocinándolo más tiempo, pero no siempre es posible si ya lo has salado, ya que la reducción lo dejará más salado. Sin embargo, también puedes espesar cualquier caldo con un agente espesante, como maicena, o haciendo un roux. Incluso puedes echarle otros ingredientes, tales como pan, nueces o algún producto lácteo para darle más cuerpo.

Método 1
Método 1 de 3:
Hacer una reducción básica

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    Sube el fuego. Asegúrate de que el fuego sea lo suficientemente alto para que el caldo pueda hervir a fuego lento sin tapa. Un fuego medio normalmente basta para que el caldo hierva a fuego lento y evapore parte del exceso de líquido.[1]
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    Usa una olla ancha para que el caldo se reduzca más rápido. Con una cacerola para saltear ancha en lugar de una olla o cacerola profunda, el caldo se calentará y se reducirá más rápido. También puedes dividir el caldo en 2 o más tandas (es mejor si usas ollas anchas) y calentarlo por separado para acelerar el proceso.[2]
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    Dale tiempo para que se reduzca. Es preferible que el caldo hierva a fuego lento y no a fuego fuerte. Si el fuego es demasiado fuerte, el caldo podría reducirse demasiado y ponerse amargo. Mantén el caldo a fuego medio y deja que pasen unos 10 minutos antes de revisarlo.[3]
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Método 2
Método 2 de 3:
Usar un agente espesante

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    Haz una pasta de maicena para que el caldo tenga más cuerpo. La maicena es similar a la harina como agente espesante, pero es más efectiva y no afecta el sabor del caldo. Mezcla 1 cucharada de maicena con 1 cucharada de agua fría por cada taza de caldo.[4] Una vez integrado por completo, echa la mezcla de a pocos revolviendo constantemente. Lleva el caldo al punto de ebullición. Sigue revolviendo la pasta de maicena hasta que el caldo esté a punto de obtener el nivel de espesor que deseas.[5]
    • Recuerda que el caldo se espesará un poco más a medida que enfríe.[6]
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    Usa un agente espesante alternativo. Los ingredientes, tales como el arrurruz, la fécula de maíz y la tapioca en polvo pueden usarse como alternativas espesantes en lugar de maicena.[7] El arrurruz y la tapioca son féculas de tubérculos provenientes de plantas tropicales y, junto con la fécula de papa, son de uso habitual en la cocina libre de gluten.
    • Para el arrurruz en polvo, mezcla de 2 a 3 cucharadas con la misma cantidad de agua. Échalo a una taza de caldo caliente, revuelve la mezcla con unas varillas y luego viértela lentamente al resto del caldo.
    • Para la fécula de papa, mezcla 1 cucharada de fécula con 2 cucharadas de agua. Échala a una taza de caldo caliente, revuelve la mezcla con unas varillas y luego combínala con el resto.
    • Para la tapioca en polvo, ve echando la fécula de a cucharaditas hasta que el caldo obtenga la consistencia que deseas.[8]
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    Haz un roux combinando harina y grasa. Un roux es una mezcla de harina y grasa que puede servir para espesar un caldo, una sopa o una salsa de manera útil y deliciosa. Dependiendo de cuánto espesante necesite el caldo, echa de 1 a 3 cucharadas de grasa en una olla a fuego medio. Echa una cantidad equivalente de harina a la cantidad de grasa empleada sin dejar de revolver con unas varillas.[9] Cocínalo durante unos 10 minutos, revolviendo frecuentemente y luego déjalo enfriar antes de echarlo al caldo.
    • Echa el roux al caldo sin dejar de revolver con unas varillas hasta que se integre y asegúrate de que no haya grumos.
    • Si quieres un roux más ligero, usa mantequilla o aceite; para uno más oscuro y sustancioso, usa la grasa de la carne asada.[10]
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Método 3
Método 3 de 3:
Usar otros alimentos como espesantes

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    Échale pan para que el caldo salga más cremoso. Remoja pedazos de pan en el líquido caliente, luego retíralos y licúalos. Vuelve a combinarlos con el resto del líquido. También puedes usar pan molido para espesar el caldo.[11]
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    Agrega nueces molidas para que salga una sopa más consistente. Las nueces se han usado para espesar caldos y sopas por generaciones. Muele un manojo de nueces hasta que casi formen una pasta, luego combínalas con un poco del caldo y revuelve. Añádelas al resto del caldo.
    • Las castañas de cajú son particularmente buenas para espesar caldos o sopas, pues aportan una textura homogénea.[12]
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    Añádele un producto lácteo para obtener un sabor suave. Agregar crema de leche o yogur es una manera fácil de espesar y enriquecer cualquier caldo. Si vas a utilizar crema o leche, empieza con un par de cucharadas y agrégasela a un caldo tibio, no hirviendo. O, si buscas una adición más ligera pero ácida, prueba con 1 o 2 cucharadas de yogur.[13]
    • Asegúrate de que el caldo no esté hirviendo, sino el lácteo cuajará.
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Categorías: Sopas y caldos
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