El caldo de vegetales es una sopa clara, saludable y deliciosa que puedes comer por sí sola o usarla como una base de sopas, guisos y otros platos. Hacerlo en casa es sencillo y solo requiere unos cuantos ingredientes básicos como vegetales, agua y plantas aromáticas. Lo mejor de todo es que el caldo casero te permite experimentar con distintos vegetales y especias para obtener distintos sabores. Además, puedes personalizar el caldo en función de los ingredientes necesarios para hacerlo.

Ingredientes

Caldo de vegetales básico

  • 2 cebollas peladas
  • 3 zanahorias
  • 4 tallos de apio
  • 1 cucharada (15 ml) de aceite
  • 8 tazas (2 litros) de agua
  • 5 ramitas de tomillo fresco
  • 1 hoja de laurel
  • 1 atado pequeño de perejil
  • 1 cucharadita de granos de pimienta enteros

Caldo de vegetales asados

  • 3 cebollas peladas
  • 6 zanahorias
  • 5 tallos de apio
  • 4 tomates
  • 4 dientes de ajo pelados
  • 150 g (5 onzas) de champiñones limpiados
  • 2 cucharadas (30 ml) de aceite de oliva
  • 1/2 atado de perejil fresco
  • 3 ramitas de tomillo fresco
  • 2 hojas de laurel
  • 1 cucharadita (5 g) de sal
  • 11 tazas (2,5 litros) de agua

Método 1
Método 1 de 3:
Hacer caldo de vegetales básico

  1. 1
    Lava y corta los vegetales. Enjuaga las zanahorias y el apio bajo un chorro de agua del grifo y restriega la suciedad visible con el dedo. Seca los vegetales dando toquecitos con una toalla limpia. Trasládalos a una tabla de cortar y córtalos en trozos de 2,5 cm (1 pulgada) con un cuchillo afilado.[1]
    • Puedes usar cualquier vegetal de tu preferencia para preparar este caldo, incluidos los tomates, los champiñones, las chirivías, los puerros y las cebollas verdes.[2]
    • Evita los vegetales con almidón como las papas, ya que hacen que el caldo se ponga turbio.
    • No hagas el caldo con brócoli, frijoles, calabacín y repollo, puesto que pueden volverse amargos al cocerse a fuego lento por mucho tiempo.
  2. 2
    Saltea los vegetales por 5 minutos. Echa el aceite en una olla holandesa o una olla sopera grande. Pon el fuego a medio y precalienta el aceite por 2 minutos. Traslada los vegetales a la olla sopera y cocínalos por 5 minutos, hasta quedar suaves y aromáticos.[3]
    • Cocinar primero los vegetales te permitirá obtener un caldo más sabroso.
  3. 3
    Cubre los vegetales con agua y añade las plantas aromáticas. Vierte el agua en la olla sopera con los vegetales. También añade el tomillo, la hoja de laurel, el perejil y los granos de pimienta a la olla.[4] Otros ingredientes aromáticos que puedes incluir para darle sabor al caldo son los siguientes:
    • jengibre[5]
    • citronela
    • romero
    • cortezas de queso parmesano
    • ajo
    • hinojo
  4. 4
    Hierve el caldo y déjalo a fuego lento por 1 hora. Ponle una tapa a la olla y enciende el fuego a medio alto. Vigila de cerca el caldo y llévalo a hervir. Apenas empiece a producir burbujas, baja el fuego a medio bajo y sigue cocinando el caldo por 1 hora.[6]
  5. 5
    Cuela el caldo. Al cabo de una hora, retíralo del fuego. Coloca un colador al interior de un bol de vidrio grande o una olla sopera. Vierte el caldo a través de él, de modo que caiga en el bol que está por debajo y cuele los vegetales.
    • Si deseas un caldo muy claro, forra el colador con paño de queso o una toalla de papel antes de colar los vegetales.[7]
  6. 6
    Usa el caldo y guarda lo que sobra para después. Una vez colado el caldo, estará listo para comerlo o usarlo en tus recetas preferidas. Puedes guardar los restos de caldo en el refrigerador hasta 1 semana o en el congelador hasta 3 meses.[8]
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Método 2
Método 2 de 3:
Preparar caldo de vegetales asados

  1. 1
    Pica los vegetales. Enjuaga las zanahorias, el apio y los tomates bajo un chorro de agua del grifo. Sécalos dando toquecitos con una toalla limpia. Corta estos vegetales, la cebolla y los champiñones en cubitos de 2,5 cm (1 pulgada).
    • En esta receta, los champiñones y los tomates le dan un sabor a carne al caldo, lo que lo hace sustancioso y delicioso.
    • Asar los vegetales antes de preparar el caldo permite obtener un caldo sabroso con mucha profundidad.[9]
  2. 2
    Asa los vegetales. Traslada las zanahorias, el apio, los tomates, las cebollas y los dientes de ajo enteros a una bandeja para horno o asadera grande. Echa el aceite sobre los vegetales y trasládalos a un horno precalentado a 218 °C (425 °F). Cocínalos por 40 minutos, revolviéndolos cada 10 a 15 minutos.[10]
    • Asar los vegetales antes de preparar el caldo le da un rico sabor a carne.
  3. 3
    Traslada los vegetales a una olla sopera. Una vez que los vegetales estén suaves y dorados, retíralos del horno. Saca los vegetales asados con una cuchara y trasládalos a una olla sopera o una cacerola grande.
  4. 4
    Añade los demás ingredientes. En la olla sopera, combina los vegetales asados con el perejil, el tomillo, las hojas de laurel y la sal. Cubre la mezcla con el agua y ponle la tapa a la olla.
    • Para darle más sabores y picante, también puedes añadirle al caldo 1 cucharadita (2 g) de semillas de cilantro y de granos de pimienta enteros.[11]
  5. 5
    Pon a hervir el caldo y déjalo a fuego lento. Enciende el fuego a medio y lleva a hervir el caldo. Una vez que empiece a hervir, baja el fuego a medio bajo y mueve la tapa a un lado de modo que la olla sopera quede parcialmente cubierta. Sigue cocinando a fuego lento el caldo por 45 minutos más.[12]
  6. 6
    Cuela el caldo. Pon un colador al interior de un bol de vidrio o una olla grande. Vierte el caldo en el colador para colar los vegetales, dejando solo un caldo claro en el bol que está por debajo.
    • En vez de colar el caldo, también puedes dejar los vegetales y comerlo como una sabrosa sopa de vegetales.
  7. 7
    Disfruta de tu caldo. Una vez colado, el caldo ya está listo para comerlo o añadirlo a las sopas, los guisos y otros platos de tu preferencia. Si te sobra, trasládalo a un frasco de vidrio y guárdalo en el refrigerador hasta 1 semana. Para que dure más tiempo, traslada el caldo a un recipiente apto para congelador y guárdalo hasta 3 meses.[13]
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Método 3
Método 3 de 3:
Usar el caldo de vegetales

  1. 1
    Haz sopa o guiso. Las sopas y los guisos caseros son excelentes para calentarte en una noche fría, pero también son buenos aperitivos antes de una comida. Existen muchos tipos distintos de sopas que puedes preparar con un caldo de vegetales básico, por ejemplo:
  2. 2
    Prepara un risotto casero. El risotto es un plato de arroz cremoso que puedes preparar con caldo de carne, pescado o vegetales. El truco para prepararlo es mantener el caldo caliente y añadirlo al arroz de forma gradual. Esto le da tiempo al arroz de absorber por completo el caldo, lo que lo vuelve cremoso y suave.
    • El caldo de vegetales también te sirve para preparar cualquier grano, como el arroz básico, la quinua y la polenta.
  3. 3
    Haz gravy. No existe mejor forma de acabar un puré de papas, papas fritas, carnes y tartas saladas que con un gravy casero. Para hacer uno simple con tu caldo de vegetales, sigue estos pasos:
    • Calienta 1 taza (250 ml) del caldo en una cacerola pequeña.
    • En un bol pequeño, mezcla 1 cucharadita (2 g) de maicena con suficiente agua para disolverla.
    • Vierte la maicena diluida en el caldo caliente.
    • Lleva a hervir el caldo, revolviendo con regularidad.
    • Si deseas, añádele sal, pimienta u otras especias.
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Categorías: Recetas | Sopas y caldos
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