Tu antebrazo se extiende desde el codo a la muñeca. En las articulaciones que se encuentran arriba y abajo del mismo hay tendones que las ayudan a moverse y que mantienen a los huesos y músculos funcionando. Si sufres de tendinitis en tu antebrazo, tendrás inflamados los tendones que conectan el codo con el antebrazo y la muñeca. Si sospechas que tienes esta condición, tendrás que visitar a un médico a fin de que te diagnostique y te prescriba un tratamiento. Sin embargo, puedes detectar la tendinitis de antebrazo ni bien comiences a sentir dolor o incomodidad en el área.

Método 1
Método 1 de 3:
Reconocer los síntomas

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    Examínate para detectar los síntomas de la tendinitis de antebrazo. Esta condición te podría causar dolor en el antebrazo, alrededor de los tendones que se conectan al hueso cerca del codo. Algunos de los nombres comunes para la tendinitis de antebrazo son codo de tenista y codo de golfista. Podrías tener tendinitis de antebrazo si tienes alguno de los siguientes síntomas:[1]
    • hinchazón leve en el área;
    • sensibilidad al usar o presionar el tendón;
    • dolor a menudo descrito como dolor sordo;
    • dolor que se presenta más a menudo al mover la articulación afectada.
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    Considera si podrías tener codo de golfista. El término médico para el codo de golfista es epicondilitis. El dolor asociado con este problema se experimenta dentro del codo debido a la inflamación en los músculos flexores, que son los que permiten que el codo se doble.[2] Forzar demasiado estos tendones a través de movimientos repetitivos aumentará tus riesgos de desarrollar esta condición. Los síntomas del codo de golfista incluyen:
    • dolor que comienza en el codo y se irradia hacia la parte baja del brazo;
    • sensación de rigidez en el brazo;
    • un incremento en el dolor cuando doblas y flexionas la muñeca;[3]
    • dolor que se agrava con ciertos movimientos, tales como abrir frascos y dar la mano.[4]
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    Determina si tienes codo de tenista. El codo de tenista, o epicondilitis lateral, se desarrolla en la porción externa del codo. El dolor comienza con los movimientos repetitivos que involucran a los músculos extensores, o los que trabajan para enderezar el codo.[5] Los síntomas del codo de tenista a menudo inician con una incomodidad leve y con el correr de los meses aumentan gradualmente hasta convertirse en un dolor más significativo. A menudo, no existe una lesión o un incidente específico al que se le pueda atribuir el inicio del dolor. Los síntomas comunes del codo de tenista incluyen:
    • Dolor o sensación de ardor en la parte externa del codo y a lo largo del antebrazo.
    • Pérdida de la fuerza en la mano.
    • Los síntomas empeoran cuando usas demasiado los músculos asociados, por ejemplo al jugar deportes de raqueta, al abrir una llave o al dar la mano.
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Método 2
Método 2 de 3:
Considerar las causas de la tendinitis de antebrazo

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    Considera si tienes síntomas en un brazo o en ambos. Ten en cuenta que, en el caso de cualquier tipo de tendinitis de antebrazo, lo más común es que el lado de la mano dominante sea el afectado, aunque podrían ser ambos brazos. La tendinitis se presentará en los tendones sobre los cuales ejerzas más fuerza constantemente.[6]
    • La tendinitis también se puede presentar en los tendones que controlan ya sea la extensión o la flexión (enderezar o doblar la articulación), pero rara vez ocurre en ambos al mismo tiempo. El movimiento repetitivo que ejerce más presión, ya sea contra la flexión o la extensión, causará tendinitis.
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    Identifica los movimientos repetitivos que podrían haber contribuido a tu codo de tenista. Esta condición se podría desarrollar si ejerces fuerza contra un objeto con el codo extendido.[7] Aunque a menudo el codo de tenista es causado por jugar dicho deporte, usar una raqueta más liviana y lanzar los golpes de revés con ambas manos podría reducir tu riesgo de desarrollar esta condición. Algunos otros tipos de movimientos que pueden causar el codo de tenista incluyen:
    • levantar cosas pesadas repetitivamente o usar herramientas pesadas;
    • trabajos que involucran movimientos de apretar y girar o de precisión;
    • movimientos nuevos o poco frecuentes, tales como arreglar el jardín por primera vez en la primavera, cargar a un bebé recién nacido o empacar las cosas de la casa y una mudanza.
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    Considera las actividades que podrían haber contribuido a tu codo de golfista. Aunque su nombre proviene del juego deportivo, hay otros deportes que involucran movimientos de agarre y lanzamiento, tales como el béisbol, el fútbol, el tiro con arco o el lanzamiento de jabalina, que podrían causar el codo de golfista.[8] Algunos otros tipos de movimientos que podrían ocasionarlo incluyen:
    • hacer trabajos que involucren el movimiento repetitivo del codo, incluyendo el uso de una computadora, la jardinería, picar alimentos o pintar;
    • usar herramientas que vibran;
    • usar una raqueta que sea demasiado pequeña o pesada para tu habilidad o darle un efecto excesivo a la pelota;[9]
    • participar en otras actividades repetitivas por una o más horas en días consecutivos, como levantar pesos, cocinar, martillar o cortar leña.[10]
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Método 3
Método 3 de 3:
Tratar la tendinitis de antebrazo

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    Busca tratamiento inmediatamente. Aunque no pone en riesgo tu vida, la tendinitis de antebrazo puede limitar tu movilidad y tus actividades por semanas o meses, debido al dolor y a la incomodidad. Sin tratamiento, la tendinitis también aumentará tu riesgo de sufrir una rotura de tendón. Esta es una condición más seria que requiere de cirugía para restaurar la función del tendón.[11]
    • Si la tendinitis persiste por varios meses podrías sufrir de tendinosis, que tiene un efecto negativo en el tendón y causa el crecimiento anormal de los vasos sanguíneos.[12]
    • Las complicaciones del codo de tenista a largo plazo pueden resultar en la recurrencia de la lesión, la ruptura del tendón y la imposibilidad de sanar ni con cirugía ni sin esta debido al aprisionamiento de los nervios en el antebrazo.[13]
    • Las complicaciones a largo plazo del codo de golfista pueden causar un dolor crónico, un limitado rango de movimiento y una contractura (curva) duradera o fija en el codo.[14]
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    Haz una cita con tu médico. Si sospechas que tienes tendinitis, haz una cita con tu médico a fin de que te revise y te prescriba un tratamiento. El diagnóstico y tratamiento tempranos producirán resultados más exitosos para el alivio de la tendinitis de tu antebrazo.[15]
    • A fin de diagnosticar una tendinitis de antebrazo, tu médico requerirá de tu historial médico detallado y te realizará una evaluación física completa.
    • Es probable que tu médico te ordene una serie de rayos X si sufriste alguna lesión antes de que comenzara el dolor.
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    Habla con tu médico sobre las opciones de tratamiento. Después del diagnóstico, tu médico te recomendará un tratamiento a fin de reducir tu dolor y mejorar la movilidad de tu brazo. Asegúrate de seguir sus instrucciones para tratar tu antebrazo y formula todas las preguntas que tengas sobre el tratamiento.
    • Tu médico podría prescribirte un medicamento antiinflamatorio a fin de reducir la inflamación de tu antebrazo, calmar el dolor y mejorar la función del brazo.
    • Es probable que tengas que usar una codera o cabestrillo para sostener el área y reducir cualquier esfuerzo en los músculos y tendones.[16] Este soporte puede inmovilizar el área o simplemente aportar apoyo, eso dependerá de la gravedad de tu condición.
    • Tu médico podría inyectarte corticosteroides alrededor del tendón a fin de reducir la inflamación y el dolor. Sin embargo, si el problema persiste por más de 3 meses, ten en cuenta que la aplicación de varias inyecciones podría debilitar el tendón y aumentar los riesgos de que se rompa.[17]
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    Habla con tu médico sobre la terapia de plasma. Los tratamientos con terapia de plasma rico en plaquetas consisten en tomar tu sangre, centrifugarla para separar las plaquetas e inyectarlas nuevamente en el área del tendón.[18]
    • Aunque este tratamiento aún no se investiga lo suficiente, ha resultado benéfico en el alivio de algunas condiciones crónicas del tendón. Habla con tu médico a fin de averiguar si es una buena opción para ti.
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    Averigua sobre la fisioterapia. Tu médico te podría recomendar fisioterapia junto con otros tratamientos para la tendinitis. A través de la fisioterapia aprenderás cómo hacer estiramientos de antebrazo diseñados para reducir cualquier tirantez muscular. Saber cómo reducirla es importante porque la rigidez contribuye a los micro desgarres asociados a la tendinitis.[19]
    • Las ocupaciones y actividades recreativas que requieren de empuñar, apretar, forzar los músculos extensores o flexores o los movimientos repetitivos con la mano o la muñeca, pueden tensar los músculos que contribuyen a la tendinitis.
    • Tu fisioterapeuta te podría recomendar un masaje de fricción profunda para causar la liberación de estimulantes naturales que ayudan a sanar el tendón.[20] Él te puede enseñar esta técnica que es segura, suave y fácil de aprender.
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    Permanece atento a los síntomas graves. En algunos casos, la tendinitis podría requerir de un tratamiento médico de emergencia. Aprende cuáles son los síntomas graves a fin de que sepas cuándo buscar ayuda de inmediato. Busca atención médica urgente si tienes alguno de los siguientes síntomas:[21]
    • Tu codo está caliente e inflamado y tienes fiebre.
    • No puedes doblar el codo.
    • Tu codo parece estar deformado.
    • Sospechas que podrías tener un hueso astillado o fracturado debido a una lesión específica en el área.
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    Apoya tu recuperación con remedios caseros. Aunque lo mejor es que veas a un médico para el diagnóstico y tratamiento de tu tendinitis, hay algunos remedios caseros que podrían ayudarte a aliviar el dolor leve causado por esta. Pregúntale a tu médico si estos remedios son apropiados para tu situación. Podrías aliviar parte del dolor de la tendinitis si haces algo de lo siguiente:
    • Descansa la articulación inflamada y suspende la actividad que la haya causado.
    • Pon hielo en la articulación con una compresa fría envuelta en una toalla entre tres y cuatro veces al día, por 10 minutos.
    • Toma medicamentos antiinflamatorios de venta libre, tales como naproxeno (Aleve) o ibuprofeno (Motrin).
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Consejos

  • Si no te resulta posible visitar a tu médico de inmediato, pregúntale qué puedes hacer para aliviar el dolor hasta el día de tu cita. Tu médico podría aconsejarte que descanses, que te pongas hielo en el brazo con una compresa fría envuelta en una toalla y que eleves la articulación a fin de reducir la inflamación.
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Advertencias

  • Ten en cuenta que existen algunos riesgos graves asociados con las inyecciones de esteroides. Estas a menudo aliviarán el dolor y la incomodidad, por lo que te podrías sentir capaz de seguir usando la articulación pero, sin embargo, el uso continuo de una articulación dañada podría ocasionar una lesión más grave y la ruptura del tendón.[22] Ten presente que la ruptura del tendón causa dolor intenso, debilidad, hematomas, incapacidad de usar la articulación y, en algunos casos, una deformidad en ella.[23]
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Acerca de este wikiHow

Troy A. Miles, MD
Coescrito por:
Cirujano ortopédico
Este artículo fue coescrito por Troy A. Miles, MD. El Dr. Miles es un cirujano ortopédico especializado en reconstrucción de articulaciones en adultos en California. Recibió su maestría en la Facultad de Medicina Albert Einstein en 2010, seguido de una residencia en la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón y una beca en la Universidad de California, Davis. Es miembro diplomático de la Junta Estadounidense de Cirugía Ortopédica y es miembro de la Asociación Estadounidense de Cirujanos de Cadera y Rodilla, la Asociación Estadounidense de Ortopedia, la Asociación Estadounidense de Cirugía Ortopédica y la Sociedad Ortopédica del Pacífico Norte. Este artículo ha sido visto 349 389 veces.
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