Muchas mujeres han despertado con manchas de sangre en las sábanas alguna vez y con frecuencia estas permanecen en la ropa o las sábanas de color claro, lo que resulta una verdadera molestia. Sin embargo, no hay por qué entrar en pánico: puedes hacer algunas cosas para evitar manchar la ropa o las sábanas durante la noche y despertar sin nadar en ese mar rojo.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Elegir los productos para tu periodo menstrual

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    Utiliza toallas nocturnas. Como lo sugiere su nombre, estas toallas están diseñadas para usarse durante la noche, puesto que absorben más sangre y presentan un menor riesgo de fugas. Te bastará con una sola, pero si tus periodos son muy abundantes (o si tus toallas higiénicas son propensas a desplazarse), puedes colocar una entre tus piernas y otra en la parte delantera o posterior de la ropa interior, dependiendo de tu posición al dormir.[1]
    • Algunas personas sugieren utilizar tampones superabsorbentes, pero debes evitarlo si eres adolescente o sueles dormir más de 8 horas, puesto que dejar un tampón más de 8 horas puede provocar el síndrome del choque tóxico y resultar mortal.[2] [3]
    • Si utilizas toallas higiénicas, céntralas más hacia la parte posterior si duermes boca arriba, puesto que así tendrás mayor protección. También es buena idea utilizar toallas más largas.
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    Utiliza una copa menstrual. Se trata de un dispositivo de uso interno como el tampón, pero no suele relacionarse con el síndrome del choque tóxico. En consecuencia, puedes utilizarla hasta por 12 horas (como durante la noche), a diferencia del tampón. La copa menstrual retiene más flujo que el tampón o las toallas higiénicas y posee una ligera succión que previene las fugas.
    • Aún es posible contraer el síndrome del choque tóxico cuando se utiliza la copa menstrual por más de 12 horas, así que no olvides vaciarla y enjuagarla al utilizar una.[4]
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    Prueba las toallas higiénicas de tela. Incluso puedes hacer las tuyas propias. Las toallas higiénicas de tela permiten una mejor circulación de aire en la ropa interior. Algunas mujeres las consideran más cómodas que las toallas desechables y puedes insertar forros adicionales cuando los necesites.[5] Estar más cómoda con las toallas higiénicas de tela implica una menor probabilidad de moverte durante el sueño. De este modo, las toallas se mantienen en su lugar en vez de arrugarse y dar lugar a las fugas.
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    Ponte dos pares de ropa interior. Aunque parezca raro, usar dos pares de ropa interior a la vez ayuda a mantener una toalla higiénica en su lugar durante el sueño. Además, te da una capa de tela adicional que, en caso de una fuga, actúa como barrera protectora antes que esta llegue a las sábanas.
    • Como alternativa, ponte ropa interior más apretada o un par de pantalones cortos y apretados para dormir que no te importe manchar.[6]
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    Prueba la ropa interior para la menstruación. Esta prenda (también llamada pantis para el periodo) está diseñada especialmente para absorber la sangre, como una especie de toalla incorporada a la ropa interior. Si quieres un respaldo en caso de una fuga o un flujo ligero, utiliza ropa interior para la menstruación durante la noche, de modo que atrape cualquier fuga.[7]
    • Aunque algunas prendas interiores para la menstruación pueden absorber flujos ligeros, la mayoría está hecha para flujos ligeros. Algunas mujeres reportan que esta ropa interior no es eficaz para ellas. Solo debes utilizarla como un respaldo a menos que tu flujo sea ligero.
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    Designa "sábanas para el periodo menstrual". Nunca faltan en casa algunas sábanas que ya no usas por cualquier razón: tal vez están viejas o manchadas. Cuando tu periodo esté a punto de venirte, cambia las sábanas por estas. De este modo, si tu periodo empieza durante la noche o traspasa tu producto menstrual, no será una pérdida total.[8]
    • Es mejor si las sábanas para tu periodo menstrual son oscuras, puesto que así las manchas no se notarán tanto. No es recomendable utilizar sábanas rojas. Aunque parecen perfectas para ocultar manchas, la sangre se volverá marrón oscura al secarse, lo que las hará resaltar.
    • Si no quieres tener sábanas para mancharse, existen fundas de colchón o sábanas especialmente diseñadas para prevenir las manchas durante la menstruación.
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    Habla con el doctor si nada te funciona. Si lo has intentado todo y la sangre aún traspasa tus productos menstruales, saca una cita con el doctor para hablar sobre tu periodo menstrual. Aunque el sangrado menstrual abundante es común, si es necesario cambiar tus productos menstruales más seguido que cada dos horas o si observas coágulos de sangre más grandes que el tamaño de una moneda grande, es probable que sufras de alguna enfermedad que afecta el periodo menstrual.[9]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Evitar las fugas

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    Utiliza protección si crees que tu periodo puede empezar durante la noche. Si este aún no ha empezado, pero sabes que se acerca, considera ponerte una toalla higiénica o un protector diario antes de acostarte. Así evitarás cualquier fuga si el periodo te viene repentinamente durante la noche.
    • No debes insertar un tampón antes del inicio del periodo menstrual o correrás el riesgo de sufrir una acumulación de bacterias. Este problema no ocurre con las copas menstruales, así que puedes usar una como prevención.[10]
    • Si tus periodos menstruales acaban de empezar y aún no son regulares, será difícil saber cuándo te vendrá el siguiente. Busca signos del síndrome premenstrual (SPM), como hinchazón, dolor, exceso de acné, manchas, cólicos, cambios de humor u otros síntomas previos al periodo.
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    Cambia la toalla higiénica o el tampón antes de acostarte. Mientras más sangre hayan absorbido estos productos, menos podrán absorber durante la noche (lo que implica más fugas). Para combatirlo, ponte una toalla higiénica nueva o introduce un tampón justo antes de irte a dormir. Así también te sentirás más fresca.
    • Es mejor sustituir el tampón con una toalla higiénica antes de acostarte, puesto que si lo dejas durante toda la noche, puedes contraer una infección o el síndrome del choque tóxico.
    • Si utilizas una copa menstrual, vacíala antes de acostarte.
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    Extiende una toalla oscura en la cama. Las toallas de baño en sí no previenen las fugas, pero utilizar una puede minimizar el daño en las sábanas y el colchón en caso de una fuga.[11] Para evitar manchas en estas toallas, también asegúrate de que sean oscuras. Como ocurre con las sábanas, puede ser útil destinar toallas especialmente para tu periodo.
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    Duerme en una posición cómoda. No existe una posición "correcta" o "incorrecta" para dormir mientras tienes tu periodo menstrual, pero es recomendable dormir en la posición que te parezca más cómoda. Así evitarás moverte mucho, lo que reducirá el riesgo de que las toallas higiénicas se amontonen y permitan fugas. Además, te ayudará a conciliar el sueño con más facilidad.[12]
    • Al margen de cómo duermas, trata de mantener las piernas cerradas en vez de extenderlas por toda la cama. Si mantienes las piernas abiertas durante la noche, la toalla higiénica puede moverse mientras duermes.[13]
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    Levántate de la cama lentamente en la mañana. Aunque no hayas tenido fugas a mitad de la noche, aún debes tener cuidado al levantarte de la cama. Sobre todo durante un flujo abundante, la sangre saldrá con mucha rapidez al sentarte, lo que puede manchar tu ropa interior y las sábanas.[14] Incluso podrías probar la técnica del "tronco rodante" al salir de la cama para evitar manchar las sábanas de sangre si sabes que esta va a traspasar tu ropa.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Limpiar una mancha

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    No dejes que la mancha se asiente. Apenas te despiertes y notes una mancha, cambia o vacía tu producto menstrual y luego retira la sábana o la toalla de baño. Si dejas reposar la mancha o te quedas en la cama un rato más, será más difícil de sacar.
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    Enjuaga la mancha en el fregadero con agua fría. Normalmente, no es necesario hacer algo especial si la mancha de sangre está fresca; bastará frotarla un poco con agua fría y jabón para sacarla.[15] Nunca la laves con agua tibia o caliente, ya que se fijará y quedará peor.[16]
    • Si la mancha es grave, remójala por 1 o 2 horas y observa si hay alguna mejora.
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    Utiliza peróxido de hidrógeno en las manchas muy persistentes. Si la mancha no ha desaparecido con agua y jabón, además del remojo, aplica un poco de peróxido de hidrógeno en la mancha. No necesitarás frotar, ya que suele salir por sí sola.
    • El peróxido de hidrógeno blanquea las telas oscuras. Así que, si la tela manchada es oscura, evita este método o diluye el peróxido con agua.
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    Trata las manchas en ciertas zonas del colchón lo más pronto posible. Si la mancha ha traspasado el colchón, no te preocupes, aún puede salir. Sécala con un trapo limpio y un poco de peróxido de hidrógeno. Puedes tratar las manchas más profundas dando toquecitos en la zona afectada con detergente para ropa o incluso una pasta de agua y bicarbonato por al menos media hora.[17] Solo ten cuidado de no mojar el colchón, de modo que pueda secarse.
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    Lava las sábanas o la ropa con agua fría. Una vez que hayas retirado la mayor parte de la mancha, lava la ropa o las sábanas como de costumbre con agua fría. Así tus prendas volverán a estar limpias y aunque aún se note la mancha, esta no será tan grave como cuando te levantaste.
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Consejos

  • Si duermes de lado y con las rodillas flexionadas, asegúrate de que tu toalla higiénica (si utilizas una) esté más centrada en la parte posterior. Dado que la parte delantera está mucho más cerrada, la parte posterior es más abierta, lo que permite más espacio para las fugas de sangre si la toalla no es lo bastante ancha o si te mueves mucho mientras duermes.
  • Remojar sábanas u otras prendas manchadas en leche ayudará a disminuir o incluso a quitar por completo las manchas.
  • Trata las manchas de sangre con una solución salina (o solo agua fría y sal). Esto podría ser más eficaz que aplicar agua pura.[18]
  • Utiliza toallas higiénicas nocturnas con alas si están disponibles.
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Advertencias

  • Ten en cuenta que es peligroso dormir con un tampón debido a que es probable que no te despiertes a tiempo para cambiarlo. Si lo dejas puesto más de 8 horas, aumentarás radicalmente el riesgo de sufrir del síndrome de choque tóxico, lo que puede resultar mortal.
  • Los periodos menstruales con flujos abundantes que producen fugas durante la noche pueden indicar la presencia de otras afecciones ginecológicas, como la endometriosis, la menorragia o los fibromas que son tumores benignos en el útero. Esto también puede indicar que tus niveles de hierro son inferiores a lo normal, así que saca una cita con el doctor para hacerte una revisión.
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Categorías: Higiene femenina
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